lunes, 6 de febrero de 2017

EL MURO DERRIBADO

Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, Juan 3:16.

Necesitarás piezas de Lego o cubos para construir un muro, una cruz hecha con dos palitos, un círculo y un triángulo.
Tres personas forman a nuestro Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Como este triángulo (muestre el triángulo).
Ahora bien, todos los seres humanos somos este círculo (muéstrelo). Antes de que Adán y Eva pecaran, Dios (muestre el triángulo) y ellos siempre estaban juntos (muestre el círculo y acérquelo al triangulo). Pero cuando desobedecieron a Dios, se formó una gran muralla llamada pecado, que los separó (construya la muralla que separe el círculo y el triángulo).
Cada vez que desobedecemos a nuestros padres, peleamos con nuestros hermanos, mentimos o agarramos algo que no es nuestro, la muralla se hace más grande (siga levantando el muro). Ese pecado nos separa de Dios.
Él no quería que existiera esa muralla, porque deseaba estar cerca de nosotros. Entonces Dios hizo algo para derribarla: Envió a su hijo Jesucristo, que murió crucificado (muestre la cruz), pues alguien tenía que recibir el castigo por nuestra desobediencia.
Gracias a la muerte de Jesús (coloque la cruz sobre la muralla y derríbela), podemos acercarnos nuevamente a Dios y estar juntos para siempre con él (ponga juntos el triángulo y el círculo).
¡El castigo por nuestros pecados costó mucho! ¡Solamente la muerte de Jesús en la cruz pudo derribar ese muro de separación entre Dios y nosotros! ¡Qué bueno fue Dios al dar a su hijo Jesús!

HABLA CON JESÚS
Gracias, Jesús, por derribar la muralla del pecado, quiero obedecerte siempre y estar contigo por la eternidad, amén.

Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo 
#PequeñaSonrisas  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

ZEUS, SHAKIRA Y RICARDO

“La creación misma ha de ser liberada de la corrupción que la esclaviza, para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios” (Rom. 8:21, NVI).

Zeus, Shakira, Ricardo y sus amigos vivieron juntos momentos muy dolorosos. Desde su secuestro, solo recibieron maltrato, poca comida y amenazas constantes con golpearlos, si no hacían caso a sus captores. Para evadir a las autoridades, los secuestradores los trasladaban frecuentemente de lugar, y cada viaje resultaba una nueva pesadilla. Lo más difícil para ellos era que los mantenían encerrados en celdas metálicas, para evitar que escaparan. Ricardo perdió un ojo; a Zeus le partieron los dientes de un golpe; a Shakira le arrancaron las uñas… Hasta que un día, las autoridades descubrieron la trama y, mediante un operativo sorpresa, lograron rescatar a los tres leones, junto con otros treinta que también habían sido capturados para trabajar en un circo.
“Esos leones han pasado un infierno en la tierra, y ahora se están dirigiendo a su nuevo hogar en África. Será para ellos el paraíso. Ese es el mundo que Dios ha creado para esos animales”, afirmó a los periodistas Jan Creamer, presidente de la Asociación para la Defensa de los Animales.
¿Te has preguntado alguna vez cómo te sentirías, si tuvieras que vivir en una jaula? ¿Te imaginas querer caminar y no poder hacerlo? ¿Te has puesto a pensar si serías feliz recibiendo latigazos, amenazas y poca comida? Sería horrible. ¿Por qué, entonces, pensar que para los animales es menos horrible? Los animales son criaturas de Dios, él los creó, al igual que a ti y a mí, y sufren como nosotros. Muchos animales son una excelente compañía, ¿cómo vamos a maltratarlos?
Muy pronto Jesús vendrá en las nubes del cielo, y quiero que sepas que quienes aman a Jesús no serán los únicos que estarán deseando que él vuelva pronto. Toda la creación está esperando el regreso de Jesús, incluidos los animales. Porque él los libertará para siempre de la esclavitud y la enfermedad a la que son sometidos por causa del pecado. ¡Qué emocionante será jugar con el león, deslizarse sobre el cuello de la jirafa o recostarse sobre la lana de un cordero!

Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!
Por: Patricia Navarro 
#Salta #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMenores #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL CIRCULO MORADO DEL AMOR

“Di a los israelitas lo siguiente: Ustedes y sus descendientes deberán llevar borlas con flecos en el borde de su ropa.

Las borlas deben ser de hilo morado. Así, cuando ustedes vean las borlas, se acordarán de todos los mandamientos que yo les he dado y los cumplirán” (Números 15:38, 39).
La peor ropa que he tenido la recibí de familiares cercanos. Ya sabes, esos suéters de color naranja con un conejo, o pantalones estampados de estrellas y rayas, con bolsillos a la derecha de la rodilla. ¡Cosas horrendas! Y mamá nos hacía llevarla para que pudieran ver que la usábamos. Cada vez que tenía que salir de casa con aquella ropa espantosa, más me convencía de que nadie debería elegir la ropa de un adolescente. Sin embargo, es interesante que Dios escogiera la vestimenta de los israelitas. Quería que vistiesen de modo sencillo para distinguirlos de las naciones impías que los rodeaban. Una de las cosas que les pidió fue que colocaran borlas en los flecos de la ropa con un cordón morado en cada una, para recordarles que debían guardar los mandamientos de Dios. Pero había mucho más simbolismo en todo esto.
Los Diez Mandamientos son, esencialmente, leyes sobre cómo amar a Dios y a los demás.
Así que, cuando la cinta morada hacía un círculo rodeando los pies, ese círculo representaba los mandamientos, un círculo de amor. Todos sus pasos se mantenían dentro de ese círculo; sus pies caminaban dentro de la cinta del borde de sus prendas.
Los pasos representan nuestros pensamientos, nuestros motivos, nuestras acciones y los caminos que escogemos. Así que Dios estaba ilustrando el hecho de que él quiere que todos nuestros actos se mantengan dentro de ese círculo de amor, que todo lo que hagamos y digamos sea con amor. Nadie puede tocar a un hijo de Dios (como no podían tocar a un israelita) sin antes entrar en contacto con su “círculo de amor”.
Hoy ya no nos vestimos de ese modo, pero el simbolismo debemos mantenerlo. Las personas que entran en contacto con nosotros deben sentir que están entrando en un entorno de amor. Deben sentir el amor de Dios a través de nosotros. ¿Tenemos esa amor? Si no, ora para que Dios te lo otorgue. Pasa tiempo con Jesús y pídele que te llene de su amor para que los demás puedan ser tocados por ese amor a través de ti

Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutina #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

ESPERA A QUE PASE

“Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré” (Sal. 91:15).

No soy de quienes se gozan con la autocompasión; parece, sin embargo, que todo mi mundo se está desmoronando. Satanás, literalmente ha arremetido contra mi relación con algunas personas a las que quiero. Ha atacado, también, mi situación económica y mi salud. Tal vez, estés siendo igualmente probada y tentada de maneras que amenazan con debilitar tu fe. Sea como fuere, recordemos las vidas de tres personajes bíblicos que decidieron permanecer fieles a Dios incluso bajo los ataques del enemigo. De sus ejemplos de fidelidad en las pruebas, también nosotras podemos obtener fuerzas y determinación a fin de permanecer fieles al Señor en medio de nuestras dificultades.
Pienso en la fidelidad de Job mientras soportaba una pérdida tras otra. En medio de sus aflicciones, el patriarca declaró: “Aunque él me mate, en él esperaré” (Job 13:15). Dios finalmente honró a Job, devolviéndole el doble de lo que había perdido.
Le permitió vivir 140 años más, y ver cuatro generaciones de descendientes suyos (Job 42:10,16).
Luego tenemos a Daniel, el exiliado judío rodeado por la idolatría. Se mantuvo fiel al Dios viviente, a pesar de los decretos reales -bajo pena de muerte- que exigían lo contrario. Aunque la larga vida de Daniel no fue fácil, Dios, en su amor, decidió  honrar la fidelidad del profeta liberándolo, cuando ya era de edad avanzada, de la muerte en el foso de los leones (ver Dan. 6:16, 23).
¿Y qué decir de José, vendido como esclavo por sus propios hermanos? Fue falsamente acusado de adulterio y arrojado en prisión (ver Gén. 39:14-20; 41:1). El Señor lo honró en última instancia, cuando el faraón lo designó gobernador sobre toda la tierra de Egipto (Gén. 41:41).
Al igual que en los momentos más dramáticos de las experiencias de estos personajes bíblicos, también tú puedes sentirte como si el enemigo hubiera quitado el seguro de una granada de mano y la hubiera lanzado contra ti. No obstante, como esos hombres, nosotras también podemos confiar en el amor de Dios y esperar a que pasen nuestras pruebas. Él nos fortalecerá como los fortaleció a ellos. Tanto si Dios decide honrar nuestra fidelidad en este lado del cielo como si no, siempre podremos decir, con José: “Vosotros pensasteis hacerme mal, pero Dios lo encaminó a bien” (Gén. 50:20).
Como dice el refrán: “Cuando sientas que estás en el extremo de tu cuerda, haz un nudo y resiste”. Espera a que pase… aguardando en el Señor. Suceda lo que suceda, él continúa siendo AMOR (ver 1 Juan 4:8).   Cora A. Walker

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
#VivirEnSuAmor #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

UNA DECISIÓN CRUCIAL

“Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días” (Apocalipsis 12:6).

