viernes, 6 de marzo de 2020

LA CAPA LIMPIA

«El que tiene las manos y la mente limpias [...]. El Señor, su Dios y Salvador, lo bendecirá y le hará justicia» (Salmo 24:4-5).

Dios te ha dado una piel extraordinaria, pero quiere que la cuides muy bien. Por eso, necesita que la laves, principalmente las manos, puesto que siempre están tocando cosas y se ensucian con facilidad.

Lávate bien las manos con agua y jabón antes de comer, después de ir al baño y cada vez que estén sucias.

Si no lo haces te puedes enfermar.

¿Y yo?

Lavarte las manos y bañarte te ayuda a cuidar tu salud.

Mi oración para hoy

Señor, ayúdame a cuidar mi cuerpo.


DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.


DOCE ESPÍAS

 «Caleb hizo callar al pueblo que estaba ante Moisés, y dijo: "¡Pues vamos a conquistar esa tierra! ¡Nosotros podemos conquistarla!"». Números 13:30

-Al fin, el pueblo de Israel se encontraba cerca de las fronteras de la tierra prometida -inició la mamá esa mañana—. Algunos sugirieron enviar espías para reconocer la tierra. Moisés consultó con Dios y dio la autorización para hacerlo. Dijo que escogieran uno de los hombres principales de cada tribu para que fueran a inspeccionar la tierra. Pronto los doce hombres salieron a la peligrosa misión.

—¡Qué valientes! -comentó Mateo.

-El pueblo esperaba con ansias su regreso —continuó la mamá-.

Pasaron cuarenta días cuando por fin los vieron llegar. La voz se corrió rápidamente y el pueblo salió a recibirlos. Estaban asombrados de que todos estuvieran bien y, sobre todo, al ver la muestra de frutas que crecían en aquellos lugares. Dos hombres cargaban un racimo de uvas grande y pesado.

-No me puedo imaginar eso -comentó Mateo.

-El informe que dieron era cierto -siguió hablando la mamá—.

Dios había dicho que los introduciría a una tierra en la que fluía leche y miel, refiriéndose a la abundancia y riqueza que había en aquel lugar. El racimo de uvas era una prueba de ello.

-Se me antoja comer uvas -comentó Susana.

-Todos guardaron silencio para escuchar el informe, pero el informe fue negativo. La mayoría de los espías dijeron que eran tierras muy peligrosas, habitadas por hombres muy fuertes y que las ciudades estaban fortificadas, así que no podrían conquistarlas. Solo Caleb y Josué animaron al pueblo a seguir adelante y conquistar aquella tierra, porque Dios los acompañaría y no tenían nada que temer. Nosotros no debemos temer ante los gigantes de este mundo porque Dios está para ayudarnos a conquistarlos. Debemos confiar en él -concluyó la mamá.

¿Sabías qué?

Los descendientes de Anac eran gigantes y habitaban en Canaán.


DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2020.
“DESCUBRE EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO”
Por: Noemí Gil Gálvez
Lecturas Devocionales para Menores 2020.


“DONDEQUIERA QUE HAYA UN SER HUMANO, HAY UNA OPORTUNIDAD PARA UN ACTO DE BONDAD”. - LUCIUS ANNAEUS SENECA

"Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones" (Proverbios. 19:17).

Lenny tocó la puerta de una casa rodante estacionada en una zona remota de Arkansas. Una anciana lo invitó a pasar, y él le mostró los libros bíblicos que estaba vendiendo para obtener dinero y continuar sus estudios. Pronto se dio cuenta de que a ella no le sobraba el dinero. Elsie acababa de perder su casa en un incendio. Había logrado escapar con vida, pero no mucho más. Hasta su dentadura postiza se había quemado entre las llamas.
-¿Cómo comes? -preguntó Lenny.
-Tengo que aplastar la comida -respondió ella-. Duele un poco cuando mastico algunas cosas... especialmente el arroz.
Lenny oró con Elsie y se fue. No podía dejar de pensar en lo que debía ser comer arroz sin dientes. Con seguridad, debía haber algún programa del gobierno para ayudar a esta mujer, pensó. Sin embargo, luego de hacer algunas llamadas telefónicas, Lenny se dio cuenta de que todo dependía de él.
Llamó a un dentista cristiano de la zona para averiguar cuánto costaba una dentadura postiza. El doctor Clark trató de ayudar dándole el precio más bajo que podía. Todavía le parecía una cantidad considerable de dinero, y Lenny era solo un estudiante. Pero si usaba algunos ahorros, podría lograrlo.
Lenny hizo los arreglos para que Elsie visitara al dentista, y lo cierto es que nunca extrañó el dinero. Me refiero a que realmente no lo extrañó. Porque, más adelante, recibió un cheque del doctor Clark. Por alguna razón que nadie podía entender, el cheque de la jubilación de Elsie se había duplicado por un mes. Ella sintió que lo correcto era llevarle el dinero adicional al dentista que le había hecho la dentadura postiza.
Han pasado muchos años desde entonces, y Lenny nunca ha olvidado como Dios le devolvió esa bondad. Kim

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

SI QUIERES CRECER

«Derribó los altares, las imágenes de Aserá y los ídolos, haciéndolos polvo, y destruyó todos los altares para incienso en todo el territorio de Israel» (2 Crónicas. 34:7).

Aún no había cumplido diecisiete años cuando escuchó una conversación. Dos personas adultas hablaban de que tener una planta de sábila podía traer riquezas. El truco era el siguiente: si la planta se ponía verde, grande y hermosa, quería decir que la persona iba a recibir gran prosperidad económica; pero si la planta se secaba, se marchitaba y no salía adelante, eso quería decir que la persona iba encaminada hacia la ruina. Decidió comprarse una planta de sábila.
Cada mañana, aquella joven regaba su planta, y algunos días la sacaba un rato al sol para asegurarse de que la luz y el agua la hicieran crecer fuerte y sana. La esperanza era que, muy pronto, vería en su vida la prosperidad de la que había oído hablar. Puso toda su confianza en aquella planta, de tal manera que su tiempo comenzó a girar en torno a ella y sus cuidados. Pero, con los años y la falta de resultados, se dio cuenta de que aquello era absurdo. No había alcanzado ningún tipo de prosperidad económica, y mucho menos espiritual, a pesar de que la planta estaba verde, grande y hermosa.
Por extraño que pueda parecernos a ti y a mí, estas son cosas que pasan de verdad. En tiempos antiguos pasaban cosas similares que, en el fondo, compartían la misma causa: la superstición que habita en el corazón humano. Pero la prosperidad (material y espiritual) nunca llega a través de supersticiones.
Para prosperar hay que desarrollar la constancia y el esfuerzo, porque «el que hace bien su trabajo, estará al servicio de reyes y no de gente insignificante» (Prov. 22:29). Para prosperar hay que confiar en Dios: «Tú me proteges y me salvas, me sostienes con tu mano derecha; tu bondad me ha hecho prosperar» (Sal. 18:35). Para prosperar, hay que aceptar la disciplina, «porque el Señor corrige a quien él ama, y castiga a aquel a quien recibe como hijo>> (Heb. 12:6). Para prosperar, tenemos que fijar «nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona» (Heb. 12:2).
Prosperar es algo a lo que toda mujer cristiana debería aspirar; sobre todo si se trata de la prosperidad espiritual: «Busquen con ansia la leche espiritual pura, para que por medio de ella crezcan y tengan salvación» (1 Ped. 2:2).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.

AMISTADES INFRUCTUOSAS

"No te juntes con gente necia, porque nada aprenderás de lo que te digan" (Proverbios 14:7)

