lunes, 24 de febrero de 2020

LA PRIMERA FAMILIA - V

«Entonces el Señor le preguntó a Caín: “¿Dónde está tu hermano Abel?" Y Caín contestó: "No lo sé. ¿Acaso es mi obligación cuidar de él?"» (Génesis 4:9).
Después de haber salido del Paraíso, Adán y Eva tuvieron dos hijos: Caín y Abel. El mayor sembraba la tierra y el menor cuidaba a los animales.
 Abel era bondadoso y hacía lo que Dios le mandaba. Pero Caín era desobediente.
Entonces, Dios regañó a Caín, pero él se enfadó mucho y decidió matar a Abel.
¡Qué horror! Cuando Dios preguntó a Caín dónde estaba su hermano, él respondió que no sabía.

¿Y yo?
 Dios le dijo a Caín que si se portaba bien sería feliz. A ti te dice lo mismo.
Mi oración para hoy
Señor, no dejes que yo haga daño a nadie.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.

UN LIBRO QUE TRANSFORMA

«Como niños recién nacidos, busquen con ansia la leche espiritual para que por medio de ella crezcan y tengan salvación». 1 Pedro 2:2

—Somos privilegiados aquí en casa porque tenemos varias Biblias —dijo el papá—, pero hay personas que no tienen ni una sola. Se cuenta que en cierta ocasión a una pareja le dieron una Biblia. Nunca habían tenido ninguna, ni siquiera la conocían. Al esposo le llamó la atención y empezó a leerla. Cuando leyó suficiente le comentó a su esposa muy apenado que toda la vida habían estado actuando mal según la Biblia. Pasaron otros días y el esposo seguía dedicando tiempo a la lectura de la Biblia. Cuando llegó a cierta parte, le llamó la atención y le volvió a comentar a su esposa lo que había leído. Tal como le había dicho antes, realmente habían obrado mal y se consideraba que estaban perdidos según la Biblia. Los siguientes días, continuó dedicando tiempo para seguir aprendiendo; cuanto más leía, más comprendía cuánto habían estado equivocados; cada vez podía entender mejor el plan de salvación, el sacrificio que Jesús había hecho por el pecador. Se emocionó tanto que no pudo contenerse de volver a decir a su esposa que habían estado equivocados en todo ese tiempo. Pero, ¡oh, maravilla!, la Biblia decía que Dios mostró su gran amor hacia nosotros al enviar a Jesús a morir por los pecadores y de esa manera llegar a ser salvos. Esa fue la mejor noticia que él pudo darle a su esposa.
—¡Qué hermoso que haya descubierto que somos salvos por Jesús! —comentó Susana.
—No hay otro nombre en que podemos ser salvos —afirmó Mateo.
—Sí —dijo el papá—, solo en el nombre de Jesús.

¿Sabías qué?
Antes de que estuviera impresa, la Biblia se escribía en pedazos de papel vegetal, en rollos de pergaminos y papiro.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

"LA NECESIDAD CARECE DE LEY" - PROVERBIO

"En su angustia clamaron al Señor, y él los sacó de su aflicción. Cambió la tempestad en suave brisa: se sosegaron las olas del mar. Ante esa calma se alegraron, y Dios los llevó al puerto anhelado" (Sal. 107:28-30).

Bueno, el día había comenzado genial. Ian Watson estaba orgulloso de ser un flamante piloto de combate. Hoy era su primer ejercicio militar. Él y su líder de vuelo habían despegado desde el portaaviones británico HMS lllustrious, en sus aviones Harrier ''Jump Jets". Su misión era encontrar un barco de combate. Para hacer que este ejercicio fuese lo más real posible, mantuvieron silencio radial.
Se separaron para cubrir un área más grande en su búsqueda y planificaron encontrarse en un lugar marcado en sus sistemas de navegación, lan, a quien sus amigos llamaban "Soapy" [Jabonoso], llegó a ese lugar, pero no había señales de su líder de vuelo. Comenzó a pensar que su sistema de navegación no estaba funcionando. Eso era muy malo, porque tenía poco combustible y todo lo que podía ver desde su cabina era el océano.
En su radar apareció un barco a 80 kilómetros de distancia. Soapy decidió que volaría cerca del barco, y luego se tiraría al agua lo suficientemente cerca como para que la tripulación pudiera recogerlo. Cuando pasó volando bajo sobre el buque mercante, notó que los contenedores de transporte sobre la cubierta formaban un espacio llano donde quizá podría aterrizar. Hizo que el Jump Jet planeara y lo aterrizó con un estruendo frente a los sorprendidos marineros. Le quedaba un minuto de combustible en los tanques.
Cuando estés en problemas, no te olvides de que siempre puedes acudir a Dios para obtener aliento y dirección. Pero ¿por qué esperar a que la situación sea desesperada? Él puede darte la dirección que necesitas ahora, para aterrizar en el lugar adecuado. Kim

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

LA MODA QUE REALMENTE CUENTA

«Te aconsejo que de mí compres oro refinado en el fuego, para que seas realmente rico; y que de mí compres ropa blanca para vestirte y cubrir tu vergonzosa desnudez» (Apoc. 3: 18).

Sarita y Sonia son dos mujeres fuera de lo común. Mientras que muchas estamos preocupadas por ir a la moda, por comprar ropa que nos favorezca y nos haga sentir bien con nosotras mismas, ellas han puesto su mira en adquirir ese tipo de ropa que el Señor nos recomienda: ropa blanca de pureza, fe, obediencia a Dios y servicio al prójimo.
Ellas dos predican en el autobús (y donde se les presente la ocasión). En una oportunidad llegaron a la casa de Arcelia, una mujer de cuarenta años que había sufrido un accidente de auto por causa del cual se encontraba convale­ciente en una cama. Al oír los cantos religiosos de Santa y Sonia, Arcelia son­reía; también valoraba las provisiones que le traían y, en especial, la Palabra de Dios que le compartían a través de estudios bíblicos. Para Arcelia, aquellas eran las dos mujeres más elegantes que hubiera conocido.
Esas son las vestiduras que merecen la pena: olvidarse de una misma y ser­vir a los demás en la medida de nuestras posibilidades. Actuando así, Dios se encarga de cubrir nuestra desnudez. Reconozcámoslo: nos preocupamos de­masiado por lo exterior, por ir a la moda y tener ropa bonita. Pero para la mujer cristiana, el principio ha de ser vestirnos «decentemente, que se adornen con modestia y sencillez, no con peinados exagerados, ni con oro, perlas o vestidos costosos» (1 Tim. 2: 9). ¿Por qué? Muy sencillo: porque nuestro exterior no es más que un reflejo visible de la realidad de nuestra espiritualidad interior. La ropa que nos ponemos ha de ser pensada de tal modo que dé testimonio de lo que hay en nuestro corazón.
«Revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los ma­los deseos de la naturaleza humana» (Rom. 13: 14). Ese es el consejo inspira­do para nosotras hoy. No malgastemos nuestro tiempo, nuestro dinero y nues­tras energías en alimentar la naturaleza de la vanidad o el egoísmo. Invirta­mos siempre en revestirnos de Cristo, sabiendo que en eso radican la verdade­ra belleza y la elegancia de la mujer cristiana. Porque lo que cuenta no es lo temporal, sino lo eterno.
Lo importante no es llamar la atención hacia mí, sino hacia Cristo. No se trata de mí, se trata de las profundas verdades del evangelio.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.

EL SÍNDROME DE DALILA

"Es mejor vivir en la azotea de la casa que compartir la casa con una esposa agresiva" (Proverbios 21:9)
Su nombre significa 'débil'. Dalila era del valle de Sorec, al sureste del territorio de Dan, a unos cuantos kilómetros de Sorá, el hogar de Sansón. Su relación liberal con los hombres (como los príncipes de los filisteos) hace suponer que se trataba de una prostituta. Sin duda, era una chica muy guapa que sabia explotar sus atributos físicos. En cuanto Sansón la vió, quedó cautivado por su figura. De inmediato, la joven se dio cuenta de que había atrapado al muchacho más codiciado de la región. Sansón se encaprichó con ella, lo cual llegó a oídos de sus enemigos. Entonces, los dirigentes filisteos hicieron una visita a la joven: le ofrecieron la fabulosa cantidad de 5.500 piezas de plata a cambio de averiguar el secreto de la fuerza del guerrero israelita. Ella aceptó el trato y se preparó para el ataque.
Dalila comenzó a hablar con suavidad lanzando una pregunta llena de veneno: 'Por favor, dime en qué consiste tu impresionante fuerza. Si alguien quisiera vencerte, ¿cómo tendría que sujetarte?" Sansón jugó con la muchacha en tres ocasiones, las mismas que Dalila lo traicionó. Ella mostró sus intenciones en todo momento. Pero, después de tres intentos fallidos, la estrategia de la joven cambió: 'Y como ella lo presionaba y lo importunaba todos los días, su ánimo decayó y casi se murió de angustia" (Jueces 16:16). La discusión se repitió varios días:
-¡Tú no me amas! ¡Yo te he entregado todo y tú no!
-No digas eso, amor mío -respondió Sansón.
-¡Tú no me amas! ¡Tienes secretos que no me cuentas! ¡Tu corazón no esta conmigo!.
Dalila pasó de la presión a la agresión y los insultos. La ponzoñosa lengua de su amante aplastó el ánimo de Sansón, le arrancó la sonrisa del rostro y le quitó las ganas de vivir. ¡Vaya manera de destruir una vida! Ni el poderoso ejército filisteo había logrado hacerlo sentir tan miserable como Dalila. La misma persona que habia despertado sus más grandes pasiones ahora era el principal motivo de su enorme malestar. Deseando un poco de paz, Sansón terminó por ceder y reveló a Dalila el secreto de su fuerza: su pacto con Dios simbolizado por su cabello. En cuanto supo, Dalila volvió a traicionarlo y lo condujo a su ruina. Allí se acabó la gran promesa de Israel.
Una persona que no te ama te lo mostrará de manera evidente. Pero si estás encaprichado con ella no lo notarás. Por eso hay que pedir a Dios sabiduría para tomar las mejores decisiones en este ámbito de la vida.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI 2.0
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020.

LA NECESIDAD DE CORRECTIVOS

«El que no aplica el castigo aborrece a su hijo; el que lo ama, lo corrige a tiempo» (Proverbios I 3: 24).

Olga decidió usar siempre el método del reforzamiento positivo con su hijo. Desde que dio los primeros pasos, instruía a su niñito en lo que tenía que hacer. Como todos los niños, a veces obedecía y otras, no. Cuando el pequeño seguía las instrucciones de su mamá, esta le dispensaba palabras de elogio, sonrisas y manifestaciones de afecto y, a veces, le daba algún juguetito o golosina. Cuando no obedecía, simplemente lo ignoraba. A decir verdad, el método funcionaba bien y así Olga solía comentar que, en los tres años de vida de su hijo, no había tenido la necesidad de castigarlo. Olga tuvo su segundo hijo cuando el primogénito contaba con casi cuatro años. El mayor comenzó a mostrar celos hacia su hermanito y, en una ocasión, cuando el menor dormía, lo despertó a pellizcos, provocando en el lactante un espectacular llanto. Su madre presenció parte de la travesura e inmediatamente le propinó una tanda de azotes.
Ese día estaba de visita una amiga de la familia y, al observar el incidente, exclamó sorprendida:
—¡Olga, yo creía que nunca castigabas a tus hijos y que solo usabas el reforzamiento positivo!
A lo que Olga respondió:
—La verdad es que mi método es más eficaz que el castigo, pero en casos de emergencia, he de usarlo para evitar consecuencias catastróficas.
A veces es necesario castigar, especialmente cuando la conducta deseable no puede alabarse porque no aparece. Pero el castigo no tiene por qué ser corporal, especialmente cuando los niños crecen y aprecian las relaciones de causa y efecto. Por ejemplo, castigar a un chico sin acudir a una fiesta o excursión resulta más eficaz que propinarle unos azotes. De hecho, la Biblia recomienda en primer lugar la corrección verbal: «Redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina» (2 Timoteo 4: 2). En segundo lugar, presenta la disciplina de las consecuencias naturales a nuestros actos: «Todo lo que el hombre siembre, eso también segará» (Gálatas 6: 7). En tercer lugar, la Biblia habla del castigo corporal, a veces necesario: «La necedad está ligada al corazón del muchacho, pero la vara de la corrección la alejará de él»(Proverbios 22: 15). Si has de castigar a tus hijos, intenta evitar los castigos físicos y prívalo de algún privilegio, lo cual supone una alternativa más eficaz. Pero lo más importante es no castigarlo con enojo, sino con amor. Así habla el Señor de su método: «Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor» (Oseas 11:4).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020.
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020.