domingo, 14 de abril de 2013

¿A QUÉ SABE LA SALSA DE TOMATE?

¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! Dense cuenta de que los antepasados de esta gente trataron así a los falsos profetas (Lucas 6: 26).

El paladar humano distingue unos pocos sabores fundamentales: salado, dulce, ácido, amargo... y umami. Este último es difícil de definir. Es el sabor proteínico que añade cuerpo a los alimentos, que encuentras, por ejemplo, en la sopa de pollo, la leche materna, la salsa de soya, los champiñones y en el tomate cocido. Hace casi treinta años, las empresas de manufactura de alimentos procuraban producir el alimento con el sabor perfecto. Una comida que gustara a todos los paladares. Pero finalmente se dieron cuenta de que eso no existe. De alguna manera todos somos diferentes y el éxito para la industria alimentaria consiste en tener una variedad apropiada de productos para satisfacer los diversos gustos de sus clientes. Como resultado, en los supermercados puedes encontrar una gran variedad de sabores y texturas para el mismo tipo de alimentos.
Existe, curiosamente, una salsa de tomate que ha logrado mezclar e incluir en más o menos concentraciones iguales los cinco sabores fundamentales para el paladar humano: es salada, dulce, acida y amarga al mismo tiempo. Por supuesto, también tiene una cantidad apropiada de sabor umami. En cierta manera les da a todos algo de lo que quieren recibir.
La vida cristiana no puede ser, sin embargo, como esta salsa de tomate. Un cristiano no puede satisfacer a todas las personas con quienes convive. De acuerdo con el Antiguo Testamento, una característica de los falsos profetas es que tratan de complacer a todos los oídos (Isa. 30: 9-11; Miq. 2:11; Jer. 5:31; 23:16,17). Jesús, por ejemplo, era perfecto; sin embargo, no todos lo admiraban. Jesús era totalmente bueno; sin embargo, no todos lo amaban. ¿Por qué hubo personas que no pudieron amar a Jesús, siendo él tan bueno? Sencillamente porque los que aman el mal odian a la luz (Juan 3: 20). La sola presencia del bien reprocha la maldad y el error. Esta es la raíz de toda persecución.
No te preocupes si no les caes bien a todas las personas. Debes tener cuidado de hacer siempre lo correcto y hacerlo con amabilidad, así como Cristo lo hacía, pero no esperes que todos te amen. Lo importante es que Dios te dé su aprobación. Busca la sonrisa de Dios.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

DIQUE DE CASTORES

Lugar: Luisiana, EE.UU.
Palabra de Dios: Apocalipsis 21:18,19,21.

Habían construido su casa con dinero, miles y miles de dólares en efectivo. Los billetes verdes estaban por todas partes. Pero, a sus peludos habitantes no les importaba. Los castores habían encontrado billetes mojados, y decidieron usarlos. Así es como sucedió.
Un ladrón, de alguna manera, logró escapar con 70 mil dólares en efectivo. Tiró las bolsas con dinero a un arroyo cercano, planificando volver a buscar el dinero más tarde. Pero, los castores lo encontraron antes. Entretejiendo los billetes mojados con palitos y malezas, se construyeron una linda represa. No rompieron los billetes, solamente los usaron.
Cuando las autoridades se enteraron de que el ladrón había arrojado el dinero al arroyo, fueron a investigar. Y entonces fue cuando descubrieron el dique lleno de dinero, construido por par de inocentes castores. Los castores habían estado viviendo allí, rodeados de riqueza... pero eso no les importaba en lo más mínimo.
¿Alguna vez leíste la descripción de la Nueva Jerusalén de Apocalipsis 21? Esto es lo que dice: "La muralla estaba hecha de jaspe, y la ciudad era de oro puro, semejante a cristal pulido. Los cimientos de la muralla de la ciudad estaban decorados con toda clase de piedras preciosas" Y allí enumera todas las piedras preciosas: jaspe, zafiro, ágata, esmeralda, ónice, cornalina, crisólito, berilo, topacio, crisoprasa, jacinto y amatista. "Las doce puertas eran doce perlas, y cada puerta estaba hecha de una sola perla. La calle principal de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente".
¿No suena increíble? ¡Y pensar que nosotros viviremos allá! Pero ¿sabes qué? Al igual que los castores, no nos importará la riqueza que nos rodea. Lo mejor de estar allá será que viviremos con Jesús.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

DIOS ES BONDADOSO, NO SOLAMENTE PODEROSO

Los ojos de todos se posan en ti, y a su tiempo les das su alimento. Abres la mano y sacias con tus favores a todo ser viviente. El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras. El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad. Salmo 145:15-18.

Cuando reconocemos el poder de Dios, nos sentimos inmensamente maravilladas. Al meditar y reflexionar en su obra creadora, y en cómo con el solo dicho de su boca fueron hechos los cielos, la tierra y el universo entero, nos embarga un sentimiento de profunda reverencia, respeto y reconocimiento. Exclamamos así como el salmista: «Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan» (Sal. 24:1).
Tú y yo somos parte de esa obra extraordinaria, ¡alabado sea el Señor! Sin embargo, no existimos nada más por el poder de su boca, también es porque somos producto de su gran bondad. El Señor es bondadoso en todas sus obras.
Nuestro Dios es poderoso, pero además también desborda de bondad hacia todas sus criaturas, entre ellas tú y yo. Esto nos lleva, no solo a verlo en su trono coronado de poder, sino que también lo vemos acercarse a nosotras lleno de ternura y compasión incalculable. Tenemos un Dios que ha sido hombre, y que por tanto puede comprendernos y acompañarnos en todas nuestras situaciones.
La bondad de Dios es tan grande e infinita como su poder. Está siempre dispuesto a ser benévolo con los seres humanos y no escatima bendiciones para sus hijos. En el Salmo 145:9 se reafirma la bondad de Dios cuando el salmista dice: «El señor es bueno con todos; él se compadece de toda su creación».
Es por su gran bondad que abrimos los ojos cada mañana. Su amor se manifiesta en cada latido del corazón. Él es quien da energías a nuestros músculos para que podamos movernos y caminar para cumplir con nuestros deberes diarios. Él es quien hace fluir cada gota de sangre por nuestras venas y arterias para que la vida sea posible.
Amiga, segura en el poder de Dios y refugiada en su benignidad, acércate a su presencia cada día, confiada en que mientras su poder te preserva la vida, su bondad satisfará todas tus necesidades. El Señor es bueno y lo será aún más, si estás dispuesta a convertirlo en tu proveedor cotidiano.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

EL SIERVO INFIEL

Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra. Mateo 25:24, 25.

La enseñanza de esta parábola es clara. Todos los dones de intelecto o propiedad que alguien pueda poseer le han sido confiados. Son los bienes del Señor y han de ser usados para su honor y su gloria. Han de ser mejorados y aumentados por el uso, para que el Señor reciba intereses sobre ellos. Pero el Señor no recibe intereses de muchos talentos, porque al igual que el siervo infiel, aquellos a quienes se les han confiado los invierten donde no reciben aumento.
Todos en cuyos corazones se acaricia el egoísmo oirán las tentaciones de Satanás y harán la parte del siervo infiel y perezoso. Esconderán el tesoro que se les confió, y descuidarán el uso de sus talentos para el Señor... Han sembrado escasamente, o nada, y segarán escasamente. Pero aunque el Señor les ha dicho esto en palabras demasiado claras para ser malinterpretadas, acarician la insatisfacción en su corazón y se quejan de que el Señor es un amo duro, que se los ha tratado dura e injustamente...
Hoy día muchos que dicen conocer a Dios hacen lo mismo. Hablan de una manera quejosa y descontenta de los requerimientos del Señor. No acusan directamente a Dios de ser injusto, pero se quejan de todo lo que toca el asunto de usar su influencia o sus medios en su servicio. Sea quienes fueren, si aquellos a los que el Señor ha confiado sus dones no aprovechan su dote, si no cooperan con los ángeles celestiales al intentar ser una bendición para otros seres humanos como ellos, recibirán la denuncia del Señor: "Siervo malo y perezoso; tuviste mis dones para usarlos, pero no los usaste... Tú, que pensabas que sabías tanto, me representaste malvadamente e hiciste que otros pensaran que yo era injustamente duro y exigente. 'Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes' (Mat. 25:30)". En ese día, estos siervos infieles verán su error y advertirán que al colocar egoístamente sus talentos donde el Señor no recibí ni intereses, no solo han perdido todo lo que tenían, sino que también perderán las riquezas eternas.— Review and Herald, 5 de enero de 1897.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White