miércoles, 23 de enero de 2013

EL HONESTO ABE

Lugar: Estados Unidos
Palabra de Dios: Proverbios 16:8,11

Cuando era joven, Abraham Lincoln trabajaba en un almacén. Era honesto y justo en todo lo que hacía, y sus clientes pronto se dieron cuenta de que podían confiar en él. Los siguientes incidentes te ayudarán a entender por qué pronto llegó a tener el apodo de "El honesto Abe".
Una tardecita, el señor Lincoln estaba por cerrar su tienda, para irse a su casa, cuando se dio cuenta de que había cometido un error: había cobrado seis centavos y cuarto de más a un cliente. En lugar de esperar hasta el día siguiente o hasta la próxima vez que viera a su cliente, el señor Lincoln salió inmediatamente y caminó casi cinco kilómetros para devolver el dinero.
En otra ocasión, un cliente entró en su almacén justo antes de la hora de cerrar.
-¿Podría darme media libra de té, por favor? -pidió.
Lincoln pesó el té para su cliente y luego se fue a su casa. A la mañana siguiente, cuando llegó a su almacén, se dio cuenta de que había puesto la pesa de cuarto de libra en lugar de la pesa de media libra en la balanza. Entonces cerró su tienda, y fue a llevarle el té que faltaba al cliente.
Hay muchas historias como estas acerca de Abraham Lincoln, quien más tarde llegó a ser el decimosexto presidente de los Estados Unidos. Aunque no era un hombre adinerado, percibió la verdad del siguiente proverbio: "Más vale tener poco con justicia que ganar mucho con injusticia".
¿No sería lindo tener la reputación de ser tan honesto como Abraham Lincoln? Puedes lograrlo. Y puedes comenzar hoy en tu casa, en la escuela, en el patio de juegos, dondequiera que estés. Recuerda: "Las pesas y las balanzas justas son del Señor; todas las medidas son hechura suya".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

NO ERES UN ERROR DE DIOS

¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre; y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza. Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones. Mateo 10:29-31.

«No sé por qué nací, por qué Dios permitió que yo viniera a este mundo. Todo me sale mal, he llegado a pensar que Dios se equivocó al darme la vida». Estas fuerón las expresiones de una jovencita que suponía que su vida era un error del Padre celestial. Sentada frente a mí narró una serie de acontecimientos desafortunados relacionados con su existencia; a ella le parecía que nada bueno le había pasado durante sus veinte años de vida. Hija de madre soltera, su padrastro había abusado sexual y psicológicamente de ella cuando tenía siete años; a la edad de trece su madre la había abandonado, su novio la había utilizado y ahora no tenía empleo para poder satisfacer sus necesidades materiales.
Son muchas las mujeres que viven así. Se sienten «errores de Dios». No encuentran el propósito de su vida, lo que las lleva a la desesperanza. Cuando esto sucede se corre el riesgo de caer en una de las trampas más efectivas de Satanás.
No existe ningún episodio de la vida, por terrible que parezca, que nos impida formar parte de la formidable creación de Dios. Miles de seres humanos nacen diariamente y lodos por su voluntad. «Así dice el Señor, tu Redentor, quien te formó en el seno materno» (Isa. 44:24).
Tú eres un diseño original del Creador. Él puso en ti cada órgano y te regaló características que te hacen única. Puedes estar segura de que si consultas cotidianamente la voluntad de Dios, podrás unir poco a poco cada eslabón de la vida hasta llegar a formar una cadena de fe que te mantenga unida a tu Señor y le dé sentido a tu vida.
Cuando sufras el desprecio y el desamor de parte de aquellos que debieran haberte procurado bienestar, con toda seguridad podrás contar con el abrazo de Dios, listo para ofrecerte consuelo, y su oído atento para escuchar tus pesares. «¿Acaso no oirá el que nos puso las orejas, ni podrá ver el que nos formó los ojos?» (Sal. 94:9).
Finalmente, cuando te sientas amenazada por las dudas con respecto a tu razón de ser, repite una y otra vez: «¡No soy un error de Dios! ¡Soy su obra maestra!».

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

¿POR QUÉ MURIÓ EL FARAÓN TUTANKAMÓN?

No sigan las prácticas de las naciones que voy a arrojar de la presencia de ustedes, porque ellos cometieron todos esos actos, y me fueron repugnantes. (Levítico 20:23).

El faraón Tutankamón es una estrella de la «jet set» arqueológica. Su tumba es la única que, en 1922, se halló intacta, con más de cinco mil utensilios de oro puro. Fue un hallazgo arqueológico sensacional. Su máscara mortuoria lo muestra apuesto y juvenil.
Durante mucho tiempo las relaciones familiares de Tutankamón fueron un misterio. Se creía que su padre era el faraón hereje Amenhotep IV, que cambió su nombre por Akenatón. El descubrimiento de la momia de Akenatón en 1907 y el examen de ácido desoxirribonucleico (ADN) que se le practicó hace poco permitieron certificar que, en efecto, era el padre de Tutankamón.
Pero ¿quién fue su madre? ¿La bellísima reina Nefertiti, o Kiya, la otra bellísima esposa de Akenatón? Para dilucidar este misterio se analizó el ADN de Tutankamón. El método usado constituye una verdadera epopeya de la ciencia.
Pero el análisis del ADN no aclaró sino que ahondó el misterio. Ni Nefertiti ni Kiya eran la madre de Tutankamón. ¿Quién fue entonces la progenitora del famoso faraón? En la misma tumba de Amenhotep III, donde se encontraron las momias de Akenatón y sus dos esposas, se hallaron dos misteriosas momias clasificadas como la «Vieja Dama» y la «Dama Joven».
El análisis demostró que eran dos de las cinco hijas de Amenhotep III, o sea, hermanas de Akenatón. El ADN demostró que la «Dama Joven» era hermana de padre y madre de Akenatón. Es decir, este se casó con su hermana y tuvo con ella a Tutankamón. El incesto era práctica común entre la realeza egipcia. La Biblia dice que lo era entre todas las naciones cananeas.
¿Por qué le parecía tan abominable el incesto a Dios? Probablemente por lo que dice el doctor Zahi Hawass, director del famoso estudio de Tutankamón, en un artículo publicado en la edición de septiembre de 2010 de National Geographic: «Como descendencia de la unión entre dos hermanos, [Tutankamón] debe haber tenido un pie torcido congénito que hacía del acto de andar algo doloroso y difícil. [...] La endogamia debió haberle impedido tener hijos con su esposa que, probablemente, era su media hermana».
La humanidad no aprende. No todo lo que aprueba la mayoría agrada a Dios. ¿Tú crees que de verdad la senda que recorres es la correcta? Ciertas acciones te pueden parecer descabelladas al principio, pero la presión de grupo y el hecho de que «todos lo hacen», provoca que pierdan fuerza en tu mente. Si no tienes cuidado, puedes llegar a hacer cosas que nunca hubieras pensado.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

"LES DARÉ UNA NUEVA MENTE"

Os daré corazón nuevo. Ezequiel 36:26.

En la Biblia se revela la voluntad de Dios. Durante todo el tiempo este Libro ha de conservarse como una revelación de Jehová. Los oráculos divinos fueron entregados a los seres humanos para ser el poder de Dios.  Las verdades de la Palabra de Dios no son meros sentimientos, sino las declaraciones del Altísimo. Quien hace de estas verdades una parte de su vida llega a ser en todo sentido una nueva criatura. No se le dan nuevos poderes mentales, pero la oscuridad que por la ignorancia y el pecado ha nublado el entendimiento se ha desvanecido.
Las palabras: "Un corazón nuevo pondré dentro de ti" significan: "Te daré una mente nueva". Este cambio de corazón siempre está acompañado de un claro concepto del deber cristiano y una comprensión de la verdad. La claridad de nuestra visión de la verdad será proporcional a nuestra comprensión de la Palabra de Dios. Quien presta cuidadosa y devota atención a las Escrituras, obtendrá una comprensión clara y un juicio sólido, como si al volverse a Dios hubiera alcanzado un grado más alto de inteligencia.
La Palabra de Dios, estudiada y obedecida como debe ser, dará luz y conocimiento. Su estudio fortalecerá la comprensión. Al entrar en contacto con las verdades más puras y exaltadas, la mente se ampliará, y el gusto se refinará.
Dependemos de la Biblia para un conocimiento de la historia temprana de nuestro mundo, de la creación de la vida humana y de la caída. Quiten la Palabra de Dios y todo lo que puede esperarse que quede son fábulas y conjeturas; y el debilitamiento del intelecto, como el resultado seguro de albergar el error.
Necesitamos la historia auténtica del origen de la tierra, de la caída de Lucifer y la introducción del pecado en el mundo. Sin la Biblia seríamos confundidos por las falsas teorías.
La mente estaría sujeta a la tiranía de la superstición y la falsedad... Dondequiera que estén los cristianos, pueden tener comunión con Dios. Y pueden disfrutar el conocimiento de la ciencia santificada...
Aférrese a la frase "escrito está". Expulse de la mente las teorías peligrosas, importunas, que si se albergan, colocarán a la mente en cautiverio para que no lleguemos a ser criaturas en Cristo.— Review and Herald, 10 de noviembre de 1904; parcialmente en Mente, carácter y personalidad, tomo 1, pp. 97, 99, 101.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White