Amnón había crecido en medio de las atenciones y privilegios del palacio real. Su padre, el rey David, era soberano absoluto de Israel. Joven, atractivo e influyente, el joven tenía un futuro prometedor. Cualquier muchacha israelita habría aceptado el afecto de un hombre como él. "Como a otros de los hijos de David, a Amnón se le había permitido acostumbrarse a satisfacer sus gustos y apetitos egoístas. Había procurado conseguir todo lo que pensaba en su corazón, haciendo caso omiso de los mandamientos de Dios" (Profetas y reyes, p. 720). Pero como sucede a veces con los poderosos, padecía el mal de la insatisfacción, asi que se fijó nada más y nada menos que en su medio hermana, Tamar. Su belleza lo impresionaba y su imaginación volaba cada vez que la veía. Estaba encaprichado con ella al punto de la obsesión; incluso la Biblia menciona: "Era tal su pasión por Tamar que se enfermó de angustia" (2 Samuel 13:2).
¿Enfermo a causa de un amor imposible? ¿Te suena familiar esa historia? iDe ninguna manera! Más bien, se parece al berrinche de un niño cuando no le compran el juguete que está exigiendo y, ante tal situación, monta un espectáculo en la juguetería. Y ahí tienes al príncipe "enamorado", con el rostro cabizbajo, los ojos húmedos y falta de apetito, pasando las tardes de soledad escribiendo el nombre de su "amor imposible".
Amnón tenia un astuto amigo, de esos que no tienen escrúpulos y suelen rondar la vida de los incautos para aprovecharse de ellos. Se trataba de su primo Jonadab. Este anhelaba la vida y los lujos del príncipe, así que le parecía imposible que Amnón no cumpliera cualquier deseo personal, por repugnante que pareciera, aunque se tratara de su propia hermana. Así que le propuso al hijo del rey una trampa para forzar a Tamar. A los pocos días, el par de canallas lograron su objetivo y la doncella hebrea fue ultrajada por su propio hermano. La vida de Tamar cambió para siempre. El rey no castigó al infractor, como era esperar, y Absalón, hermano de la víctima, juró venganza.
Pronto Jonadab se convirtió en el hombre de confianza de Ammón y recibió un trato diferente del príncipe. La vida parecía sonreírle a ambos jóvenes con el mundo a sus pies. Hasta que un día, Absalón  cumplió su promesa y mató a Ammón, su medio hermano. La influencia de una mala amistad le había costado la vida a un joven que tenía un futuro prometedor por delante.
Elige bien tus amistades. Influyen más de lo que te imaginas.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI 2.0
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020.

EL ECO DE MIS PALABRAS

"La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor" (Proverbios 15:1).

Una antigua anécdota nos cuenta que un muchachito, mientras exploraba el entorno de su aldea, descubrió una formación rocosa y gritó hacia las rocas:
—¡Hola, hola!
De inmediato vino la respuesta:
—¡Hola, hola!
Sin saber que se trataba del eco, comenzó a proferir palabras desagradables con lo que escuchó respuestas exactamente igual de feas. De regreso a su casa, le contó a su madre que había un niño nuevo en la vecindad y que, por cierto, se trataba de un niño muy malo, pues decía palabrotas. Comprendiendo lo que había ocurrido, la mamá lo invitó a que regresara al lugar del encuentro y expresara palabras amables y cariñosas a ese nuevo niño para observar lo que pasaba. Pronto el pequeño comprobó que las palabras del extraño eran tan dulces como las suyas.
En ocasiones nos encontramos con reacciones ariscas o iracundas en alguna persona próxima o incluso distante. Como reacción, podemos pensar (o incluso decir) que tal sujeto debería tener un trato más amable y no ser tan grosero o hasta reaccionar de forma agresiva. Pero es mucho mejor poner en práctica lo que recomienda el texto de hoy: “La respuesta suave aplaca la ira”. La frase da a entender que ya existe una conducta iracunda en el contrario y que nuestra delicada respuesta calmará la furia.
La importancia de la expresión verbal con su tono y contenido no es poca y la Biblia se refiere a ella en diversas ocasiones. Por ejemplo, nos habla de que “la muerte y la vida están en poder de la lengua” (Prov. 18:21). El apóstol Santiago presenta la lengua como un órgano peligroso: miembro pequeño que se jacta de grandes cosas y que es capaz de incendiar un gran bosque (Sant. 3:5). También equipara la lengua a “un mundo de maldad” (vers. 6).
Pero el apóstol nos ofrece el remedio para dominar nuestras palabras. El mismo apóstol cierra el capítulo recomendando “la sabiduría que es de lo alto”. Una sabiduría que, según explica, es “pura, pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” (vers. 17). Con esta sabiduría nuestros dichos no encenderán fuegos, sino que los apagarán y acabarán comunicando paz (vers. 18).
Las palabras constituyen un arma muy poderosa, capaz de hacer bien o mal. Recuerda hoy la ilustración del niñito que escuchaba el eco de sus propias palabras. Ojalá que tus palabras aplaquen la ira y produzcan paz en el corazón de quienes las escuchen.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020.
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020.