domingo, 17 de abril de 2011

CON CRISTO ESTOY CRUCIFICADO

Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí. (Gálatas 2:20).

El pueblo de Israel tenía como costumbre ponerle música a textos bíblicos, para que el mensaje que encerraban fuera transmitido de generación en generación. Esa hermosa tradición llega a nuestros días como un legado de nuestros padres, que permite que la Palabra penetre en nuestra mente a través de la música. Un ejemplo de esto es el himno que hoy comparto contigo basado en Gálatas 2: 20: «Con Cristo estoy también crucificado / desde que vi su muerte en el Calvario / y lo que soy en este mundo extraño / lo quiero ser, tan solo por amarle. /No vivo ya en el pecar de antaño / él vive en mí, y en su amor descanso / pues cada día, sin temor aguardo / el gran momento que por fin vendrá. / Solo la fe de Cristo me ha salvado de maldad, tinieblas y pecado. / Solo la te, mi vida ha renovado / y su raudal de luz me. ha llenado / Cristo me arna y por mí fue entregado / al cruel dolor, sufriendo mil escarnios. / Llevo por mí la pena y el agravio. / Quiero vivir tan solo para él».
Estas palabras encierran un mensaje especial: estar crucificado juntamente con Cristo significa más que profesar una creencia religiosa o pertenecer a una iglesia, e intentar guardar todos sus reglamentos. La continuación del texto explica más detalladamente el verdadero sentido de estar crucificado con Cristo: «Y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amo y se entregó a si mismo por mi» (Gal. 2: 20).
Podrás decirme: «Mira, yo soy demasiado pecadora, no me gusta hacer lo btie.no, ¿como, pues. lograre esta transformación?». Ayer hablábamos del milagro de la transformación redentora en Cristo. Hoy puedes experimentar esa transformación. No puedes lograrlo por ti misma, pues en seguida te rendirás, pero si puedes cada día mantener una relación de amistad con Jesús, quien se encargara de hacer lo que para ti es imposible.
Puedes ser una nueva criatura por el poder de Jesús. Solo aférrate a él y él no te soltara nunca porque te ama y por ti fue entregado. El Calvario de antaño, hace milagros modernos.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

"ESTUVE DESNUDO, Y ME CUBRISTEIS"

Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros le dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de que aprovecha? Santiago 2:15, 16.

Uno de los desastres naturales que conmociono a toda Argentina en 2003, fue la inundación de la capital de la provincia de Santa Fe. El rio creció y se desbordo tan rápidamente, que no se pudieron evitar las pérdidas humanas y materiales de cientos de familias. A todo esto, se sumó un invierno sumamente lluvioso, que no permitía hacer un buen rescate de los damnificados y no permitía que bajara el alto nivel que había alcanzado el agua.
La ayuda humanitaria no se hizo esperar, y de todas partes, incluso de otros países, fueron enviados a la provincia en crisis alimentos, ropas y medicamentos. En el colegio donde trabajaba, un profesor de Educación Física eligió a un grupo de alumnos responsable de la elección, separación y acomodamiento de toda la ayuda que llegaba al colegio. Se ubicaron los comestibles y las vestimentas en cajas y bolsas, y después de semanas de preparación se llenó un camión con toda la ayuda. Personalmente me dio alegría ver a adolescentes y jóvenes dispuestos a realizar esta tarea.
En emergencias es necesaria toda la ayuda que pueda llegar, pero como cristianos no debemos esperar a que ocurran para desear ser solidarios con nuestros semejantes. Jesús les recordó a sus discípulos: "Porque siempre tendréis pobres con vosotros" (Mat. 26:11), y es a ellos a quienes tenemos que socorrer con lo que esté a nuestro alcance.
Santiago, como hombre de Dios y dirigente de la iglesia cristiana primitiva, declare que la fe debe ser acompañada por las obras. Y es en ese contexto que explico que si un hermano tiene necesidad de ropa o comida, no tiene ningún sentido "animarlo" con palabras, porque la verdadera ayuda consistirá en compartir algo de lo que Dios nos da.
Mira la ropa que tienes en tu closet, y que hace años no usas, quizá porque te quedo chica, angosta, o sencillamente porque ya no te gusta. No tiene sentido tenerla alii si no la usas. Entonces ¿por qué no entregarla a quienes la necesita? El Dios del universo derrama muchas bendiciones sobre sus hijos para que a su vez ellos sean un canal de bendición para otros. No te prives del placer de compartir; anímate a compartir una bendición del Señor.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

RECOMPENSA

Y cualquiera que de a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. Mateo 10:42.

Soledad, miedo y muerte. Las tres figuras patéticas y sin forma definida, que siempre lo persiguieron, bailaban frente a él. La danza sinuosa y envolvente de la soledad se acercaba, como felino al acecho. El ruido estrepitoso del miedo lo asustaba terriblemente. Y la voz chillona del teléfono, que llamaba sin cesar, le pareci6 la risa de la muerte.
Miro hacia todos los lados. Nada hallo; solo su terrible soledad, la angustia de su miedo y la proximidad de su muerte. Agonizaba. A su lado, el frasco vacío de barbitúricos completaba el cuadro macabro, mientras el teléfono seguía sonando con insistencia.
Rita, la vecina de enfrente, lo había visto deprimido como nunca, aquella tarde.
-Creo que la única salida para mi es la muerte -le había dicho Piero, al despedirse.
Por eso, ella se propuso llamarlo de hora en hora.
El hombre calmo, de mediana edad y canas prematuras, le respondió dos veces. Había un lamento de dolor del alma en su voz. La tercera, no respondió. Rita insistió. Su instinto de mujer le decía que aquel hombre corría peligro y necesitaba de ayuda. No era de pan ni de ropa; era de ánimo, de una palabra de apoyo, de un hombro amigo.
Al ver que el hombre no respondía, Rita llamó a la policía y corrió a la casa de Piero. Empujaron la puerta, y lo encontraron en el piso de la sala, gimiendo y esperando el minuto fatal. El "vaso de agua fría" que Rita ofreció aquel día a un vecino deprimido fue su gesto de preocupación por un alma herida.
Todos los días, en todos los lugares, hay gente necesitada de amor; gente que vive el drama de la soledad y huye de sí misma. Nada cuesta detenerse, escuchar un poco, intentar entender el dolor ajeno y extender la mano.
Hoy es un día que podrías usar para mirar más allá de tus propios problemas. Es verdad que puedes estar viviendo el momento más difícil de tu historia, pero es verdad, también, que siempre existe, cerca de ti, gente que sufre más.
Haz de hoy un día de amor práctico. Ofrece un vaso de agua al cansado peregrine, porque: "Cualquiera que de a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón