miércoles, 29 de enero de 2020

EL BERRINCHE DE ANITA

El padre de Anita sacó unos helados del congelador para llevarles a Anita y a sus amiguitos, que estaban jugando en el patio. En el momento de servir el helado, Anita se portó fatal.
– ¡Estamos en mi casa, así que a mí me toca servirme primero!
Muy triste, su papá tuvo que explicarle que estaba equivocada. Sin embargo, pasó un buen rato hasta que Anita se dio cuenta de que lo que había dicho estaba mal. Para entonces, como estaba haciendo mucho calor, el helado se había derretido completamente y no se lo pudo comer.

¿Y yo?
¿Acaso piensas tú como Anita? ¿Consideras que eres más importante que los demás? Generalmente, este comportamiento trae malas consecuencias. Es mejor no imitarlo.

Mi oración para hoy
Jesús, yo no quiero ser egoísta. Enséñame a poner a los otros en primer lugar.

En la Biblia leemos:
«Pero muchos que ahora son los primeros, serán los últimos; y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros» (Mateo 19: 30).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.

AMA A TUS HERMANOS

José les dijo a sus hermanos: Yo soy José. ¿Vive mi padre todavía?. Ellos estaban tan asustados de estar delante de él, que no podían contestarle. Génesis 45: 3

—En la lectura de este día, continuaremos con el relato de José —apuntó la madre esa mañana.
Me dio mucho gusto ver a mis hermanos, pero deseaba saber si habían cambiado, así que ordené que los metieran a la cárcel por tres días; después los soltaron, a excepción de Simeón, que permaneció preso. Los demás regresaron con la encomienda de que debían traer al hermano menor que me habían dicho que tenían.
En el camino, al dar de comer a los animales, se dieron cuenta de que había dentro de sus sacos un dinero que ya no era de ellos, y se asustaron. Cuando llegaron junto a mi padre le contaron que el gobernador de Egipto los había tratado ásperamente, como si fueran espías, y habían quedado de llevarle a su hermano menor. Mi padre se opuso, pero al ver que el alimento todavía escaseaba y que debían ir a traer más, les encargó mucho a Benjamín. Cuando llegaron de nuevo a Egipto, los trajeron ante mi presencia. Me conmoví al ver a mi hermano menor y ordené que los llevaran a mi casa, para que comieran conmigo. Ellos se asustaron y le contaron al mayordomo lo que había pasado con el dinero, pero él los tranquilizó.
Cuando se sentaron a comer, se asombraron porque estaban acomodados de acuerdo a su edad.
Benjamín recibió las mejores atenciones, pero nadie se sintió mal por esa preferencia.
Cuando mis hermanos regresaban a su campamento, los alcanzó mi mayordomo y los acusó de haber robado una copa del gobernador. Ellos respondieron que el que la tuviera se convertiría en su siervo, pues estaban seguros de que ninguno se había robado una copa. Cuando abrieron los costales, descubrieron que la copa estaba en el saco de Benjamín, así que él sería el siervo. Todos se entristecieron y regresaron para explicar que ellos no habían robado nada. Ahora sabía que mis hermanos habían cambiado y fue ahí cuando no pude más y les dije quién era. Te animo a amar a tus hermanos y a tratarlos bien todos los días.

¿Sabias que….. Judá quiso quedar como siervo en lugar de Benjamín?

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2020.
“DESCUBRE EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO”
Por: Noemí Gil Gálvez
Lecturas Devocionales para Menores 2020.

