sábado, 23 de enero de 2010

EL CUADRO PERFECTO

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido (Apocalipsis 21:2).

Había estado trabajando en mi pintura por más de una hora. Respiré profundamente. Había completado un hermoso dibujo: un día brillante de sol; el cielo celeste con algunas nubes blancas; flores color rosa y violetas en un gran jardín verde; árboles altos y esbeltos; montañas grisáceas y onduladas; una pequeña casa blanca cerca de un lago plateado... Los colores irradiaban calidez y paz.
Mientras daba un paso hacia atrás para contemplar el cuadro desde cierta distancia, mi pie se enganchó con la pata de la mesa, y me tropecé. Sentí que algo se cayó. Cuando recuperé el equilibrio, miré el cuadro sin poder creer lo que veían mis ojos. La taza de agua que había estado usando se había volcado a lo largo de la pintura, empapándola y dejando manchas sin forma. No había nada que hacer para solucionar el daño.
En el principio, el Gran Artista se sentó para crear el mundo. Creó un cuadro perfecto que irradiaba su amor y reflejaba su imagen. Entonces ocurrió algo. Satanás derramó la taza de pecado sobre la creación perfecta. El trabajo artístico fue arruinado en su totalidad. A medida que el pecado conminaba a lo largo de los años, el Creador casi no podía reconocer su propia obra de arte. Tuvo que enviar a su Hijo para reparar el daño.
Los medios de comunicación están llenos de noticias escalofriantes todos los días: inundaciones, terremotos, enfermedades, violencia, destrucción. Las naciones declaran la guerra para encontrar la paz, los extremistas aterrorizan para agradar a Dios. El cuadro perfecto está arruinado.
¿Qué puede hacer una cristiana común como yo? En primer lugar, permanecer en calma. Dios quiere que confiemos en él y que sepamos que, en medio de este caos, él está al control. En segundo lugar, estudiar la Biblia y orar sin cesar. Esto es más importante que nunca. Y en tercer lugar, mirar más allá. Tenemos una bendita esperanza. Aunque ahora el cuadro dista mucho de ser perfecto, nuestro Creador tiene un plan. Habrá una tierra nueva que unas será destruida. Los colores del amor y el gozo brillarán por doquier, y en lugar, en el centro de este cuadro, estaremos tú y yo con nuestro Padre.
Vinita Gaikwad
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

LA MANO VICTORIOSA DE DIOS

Marcharé al frente de ti, y allanaré las montañas; haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro. Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre. Isaías 45:2,3.

¿Me creías si te digo que .esta promesa fue hecha a un rey pagano? Sí, el versículo precedente a estos dos presenta al receptor de este mensaje: Ciro, la gran figura del reino de Media y Persia, que cumplió un encargo del Señor. E l registro de estas palabras nos da una clara idea de que, en medio de un gran conflicto, Dios lleva la «mano y ganadora».
Miriam Sánchez cumple años hoy. Es alumna de la Licenciatura en Sicología Clínica y refiere su experiencia en cuanto a la conducción de Dios. Durante un programa de la Sociedad de Jóvenes en la iglesia, el pastor Noé Alpírez, director de Publicaciones de la Unión del Norte de México, hizo un llamado para enrolarse en la campaña de colportaje de invierno. Se necesitaba un grupo para ir a la Misión de Sinaloa. Así que me uní el grupo, y a pesar de que iba a estar lejos de mi familia en la época de Navidad, supe que Dios estaría siempre a mi lado.
»Estuve trabajando arduamente durante siete semanas en la ciudad de Mazatlán. Cuando la campaña estaba a pocos días de concluir todavía no había testificado el cumplimiento de la promesa de los "tesoros escondidos". Me sentía cansada de tanto caminar. De pronto, me encontré con una convocatoria del Municipio, a la cual acudí por obra del Espíritu Santo.
«Presenté mi propuesta de cursos para el desarrollo de la personalidad a la administración municipal con la temática del libro de Félix Cortés, Vivir para triunfar. Fue una bendición, pues alrededor de 150 familias adquirieron esa obra y más de 450 personas escucharon el mensaje de, salvación impartido por estudiantes de la Universidad de Montemorelos y Universidad de Navojoa.

«Dios llama a jóvenes de corazón incorrupto, fuertes y valientes [...] para que glorifiquen a Dios y beneficien a la humanidad». MJ 18.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

LA MUERTE DE CRISTO COMO TRIUNFO

Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies (1 Corintios 15: 24, 25).

Otra de las razones de la muerte de Cristo fue destruir el reino del mal. Es una realidad poco entendida que vivimos en medio de una lucha entre las fuerzas del bien y las del mal. No nos damos cuenta de lo que esto significa, tanto a nivel personal como cósmico.
El Apocalipsis testifica de esta guerra que comenzó en el cielo y se extendió a la Tierra. Una lucha milenaria, encarnizada y feroz que trata de representar mal el carácter de Dios ante el universo. ¿Fue Dios justo cuando expulsó a Lucifer del cielo? ¿Fue Dios justo al tratar con la desobediencia de Adán y Eva? ¿Fue Dios justo al destruir el mundo con un diluvio? ¿Fue Dios justo al destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra? ¿Es Dios justo cuando los malos prosperan y los buenos sufren?
Sobre todo es una lucha que se libra a nivel personal, donde cada mente es el campo de batalla. Cada ser humano es un agente del bien o del mal. Dios debe ser justo y ético al tratar con el mal y la injusticia, porque eso corresponde a lo que él es.
El foco de esta lucha milenaria se centró en la cruz del Calvario. Allí se iban a contestar todas las preguntas. Allí se iban a aclarar todas las dudas. Allí se iba a determinar quién tenía razón. Allí el carácter de Dios estaba en tela de juicio. Allí, por la muerte de Cristo, el carácter de Dios fue vindicado ante el universo. Allí se reveló con toda claridad el carácter de Satanás. Allí el universo entero fue testigo de la exhibición maravillosa de los verdaderos motivos de Dios y de los motivos ocultos de su adversario. La muerte de Cristo en la cruz fue una declaración del triunfo del bien. San Pablo dijo: «Dios [...] desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal» (Col. 2: 13, 15).

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C