viernes, 18 de enero de 2013

CASA SUCIA

Lugar: Nebraska, EE. UU.
Palabra de Dios: Proverbios 4:23.

La casa era un desastre, por fuera y por dentro. Había más de cien tachos de basura, llenos con materia en descomposición, desparramados por la entrada para autos. El olor era espantoso y, cuando soplaba el viento, empeoraba más todavía. Aquellos que hallaban la puerta de acceso y entraban en la casa debían abrirse paso entre la basura, que se amontonaba hasta un metro y medio de altura.
¿Puedes imaginártelo que es vivir en una casa tan sucia? Aparentemente, la señorita Fandel, una mujer de Nebraska, no tenía ningún problema con ello: había vivido de esa manera durante muchos, muchos años.  Sus vecinos, a menudo, se quejaban a los funcionarios de la ciudad, pero no había mucho que ellos pudieran hacer. Le enviaban avisos de que debía limpiar su casa, pero la mujer los ignoraba.
-Esto es un peligro para la salud, y hay peligro de incendio -señaló el jefe de inspectores inmobiliarios.
-La basura del patio de ella se vuela a nuestros patios -se quejaban los vecinos-. ¡El olor es espantoso! Tienen que hacer algo.
Finalmente, en noviembre de 2004, la municipalidad hizo algo.  Sentenció a la señorita Fandel a 45 días de prisión, por arrojar basura.  Cada diez días, las autoridades le permitían ir a su casa a limpiar.  ¿Mejoraron las condiciones de su casa? Ojalá que sí. Y ojalá su dueña haya tomado la decisión de mantener su casa limpia, de allí en adelante.
¿Cómo puede ensuciarse tanto una casa? ¡De a una basurita por vez! Y eso es lo que puede pasarnos a ti y a mí, si no tenemos cuidado de mantener la basura afuera. Lo que mantenemos en nuestro interior afecta nuestro carácter. Así que, no dejes que se amontone basura. En lugar de ello, "cuida tu corazón, porque de él mana la vida".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

DE LA MANO DEL PADRE

Señor, hazme conocer tus caminos, muéstrame tus sendas. Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! Salmo 25:4-5

Cuando era niña había un juego que disfrutaba mucho. Lo jugábamos mi papá y yo cuando recorríamos el camino de la iglesia a la casa por las noches. Yo ponía mi manito sobre la suya y cerraba los ojos. Durante el trayecto, mis pies se movían hacia adelante confiando solamente en las indicaciones que él me daba. Nunca dudaba, siempre confiaba en sus palabras, y siempre llegué a casa sana y salva. ¡Era mi papá! No había lugar para el miedo ni los titubeos. ¡Yo sabía que me llevaría a casa!
Ahora que soy adulta y traslado aquella vivencia infantil a la relación con mi Padre celestial, me surgen algunos interrogantes: ¿Por qué no puedo dejar dócilmente que él me guíe? ¿Por qué me lleno de temor? ¿Por qué abro los ojos a este mundo y pierdo la fe? ¿Por qué dudo de las indicaciones de Dios? ¿Por qué a veces pienso que por el camino que él me propone ir nunca llegaré al hogar? ¿Perder la niñez implicará también perder la cándida inocencia de quien confía plenamente en su padre? ¿Será por eso que Jesucristo dijo: «Les aseguro que a menos que, ustedes cambien y se vuelvan como niños, no entrarán en el reino de los cielos» (Mat. 18:3)?
Amiga, te exhorto a que todo aquello que has ganado al llegar a la edad adulta, no te arrebate la inocencia de la niña que confía plenamente en su padre. Pon tu mano en la del Padre celestial, y deja que sea él quien trace tu ruta en este día, sin miedos ni dudas. Estoy segura de que cada paso que des te llevará más cerca del hogar eterno. Cuando tu pie vacile, recuerda su promesa: «Yo soy el Señor tu Dios, que te enseña lo que te conviene, que te guía por el camino en que debes andar» (Isa. 48:17).
Si las circunstancias te han puesto en una encrucijada y no sabes hacia dónde debes dirigirte, pídele a Dios que te indique cuál es el camino. Si se te presenta un sendero lleno de obstáculos, suplica que te otorgue poder para que puedas salir vencedora. Si la oscuridad es tan densa que te resulta imposible ver el camino, implora con fe para que la luz del Espíritu Santo te ilumine y puedas saber por dónde debes andar.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

CRIADO PARA SER UNA SUPERESTRELLA

Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones. (Jeremías 1:5).

El 22 de febrero de 1988, la revista Sports Illustrated publicó un artículo titulado «Bred To Be a Superstar» [Criado para ser una superestrella]. En él, Douglas S. Looney relata la historia de cómo Todd Marinovich fue preparado desde su nacimiento para ser el perfecto quartcrback de fútbol americano.
Cuando nació, su padre ya había colocado un balón de fútbol americano en su cuna. El artículo informa que Todd siguió una dieta perfecta. Nunca comió una hamburguesa de un establecimiento de comida rápida, ni esas deliciosas galletas de chocolate rellenas de crema, o una rosquilla de bollería. Cuando iba a fiestas de cumpleaños, llevaba su propio pastel y helado hechos en casa para evitar el exceso de azúcar y la harina blanca refinada. Empezó a entrenar al mes de haber nacido. Su padre, que era entrenador de fútbol americano, diseñó un sistema para que el bebé empezara a desarrollar sus habilidades motrices y su fuerza física.
Cuando se escribió el artículo, trece expertos participaban en el entrenamiento de Todd, que incluía aspectos de velocidad, agilidad, fortaleza, flexibilidad, rapidez, control corporal, resistencia y nutrición. Tenía también un entrenador de lanzamiento, otro de movimiento, otro de visión periférica y un psicólogo. Tom House, entrenador de lanzamiento de los Rangers de Texas, también lo asesoraba. Con la ayuda de una computadora analizó el movimiento de lanzamiento de Todd y encontró que, aunque su equilibrio era perfecto, su codo estaba 11.5 centímetros por debajo del punto perfecto de lanzamiento. Todd quería convertirse en el lanzador perfecto.
Todd y su padre tuvieron éxito. Antes de cumplir los veinte años, Todd se había convertido en una celebridad. Medía 1.94 metros de estatura, pesaba 96 kilogramos y tenía el récord nacional de yardas por pase a nivel de educación secundaria, por encima de Jim Kelly, John Elway y Dan Marino. Los mejores equipos universitarios le ofrecieron becas para que jugara con ellos y Todd decidió jugar con los Trojans de la Universidad del Sur de California, uno de los equipos más exitosos en la historia de este deporte.
¿Te imaginas lo que puedes lograr si permites que Dios dirija tu vida? No existen límites para lo que puedes conseguir si permites que el Espíritu Santo actúe en tu corazón. Jesucristo conoce mejor que nadie tus fortalezas y debilidades, y sabrá cómo entrenarte para que te conviertas en una «superestrella» para Cristo. ¿Pagarás el precio de tal entrenamiento?

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

ESTUDIO DE LA BIBLIA FORTALECE EL INTELECTO

He aquí yo he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia. Salmo 119:40.

Inspirada por Dios", puede "hacer sabio para la salvación", haciendo al "hombre de Dios... perfecto, enteramente preparado para toda buena obra" (Heb. 3:15-17): El Libro de los libros tiene el máximo derecho a nuestra reverente atención. El estudio superficial de la Palabra de Dios no puede satisfacer nuestra responsabilidad para con ella ni otorgarnos el beneficio prometido... Leer diariamente cierto número de capítulos, o memorizar una cantidad estipulada de las Escrituras, sin una meditación cuidadosa respecto del significado del texto, traerá poca ganancia.
Estudiar un pasaje hasta que su significado sea claro a la mente y su relación con el plan de salvación sea evidente es de mayor valor que hojear muchos capítulos sin un propósito definido a la vista y sin la obtención de instrucciones positivas. No podemos obtener sabiduría de la Palabra de Dios sin dar atención ferviente y suplicante a su estudio. Es verdad que algunas porciones de las Escrituras son ciertamente demasiado sencillas para ser malentendidas, pero hay muchas porciones cuyo significado no puede verse a simple vista, porque la verdad no yace en la superficie...
Ningún estudio es mejor para suplir energía a la mente, fortalecer el intelecto, que el estudio de la Palabra de Dios. Ningún otro libro tiene tal potencia para elevar los pensamientos, vigorizar a las facultades, como la Biblia, que contiene las verdades más ennoblecedoras. Si se estudiara la Palabra de Dios como se debiera, veríamos una amplitud de mente, una estabilidad de propósito y una nobleza de carácter que raramente se ven en estos tiempos...
De todos los libros que inundan el mundo, por valiosos que sean, la Biblia es el Libro de los libros, el que más merece nuestro estudio y admiración. No solo habla de la historia de este mundo sino que describe el mundo por venir. Contiene instrucciones acerca de las maravillas del universo; revela a nuestra comprensión el carácter del Autor de los cielos y la tierra...
Aquel que estudia la Biblia conversa con los patriarcas y los profetas. Se tiene contacto con la verdad revestida de un lenguaje elevado, que ejerce un poder fascinante sobre la mente y eleva los pensamientos de las cosas de esta tierra a la gloria de la vida futura inmortal. ¿Qué sabiduría humana puede compararse con la revelación de la grandeza de Dios? — Signs of the Times, 30 de enero de 1893; parcialmente en En lugares celestiales, p. 133.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White