Se lo conoce como el Buen Rey, o Enrique el Grande. Enrique de Borbón fue rey de Navarra con el nombre de Enrique III, entre 1572 y 1610, y rey de Francia bajo el nombre de Enrique IV, entre 1589 y 1610. Es considerado por muchos historiadores como el mejor monarca que haya gobernado Francia, dada su intención de mejorar las condiciones de vida del pueblo.
Sin embargo, no es por eso que lo mencionamos aquí; aun cuando esto habla mucho acerca de su persona y su carácter. Si bien Enrique fue bautizado como católico, fue criado en la fe protestante por su madre Juana de Albret, reina de Navarra. A Enrique de Borbón le tocó gobernar en tiempos religiosos tempestuosos para la Francia de entonces. Ya habían comenzado las llamadas “Guerras de religión” (1562-1598), que sumieron a Francia en una lucha interna por el poder entre la Casa de Guisa (católicos) y la Casa de Borbón (mayormente protestantes de origen calvinista, que adoptaron la fe de los hugonotes).
Después de la Matanza de San Bartolomé (en la que masacraron a la mayoría de los nobles hugonotes), Enrique fue forzado a elegir entre convertirse al catolicismo (lo hizo el 5 de febrero de 1576) o sufrir el mismo destino que aquellos. A fines de ese año, Enrique pudo escapar de la corte, abjuró de su adhesión al catolicismo, declaró públicamente su profesión de fe protestante y, el 6 de febrero de 1577, se convirtió en el líder de las fuerzas hugonotes durante la Cuarta Guerra de Religión.
Aunque los protestantes fueron expulsados de Francia, la adhesión de Enrique a la fe hugonote salvó la vida de muchos, incluidos los valdenses, que deseaban profesar su fe de acuerdo con los dictados de su conciencia.
De alguna manera, la Francia de entonces se asemeja a lo que sucederá en los últimos días de la historia. Habrá un poder político-religioso que perseguirá al fiel remanente de Dios, el que querrá guardar los Mandamientos bíblicos de acuerdo con lo que su conciencia le dicte (ver Apoc. 13). El poder del Estado se pondrá al servicio de la Iglesia para perseguir y matar a los “herejes”, tal como sucedió durante la época de la Inquisición de la era posterior a la Reforma protestante.
Aun cuando Enrique de Borbón pareció sucumbir a la presión de la mayoría, finalmente decidió ponerse de parte de la verdad y de sus convicciones religiosas, y salió en defensa de los protestantes, que estaban siendo perseguidos y muertos por doquier. Si bien este escenario nos parece imposible en nuestro mundo religiosamente tolerante de Occidente, llegará el día en que tú también tendrás que tomar una decisión. ¿Estás preparado? MB

Tomado de lecturas devocionales para Jóvenes 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Por: Pablo Ale – Marcos Blanco
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AMOR ABNEGADO

«Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él». Juan 3: 17

«La luz en nuestro corazón para que conociéramos la gloria de Dios» se ve «en el rostro de Cristo»» (2 Cor. 4: 6, NVI). Desde los días de la eternidad, el Señor Jesucristo era uno con el Padre; era «la imagen de Dios» (2 Cor. 4: 4), la imagen de su grandeza y majestad, «el resplandor de su gloria» (Heb. 1: 3). Cristo vino a nuestro mundo para manifestar esa gloria. Vino a esta tierra oscurecida por el pecado para revelar la luz del amor de Dios, para ser «Dios con nosotros». Por lo tanto, fue profetizado de él: «Y le pondrás por nombre Emanuel» (Mat. 1: 23).
Al venir a morar con nosotros, Jesús iba a revelar a Dios tanto a los seres humanos como a los ángeles. Él era la Palabra de Dios: el pensamiento de Dios hecho audible. En su oración por sus discípulos, dice: «Yo les he dado a conocer tu nombre» —«misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad»—, «para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos» (Juan 17: 26; Éxo. 34: 6). Pero esta revelación de Dios y su carácter no se ha dado solo para los habitantes de este planeta. Nuestro pequeño mundo es un libro de texto para el universo. El maravilloso y misericordioso propósito de Dios, el misterio del amor redentor, es el tema en el cual «los ángeles mismos quisieran contemplar» (1 Ped. 1:12, NVI), y será su estudio a través de la eternidad. Tanto los redimidos como los seres que nunca cayeron hallarán en la cruz de Cristo su ciencia y su canción. Se verá que la gloria que resplandece en el rostro de Jesús es la gloria del amor abnegado. A la luz del Calvario, se verá que la ley del amor abnegado es la ley de la vida para la tierra y el cielo; que el amor que «no busca lo suyo» (1 Cor. 13: 5) tiene su fuente en el corazón de Dios; y que en el Manso y Humilde se manifiesta el carácter de Aquel que mora en la luz inaccesible al ser humano.
Al principio, Dios se revelaba en todas las obras de la creación. Fue Cristo quien «extendió los cielos y echó los cimientos de la tierra» (Zac. 12: 1, NVI). Fue su mano la que colgó los mundos en el espacio, y modeló las flores del campo. Él «que afirma los montes con su poder», «suyo es el mar, pues él lo hizo» (Sal. 65: 6, 95: 5, NBLH). Fue él quien llenó la tierra de hermosura y al aire con los trinos de las aves. Y sobre todas las cosas de la tierra, del aire y el cielo, escribió el mensaje del amor del Padre.— El Deseado de todas las gentes, cap. 1, pp. 11-12.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
DE VUELTA AL HOGAR
Por: Elena G. de White
#DeVueltaAlHogar #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian