domingo, 20 de noviembre de 2011

AMOR SINCERO

Si alguno dice: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es mentiroso, pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? (1 Juan 4:20)

Un proverbio popular dice que «la muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja». Aunque nos provocan risa, estas palabras encierran la triste realidad del ser humano: nacemos bajo la condenación del pecado, pero luchamos por evitar que esta sentencia se cumpla en nosotros. Dios, que aseguró su victoria cuando vivió en este mundo sin pecar, también nos concede una gran ventaja: la ventaja de su amor. Pero son muy pocos los que realmente saben qué es amar.
En ocasiones queremos tener una buena relación con Dios sin haber intentado antes comprender, amar y perdonar a nuestro hermano. Entonces Dios nos dice: «Detente, mira por dónde vas. No trates de volar si aún no sabes caminar. Afirma primero tus pies en la tierra, que puedas estar preparado para alcanzar el umbral de la morada que te espera. Te he dado una ventaja que es mi amor escrito en las páginas sagradas, búscalo».
Jesús se esforzó por hacer entender a sus contemporáneos la importancia del verdadero amor. Los escribas y los fariseos actuaban con severidad y celo para mostrar así su «incuestionable amor por Dios». Las palabras de, amonestación de parte de Jesús solo provocaron una reacción negativa en el orgulloso corazón de aquellos que se sentían santos, perfectos y con derecho a la salvación. Pero en la medida en que no habían aprendido a amar a sus hermanos a quienes veían, no estaban preparados para amar a Dios, a quien no veían.
Recuerda algo: no podemos pretender amar a nuestros semejantes si el amor divino no está en nosotros. Como mortales, no podemos amar, pero como coherederos del reino celestial, se nos da el amor como regalo para que nos deleitemos en él, para que mostremos al Padre, para que seamos hijas de Dios.
Hoy té invito a que busques cada día el amor celestial, ese que te enseña a amar a tu prójimo como a ti mismo y a Dios sobre todas las cosas.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

SOCIEDAD DE JÓVENES

Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Marcos 10:20.

Desde hace décadas la Iglesia Adventista mundial dedicó un espacio para los jóvenes dentro del programa sabático, llamado Sociedad de Jóvenes. Como en este espacio no hay una guía de estudio como la Escuela Sabática, a muchos de los directores de jóvenes se les hace difícil lograr un culto ameno, espiritual y dinámico que logre captar la atención de todos. Tristemente, esto provoca que muchos líderes abandonen sus tareas antes de que termine el año eclesiástico y que se sienten solos y criticados por el resto de la hermandad.
Pero es necesario recordar que el culto de los jóvenes es tan sagrado y santo como el culto de la mañana. Este espacio forma parte de la adoración sabática que tenemos como iglesia. Ayudar a los líderes de jóvenes a que tengan buenos programas es deber de toda la iglesia.
En mis años de experiencia como adventista y pastor, he visto que las iglesias que prosperan en la Sociedad de Jóvenes son aquellas en las que el director está acompañado por una comisión que le permite crear, delegar y programar actividades con tiempo. Si en una comisión formada por cuatro equipos, cada equipo se hace cargo del programa un sábado por mes, es posible obtener programas planificados y con gran participación de la hermandad. Además, cada equipo posee un tiempo generoso (un mes) para no sentirse recargado ni agobiado.
Los grandes obstáculos para una buena programación son: (1) que se preparen buenos programas y la asistencia sea mínima; (2) que haya una buena asistencia y se presenten programas improvisados o mediocres en contenido espiritual; (3) que se dé un segundo "sermón" sin tener la participación de otros jóvenes, o que todo el programa esté centralizado en una sola persona; (4) que se presenten temas seculares sin que Dios o su Palabra estén presentes.
La solución a cada obstáculo es sencilla: (1) si se preparó un buen programa, debe haber una excelente propaganda el sábado por la mañana y en el boletín de iglesia; (2) preparar cada programa con anticipación; (3) pedir a adolescentes, jóvenes y adultos que participen con partes especiales, juegos bíblicos, representaciones teatrales y temas bíblicos; (4) aprovechar ese espacio para presentar temas espirituales de manera ingeniosa y atractiva.
La Sociedad de Jóvenes puede ser tu momento en la iglesia si estás dispuesto a trabajar por ella. Dios desea que los jóvenes lo honren y lo adoren con el resto de la feligresía, y el culto joven puede ser el espacio ideal para que se haga realidad.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

PECADO

Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley. 1 Juan 3:4.

¿En qué consiste el pecado? ¿Cuál sería la mejor manera de definirlo? En el libro de Génesis no se define el pecado, solo se describe la actitud pecaminosa del ser humano. De esa actitud, podemos deducir lo que es el pecado.
¿Qué sucedió en el Edén? Adán y Eva se vieron tentados a comer del fruto que Dios les había prohibido comer. En realidad, no había nada de misterioso en aquel fruto: el problema no estaba en el fruto en sí, sino en la desconfianza de los seres humanos, que los llevó a la desobediencia. Dios había dicho una cosa, y ellos hicieron otra cosa diferente. Podemos llamar a esta actitud rebeldía, desobediencia o insubordinación a la autoridad divina. Tal vez por eso, Juan define al pecado como transgresión.
Pero, aquí tenemos otro aspecto del pecado. Esto tiene que ver con la primera parte del texto. Dice "Todo aquel que comete pecado, transgrede [infringe] también la ley". Ahora bien, si Juan dice "transgrede también", es porque el pecado, antes de ser transgresión de la ley, es otra cosa. ¿No es cierto? Porque, si yo digo: "también estoy con hambre", quiero decir que, antes, estoy con otra cosa. Entonces, ¿qué es el pecado antes de ser transgresión de la ley?
Volvamos al Edén. Antes de desobedecer y comer del fruto, Adán y Eva se alejaron de Dios y se acercaron voluntariamente al árbol que Dios les había dicho que no tocasen. Cuando la serpiente presentó el fruto a Eva, ella, antes de comerlo, dudó de la Palabra de Dios: el Creador le había dicho que, si comía, moriría; y la serpiente le dijo que se volvería como Dios. Eva prefirió creer en la palabra de la serpiente; quiso ser feliz a su manera. No comió del árbol queriendo morir, sino queriendo ser como Dios; pero acabó trayendo la muerte para ella y para la humanidad.
El pecado es eso: tú quiebras los mandamientos, los consideras obsoletos, pasados de moda, quieres librarte de ellos y ser feliz, pero acabas desesperado, enloquecido y triste. Yerras el blanco; anhelas una cosa, y terminas en un lugar completamente contrario.
Haz de este día un día de sumisión a Dios. Deja que él guíe tus pasos. "Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley. Porque el pecado es infracción de la ley".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón