lunes, 7 de enero de 2013

PASEO A MEDIANOCHE - Primera Parte


Lugar: Bulgaria
Palabra de Dios: Números 32:23 

Era ya pasada la medianoche cuando Marco se deslizó fuera de su casa. Sus amigos, Ilko y Mitko, lo esperaban junto al auto.
-¿La conseguiste? -preguntó Ilko.
Marco sonrió, balanceando la llave del auto frente a ellos. Sus padres estaban durmiendo, en su cama. Nunca se enterarían de que él y sus amigos habían salido en el auto.
Los tres muchachos se subieron al coche y, con Marco al volante, dieron vueltas por las calles de su pueblo. No iban a ninguna parte, solo estaban dando vueltas.
-Qué gran idea que tuvimos -exclamó Mitko. Los demás estuvieron de acuerdo.
Pero, no habían estado afuera mucho tiempo, cuando las luces del auto parpadearon y se apagaron. Marco quitó el pie del acelerador, para poder ver por dónde iba.
-¿Volvemos? -preguntó.
Los tres chicos decidieron que no iban a dejar que un par de luces arruinaran su diversión. Quién sabe cuándo tendrían la posibilidad de hacer esto nuevamente.
Unos minutos más tarde, sin embargo, dar vueltas en auto tarde a la noche no les pareció tan buena idea, especialmente cuando vieron un auto de la policía estacionado al lado del camino. Cuando el oficial de policía los detuvo, sus corazones casi se paralizaron: sabían que estaban en problemas.
El policía los detuvo porque no tenían luces. Pero, cuando descubrió que adentro del auto había tres chicos sin licencia para conducir los llevó a la estación de policía, para interrogarlos. "¿Por qué fuimos tan tontos?", se preguntó Marco. "¿Por qué pensamos que sería divertido escaparnos con el auto?"
Los tres chicos habían pensado que nadie nunca lo sabría. Pero, como dice la Biblia, "pueden estar seguros de que no escaparán de su pecado". Algún día se revelarán aún las cosas que hacemos en secreto. Así que no te engañes pensando que hacer lo malo es divertido, sino que pídele a Dios que te ayude a no meterte en problemas.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

¿TE SIENTES INCOMPLETA?


Cuídense de que nadie los cautive con la vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo. Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud. Colosenses2:8-10

Con frecuencia tengo conversaciones con algunas amigas que no están satisfechas con su desempeño personal. Me han expresado que se sienten inseguras, y a pesar de que los demás las consideran mujeres capaces, emprendedoras y talentosas, ellas dudan de sí mismas y viven con temor. No es raro que eso pase pues, unas más que otras, arrastramos miedos, traumas de la infancia y culpa por los errores cometidos en el pasado; esto frena nuestro desarrollo personal, y nos impide vernos a nosotras mismas como mujeres dotadas de capacidades y virtudes, todas ellas herencia de nuestro Padre Celestial.
Muchas mujeres se preguntan: «¿Cómo puedo hacer para liberarme de todo eso que me impide verme como lo que realmente soy?». La respuesta es sede acuerdo a la promesa de nuestro Dios: «Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres» (Juan 8:32).
¿A qué verdad hace referencia este texto que se aplique a la reflexión de hoy? Creo que la primera verdad que debemos buscar y aceptar es que somos hijas de Dios y contamos con su favor especial frente a cualquier persona o cosa que nos haga creer lo contrario. Nuestra labor consiste en buscar cada día ser confirmadas en esta grande y maravillosa verdad. Dios nos dice «Tú eres mi hijo [...], hoy mismo te he engendrado» (Sal. 2:7).
La otra magnífica verdad que debemos atesorar en nuestra mente y nuestro corazón es el hecho de que, cuando Dios nos creó, nos otorgó los mejores dones. Estos son los recursos que nos permitirán alcanzar la autorrealización y la liberación que tanto anhelamos experimentar. Tu tarea como mujer es buscarlos y usarlos para alabar a Dios y servir al prójimo. El apóstol Pablo te dice: «Cada uno tiene de Dios su propio don: este posee uno; aquel, otro» (1 Cor. 7:7). Si vives bajo la dirección del Señor, tu actuación será la correcta y te sentirás plena.
Cuando meditamos en esto, nos llenamos de paz y nos sentimos seguras. La liberación de la gran mujer que todas llevamos dentro no depende de nosotras, es obra de Dios y es posible solamente cuando nos entregamos a él.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

LA BRUJA DE WALL STREET - 2


Por eso mismo pagan ustedes impuestos, pues las autoridades están al servicio de Dios, dedicadas precisamente a gobernar (Romanos 13:6).

