sábado, 13 de junio de 2009

LA ESPERANZA QUE NOS MUEVE

Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían dejado de existir,lo mismo que el mar (Apocalipsis 21: 1).

La mañana pasa demasiado rápido: los chicos en la escuela, el esposo en el trabajo, cinco cargas de ropa sucia esperan ser lavadas; se acabó el gas, la casa quedó hecha un campo de batalla; pero con la mayor paciencia que solo el cielo me ha podido otorgar, me programo y comienzo a transformar esas pilas de platos sucios, camas sin arreglar y polvo sobre todo lo existente, en un verdadero hogar.

El día está por terminar: hay una generosa cantidad de ropa sucia que apareció en el cesto de la lavandería, un poco de jugo fue derramado sobre mi sofá favorito, las tareas recortables han dejado bajo la mesa muchos papelitos de colores y tres pequeños somnolientos exigen la cena para poder irse a descansar. Antes de apagar las luces, con un profundo suspiro, miro a mí alrededor. Estoy exhausta para atender los pendientes que surgieron durante la tarde.

Pienso que mañana será otro día, estoy tan cansada pero subo la escalera hasta mi recámara. Mi esposo me espera para contarme algunos problemillas que urgen y deben ser atendidos. Es una lucha titánica mantener los ojos abiertos, pero pongo lo poco que me queda de atención para opinar con una porción de conciencia. Por fin, a dormir, espero que no suene el teléfono o que algún niño se levante porque tiene algún malestar.

La noche pasa desapercibida y cuando todavía disfruto esos deliciosos minutos de discusión entre si debo levantarme ya o puedo quedarme un poco más, medito levemente en el trajín que me espera. Pero no hay problema. Hay una fuerza mayor que me mueve, que mueve al mundo, que nos permite andar y responder, actuar y decidir. Sé que Dios valora el esfuerzo que hago y que me ayuda a realizarlo de la mejor manera. ¿Qué mayor razón quiero para ponerme de pie y sonreírle a un nuevo día?

Rosario Castro de Hernández

Tomado de la matutina Manifestaciones de su amor.

SÉ TÚ MISMO

Me mostrarás el camino de la vida. Hay gran alegría en tu presencia; hay dicha eterna junto a ti. Salmo 10:11

La observación de los pájaros es una afición que capta la atención de gente de todas las edades. Una amiga de la iglesia me confesó que pensaba que la observación de los pájaros era un pasatiempo para personas que no sabían hacer nada más. Pero cuando los amigos la llevaron de paseo una tarde de sábado, descubrió cuan divertido es. Dijo que la observación de los pájaros es una de las cosas más emocionantes que jamás había hecho en toda su vida.

El desafío de la observación de los pájaros es poder escuchar el canto de un pájaro, identificar a cuál pertenece y luego descubrir dónde se esconde el ave. La mayoría di-los pájaros se pueden identificar por el canto porque nunca cambia. Pero el sinsonte es una excepción.

El sinsonte, conocido como el ventrílocuo del mundo de las aves, es capaz de reproducir más de 25 cantos distintos. Puede llegar a imitar a los perros, los gatos, las ranas y otros pájaros.

Algunas personas actúan como sinsontes. En lugar de ser ellas mismas, intentan ser como otros. Copian las acciones y las maneras de los demás y visten una ropa que incómoda e inadecuada. No se esfuerzan demasiado en los trabajos de la escuela porque no quieren ser mejores que sus amigos. Gastan dinero en cosas que no pueden pagar; y siguen a la multitud, haciendo cosas que los dejan con un sentimiento de culpa en la conciencia.

Es muy difícil ser alguien que no se es. Nunca ha habido ni habrá otro tú. Tu combinación especial de talentos y habilidades no se repetirá en otra persona. Eres único. ¿Por qué desperdiciar tiempo intentando ser otro, cuando puedes ser tú mismo?

Tomado de la Matutina El Viaje Increible.

¿HAS PUESTO A TU ISAAC SOBRE EL ALTAR?

Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: «Abraham». Y él respondió: «Heme aquí». Génesis 22:1

Te has preguntado alguna vez por qué el Señor probó a Abraham y no a Lot? La razón probablemente haya que buscarla en que es al santo que anda más cerca del Señor a quien Dios prueba al máximo, para su gloria. Satanás nos tienta para sacarlo peor de nosotros. Dios nos prueba para extraer lo mejor de nosotros, para alabanza de su nombre. Las pruebas más severas no proceden de los hombres, sino de Dios; y, sin embargo, las bendiciones más grandes siempre las acompañan siempre. Dios probó a Abraham; pero a Lot lo probaron Sodoma y el amor del mundo. La verdadera fe siempre se prueba. Al principio Abraham fue probado para que se viera que amaba a Dios más que a su padre. Ahora era probado para que se viera que amaba más a Dios que a su hijo. Dios no quería la vida de Isaac, quería el corazón de Abraham. Abraham amaba mucho a Isaac y Dios quería estar seguro de que el hijo de la promesa no era un ídolo para Abrahán. Dios no le pidió que sacrificara un becerro o un cordero. Le dijo: «Quiero a tu hijo, tu risa, tu gozo, tu único vástago, a quien tanto amas». El patriarca cumplió la orden de Dios con santa resignación. Después de muchos pasos fatigosos por el escarpado terreno que hubo de recorrer con una carga a cuestas, con un corazón abrumado por la pena, llegó por fin al fatídico lugar. Edificó el altar, el más triste de los que había construido en toda su vida. Puso la leña sobre el altar. ¿Y ahora? A darle la noticia a Isaac de que él es el cordero. ¿Cómo pudo Abraham, padre amantísimo, atar aquellas manos inocentes? Después de atarlo sobre el altar, como podemos suponer, entre torrentes de lágrimas, dio y recibió el final beso de despedida. Con un corazón decidido y los ojos levantados al cielo tomó el cuchillo, extendió el brazo y se dispuso a asestar el golpe. Un gran acto de fe y obediencia que merece ser contemplado por Dios., los ángeles y los hombres. ¿Dónde estás tú en tu caminar con Dios hoy? El mensaje de hoy puede ser para ti. Porque estoy seguro de que es para mí. ¿Confías plenamente en Dios, lo suficiente como para poner a tu Isaac en el altar? ¿Qué secretos ídolos amenazan nuestra relación con Dios? Sería bueno hacer hoy un profundo análisis de nuestro corazón. Tomado de la Matutina Felices para Siempre.