“LOS GRANDES LÍDERES SABEN CUÁNDO HACERSE A UN LADO». TARA JAME FRANK

Durante mi segundo año en la universidad, finalmente había ahorrado suficiente dinero como para comprarme ¡mi primer automóvil! Aquel auto plateado brillaba en el estacionamiento de la residencia universitaria.
Cuando llegó la primera vacación, tomé las llaves y partí ansioso hacia mi casa.
Todo iba bien hasta que me acerqué a una parada de camiones. Vi que un automóvil estaba saliendo de la parada, pero había una señal de alto y el conductor estaba esperando para poder salir. Yo tenía la prioridad, así que continué avanzando a unos 70 kilómetros por hora.
Entonces, justo cuando estaba a punto de pasar por ese lugar, el auto salió frente a mí. Pisé el freno con todas mis fuerzas, pero no había suficiente espacio para parar. Choqué contra el auto, y mi pequeño Mazda dio varias vueltas.
Afortunadamente, no me lastimé, pero como siempre había oído que si eres tú el que le da al otro, la culpa es tuya, imaginé que me pondrían una multa. Sin embargo, luego de obtener declaraciones de testigos, el agente de policía me dijo:
-Voy a citar a la otra conductora. Está claro que la culpa es de ella, pues no respetó que tú tenías la prioridad.
¡Qué alivio! El seguro cubría un vehículo nuevo, y mi historial permanecía limpio.
A menudo he pensado en esa frase: «No respetó que tú tenías la prioridad» ¿Quién ha infringido tu prioridad últimamente?
Quizá tú estabas por dar un salto en un partido, alguien se abalanzó sobre ti y, al bloquear tu salto, hizo que cayeras al suelo y te dieras un golpe en la cabeza. O quizá te postulaste para ser el delegado de tu curso, y otro estudiante (que no quería el puesto tanto como tú) se postuló y ganó.
¿Has irrespetado tú la prioridad de otra persona alguna vez? ¿Has impedido que un profesor, un padre o un amigo lograran sus objetivos y tuvieran éxito? Quizá tu interrupción en clase puso nervioso al profesor, o el hecho de haber dejado para último momento tu contribución a un proyecto grupal hizo que todos obtuvieran una baja calificación.
Hoy démosles a los demás la prioridad; incluso cuando no la tengan. Tiene sentido hacerlo al conducir… y en la vida también. Lori
«Cada uno debe velar no solo por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás» (Fil. 2:4).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

PIENSA CON GENEROSIDAD

«El generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado» (Isa. 32: 8, RH). 

Un sábado por la mañana, iba un anciano de una iglesia caminado hacia el templo cuando, de pronto, comenzó a sentirse mal. No pudiendo aguantar el dolor, se desplomó y perdió el conocimiento. En ese momento pasaban por allí dos hombres que se dirigían a la cantina y decidieron ayudarlo. Lo cargaron como pudieron entre los dos y lo llevaron a la cantina. Cuando el anciano de iglesia recuperó el conocimiento, se sintió muy agradecido con aquellos samaritanos y continuó su camino, no sin antes invitarlos a su iglesia.
Justo en el momento en que salía de la cantina, pasaba por la acera de enfrente una hermana de su misma congregación, que también se dirigía al templo. Ella, asustada por lo que estaba viendo, aligeró el paso para ir a contar a sus amigas lo que acababa de presenciar.
—iiiHe visto al anciano de nuestra iglesia saliendo de una cantina!!! —exclamó casi sin aliento.
—Hermana, ¿está usted segura de que salía de la —le preguntaron.
—Sí, claro que estoy segura —confirmó.
—Quizá estaba haciendo obra misionera —comentó alguien.
—Claro que no —aclaró ella—, yo lo vi tambalearse; no estaba bien. Es obvio que se tomó unos tragos. ¡Y ahora viene a predicarnos! Pues yo no pienso escucharlo.
Pronto, el chisme se propagó como fuego. Pero cuando el anciano se levantó a predicar, comenzó dando un maravilloso testimonio del amor al prójimo que acababa de experimentar en carne propia. Hubo un gran silencio en la iglesia; de esos que se hacen cuando uno se avergüenza de sí mismo.
Hay quienes mueven sus labios solo para cometer el mal (ver Prov. 16: 30), pero hay también quien solo piensa generosamente, porque es una persona generosa. De este segundo tipo de personas hemos de ser nosotras. Que cuando nuestros ojos vean algo extraño, nuestro primer pensamiento sea de amor hacia la persona, no de condenación; y que después del pensamiento, salgan de nuestros labios palabras generosas, y hechos de bondad. Así corresponde a la mujer que dice ser cristiana, porque sigue el ejemplo de aquel que vivió para pensar y hacer el bien.
Santiago nos recuerda: «No hablen mal unos de otros. El que habla mal de su hermano, o lo juzga, habla mal de la ley y la juzga. ] ¿Quién eres para juzgar a tu prójimo?» (Sant. 4:11-12).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.

EL PELIGRO DE VIVIR CON UN CORAZÓN VACÍO

«El astuto ve el peligro y se pone a salvo, pero los ingenuos lo ven y no lo evitan» (Proverbios 27: 12).

La indiferencia espiritual y la falta de consagración a Dios representan uno de los estados más peligrosos para muchos jóvenes. Jesús lo explicó de la siguiente manera: «Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo haya. Entonces dice: «Volveré a mi casa, de donde salí». Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y trae otros siete espíritus peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel hombre resulta ser peor que el primero!» (Mateo 12: 43-45).
De acuerdo con las palabras de Jesús, podemos desterrar el mal de la vida, pero mientras estemos en este mundo, no podemos destruirlo. El mal siempre estará buscando ocasión de contraatacar y recuperar terreno perdido. Es cierto, podemos mantenerlo a raya, pero si nos descuidamos, puede provocar un efecto desastroso en aquellos que han sido renovados por Dios.
¿Cómo se puede llegar a esa actitud? A través de la tibieza espiritual, como dice Apocalipsis 3: 15-16. Es decir, no rechazas a Dios, pero no quieres asumir compromisos con él; además, crees que no te falta nada y que no eres una mala persona, ya que «no le haces mal a nadie». Claro, una religión de este tipo no puede satisfacer a nadie, por lo que tu corazón tiene «hambre de mundo». En tal condición, eres una presa fácil de las tentaciones de Satanás. Por esa razón, el Señor reprende severamente a quienes asumen dicha actitud (3: 17) y recomienda adquirir oro refinado en fuego (amor genuino), vestiduras blancas (la justicia de Cristo) y colirio (el Espíritu Santo) para superar la tibieza (vers. 18). De ahí que sea muy arriesgado llevar una vida espiritual vacía y no disfrutar las bendiciones del evangelio. En realidad, estamos llamados a vivir una vida de plena satisfacción espiritual.
¿Estás contento con tu experiencia espiritual? ¿Te sientes feliz asistiendo cada sábado a la iglesia? ¿Son la lectura de la Biblia y la oración hábitos bien consolidados en tu vida? ¿Disfrutas participando en actividades misioneras o de servicio a la comunidad organizadas por tu iglesia? Si has respondido negativamente a estas preguntas, debo decirte que te encuentras en una condición sumamente vulnerable y debes buscar a Jesús y reorganizar urgentemente la forma en la que gestionas tu vida. Pero si tu respuesta ha sido positiva, ¡vas por buen camino!
Pide este día al Señor que destierre el mal de tu vida.


DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020

AMIGOS DE DIOS

«Y hablaba el Señor con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo» (Éxodo 33: 11 , NVI). 

Moisés conservó hasta su muerte una íntima relación con Dios. El versículo de hoy nos dice que Dios y él hablaban cara a cara, como amigos. Desde su primer encuentro con Dios en la zarza que ardía (Éxodo 3) hasta su última conversación cuando Dios le mostró a distancia la tierra prometida (Deuteronomio 34), ambos mantuvieron multitud de encuentros de toda índole. Es notable el número de veces que Moisés acudió al Señor desesperado por los problemas del pueblo escogido y Dios siempre le ofreció soluciones justas y claras, aunque no siempre resultasen populares.
Enoc también fue un gran amigo de Dios. Nada sabemos de él, excepto que pertenecía a la séptima generación desde Adán y fue profeta (Judas l: 14), su padre se llamaba Jared (Génesis 5: 18), su hijo, Matusalén, el hombre más longevo de la Biblia (vers. 21), y que vivió 365 años (vers. 23). Pero hay algo inusual en su existencia: «Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque lo llevó (vers. 24). ¡Qué privilegio tan grande! Caminar con Dios, como se pasea con un amigo y de esa íntima amistad, surge la compañía eterna, pues Dios no quiso que su amigo muriera y lo llevó con él.
También Abraham fue «amigo de Dios», y así lo expresa la Escritura (Santiago 2: 23). El libro de Génesis está lleno del nombre de Abraham, y muchas de esas menciones están relacionadas con encuentros y conversaciones con el Señor. Su vida está llena de acción y aventura, desde joven hasta anciano, pero siempre en contacto con Dios. Muchos otros personajes de la Escritura se presentan como amigos de Dios: Noé, Isaac, Jacob, José, David, Elías, Eliseo, Josué, Ana, Samuel, Job… y si vamos al Nuevo Testamento, encontramos múltiples amigos y amigas de Jesús: cada uno de sus discípulos escogidos y otros, como Marta, María, Lázaro y un conjunto de «publicanos y pecadores» de los que se nos dice que Jesús era amigo (Lucas 7: 34).
Jesús dijo a sus discípulos, y nos dice a cada uno de nosotros, que ya no nos llamará siervos, sino amigos Juan 15: 15). Dios, Jesús, que son el mismo, buscan nuestra amistad, quieren intimar con cada uno de nosotros. Todo este mes ha sido dedicado a nutrir las relaciones. Pero la relación más importante de todas es la personal de cada cual con Jesús, que es amigo de todo aquel que quiera serlo.
 ¡Acércate hoy a Jesús y sé su amigo! Él te está esperando (Apocalipsis 3:20).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020