El Comentario bíblico adventista dice, refiriéndose a Romanos 13:6: «Es evidente que los primeros cristianos consideraban como una cuestión de principio el pagar impuestos, quizá como obediencia a las enseñanzas de Cristo (Luc. 20:20-25), lo que se refleja en Romanos 13:7». La cuestión es sumamente seria y requiere cuidadosa consideración. Los cristianos pagan impuestos, incluso cuando no están de acuerdo con las directrices que sigue el gobierno de su país.
Pero «la bruja» de Wall Street, que te presenté ayer, no pensaba lo mismo. Era extremadamente avara. Cambiaba a menudo de lugar de residencia para evitar el pago de impuestos de sus numerosas propiedades. Cuando tenía treinta y tres años se casó con Edward Henry Creen, otro multimillonario. Edward sentía que su matrimonio con Hetty era un acuerdo muy «interesante». Detectó en su esposa una sagacidad innata para los negocios, y se propuso enseñarle los secretos de la prosperidad financiera. Jamás se imaginó con quién se había juntado. Un año le bastó a «la bruja» para arrebatarle a su marido el control de todos sus negocios. Hasta que un día en que su esposo no siguió su consejo en una operación de compra de acciones de una empresa ferroviaria, lo echó a la calle. El desdichado Edward terminó sus días en una pensión para pobres.
Así continuó la historia, hasta que finalmente «la bruja» se fue a vivir con una amiga rica, la condesa Anne Leary. Aquella fue la última vez que vivió en un ambiente agradable, comió tres veces al día y durmió en una cama cómoda y limpia. Pero no lucia amistad la que la llevó a vivir con su amiga, sino consumar su plan de no pagar impuestos al gobierno. Después de una larga y costosa lucha por parte del gobierno para cobrarle los impuestos por su fortuna, «la bruja» se salió con la suya. Puesto que había dejado todo a su único hijo Ned y que no tenía domicilio registrado, fue imposible para el Estado de Nueva York identificar su residencia.
La fidelidad del cristiano se refleja en los pequeños detalles de la vida. Aunque nuestra ciudadanía está en los cielos (Fil. 3:20) aún vivimos en esta tierra. Por lo tanto, tenemos una serie de responsabilidades que debemos cumplir fielmente. ¿Eres un ciudadano responsable para con tu país? Que al final de nuestras vidas Dios pueda decirnos: «¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!» (Mat. 25:21).

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LA ORACIÓN MODELO


Señor, enséñanos a orar. Lucas 11:1.

El Redentor del mundo frecuentemente se aislaba para orar. En una ocasión sus discípulos no estaban lejos y pudieron escuchar sus palabras. Quedaron profundamente impresionados por su oración, porque estaba cargada de un poder vital que alcanzó sus corazones. Era muy diferente de las oraciones que ellos mismos ofrecían, y diferente de cualquier oración que hubiesen oído de labios humanos. Después que Jesús se les unió nuevamente, le dijeron: "Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos"...
Orar a nuestro Padre celestial tiene un gran significado. Venimos a ofrecer nuestro imperfecto tributo de acción de gracias a sus pies en reconocimiento de su amor y misericordia, de la cual no somos totalmente merecedores. Venimos a dar a conocer nuestros deseos, a confesar nuestros pecados y a presentarle sus propias promesas...
Jesús nos ha dado una oración en la cual cada expresión está llena de significado, para ser estudiada y aplicada a la vida práctica... Es una oración que expresa los temas esenciales que necesitamos presentar a nuestro Padre celestial...
En el Padrenuestro, la solidez, la fortaleza y el fervor se unen con la humildad y la reverencia. Es una expresión del carácter divino de su Autor...
Las largas oraciones en una congregación son tediosas para aquellos que escuchan, y no preparan los corazones de la gente para el sermón que seguirá.  La oración de Cristo guardaba un marcado contraste con estas largas oraciones con sus muchas repeticiones. Los fariseos pensaban que habrían de ser escuchados por hablar mucho, y hacían oraciones largas, tediosas e interminables...
La oración modelo de Cristo guarda un contraste marcado con las oraciones de los paganos. En todas las religiones falsas, las ceremonias y las formas han sustituido la piedad genuina y la piedad práctica...
Cristo reprobaba a los escribas y fariseos por sus oraciones llenas de justicia propia... Las oraciones de este tipo, que son hechas para ser escuchadas por los hombres, no producen bendición de parte de Dios... Pero la humildad siempre es reconocida por Aquel que dijo: "Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá" (Luc. 11:9).— Review and Herald, 28 de mayo de 1895.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White