jueves, 18 de abril de 2013

LA CASA EN LLAMAS

Lugar: España
Palabra de Dios: Filipenses 4:8

Amanda tosió, mientras trataba de encontrar una manera de salir de su casa que se incendiaba; pero, estaba atrapada. Las llamas subían, devorando todo lo que tocaban. Un humo denso llenaba el aire.
Oyendo sirenas a la distancia, ella esperaba que los bomberos llegaran a tiempo para rescatarla. Unos minutos más tarde, uno de ellos la sacó del edificio en llamas.
-Tiene suerte -le dijeron los paramédicos -. Tiene solo algunas heridas leves.
Pero, Amanda no se sentía con suerte. Los bomberos lograron apagar el incendio, pero la mitad de su casa se había quemado. La mitad de sus posesiones había desaparecido.
El fuego había comenzado mientras ella cocinaba. Los ingredientes especiales que estaba usando incluían agua, aceite, alcohol y dentífrico. ¿Qué estaba tratando de hacer con esa mezcla poco apetitosa? Amanda confesó que había leído una historia sobre poderes y pociones mágicos, y estaba tratando de crear su propia poción mágica.
Suena tonto, ¿no es cierto? Pero, muestra, como ilustración, lo importante que es ser cuidadosos al elegir lo que ponemos en nuestra mente: lo que leemos, lo que miramos, lo que escuchamos. Algunas personas dicen: "A mí eso no me afecta"; "A mí no me hace nada"; "Yo sé que no es verdad".
La verdad es que lo que ponernos en nuestra mente nos afecta de alguna manera, aun si no termináramos incendiando una casa. Así que, este es un buen consejo: "Consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio".
No llenes tu mente de basura. Pide a Dios que te ayude a ser sabio en cuanto a lo que lees, lo que miras y lo que escuchas.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

EL PODER DE UN CANTO

¡Alaben al Señor, naciones todas! ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas! ¡Grande es su amor por nosotros! ¡La fidelidad del Señor es eterna! ¡Aleluya! ¡Alabado sea el Señor! Salmo 117.

A los niños del barrio les gustaba ir a la casa de José. Parecía tener un encanto especial que los atraía. Los niños llamaban a la vivienda de José «la casa que canta». ¿Se trataría acaso de un lugar mágico? Pues por supuesto que era un lugar mágico. La mamá de José siempre cantaba mientras hacía sus quehaceres diarios, y eso generaba una atmósfera muy especial que fascinaba a los pequeños.
Amiga, ¿pueden decir tu esposo, tus hijos o tus amigos que tu casa canta? ¿Hay un espíritu de alabanza que haga que sus habitantes gocen del ambiente físico y emocional de tu hogar? ¿O por el contrario, tu presencia lóbrega y mustia tiende un manto de hostilidad y frialdad en el ambiente?
Todas hemos sido creadas por el Señor con la capacidad de cantar, de reír y de gozar de la vida. Estos son dones que debemos cultivar hasta que se transformen en hábitos. Posiblemente nunca llegaremos a cantar en la Ópera Garnier de París, pero todas podemos tararear una canción de cuna para calmar la irritabilidad de un bebé. Las aves cantan en la mañana y al anochecer. Haz lo mismo, despierta a los niños para ir a la escuela con una canción, antes de regañarlos. Generarás un ambiente agradable, y los chicos tendrán un día feliz. Por las noches prepara a tu familia para ir a dormir entonando una suave melodía que, con palabras suaves y sencillas, les ayude a tener dulces sueños.
Canta para ti misma cuando estés sola, o te sientas sola. A media voz di «Oh cuan dulce es fiar en Cristo y entregarle todo a él»; pronto te darás cuenta de que las faenas del día se alivianan y una alegría especial inunda tu estado de ánimo. Cuando cantamos cerramos la puerta al pesimismo, la tristeza y el dolor. Por el contrario, abrimos de par en par las ventanas de nuestro hogar y nuestro corazón a la alegría., el optimismo y los buenos deseos.
Hermana, que tu pensamiento para hoy sea semejante al del salmista David, cuando exclamó: «Firme está, oh Dios, mi corazón; ¡voy a cantarte salmos, gloria mía! ¡Despierten, arpa y lira! ¡Haré despertar al nuevo día!» (Sal. 108:1-2).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

CONTRA VIENTO Y MAREA

Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono (Apocalipsis 3:21).

Llegar a la cumbre de una montaña siempre supone esfuerzos, sacrificios y muy buena condición física; pero en algunos casos requiere de verdaderos milagros. Eso fue lo que le ocurrió a Sean Swarner, un hombre que en dos ocasiones sobrevivió al cáncer. Salió del hospital, y casi podríamos decir de la tumba, para mostrarle al mundo que para Dios no hay nada imposible.
Existen muchas razones para seguir sentado en el sillón y evitar la fatiga de luchar para alcanzar nuestras metas, si es que las tenemos. ¿Cuáles son esos objetivos? ¿Correr cinco kilómetros antes de ir a la escuela? ¿Obtener mejores calificaciones? ¿Obtener una beca para estudiar en el extranjero? ¿Bajar de peso? ¿Leer la Biblia? ¿Tener más amigos? Pues, no importa cuál sea la razón, Sean Swarner demuestra que puedes vencerla. Porque él ha vencido todos los obstáculos y ha ignorado todas las excusas.
Sean ha escalado las montañas más altas de todos los continentes. Ha escalado, nada más y nada menos, que el Everest, la montaña más alta del mundo. Por supuesto, en su lista está el Aconcagua, la montaña más alta del continente americano.
También ha completado el famoso triatlón Iron Man (hombre de acero), que consiste en correr un maratón (42.95 km), nadar 3.86 km y correr 180.25 km en bicicleta, sin pausas y sin escalas. Durante todo el año viaja por todo el mundo con el propósito de servir como modelo e inspiración para los sobrevivientes de cáncer.
Su historia es emocionante y asombrosa. Swarner pasó veinte años de su vida en hospitales; le envenenaron el cuerpo con quimioterapia muchas veces y le dijeron dos veces que solo le quedaban dos semanas de vida. Después de todo eso, Swarner, que tiene 36 años, y a quien solo le funciona bien un pulmón, sigue demostrando ante todo el mundo, que todos los obstáculos se pueden vencer.
Hace poco dijo: «No creo que ningún desafío sea demasiado grande. Quiero que la gente siga luchando para convertir en realidad sus sueños por causa de lo que yo he hecho».
Sentarse con Cristo en su trono es un objetivo muy elevado. Pero Jesús nos mostró que es posible. Lucha por la fe para vencer todos los obstáculos que se te opongan. ¡No te detengas! Lo importante es avanzar día a día. Pide hoy al Señor que te ayude a hacerlo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LA PERLA DE GRAN PRECIO

También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Mateo 13:45,46.

Al comparar el reino de los cielos con una perla, Cristo deseaba conducir a cada alma a apreciar tal perla sobre todo lo demás. La posesión de la perla, que representa la posesión de un Salvador personal, es el símbolo de la verdadera riqueza. Es un tesoro por encima de cualquier tesoro terrenal.
Cristo está listo para recibir a todos los que llegan a él con sinceridad... Él es nuestra única esperanza. Él es nuestro alfa y omega. Es nuestro sol y nuestro escudo, nuestra sabiduría, nuestra santificación, nuestra justicia. Solamente por su poder nuestros corazones pueden ser mantenidos todos los días en el amor de Dios...
En una ocasión, Cristo les advirtió a sus discípulos que tuviesen cuidado de cómo echaban sus perlas ante los que no tenían el discernimiento para apreciar su valor... "No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen" (Mat. 7:6)...
Cuando las personas se muestran duras, incapaces de apreciar la perla de gran precio, cuando tratan deshonestamente con Dios y con los demás, cuando muestran que el fruto que llevan es el fruto del árbol prohibido, tenga cuidado de que al conectarse con ellas usted pierda su conexión con Dios...
La verdad como es en Jesús nos coloca en lo correcto y nos mantiene así. La verdad es un ancla para el alma, segura y firme. Pero la verdad no es verdad para quienes no la obedecen. Cuando los hombres y las mujeres se van separando de los principios de la verdad, siempre traicionan un compromiso sagrado. Que cada alma, sea cual fuere su esfera de acción, se asegure de que la verdad es implantada en el corazón por el poder del Espíritu de Dios. A menos que esto sea cierto, los que predican la Palabra traicionarán compromisos santos. Los médicos harán un naufragio de la fe. Los abogados, jueces, senadores se corromperán y cederán al soborno, y se permitirán ser comprados y vendidos. Los que no caminan en la luz como Cristo está en la luz, son líderes ciegos de los ciegos. "Nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados" (Jud. 1:12).— Review and Herald, 1 de agosto de 1899.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White