lunes, 1 de marzo de 2010

LOS PREPARATIVOS PARA EL VIAJE

Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea. perfecto, enteramente preparado para toda buena, obra (2 Timoteo 3: 16, 17).

Nuestro hijo Erwin tiene 1 año de edad, y le encanta salir a pasear. Esto quiere decir que debo estar muy atenta al darle las instrucciones antes de partir.
-Eri, escucha a mamá mientras te explica lo que debes hacer -le digo, hablándole en dos idiomas diferentes-. Primero, te pones la remera y el pantalón, luego las sandalias y la gorra. Entonces, buscaremos el triciclo, para ir a ver a papá. ¿Está claro, Eri?
-Sí -responde el pequeño, que ya se ha ido a buscar sus cosas.
Mientras nos preparamos, le repito las indicaciones. Después de que pone las sandalias, corre hasta la puerta y trata de abrirla. Por la emoción, se olvidó uno de los pasos.
-La gorra -le recuerdo.
Baja la pequeña cabeza para ponérsela, y una vez más se apresura para llegar al triciclo, donde levanta su piernita para que lo ayuden a subir. Pero para esta tarea, le gusta depender de la ayuda de su padre.
Nosotras también recibimos instrucciones diariamente en la preparación de nuestro viaje al cielo. Esta útil información viene de nuestro Padre amante quien, a través de su Palabra, nos quiere enseñar, redargüir, corregir e instruir en justicia. Pero algunas veces, nosotras nos olvidamos algunos pasos, o tratamos de hacer las cosas a nuestra manera. Entonces recibimos el consejo de la Escritura, que nos vuelve al camino del cual nos pudimos haber apartado
Por la emoción, a veces corremos sin toda la información que necesitamos. ¿Estaríamos dispuestas a escuchar la voz de Dios para llegar a ser mujeres competentes, y estar dotadas para toda buena obra? ¿Estamos listas para realizar la parte que nos toca y dejar que él nos ayude?
¿Y después? Decidí imitar a mi hijo, quien lleno de gozo hizo un gran esfuerzo para decir: "Te a" ("Te amo"). Yo también quiero decirle al Señor que lo amo, porque ha puesto en mí el deseo de la eternidad, y porque nos
prometido un viaje maravilloso.
Andreea Strámbu-Dir,
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

COMIENZA EL REAVIVAMIENTO

No estén tristes, pues el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Nehemías 8:10.

¿Recuerdas que Nehemías .ocupaba una privilegiada posición como copera del rey Artajerjes? Allí mismo, en el palacio, decidió regresar a Jerusalén para iniciar los trabajos de reconstrucción de los muros y promover una reforma espiritual y administrativa. Pero en el capítulo 8 se registra el comienzo del reavivamiento. ¿Quieres saber cuál fue? Bajo la conducción de Esdras se leyó el «libro de la ley de Moisés». Hay una frase que, bien entendida y practicada, puede iniciar un reavivamiento en tu vida personal, familiar y también en el seno de tu iglesia: «Abrió el libro y todo el pueblo se puso de pie» (vers. 5).

Ese es el secreto para comenzar un reavivamiento. He estado en muchos congresos y reuniones de jóvenes, pero en muchas ocasiones estos eventos se hallan tan saturados de actividades, que prácticamente no queda tiempo para «abrir el Libro». En este relato hay elementos que son muy representativos, sobre todo si intentas un reavivamiento espiritual. En primer lugar, se registra que «todo el pueblo estaba muy atento a la lectura del libro de la Ley» (vers. 3). No es fácil concentrar la atención en el estudio de la Biblia y la reflexión cuando se vive de forma tan apurada y agitada como suele ser hoy en día. Pero es imprescindible crear un ambiente de paz, tranquilidad y sosiego para escudriñar juntos la Palabra de Dios.

Entonces sucedió lo inesperado, la Palabra de Dios produjo arrepentimiento en la vida de los oyentes. Así ocurrió de nuevo siglos más tarde en Pentecostés cuando Pedro presentó la Palabra de Dios ante el pueblo. Esto es lo que ocurre siempre que lees con devoción el texto sagrado. Se produjo el inefable gozo de la reconciliación con Dios. Y no solo se experimentó una reconciliación vertical, hacia Dios, también se produjo horizontalmente, hacia los semejantes, de modo que compartían unos con otros su inmenso y profundo gozo. Es en este sentido que Jonatán Pérez Castro, que cumple años hoy, atesora la promesa de nuestro texto de hoy. Un reavivamiento a partir del estudio de la Palabra de Dios. ¿Verdad que es un hermoso propósito que todos debiéramos hacer?

«Los ángeles están junto al que escudriña las Escrituras para impresionar e iluminar la mente». MJ 255

Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

ES INCREÍBLE, PERO GRATIS

¡No puede ser! Más bien, como ellos, creemos que somos salvos por la grada de nuestro Señor Jesús (Hechos 75: 71).

En este día le invito a reflexionar en otra característica de la justificación que se menciona frecuentemente en el Nuevo Testamento: La justificación es por gracia. Este, de paso, es otro de los postulados de la Reforma: "Sola gratia", solo por gracia. A esta premisa podríamos llegar por puro razonamiento, si no tuviéramos una declaración bíblica contundente. Si la justificación no se puede obtener por obras meritorias, y si la fe por la que se obtiene no es un mérito, entonces se obtiene gratis. Eso es lo que significa gracia: Algo que se recibe gratis, un don inmerecido que da la misericordia de Dios. Pero hallamos declaraciones categóricas en este respecto. Por ejemplo: «Pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó» (Rom. 3: 24). La gracia es un sinónimo de misericordia. Nos salvó por su misericordia, porque no teniendo ningún mérito propio, nos hallábamos perdidos y sin esperanza. Su don inmerecido de justicia fue concedido por su bondad sin límites. Puesto que no pudimos hacer nada, se nos dio gratis.
Pero resulta increíble que este elemento gratuito de la salvación haga tropezar a muchos. Cuando nos dan algo gratis, lo pensamos dos veces. No estamos acostumbrados a que nos den gratis las cosas. Lo que es gratis resulta sospechoso en nuestra cultura moderna. ¿Qué pensaría si recibiera una carta o una llamada telefónica donde le dicen que se ha ganado una casa gratis? ¿Lo creería? Muy a pesar de los sorteos radiofónicos y televisivos, estoy seguro que lo pensaría dos veces, y haría averiguaciones antes de creerlo. Las cosas gratis no son creíbles. Como dice el refrán popular: «No hay nada gratis en esta vida; si hay algo, ponlo bajo sospecha». Por esta razón, cuando se nos dice que la salvación es gratis, nos cuesta trabajo aceptarlo. No debiéramos te¬ner duda, porque el que lo dice es Dios. Y él no miente ni estafa.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C