domingo, 3 de julio de 2011

UN SERVICIO POCO CONOCIDO

Entonces Pablo salió de en medio de ellos. (Hechos 17:33)

Este versículo ubica a Pablo en la hermosísima ciudad de Atenas, cuna de la filosofía y la mitología, las cuales habían hecho de los atenienses una población completamente idólatra. Su estancia en esta ciudad lo obligó a enfrentarse a la idolatría. Como leemos: «Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría» (Hech, 17: 16). Fue esto lo que impulsó al apóstol a dirigirse a las sinagogas y plazas para discutir temas religiosos y filosóficos. Siendo como era una persona sumamente instruida, pudo presentar con las palabras apropiadas el evangelio a aquellos que valoraban el mundo desde una óptica mundana y atea.
Como buen evangelizador, Pablo se fijó en que los atenienses habían reservado un lugar para el Dios que aún no conocían. A ese que ellos llamaban «Dios no conocido» lo presentó el apóstol como el Creador del cielo y de la tierra. Fruto de la controversia que se suscitó llega hasta nosotros hoy el nombre de Dámaris, una de las pocas personas que creyeron en el mensaje que Pablo presentaba.
¿Eres tú una de esas mujeres que han sido atraídas a Cristo por medio de la predicación de un mensajero suyo? Es momento de agradecer a Dios por haber pensado en ti, pues si otros no hubieran cumplido la misión encomendada por el mismo Cristo de llevar el evangelio a todo el mundo, ni tú ni yo hubiéramos conocido a ese Dios que, a diferencia de. los dioses de las demás filosofías y creencias, ofrece un amor incondicional, que únicamente busca la salvación y el bienestar de todos sus hijos. Entonces, como Dámaris, haremos bien en unirnos a ese proyecto evangelizador, haciendo todo cuanto esté en nuestras manos para que la semilla del evangelio pueda desarrollarse en todo lugar.
Este capítulo termina diciendo: «Algunos cíe los que se habían juntado, creyeron; entre ellos, Dionisio el areopagita y una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos». Si de este grupo se mencionan por nombre solamente dos personas y una de ellas es una mujer, debe de haber sido un instrumento útil para el apóstol
Para servir al Señor, solo necesitas colocarte en sus manos.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

CONSECUENCIAS QUE SE IGNORAN

El camino de los rectos se aparta del mal; su vida guarda el que guarda su camino. Proverbios 16:17.

Si bien la mayoría de las personas conoce que hábitos perjudican la salud, muchos ignoran sus consecuencias a medio y largo plazo. La propaganda que incentiva el consumo de bebidas alcohólicas y cigarrillos nunca advierte el triste resultado que produce.
Ese fue el caso de Silvio, un hombre de 53 años que visitó el colegio donde yo trabajaba. Había fumado durante más de treinta años, y padecía enfisema pulmonar. Esta enfermedad afecta la capacidad respiratoria, y realizar las tareas más simples de la vida, como caminar, se torna casi imposible. Silvio debía subir las escaleras hacia el salón de actos, donde yo hablaría a los alumnos acerca de los grandes riesgos de fumar. Cuando comenzó a subir las escaleras, a todos los presentes nos dio pena el esfuerzo que significaba para él. Silvio subía un escalón, y luego debía descansar unos treinta segundos, antes de subir el siguiente con la misma dificultad. Esa mañana le llevó casi veinte minutos subir al primer piso del colegio, donde se encuentra el salón de actos. Una vez ahí, Silvio habló con vehemencia a todo el alumnado, y repitió que si alguien le hubiera advertido cuando era joven del peligro que estaba corriendo, él nunca habría fumado.
Como también nos enseña la naturaleza, la buena salud es la cosecha de una buena siembra. El sabio Salomón nos dice: "El camino de los rectos se aparta del mal; su vida guarda el que guarda su camino". Y efectivamente, si alguien guarda su vida de cualquier vicio, también se está apartando del mal y guardando su camino.
Es posible que como joven cristiano tú nunca hayas no hayas consumido nada perjudicial para tu salud, pero la tarea de apartarnos del mal y guardar la vida no termina ahí. En la sociedad habrá miles de personas que ignoran los terribles daños que produce el consumo del alcohol y de tabaco. Tu misión también está en cuidar la salud de los demás, mediante tu ejemplo y tus palabras. Si tienes amigos que no se cuidan porque están atrapados en algún tipo de vicio, no los dejes en la ignorancia de las consecuencias que pueden acarrear. Adviértelos, como lo haría Jesús, y estarás haciendo una tarea celestial en un mundo de pecado.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

NUEVA CRIATURA

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17.

La promesa de Jesús es que, si tú lo aceptas como tu salvador, él hace de ti una nueva criatura. Esto es diferente de lo que mucha gente piensa. El otro día, un joven me contaba las fechorías que había cometido cuando no conocía a Cristo. En un momento de su testimonio, se emocionó y me dijo: "Yo agradezco a Dios porque él me cambió".
Pero, la promesa de hoy no es solo que Jesús te cambia, sino también te hace de nuevo. No se puede construir un edificio bueno cuyos cimientos sean fundamentos deteriorados. Hay que limpiar todo; hay que echar a un lado lo que no sirve. Y, tal vez, aquí esté lo más difícil de aceptar por el hombre de nuestro tiempo, dominado por el humanismo.
Lo que somos no sirve. En el Jardín del Edén, Adán y Eva lo echaron todo a perder. A partir de ese momento, todos los seres humanos venimos a este mundo trayendo la naturaleza pecaminosa, que no es más que la tendencia a practicar el mal.
David dijo un día, en desesperación, que había sido formado, en el vientre de su madre, en pecado. Pablo lloró en otra ocasión, diciendo que, con esa naturaleza, quería hacer el bien, pero no podía. Jeremías enseñó que el corazón humano es desesperadamente malo y corrupto. ¿Cómo se puede construir algo bueno sobre esos cimientos?
Pero, entonces, viene la promesa del Señor: "Te haré de nuevo". Las cosas viejas pasaron; no existen más. Esto es maravilloso porque, si el pasado no existe, nadie puede condenarte. Por otro lado, lo que te arrastraba hacia el mal ya no existe: en Jesús, no existe. Si te separas de él, vuelves a foja cero. El secreto está en no separarte de Jesús ni un minuto; aprender a relacionar todo lo que haces con Jesús; pensar todo lo que necesitas pensar contándole mentalmente a Jesús. No ceses de vivir; continúa con tus actividades diarias. Pero, ten en cuenta que, si eres un cristiano, jamás estás solo. ¡Jesús está a tu lado!
Por eso, no te atrevas a salir, esta mañana, para el cumplimiento de tus deberes diarios, sin la seguridad de estar en Cristo, porque: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón