miércoles, 13 de abril de 2011

EL TOQUE

Todos nosotros nos descarriamos coma ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargo en él el pecado de todos nosotros (Isaías 53:6).

¡Que hermoso mensaje! ¡Tu y yo, perdidas como ovejas indefensas ante el pecado, hemos sido rescatadas, porque para nuestro Salvador éramos sumamente importantes!
Cuando era adolescente, aprendí esta canción cristiana que hoy quiero compartir contigo, deseando que puedas sentir a través de su letra el gozo del toque divino: «Cuando con pesada carga / Cristo un día me hallo, / puso en mi sublime calma / y así mi vida entera cambio. / Desde que a Jesús yo vine / he sentido salvación. / Yo por siempre he de cantarle / y alabarte por su amor. / El toque de su mano / mi corazón llena de amor. / Algo hermoso siento yo. / ¡Oh, gloria, mi Cristo me salvo!».
Se cuenta que un hombre transitaba por un camino solitario y polvoriento. Cansado y sin esperanzas de recibir ayuda, cargando un pesado equipaje, de pronto vio que un vehículo se detenía a su lado. «¡Que suerte!», exclamo. E inmediatamente acepto la ayuda que se le brindaba. Al poco rato, el conductor observo que el hombre seguía con su carga a cuestas, así que le pregunto por qué no la dejaba a un lado. La respuesta del caminante fue: «Señor, usted ha sido tan generoso conmigo que no quiero abusar de su bondad. Prefiero seguir llevando mi carga, porque usted ya ha hecho bastante por mí».
Si, dan ganas de reírse pero ¿nunca te has descubierto a ti misma llevando la carga que Cristo ya llevo por ti? Tus pecados descansan ahora sobre los hombros de tu Salvador, así que no es necesario que sigas aferrándote a ellos y llevándolos sobre los tuyos para no molestar al Maestro. Cristo no solo quiere asumir tu pasado, tus errores tus fracasos y tu pecado, también quiere tocarte con su toque restaurador.
No dejes que pase la oportunidad. Sus manos de amor se acercan hoy a ti para decirte nuevamente: «Hija, yo te amo, morí por ti, y por eso estoy dispuesto a cargar con tu vida llena de problemas, enfermedades y tristezas. Solo déjame tocarte e inundarte con mi amor». ¿Le dejaras hacerlo?
El toque divino cambia cualquier vida con el bálsamo inigualable del amor.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

BUENAS PALABRAS, MALAS PALABRAS

Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, este es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo. Santiago 3:2.

Nuestra manera de hablar progresa y cambia constantemente. Con el transcurso del tiempo, se van añadiendo nuevas palabras a nuestro vocabulario, a la vez que otras caen en desuso y dejamos de utilizarlas. Una vez tuve en mis manos una versión de la Biblia Reina Valera de 1602 y me asombre de como evoluciono la lengua castellana; la ortografía y muchas palabras eran diferentes.
Tristemente los cambios de la lengua no siempre son para bien, y en los últimos años se agregaron a la manera diaria de hablar palabras ofensivas o de índole sexual. Cuando yo era pequeño las llamaban "malas palabras", pero actualmente no hay programa radial o televisivo que no las utilice, y por supuesto están los que preguntan: "¿Por qué esas palabras que usa todo el mundo son malas?"
Las Escrituras llaman "malas palabras" a aquellas que se usan para ofender a otra persona. Jesús trato de frenar con sus enseñanzas y su ejemplo este tipo de palabras cuando dijo: "cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedara expuesto al infierno de fuego" (Mat. 5:22). La primera palabra, necio, significa "sin valor", "estúpido" y es una fuerte frase despectiva; la segunda, fatuo, hace referencia también a un "estúpido", "tonto", al paso que expresa desprecio por la falta de inteligencia en una persona (Comentario bíblico adventista, t. 5, p. 325).
Es verdad que hay momentos en que las malas palabras brotan como un torrente caudaloso, especialmente en un arranque de cólera o de impotencia, pero incluso en esos momentos debemos, con la ayuda de lo Alto, frenar las palabras que podrían ser ofensivas para un semejante o para Dios. Nunca están disculpadas las malas palabras, ya que "cuando fraguamos excusas para justificar... las malas palabras, estamos educando el alma para el mal y, si proseguimos haciéndolo, llegara a ser un hábito ceder a la tentación. Entonces estaremos en el terreno de Satanás, vencidos, débiles y sin valor" (Mensajes selectos, t. 2, p. 270).
¿Te cuesta hablar sin malas palabras cuando estas con tus amigos? ¿Te contagias de un mal espíritu cuando ves un partido de futbol o al discutir con alguien? ¿Llegan a tu mente muchas frases ofensivas luego que te golpeas el dedo con un martillo? No te culpes, ya que el Señor todopoderoso no solo nos muestra el error sino que también nos comprende. Con todo cariño el desea obrar en tu carácter para darte el crecimiento espiritual que deseas, y su poder puede cambiar tu manera de hablar si se lo permites.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizue

¡LEVANTATE!

Por jehová son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano. Salmo 37:23,24.

Isaías es un joven cristiano. Aprendió a depositar su confianza en Dios desde niño, y las cosas siempre le fueron bien. Hace cinco años, inicio un negocio. Iba viento en popa. Lamentablemente, quiso dar el paso más largo que las piernas, y hoy la empresa está hundida en un mar de deudas.
El joven empresario entro en pánico. Se desesperó y, arrodillado, pregunto a Dios: "¿Por qué permitiste todo esto, si yo siempre te coloque a ti en el control de mi empresa?"
Isaías necesitaba entender el texto de hoy. ¡Qué sucede cuando el ser humano permite que Dios ordene su camino? La vida es una experiencia de crecimiento y de prosperidad. La palabra hebrea traducida como "ordenar" es kuwn, que significa afirmar, dar seguridad, establecer. ¿No es eso lo que toda empresa necesita para dar resultado?
Cuando tus pies vacilan caminas con timidez; tienes miedo de arriesgar, no te atreves a avanzar. ¡Que te falta? ¡Que Dios establezca tus pasos, que de firmeza a tus pies!
Conozco gente inteligente, capaz, luchadora y tenaz, que no prospera. Cualquier iniciativa termina en frustraci6n. Entonces culpa a los demás y, si no encuentra a otros para culpar, transfiere la causa de su fracaso a la "mala suerte" o al "destino".
Por otro lado, el hecho de que Dios ordene tus pasos, como es el caso de Isaías, ¿quiere decir que estarás libre de dificultades? ¡No! Vives en un mundo de dolor y tristeza. Muchas veces, tus pies resbalaran; encontraras hoyos traicioneros en tu senda, trampas, lodo, y hasta arena movediza. Pero, ahí entra la segunda parte del texto: "Cuando el hombre cayere, no quedara postrado porque Jehová sostiene su mano".
Esta es la figura del padre, que camina llevando a su hijo de la mano. Los pies del niño pueden resbalar, tropezar, porque es niño; pero, mientras el padre lo sostiene de la mano, el niño no queda caído.

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón