martes, 27 de septiembre de 2011

UNA FÓRMULA MATEMÁTICA

Esto hacía Jehú con astucia, para exterminar a los que honraban a Baal. (2 Reyes 10:19)

La astucia es la principal característica de quienes son hábiles para engañar o evitar el engaño, así como para lograr habilidosamente cualquier fin. No solo el ser humano posee esta habilidad, también hay animales y plantas que desarrollan esta pericia. Por ejemplo la venus atrapamoscas, planta carnívora que contiene una especie de espinas colocadas estratégicamente en las hojas y que se activan cuando algún animal las toca, haciendo así de la víctima un verdadero banquete.

La historia de Jehú es poco conocida, pero contiene grandes enseñanzas para nosotras. Un numeroso grupo de adoradores de Baal habían sido convocados para una supuesta celebración. Jehú lo había organizado todo de tal forma que la festividad fuera atrayente para los idólatras. La Biblia nos dice que iban vestidos de forma especial y que el templo se llenó (ver 2 Rey. 10: 21). Colocando a ochenta hombres armados fuera del templo, Jehú convirtió aquellas enormes puertas en una especie de hojas de la planta venus, y de esta forma todos los que estaban en el interior quedaron atrapados, a merced de la guardia. «Así Jehú exterminó a Baal de Israel» (2 Rey 10: 28).

¡Qué ironía!, el mismo hombre al que Dios había usado para terminar con la idolatría que se había infiltrado en el pueblo de Dios y que se había alzado contra tal práctica, se convirtió posteriormente en adorador de «los becerros de oro que estaban en Bet-el y en Dan» (2 Rey. 10: 29). ¿No te parece que hay alguna incongruencia en la actitud de este hombre?

¿Puede suceder que Dios nos utilice para mostrar a otras el camino hacia el cielo y que a la vez nosotras sigamos siendo prisioneras en esta tierra? El hecho de que seas maestra o directora de algún departamento de la iglesia no te exime cíe quedar atrapada en las hábiles trampas de un enemigo astuto como el que tenemos. Mantenerse al lado de Jesús es la única estrategia contra la cual la astucia del enemigo no tiene poder.

Habilidad para el bien + rechazo del mal + amparo divino = ¡Victoria!

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LA ORACIÓN DE RODILLAS

Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. Salmo 95:6.

Como dijimos hace unos días, la Biblia no presenta un "reglamento" para la oración, más bien presenta las oraciones de hombres y mujeres de fe a fin de que imitemos su conducta.
Algunos de esos ejemplos tienen que ver con la postura en el momento de orar. Es verdad que se puede orar en cualquier ocasión y posición corporal, pero algunas oraciones de Moisés, Esdras, Jesús y Pablo fueron hechas postrados, o como diríamos hoy, de rodillas.
Quizás a esta altura te preguntes: "¿Influye en algo la posición de mi cuerpo?" Considéralo desde este punto de vista. Con un amigo puedes conversar mientras caminas, vas al colegio, esperas en una parada de ómnibus o tomas sol en una playa. Con un amigo puedes charlar casi en cualquier posición corporal. Jamás conversarás de rodillas mientras él permanece en pie.
La posición de rodillas expresa un acto de entrega, sumisión y respeto. Implica que quien está parado o sentado es superior a quien está de rodillas, y por eso con un amigo jamás conversarás así.
Cuando nosotros oramos de rodillas, estamos reconociendo la superioridad de Dios sobre la raza humana; expresamos con nuestro cuerpo quién es el Creador y quién la criatura, quién es el adorador y quien el Adorado. Además, orar de rodillas implica que hay una diferencia entre conversar con Dios y con cualquier persona. Aunque el Señor siempre sigue siendo nuestro Amigo.
En este día que comienza, tu Creador te está dando la vida. Hoy tienes la posibilidad de hacer un montón de cosas que te gustan. Pero no lo inicies sin antes elevar una oración de rodillas, para agradecerle porque es tu Creador y Sustentador, el Ser que hace latir a cada instante tu corazón. Hoy puede ser un día diferente, si lo inicias de rodillas ante Dios. Luego, durante el día, si las circunstancias te impiden arrodillarte, al menos eleva tus pensamientos al Señor que siempre te escucha.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

ROPAS, SOLO ROPAS

Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Génesis 3:21.

El era un joven ejemplar. Todavía recuerdo los comentarios que hacían respecto de él: excelente hijo, excelente amigo, buen estudiante, cristiano, consagrado. ¿Qué madre no se alegraría de tenerlo como yerno? ¿Qué pastor no se sentiría contento de tenerlo como líder de su iglesia? ¿Quién no gustaría de llamarlo su amigo?
Los años fueron pasando, y un día llegó la trágica noticia: Murió; peor todavía, se quitó la vida. ¿Cómo era posible? ¿No sería una broma de mal gusto? Lamentablemente, sí era él; la información no estaba errada.
Todos los seres humanos luchamos; para ser mejores, ser buenos ciudadanos, buenos esposos, en fin... Con él, no era diferente: su lucha diaria era por la búsqueda de la perfección. Procuraba ser el mejor en todo, especialmente en la vida cristiana: oraba, ayunaba, predicaba, cantaba, sabía de memoria los mandamientos, sabía lo que podía y lo que no debía hacer; conocía y sabía mucho sobre profecías y doctrinas. Tenía todo, pero no tenía nada. Era infeliz, vacío; su vida no tenía sentido. Vivió para agradar a todos; para hacer que todos fuesen felices. Pero, él mismo nunca lo había sido.
Su drama era disfrazar sus fallas con buenas acciones, querer agradar a los demás, y a Dios, con buenas obras. El nombre que damos a eso es legalismo. Legalismo es la intención de comprar el favor de Dios con acciones, con esfuerzo personal; legalismo es luchar por esconder la desnudez del alma con mis propias prendas. Ese fue, también, el drama de Adán y de Eva: cubrieron su desnudez con hojas de higuera, sin percibir que esas hojas traían más problemas que soluciones.
No existe nada que puedas hacer para que Dios te ame más de lo que te ama. No existe sacrificio que aumente la misericordia de Dios o que duplique su cuidado por ti. Dios es amor, y si lo buscas en humildad te coloca las ropas que él preparó para ti.
Ropa, en la Biblia, es sinónimo de salvación. ¡Presta atención! El texto señala que Dios les hizo la ropa y fue él mismo quien los vistió. ¿Te diste cuenta de que el ser humano solo se deja vestir*. Todo, en la salvación, es acción divina.
En un nuevo día, siempre es bueno recordar eso. La obra es de Dios, y tú solo debes aceptar: "Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón