lunes, 23 de enero de 2017

EL CUARTO DÍA: EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS

El Señor su Dios creó los astros, Deuteronomio 4:19.

Necesitarás cinco pares de estrellas de foamy con los números del 1 al 5 escritos en la parte trasera.
Para iluminar al mundo, Dios creó diferentes fuentes de luz: el Sol que nos alumbra en el día, y la Luna y las estrellas que nos alumbran durante la noche.
Esta noche, sal con papá o mamá a la calle o al balcón y contempla las estrellas y la Luna. Te darás cuenta de que sin la luz de ellas, la noche sería demasiado oscura. Además, es imposible contar las estrellas, son demasiadas.
¿Sabías que hay hombres que han viajado a la Luna y caminado sobre su superficie?
Así también, el calor del Sol es necesario para que nuestros huesos se fortalezcan y mantengan firmes, y para que las plantas crezcan también.
(Ayude a su niño(a) a pensar en algunas actividades que se hacen durante el día, como estudiar, comer, jugar, ver televisión, vestirse, etcétera; y actividades que se realizan en la noche: conversar con papá y mamá, dormir, cenar, hacer tareas…)
Ahora juega con tus padres al memorama con las estrellas de foamy. Levanta dos de ellas y verás el número que tienen detrás, para ver si sacaste el par. Sigue así hasta encontrar los cinco pares.

HABLA CON JESÚS
Gracias, querido Jesús, por la brillante luz del Sol que me permite crecer fuerte y sano. Gracias por la suave luz de las estrellas y la Luna que nos alumbran durante la noche. En tu nombre, amén.

Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo 
#PequeñaSonrisas  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

SOLUCIONES INCREÍBLES

“El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en él confían” (Nah. 1:7).

Había una vez un hombre muy pobre que trabajaba en un molino. Todo el mundo lo llamaba “Dios proveerá”, porque él siempre andaba diciendo esa frase. Cuando un amigo suyo tenía problemas, él lo animaba diciendo: “Dios proveerá”. Cuando sus hijos querían algo que él no podía darles, les decía: “Dios proveerá”. Ese es un texto bíblico, ¿sabes? Está en Génesis 22:14.
Cuando llegaron tiempos de gran crisis, aquel hombre perdió su empleo. El dueño del molino no podía pagar el salario de tantos empleados como tenía, por eso se vio forzado a despedir a unos cuantos. Entonces, los compañeros y los amigos de aquel pobre se preguntaban si él y su familia lograrían sobrevivir, ahora que no tenía empleo. Sin embargo, hubo algunos que comenzaron a burlarse de él.
-Así que “Dios proveerá”, ¿eh? Pues no parece que esté proveyéndote -le decían. Él, aunque triste por su situación, daba gracias a Dios y repetía: “Dios proveerá”. Uno de aquellos días, él apenas tenía un mendrugo de pan que llevar a la boca. Y unos jovencitos, que lo vieron en la calle comiéndose aquel pan, le tiraron un cuervo muerto, diciéndole:
-Toma, “Dios proveerá”, cómete este cuervo con tu pan.
Con lágrimas en los ojos, tomó el cuervo y, al pasarle la mano por el buche, notó algo duro: Era una cadena de oro. Fue a ver a un joyero, y le contó cómo la cadena había llegado a sus manos. El joyero le preguntó si estaría dispuesto a devolverla al dueño, si supiese quién era. “Por supuesto que sí”, dijo él. La cadena pertenecía a la esposa del dueño del molino que lo había despedido.
El dueño del molino quedó maravillado ante la honradez de aquel hombre, que a pesar de su pobreza y de haber sido despedido por él, le había devuelto la cadena. Le dijo que siempre necesitaba hombres honrados, y le devolvió su empleo.
Así funcionan las cosas cuando tienes confianza en Dios. Él resuelve los problemas de maneras increíbles. Confía en él.

Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!
Por: Patricia Navarro 
#Salta #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMenores #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

¿TIENES MIEDO A LA OSCURIDAD?

“Aarón y sus hijos se encargarán de arreglar las lámparas, para que ardan delante del Señor toda la noche” (Éxodo 27:21).

No sé si algo vivía debajo de tu cama cuando eras niño, pero debajo de la mía había lobos. En serio, lobos. Vivíamos al pie de unas colinas y, bien tarde a la noche, podíamos oír los lobos aullando. Por eso, desarrollé miedo a los lobos y me convencí de que estaban al acecho debajo de mi cama, esperando a que apagara las luces para atacarme. Mi mamá trató de convencerme de que no era así y, justo cuando estaba comenzando a creerle, una noche mi padre puso en marcha uno de sus planes “malvados”. Se metió debajo de mi cama antes de que yo me fuese a dormir y, cuando las luces estuvieron apagadas, sacó uno de sus brazos y me agarró el tobillo, dejando escapar un profundo y salvaje ” ¡Grrraaahhhh!” Vo grité y lloré; y a papá no le fue tan bien cuando mamá logró atraparlo.
Ahora que ya hemos crecido, seguimos perdiendo el sueño algunas noches por temores y pensamientos más terribles que los lobos. Nos preguntamos por qué nos sentimos solos, por qué nuestras vidas están fuera de control, cuál es el objetivo de vivir, o si hay algún propósito para todo esto. Preguntas, dudas, temores, inseguridades… nos acechan como depredadores en la noche. Creo que habría sido genial ser un adolescente israelita acampado en el desierto del Sinaí. Yo he estado allá, y es uno de los lugares más desolados de la tierra. Cuando los israelitas acamparon allí, el sacerdote tenía órdenes del Señor de dejar las lámparas de aceite ardiendo en el Santuario durante toda la noche. ¿Por qué desperdiciar el aceite cuando todo el mundo estaba dormido? Porque las lámparas representaban la presencia del espíritu de Dios. Y porque era importante para Dios que sus hijos supieran que él estaba disponible durante la noche. A pesar de la oscuridad, Dios estaba despierto. Cualquier niño podría haberse despertado atemorizado con alguna pesadilla, pero con mirar simplemente fuera de su tienda, podía ver el cálido y reconfortante resplandor desde el Santuario, que estaba en medio del campamento, y que le recordaba: “Dios está despierto”.
Así fue como Dios desarrolló su reputación de ser el Dios que no duerme. La próxima vez que te encuentres despierto de noche, recuerda que Dios está despierto también y que no estás solo en la oscuridad. MH

Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutina #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

OÍDOS SIEMPRE ATENTOS

“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí, y al que a mí viene, no lo echo fuera” (Juan 6:37).

Un día, escuché a tres jóvenes hablando.
-Tengo problemas con mis padres -dijo uno de ellos.
-¿Y qué tiene que ver eso con nosotros? -le preguntó otro. -Exactamente -añadió el tercero- Tus padres son tu problema, no el nuestro. El primer joven, abatido, puso fin a la conversación.
¿Alguna vez has buscado un oído comprensivo, y no lo has encontrado? Después de presenciar esa escena, me pregunté: ¿Qué habría pasado, si Jesús hubiera respondido a la gente como lo hicieron estos dos “amigos”, cerrando la puerta a alguien que necesitaba compasión?
¿Cómo reaccionaríamos nosotras, si quisiéramos contar a Dios nuestros problemas y él nos ignorara y se alejara, dejándonos solas con el dolor y la incertidumbre? Gracias a su gran misericordia, él no hace eso. De hecho, él nos dice que si nosotros sabemos cómo dar lo mejor a nuestros hijos, cuánto más él (Mat. 7:11); y eso también incluye escuchar nuestros problemas. También dijo que incluso aunque una madre pudiera olvidarse de sus hijos, él nunca nos va a olvidar (Isa. 49:15).
Durante su paso por este mundo, Jesús escuchó los problemas de todo tipo de las personas: la historia de dolor de una mujer con flujo de sangre, la confesión del publicano Zaqueo, las peticiones de los padres de niños endemoniados… Incluso, escuchó a niños pequeños, así como a pescadores que se quejaban por una mala noche de pesca. También escuchó al ladrón en la cruz.
La misión de Cristo aquí, en la tierra, fue volver a conectar a la raza humana caída con su Creador; fue restablecer los lazos de amor que se habían roto. Por eso siempre escuchó con atención cada petición y cada llanto. Él suplía las necesidades de toda persona que se le acercaba y los dirigía a su Padre celestial.
Todavía hoy, los oídos de nuestro Dios siguen atentos a nuestro clamor. El Señor está totalmente disponible para escucharnos las 24 horas del día. Vamos a alabarlo por el hecho de que, a diferencia de algunos números telefónicos que marcamos, su número nunca está ocupado ni fuera de cobertura. Después de escuchar nuestras oraciones, él nos imparte dirección, consuelo y ánimo. Tal vez, nosotras podamos tener los oídos tan atentos para otros como los tiene Jesús para nosotras.  Carmen Virginia dos Santos Paulo

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
#VivirEnSuAmor #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

CON EL ESPÍRITU Y CON EL ENTENDIMIENTO

“Cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento” (1 Corintios 14:15).

En la edición del 23 de enero de 1855 de la Review&Herald [Revista Adventista, en inglés], Jaime White anunciaba que preparaban lo que sería el segundo himnario adventista: Himnos para los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe de jesús. El objetivo era “elegir aquellos que lo ameriten, que expresen la fe y la esperanza de la iglesia, tal como está expuesta en las Escrituras de verdad, y que estén libres de los errores imperantes de esta época”.
Es interesante notar el criterio de selección. Claramente, el foco no era los sentimientos que pudieran generar los himnos, ni lo modernos o novedosos que pudieran ser. Jaime White enfatizó: “Dado que muchos himnos preservan una o más de las ‘fábulas’ populares de estos tiempos, se puede percibir que nuestra tarea de selección es difícil” (Review&Herald, 23 de enero de 1955, p. 165).
Los pioneros adventistas tenían bien en claro que, en la adoración, no solo intervienen los aspectos emocionales y de la voluntad del ser humano, sino también el entendimiento. También percibían el gran poder que tienen los himnos para transmitir conceptos teológicos. Y aun cuando, en medio de la experiencia de canto y adoración, los sentimientos parecieran primar, es tanto o más importante el mensaje que los himnos transmiten por medio de la letra. Por lo tanto, una teología correcta lleva a los sentimientos adecuados. Además, una religión basada en los sentimientos es como una casa edificada sobre la arena.
La tendencia actual en la adoración pareciera ser un énfasis en la experiencia y los sentimientos. Y si bien es claro que no somos seres puramente racionales y que, por lo tanto, no debemos obviar los sentimientos y la experiencia de adoración, hemos perdido de vista la capacidad que tiene la letra para recordarnos el verdadero mensaje bíblico. Incluso más: si bien los himnos, o cánticos, cristo- céntricos tienen su lugar, si nuestra adoración se agota en esta clase de mensajes, nunca pasaremos de la “leche” y nos perderemos el “alimento sólido” espiritual que menciona el apóstol Pablo en Hebreos 4:11 al 14.
Por otro lado, hay himnos de esos primeros himnarios adventistas que todavía siguen emocionándonos, e inspirando a una alabanza vibrante y alegre. Muchos de ellos continúan como clásicos adventistas que hasta los más jóvenes disfrutan.
Por eso, es clave que hoy te preguntes cómo es tu experiencia de adoración. ¿Es árida y formalista? ¿O estás en el otro extremo, del éxtasis sin contenido? Hoy, busca el equilibrio de adorar con el espíritu, pero también con el entendimiento

Tomado de lecturas devocionales para Jóvenes 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Por: Pablo Ale – Marcos Blanco
#UnDíaHistórico #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL EJEMPLO DE LOS BEREANOS

«Estos […] recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así». Hechos 17: 11

En Berea Pablo encontró judíos que estaban dispuestos a investigar las verdades que enseñaba. El informe de Lucas declara de ellos: «Estos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras, para ver si estas cosas eran así. Muchos de ellos creyeron, y de los griegos, mujeres distinguidas y no pocos hombres» (Hech. 17:11-12).
La mente de los bereanos no estaba dominada por el prejuicio. Estaban dispuestos a investigar la verdad de la doctrina presentada por los apóstoles. Estudiaban la Biblia, no por curiosidad, sino para aprender lo que se había escrito concerniente al Mesías prometido. Investigaban diariamente los relatos inspirados; y al comparar escritura con escritura, los ángeles celestiales estaban junto a ellos, iluminando sus mentes e impresionando sus corazones.
Doquiera se proclaman las verdades del evangelio, aquellos que desean sinceramente hacer lo recto, son inducidos a escudriñar diligentemente las Escrituras. Si en las escenas finales de la historia terrenal, aquellos a quienes se proclaman las verdades fundamentales siguieran el ejemplo de los bereanos, escudriñando diariamente las Escrituras, comparando con la Palabra de Dios los mensajes que se les dan, habría un gran número de personas leales a los preceptos de la ley de Dios donde ahora hay comparativamente pocos. Pero cuando las verdades impopulares de la Biblia se presentan, muchos se niegan a hacer esta investigación. Aunque no pueden contradecir las claras enseñanzas de las Escrituras, manifiestan, sin embargo, una gran indisposición a estudiar las evidencias que se les presentan. Algunos arguyen que aunque estas doctrinas sean en verdad ciertas, importa poco que ellos acepten o no la nueva luz; y se aferran a las fábulas que el enemigo usa para extraviar las almas. Así sus mentes son cegadas por el error y ellos se separan del cielo.
Seremos juzgados de acuerdo con la luz que hemos recibido. El Señor envía sus embajadores con un mensaje de salvación, y a aquellos que lo oyen los hará responsables de la manera en que tratan las palabras de sus siervos. Los que buscan sinceramente la verdad investigarán con esmero, a la luz de la Palabra de Dios, las doctrinas que se les presentan.— Los hechos de los apóstoles, cap. 23, pp. 175-176.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
DE VUELTA AL HOGAR
Por: Elena G. de White
#DeVueltaAlHogar #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian