sábado, 30 de abril de 2011

UN FUTURO SEGURO

Se vislumbra esperanza en tu futuro: tus hijos volverán a su patria, afirma el Señor (Jeremías 31:17).

Hace varios días que mi hijo pequeño está enfermo. Ha tenido una fiebre muy alta y me duele profundamente ver sus ojitos cansados, cuando generalmente son tan vivos. Creo que lo que más puede afectarnos como madres es la enfermedad de uno de nuestros hijos. Generalmente no podemos comprender como ese inocente cuerpecito puede padecer las consecuencias de un mundo lleno de pecado. Estas situaciones ponen a prueba nuestra fe. Oramos y aparentemente no recibimos respuestas milagrosas de parte de Dios. No podemos saber lo que pasara un segundo más tarde. Solo nos queda aferrarnos a la seguridad de que Jesús es nuestro amigo y que ama a nuestros hijos mucho más que nosotras mismas.
Si estás pasando por esta desafiante experiencia en la que solo la fe puede darte fuerzas para vivir y seguir adelante, te invito a que entones este himno.
«Nada se sobre el futuro, / desconozco lo que habrá, / Es probable que las nubes / mi luz vengan a opacar. / Nada temo del futuro / pues Jesús conmigo esta. / Ya no más tendré temores, / pues él sabe lo que habrá. / Muchas cosas no comprendo / del mañana con su afán, / más un dulce amigo tengo / que mi mano sostendrá. / Mi sendero es más brillante / cuando gozo de su amor. / Más ligeras son mis cargas / cuando voy a mi Señor. / Cuando llegue a las mansiones / que en la gloria preparo, / ya no más tendré temores, / pues conmigo él ha de estar.
No te desesperes si oras y vuelves a orar y no recibes lo que tanto anhelas. La seguridad de que Dios está a tu lado a pesar de todo puede ser la única arma eficaz contra el desánimo de parte de Satanás. Dios desea que creas en el en todo momento.
El universo entero contempla tu fe, una fe que no está sujeta a circunstancias, sino que se mueve y se agiganta por el amor que existe entre Dios y tú. No resulta fácil mostrar ese tipo de fe, pero si confiáis en tu Dios él te recompensara.
La fe es la seguridad de un presente confiable y de un futuro glorioso.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LA TAREA DE LOS ÁNGELES

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de La salvación? Hebreos 1:14.

¿Cuánto sabes de los ángeles? ¿Conoces su ministerio según lo describe la Biblia? Últimamente han salido a la venta varios libros que contienen relates de personas que cuentan como en momentos difíciles fueron socorridos por seres que desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos. Muchos de ellos sostienen haber conversado con estos seres y hasta transmiten sus "mensajes" a modo de testimonio. Algunos de estos libros proponen categorías de ángeles según sus características, y hasta proponen nombres para identificarlas.
Más allá de lo que estas personas pretendan haber vivido, es importante conocer a la luz de las Escrituras que son los ángeles y para que están. La Biblia es la única fuente segura de conocimiento, ya que los demonios también son ángeles y pueden disfrazarse de seres enviados por Dios.
En primer lugar, el hombre es "un poco menor que los ángeles" (Sal. 8:5). Los ángeles hacen guardia "alrededor de los que le temen [a Dios], y los defiende[n]" (Sal. 34:7), pero también pueden ejecutar los juicios divinos (2 Sam. 24:16). Fueron testigos de la creación del hombre y del mundo (Job 38:4-7), y participa-ron en el nacimiento del Señor Jesús y en su resurrección (Luc. 2:13,14; 24:4). El único nombre que cita las Escrituras de uno de ellos es Gabriel, que apareció a Daniel para que el profeta entendiera la visión (Dan. 8:16), a Zacarías para informarle del nacimiento de su hijo Juan (Luc. 1:19) y a María para anunciarle que sería la madre del Salvador del mundo (vers. 26).
Después de hacer una extraordinaria descripción de la divinidad de Jesús, el autor de Hebreos habla de la actividad angelical en el cielo y eleva la pregunta: "¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?" Así como toda la Deidad está interesada en tu salvación y tu crecimiento espiritual, también los ángeles, esos "espíritus ministradores" que nunca cayeron en pecado, desean ayudarte para que tu vida se asemeje a la vida de Jesús. Ellos velan por tu seguridad y están para socorrerte, pero lo que más anhelan es que vivas en armonía con Dios y su voluntad. Y cuando venga Jesús, ¡qué alegría sentiremos al conocer a nuestro compañero angelical! "¿Que sensación le producirá conversar con el ángel que fue su guardián desde el primer momento!" (La educación, p. 305).

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

DADIVOSIDAD

Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 2 Corintios 9:7.

El amor de Dios para con el ser humano se expresó en el bendito acto de entregar, donar y sacrificar. Lo dio todo; nada guardo para sí. Entrego su propia vida. Si tuviera que volver a hacerlo un millón de veces, no hubiese dudado en hacerlo. Amaba al ser humano, y nada impediría rescatarlo.
La dadivosidad divina es la expresión de su misericordia; es el lenguaje de su amor. Dios no escribió su amor por ti con letras doradas, en un papel perfumado; lo escribió con sangre, en la cruz.
Cada vez que el ser humano da, está reflejando el amor de Cristo, que habita en su corazón. No es un deber del cristiano. Es la expresión de la paz interior; la alegría de saberse feliz. Solo da quien ama; y solo ama el que fue alcanzado por el amor divino.
El llamado que Pablo hace, en el versículo de hoy, es el llamado a ingresar en el círculo del amor. El mundo perece por falta de amor. Los hogares necesitan palabras y expresiones de amor. Hay corazones, cerca de ti, que son tierra desértica que necesita de una palabra de amor como si fuese una gota de agua.
Cada uno de como propuso en su corazón, dice el apóstol. Es necesario proponerse: proponerse es determinar, tomar la decisión. Crear conciencia de la necesidad y hacerlo. ¿Por qué? Porque, aunque hayamos conocido el evangelio, el corazón continua siendo humano y egoísta.
Es precise buscar a Dios y pedirle que nos dé un corazón capaz de amar, y de pensar que los otros también sufren y enfrentan dificultades, y que no somos el centro del universo.
Hoy es un día de muchos desafíos para ti. Asume como uno de ellos la dulce misión de amar y de ser feliz. Por increíble que te parezca, cada vez que das eres bendecido con el maravilloso sentimiento de saber que aliviaste el dolor ajeno. ¡Y eso te hace feliz! Pensar en los demás hace un bien que no se puede comprar con dinero ni se puede recibir en la sala de un psicoanalista.
Enfrenta la lucha de este nuevo día recordando: "Cada uno de como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

viernes, 29 de abril de 2011

AGUA VIVA – 2ª PARTE

Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed ni venga aquí a sacarla (Juan 4: 15).

Ayer contemplábamos a Jesús sentado junto al pozo de Jacob. Elena G. de White narra magistralmente la escena: «El Rey del cielo se presentó a esta paria de la sociedad, pidiendo un servicio de sus manos. El que había hecho el océano, el que rige las aguas del abismo, el que abrió los manantiales y los canales de la tierra, descanso de sus fatigas junto al pozo de Jacob y dependió de la bondad de una persona extraña para una cosa tan insignificante como un sorbo de agua» (El Deseado de todas las gentes, p. 162).
¿Te dicen algo especial estas palabras? Jesús comprende tus problemas, porque el también los vivió. Pero sabe que tus necesidades van más allá de las carencias materiales. Tu mayor necesidad es la de un encuentro personal con tu Salvador. Beber del agua de vida no te libera de las penurias de este mundo, más bien te ofrece la seguridad de un mundo sin ellas.
Jesús acudió para salvar a aquella mujer. ¿Que faltaba ahora? La decisión de ella. El agua estaba, solo debía tomarla y reconocer que Jesús podía limpiarla.
«Sacia mi sed, te pido, Señor. / Llena hoy mi vaso con tu amor. /Agua viva dámela con plenitud, / lléname, sacia tu mi corazón. / En la fuente terrenal yo buscaba / la sed de dicha mitigar. / Oí a mi Señor que hablaba: / "Sacia tu sed con agua eternal".
Estas pueden haber sido las palabras de la mujer samaritana. De hecho, el agua que Cristo le ofreció, surtió efecto en ella. La Biblia asegura que, dejando su cántaro, se fue a los suyos para contarles lo que había ocurrido, y por su testimonio muchos se beneficiaron de esa misma agua de vida eterna.
¿Deseas tú, como aquella mujer samaritana, poner a un lado lodo lo que te impide llegar hasta Jesús y aceptar sus palabras como el agua viva que traerá salvación a tu vida? Si es así, clama desde lo más profundo de tu ser: «Sacia mi sed, te ruego, Señor. Llena hoy mi vaso con tu amor».
«Pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed jamás» (Juan 4: 14).

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

ESCUCHANDO LA CONCIENCIA

Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo. Romanos 9:1.

Según el Nuevo diccionario de la Biblia, la definición de "conciencia" es: "Concepto de voz interna que permite al ser humano tener cierto discernimiento entre lo bueno y lo malo" (p. 239). Si bien la creencia popular dice que quienes actúan según los principales de su conciencia son personas "débiles", es importante escuchar lo que esa voz interna sugiere, especialmente cuando ha sido alimentada con los principios bíblicos.
Ese fue el caso de Alphonse Lutringer, empresario jubilado de unos setenta años que no soporto el peso de su conciencia. Sus vecinos le preguntaron varias veces por su esposa, pero a todos, incluso a los familiares de ella, les respondía que lo había abandonado. Un primo de su esposa, sospechando alguna situación rara, convenció a las autoridades de Francia que investigaran el asunto. Los investigadores encontraron que la ropa, las joyas y otros elementos personales de la desaparecida estaban en la casa. Además hallaron manchas de sangre en un colchón, y el diario íntimo de ella terminaba bruscamente en una determinada fecha. Al ser interrogado, Lutringer perdió el equilibrio emocional y confeso que había matado a su mujer. Poco después se suicidó.
El apóstol Pablo aclaro la relación entre la conciencia humana y la obra de Dios en el hombre: "Mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo". Es decir, Dios no solo obra en sus hijos para producir los frutos del Espíritu, sino que también alimenta la conciencia de aquel que acepta la conducción divina.
Esa voz interior no está puesta por Dios para torturarte, sino para que con su ayuda puedas vencer las tentaciones y derrotar al enemigo. La conciencia trata de prevenir, de alertar y de amonestar a fin de que te apartes de aquellos caminos que te traerán dolor y angustia en el futuro. Lutringer actuó sin pensar en su conciencia y termino abrumado por el peso de la culpa.
Esa triste experiencia no debiera ocurrir en ningún cristiano sincere, por-que la conciencia alimentada por el Espíritu ayuda a prevenir la conducta problemática o nos anima a volver a Dios después de haber errado. Permítele al Espíritu Santo que te hable a través de tu conciencia, y tu vida espiritual crecerá en el cumplimiento del plan de Dios para ti.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EN JESÚS

Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido ensenados, abundando en acciones de gracias. Colosenses 2:7.

Jazmín se sentó sobre una enorme piedra, frente al mar, y suspiro. ¿Recuerdos robados de la vida? ¡Si! Jazmín vivía de ellos; los disfrutaba. Ella dirigía las escenas en sus sueños. En ese mundo suyo, nadie la hería ni la rechazaba, ni la hacía sentir inferior. En ese universo que a diario construía, no había motivos para llorar.
El frio del agua traída por una ola la hizo volver a la realidad. Sacudió sus pies mojados. Miro a lo lejos, y sonrió. Allí todo era bello. ¿Cómo no creer en Dios, ante aquel cuadro fascinante que acuarela ninguna podría pintar?
Dentro de ella, sin embargo, no había belleza; solo el resentimiento y la amargura. Su corazón era un mar turbulento. ¡Contrastes de la vida!
Se quedó un buen rato contemplando el mar. Observe las olas salvajes, que golpeaban la roca bajo sus pies. Volvió a sonreír: aquellas ondas furiosas agredían inútilmente a la roca. Ella, señora del mar, parecía mirarlas socarronamente, como si dijese: "¿Se cansaron ya de golpear?"
Jazmín entendió el mensaje. ¿Por qué las actitudes ajenas la herían tanto? Ella no era roca; era pobre arena del mar. Hoja seca, pluma arrancada, papel hecho pedazos.
El consejo bíblico de hoy es: "Arraigados y sobreedificados en El". ¿En quién? En la Roca de los siglos, que resistió los vendavales de la injusticia humana, y murió perdonando a los que lo clavaban en la cruz.
En tus horas de dolor y de lágrimas, aparta los ojos de ti; de tus dolores, de las injusticias que las personas cometen contra ti, y dirígelos a Jesús. Agradécele por el dolor y por las circunstancias adversas, y veras que tu cielo se despeja. Y entenderás que, por detrás de las nubes oscuras, había luna y las estrellas brillaban en todo su esplendor.
¿Qué cosas no andan bien en tu vida? qué desafíos te esperan afuera? ¿Que te hicieron las personas? No temas. Deposita tu confianza en Jesús, y parte sin temor, recordando el consejo bíblico: "Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido ensenados, abundando en acciones de gracias".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

jueves, 28 de abril de 2011

AGUA VIVA – 1ª PARTE

El que oye diga: ¡Ven! 'Y el que tiene, sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida (Apocalipsis 22:17).

En los tiempos del Nuevo Testamento, las mujeres estaban relegadas socialmente a un plano de inferioridad con respecto al varón. Se las consideraba como instrumentos para la procreación, útiles para poco más. Sin embargo, la historia de la mujer samaritana junto al pozo de Jacob llega a mi mente rompiendo barreras y presentando posibilidades amplísimas dadas por Jesús a las mujeres.
El sol del mediodía era abrasador. ¿Te has preguntado alguna vez por qué esta mujer escogió esta desventajosa hora para ir a sacar agua del pozo? La única explicación que existe es que era una mujer marginada, rechazada por la sociedad debido al tipo de vida que llevaba. No quería que la vieran. Pero aunque intentaba ocultar su pasado y su presente, descubrió que para Dios no hay nada oculto.
He aquí el encuentro de Jesús con esta mujer. Léelo detenidamente, puedes obtener lecciones valiosas para tu propia experiencia personal: «Cansado estaba Cristo del camino / cuando a la fuente de Jacob llego. / Desde Samaria la mujer que vino / de la fuente viva, agua le pidió. / ''Si conocieras la voz que te había / y que te dice: soy el don de Dios. / Tu clamarías: ¡Dame el agua viva, / cual fuente de vida que de Horeb broto!'"».
Cuando queremos echar mano de relatos bíblicos para saber cómo presentar el mensaje de salvación a las almas que vagan perdidas en las tinieblas del pecado, con frecuencia utilizamos este texto como manual de instrucción. Jesús, magistralmente y en forma muy sencilla, dejo un patrón digno de imitar para que las personas comprendan el plan de salvación. Pero hubo muchos otros sucesos de su vida que nos dejan una enseñanza maravillosa para saber cómo acercarnos a aquellos que aún no lo conocen.
El hecho de que Jesús hiciera esa larga caminata para encontrarse con aquella mujer me dice que si yo hubiese sido la samaritana, también Jesús habría hecho todo lo posible para encontrarse conmigo y brindarme la salvación. ¿Te parece importante para tu vida saber que Jesús hace cualquier cosa para encontrarse contigo?
El agua de vida sigue vertiendo su manantial de salvación.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LOS FRUTOS DEL CRECIMIENTO

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22, 23.

Hay ciertas evidencias de nuestro crecimiento en la vida. Si ves a un ni-nito que apenas está dando sus primeros pasos, pensaras que tiene alrededor de un año de vida. Si ves a otro que balbucea sus primeras letras al intentar leer, podrás estimar que tiene entre seis y siete años. A aquel que le da vergüenza cuando le dicen que esta de "novio", es posible que tenga entre nueve y diez años.
Estas "tareas" muestran que etapa de la vida se está viviendo, y cada una de ellas produce "frutos" diferentes. Quien aumenta en edad y no avanza, se lo llama "inmaduro", mientras que quien avanza más rápido de lo "normal" a su edad, se lo tilda de "adelantado".
En la vida espiritual ocurre algo similar. El apóstol Pablo enumero nueve virtudes o "frutos" asociados con la madurez espiritual de una persona. En este aspecto, su propósito no fue que juzgáramos a nuestro prójimo para decidir en qué nivel se encuentra su crecimiento espiritual, sino que el deseo del gran apóstol fue que cada cristiano se evalúe personalmente y aspire a poseer todos los frutos del Espíritu.
El primero de ellos es el amor, y ese amor debe ser manifestado no solo hacia quienes te quieren, sino también hacia los que te ofendieron y te hicieron mal. El segundo nombrado es el gozo, y se refiere al gozo de vivir cada día con Jesús, al gozo que produce su voluntad en el corazón santificado. El otro es la paz: la tranquilidad y serenidad que proviene de una buena relación con Dios y con el prójimo. A continuación se nombra la paciencia, la capacidad de esperar aquello que vale la pena. El quinto fruto es la benignidad o amabilidad, y es la característica de hacer sentir cómodos a los que nos rodean. El siguiente es la bondad, y este fruto es saber compartir y dar cariño y atención a quien lo necesita. El séptimo fruto es la fe: la confianza en Dios y en su Palabra. También se enumera la mansedumbre o humildad, y esta virtud te permite permanecer con un perfil bajo aunque tengas el mayor éxito. Finalmente se enumera la templanza o dominio propio, la capacidad de no dejarse dominar por las circunstancias.
Si haces un análisis en tu vida y te comparas con esta lista, ¿sientes que te falta crecer? No te preocupes, recuerda que el Dador de los frutos desea concedértelos en la medida que tú se los pidas.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¡PRUEBAS, PRUEBAS!

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas. Santiago 1:2.

Hacia algunos meses que Maira olvidaba las cosas. Su mente retrocedía, acelerada, hacia algún lugar donde ella se escondía. En ese extraño mundo, el olvido no tenía importancia; ni los recuerdos. Tampoco la alegría o la tristeza. Aquel universo estaba construido de vacío. Ella andaba, aparentemente insensible, por los rincones de su propio universo.
Pero, la familia sufría. La tenían como referente. El esposo había fallecido varios años atrás, y ella era la matriarca. Verla en ese estado los dejaba como un dia sin sol.
Fue en esas circunstancias que la hija mayor me busco, con una pregun-ta: ^Por que Dios no la hace descansar? ¿Qué sentido tiene la vida, en ese estado?
¡Pruebas! Las encontramos todos los días. El versículo de hoy usa la expresión "diversas pruebas". El enemigo viene por todos los lados: es la pérdida del empleo; un divorcio doloroso; el descubrimiento de que el hijo está en las drogas; la traición del mejor amigo; las injusticias del trabajo, en fin...
Pero, Santiago dice que debes alegrarte cuando te veas atravesando el valle de las pruebas. ¿No es demasiado pedir? En el original griego, la palabra "pruebas", peirasmos, literalmente significa estado de lucha mental en el que te ves inclinado a separarte de Dios.
Tal vez, esto lo explique todo. Cuando el enemigo coloca pruebas en tu camino, su objetivo es separarte de Dios; hacerte creer que es el Señor quien te envía el dolor. Si en ese momento te vuelves en contra de Dios, el enemigo ha logrado su objetivo. Pero, si en el instante de la prueba te vuelves hacia Dios, entiendes que el dolor puede constituir un instrumento de edificación.
Todo depende de la perspectiva de la realidad. El presente estado de cosas no es el fin; no juzgues las actitudes divinas cuando el trabajo aún no ha sido terminado. Si tu visión del mundo es materialista, las pruebas son motivo de tristeza. Si es espiritual, serán motivo de agradecimiento y de gozo. Es en el fuego que el oro se refina. ¡Y tú eres oro!
Por eso hoy, a despecho de lo que puedas estar viviendo, levanta las manos al cielo y agradece. Después, parte confiado para enfrentar las dificultades de la vida. Porque, "hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

miércoles, 27 de abril de 2011

MÚSICA EN EL CIELO

El hijo mayor estaba en el campo Al regresar, cerca de la casa, oyó la música y las danzas. (Lucas 15:25).

La música es capaz de expresar los sentimientos más disimiles del ser humano de modo que en cualquier parte del mundo se entiendan. Hay distintos tipos de música, esta aquella compuesta para llenar de alegría cualquier festividad, pero también la escrita pensando en los que están de luto, porque han perdido temporalmente un ser amado. Pero la muerte es solo un sueño y muy pronto será quitada de nuestro mundo por la mano poderosa de nuestro Salvador, por lo que esperamos cielos nuevos y tierra nueva donde viviremos eternamente al lado de nuestro amante Redentor.
Ya sea en el dolor o en la alegría siempre habrá motivos para elevar alabanzas a Dios. Hoy, por ejemplo, es para mí un privilegio alabar al Señor porque hace algunos años permitió que mi hermano menor naciera. El texto de hoy nos habla de un hermano que no veía motivos para la alabanza. Quizás tu también sientas que no vienes motivos para agradecer y alabar. Tal vez en lugar de estar celebrando un año más de vida estés atravesando momentos difíciles, pero sean cuales fueren tus circunstancias, de algo puedes estar segura: Dios nunca te ha abandonado y eso es más que un motivo para alabarlo.
Muy pronto tú y yo, que estamos en el campo de batalla de este mundo, nos acercaremos a la casa de nuestro Padre y escucharemos una música llena de alegría, de júbilo y de amor. Una música que proclamara que este mundo perdido en el vasto universo, este mundo desgastado por el pecado y agotado por los años de maldad quedara atrás para dar paso a un mundo nuevo, glorioso y restaurado por la gratia redentora de nuestro amante Padre.
¿Oyes el canto de victoria en melodía angelical? El hijo que estaba en el campo no lo escuchaba, pero cuando se acerco a la casa de su padre no tardo en percibir los sonidos. Acércate hoy a la casa de tu Padre celestial. Ya se escucha la melodía de victoria que anuncia la proximidad de tu Salvador. Hay fiesta en el cielo por ti.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

"GUARDA TU CORAZÓN"

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. Proverbios 4:23.

La vida de Jesús en las páginas de la Biblia es una constante inspiración para el crecimiento espiritual. Sus enseñanzas, su amor, su ejemplo de vida irán nutriendo tu vida de tal manera que aprendas a interpretar tu mundo desde un punto de vista espiritual.
Pero existen algunos obstáculos que el enemigo introduce para que tu crecimiento se detenga y hasta llegues a rebajarte espiritualmente, y es necesario que los recuerdes. El utiliza las "avenidas del alma", tus ojos y tus oídos, para que tu corazón se vaya corrompiendo y separando cada vez más de la inocencia y la santidad que Jesús desea darte. Te muestra basura y te hace escuchar obscenidades. Procurara que te alejes de la Fuente de la vida eterna y te parezcas cada vez más al gran rebelde.
Presta atención a todo lo que puedes ver en la televisión, en las películas o en Internet. ¿Te edifica espiritualmente? ¿Lo podrías ver junto a Jesús? ¿O te lleva a rebajar tus normas y principios? Muchas veces la academia del cine de Hollywood da premios a películas inmorales o degradantes. Esto no es extraño, porque muchos de los que otorgan esos galardones ignoran por completo la vida del Salvador como modelo para los creyentes. En cambio, tú y yo si sabemos.
El mismo peligro está presente en lo que escuchas cada día, a través de los medios antes mencionados o en la música que te agrada. ¿Cuáles son sus mensajes? ¿Alaban a Dios o alaban al sexo, a los vicios, al placer y a la vida disipada? Muchos de los cantantes que reciben grandes premios y que son aplaudidos mundialmente, están muy lejos de dejarse llevar por el Espíritu Santo; honran al "príncipe de las tinieblas" y transmiten sus mensajes a miles de adolescentes y jóvenes que no ponen atención a lo que escuchan.
¿Quieres crecer espiritualmente? "Guarda tu corazón; porque de él mana la vida". Cuida con un celo santificado todo lo que desea alojarse en tu interior a través de tus ojos y oídos. No te permitas corromper, alejándote del Gran Modelo. Elije con sabiduría lo que se presente ante tu vista y no te dejes seducir por los valores del mundo; muchos de ellos son inspirados por el gran engañador.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

FIDELIDAD

El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Lucas 16:10.

"Nando despierta sudoroso. La noche le ha parecido interminable. Los vidrios de la ventana están húmedos, como su cuerpo, y el recuerdo de sus sueños lo perturba.
Siempre le ocurre lo mismo. Últimamente, tiene la sensación de que las cosas no andan bien; su mundo interior se desintegra. Trata de buscar la razón en el archive de su memoria, y no encuentra un motivo lógico para sentirse de ese modo.
Pero, Nando conoce la razón. Intenta racionalizar su conducta; sin embargo, su inconsciente no acepta sus argumentos. Viene informando un gasto que no realiza, y la empresa le paga por eso. Es una cantidad pequeña; nadie, jamás, descubrirá lo que hace. Pero, a partir de aquel instante, siente que las cosas no se ajustan dentro de él.
El versículo de hoy había de la fidelidad en las cosas pequeñas. Detalles diarios que nadie percibe; gotas insignificantes que caen de la canilla mal cerrada y que, a fin de mes, elevan la cuenta a una cifra escandalosa.
No te cuides solamente de los grandes errores. La vida está compuesta de detalles. Son las partículas que componen la materia; diminutas células que mantienen el cuerpo vivo. Al final de la historia, muchos entenderán que corrieron la carrera equivocada. Se cuidaron de las fieras gigantescas, y permitieron que bacterias insignificantes invadiesen su cuerpo.
Las pequeñas victorias te preparan para las grandes conquistas; las insignificantes derrotas son la sabana que envuelve el cadáver del gigante vencido. Lo dijo el propio Señor Jesús.
Pide a Dios que te ayude a ser fiel en los detalles diarios. Apaga la luz que no usas; guarda la tinta que sobró; cambia la lámpara intermitente; cierra la puerta; arregla el techo que gotea... en fin. Abre los ojos a las cosas pequeñas, y espera la victoria en lo trascendental.
Haz de este día una Jornada especial de detalles. Dale importancia a lo común. Acaricia a las personas amadas, saluda al vecino, arregla la posición del florero, ordena tu escritorio... Porque "el que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

martes, 26 de abril de 2011

SED BIENVENIDOS

Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. (Mateo 25:34).

Cuando pienso en la segunda venida de Cristo, viene a mi mente el momento en que los redimidos entraremos en las mansiones celestiales. Creo que la bienvenida que allí recibiremos será una de las cosas más emocionantes que hemos de experimentar jamás. ¿Te imaginas un coro gigante de ángeles uniendo sus voces para darte la bienvenida? Momentos antes eras un ser mortal, que se hallaba bajo la maldición del pecado, y ahora, totalmente transformada, puedes entonar el cantico celestial de victoria. ¿Puedes experimentar ya el tipo de gozo que eso supondrá?
Recuerdo gratamente la apertura de uno de los congresos juveniles a los que asistí hace algunos años. Un doble cuarteto masculino ofreció una hermosa bienvenida interpretando el himno que a continuación comparto contigo: «Las puertas de los cielos muy pronto se abrirán, / la multitud de santos entraran/ y con los que durmieron creyendo en el Señor / la vida eterna habremos de gozar. / ¡Oh, que gozo incomparable encontrarnos con Jesús! / Y escuchar su voz bendita, decir con tierno amor: / "Sed bienvenidos, a vuestro hogar celestial entrad. / Sed bienvenidos, todo pesar ya quedo atrás. / Sed bienvenidos, fieles discípulos de mi grey. / Sed bienvenidos, sed bienvenidos / donde yo estoy que por siempre estés. / La eterna mansión, la eterna mansión. / Conmigo, conmigo gozad.
¿Hay algo que supere en magnificencia esta escena? En el año 2000, mi esposo y yo tuvimos el privilegio de visitar la ciudad de Toronto, en Canadá, y de compartir con miles de hermanos que asistieron al Congreso Mundial de la Iglesia Adventista la gloriosa esperanza de vivir muy pronto como una sola nación al lado de nuestro Salvador. Fue impresionante escuchar en varios idiomas la letra del himno «Nos veremos junto al rio». Si eso fue impactante, ¿cómo será la gran bienvenida que me dará" el Rey del universo cuando mis pies traspasen las hermosas puertas de perlas? ¿Deseas tú también tener esa increíble experiencia?
Vive el presente escuchando el canto de bienvenida que te dará Jesús.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL MEJOR EJEMPLO

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os vosotros también hagáis. Juan 13:15.

En lo que va de este mes hemos considerado varios recursos que pueden contribuir a nuestro crecimiento espiritual. Pero ¿hasta dónde es posible crecer? ¿Cuál es el ideal al que podemos aspirar los cristianos? La respuesta es obvia: Jesús. Él es el gran Modelo, es la meta máxima de crecimiento, es el objetivo que todo cristiano debería tener y procurar alcanzar.
Su santidad reflejada en las páginas de la Biblia supera por lejos los conceptos mundanos de santidad. Usualmente se le da el nombre de "santo" a una imagen dentro de un templo católico, o a hombres y mujeres que murieron y que la misma iglesia canonice como "santos". A veces se le aplica este adjetivo al chico más callado y "bueno" del aula donde estudias.
En el caso de Jesús, las Escrituras le dan el significado más estricto de la palabra "santo", porque a lo largo de sus 33 años de vida en esta tierra nunca peco (Heb. 4:15). Sus pensamientos, sus deseos, sus palabras y su vida siempre estuvieron en armonía completa con la voluntad de su Padre. No hubo tentación, no hubo provocación, no existió una invitación a la que Jesús accediera para alejarse siquiera un ápice de la ley divina. Su vida es el ejemplo máximo de santidad y al que todo cristiano debe aspirar en su crecimiento espiritual.
Jesús deseaba que la iglesia que estaba naciendo con el liderazgo de sus apóstoles no fuera a errar el blanco, por eso les señalo la meta del siguiente modo: "Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis".
Pedro debía dejar de ser impetuoso y confiado en sí mismo, y debía aprender a confiar en Jesús; Tomas debía dejar la incredulidad que lo dominaba y aprender a creer plenamente en las promesas de su Maestro; Santiago y Juan debían dejar de ser "hijos del trueno" para comenzar a ser "hijos del Altísimo". Cada discípulo debía compararse con el gran "Yo Soy" y de él aprender a vivir.
¿Con quién te comparas en tu crecimiento espiritual? ¿Quieres ser como el pastor de tu iglesia? ¿Como alguno de tus padres? ¿Deseas ser como algún anciano al que admiras por su vida religiosa? Todos ellos pueden ser muy buenos referentes, pero para que ellos sean grandes cristianos, deben mirar a Jesús, el Modelo perfecto de crecimiento espiritual. No te equivoques, deja que Jesús dirija tu vida, y tu vida espiritual crecerá día a día.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

RESISTIR

Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Efesios 6:13.

Octavio me miraba con sus ojos entornados, de fracaso e impotencia. Casi llegue a ver las telarañas que escondía en su mundo de frustraciones. En esa mirada, no había alegría; solo pesimismo. Eran dos baúles de promesas incumplidas.
He encontrado mucha gente como Octavio; para ellos, la victoria espiritual es solo un sueño. Nadie diría que se conformaron con una vida fracasada; ¡no! Luchan y se esfuerzan. No aceptan ser esclavos de vicios y de hábitos destructivos. Quieren proferir el grito de libertad; pero, cuanto más se esfuerzan, menos logran.
El versículo de hoy ensena el secrete de la victoria. El apóstol desarrolla el pensamiento a partir del versículo 10. Advierte que nuestra lucha no es contra un ser humano, sino contra un ser espiritual maligno. Lo llama "Príncipe de las tinieblas, en las regiones celestiales".
Después, concluye: "Por tanto"; en otras palabras: "Ya que es así". Ya que el enemigo que enfrentas todos los días es un ser espiritual, toma la armadura de Dios con el fin de que puedas resistir en el día malo. No te atrevas a luchar en solitario.
¿Sabes lo que es la "armadura de Dios"? El propio Dios, su compañerismo diario, su Espíritu en ti. Aquí, volvemos al mismo punto: el cristianismo es vida de compañerismo diario con Jesús. Vivir la vida normal, pero dirigiendo los pensamientos hacia Jesús: al comprar un vestido; al ingresar en un restaurante; en la escuela o en el lugar de trabajo. Tener siempre la conciencia de que el Señor Jesucristo está a tu lado. Desde que amanece hasta que anochece; en invierno o en verano. Cada instante.
Hoy puedes iniciar esta experiencia de comunión con Jesús. Si lo haces, te sentirás más seguro ante las dificultades y en la hora de la tentación. En vez de concentrarte en ti mismo y tratar de ser un vencedor con tus propias fuerzas, le contaras a tu amigo, al lado, lo que estas sintiendo; y, maravillosamente, veras como desaparece la tentación y te vuelves victorioso.
"Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

lunes, 25 de abril de 2011

LA VÍA DOLOROSA

Despreciado desechado entre los hombres, varón de dolores experimentado en sufrimiento; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado y no lo estimamos. (Isaías 53:3).

Triste y doloroso lamento profético el que lanzo Isaías. A veces pienso cuan difícil debió de ser para los profetas que precedieron a Cristo anunciar la forma cruel en que el Mesías, tan esperado por Israel, iba a ser tratado por su propio pueblo. Casi puedo ver las lágrimas derramándose sobre la pluma, dejando una huella de dolor en cada palabra.
¿Cómo describir esa senda regada con el desprecio, la burla, la ingratitud y la ignorancia? El futuro debía parecer cruel a todos esos profetas. Pero ese futuro, que para nosotros ya es pasado, se ha convertido por la gracia divina en la garantía de una vida gloriosa. Comparto hoy contigo una descripción de ese hecho en forma musical.
«Por la vía dolorosa, triste día en Jerusalén, / los soldados abrían paso a Jesús. / Mas la gente se acercaba / para ver al que llevaba aquella cruz. / Desangraban las heridas que en su espalda recibió, / con espinas coronaron a Jesús / y su cuerpo tambaleaba / bajo el peso agonizante de esa cruz. / Por la vía dolorosa, que es la vía del dolor, / como oveja vino Cristo, Rey y Señor. / Y fue el quien quiso ir por su amor, por ti y por mí. / Por la vía dolorosa al Calvario a morir. / Por la vía dolorosa, la furiosa multitud: / "¡Crucifíquenle!" gritaban a Jesús, / pero algunos le lloraban / porque amaban al que llevaba aquella cruz. / Por la vía dolorosa, que es la vía del dolor, / como oveja vino Cristo, Rey y Señor. / Y fue el quien quiso ir por su amor por ti y por mí. / Por la vía dolorosa al Calvario a morir. / La sangre que el vertió en la cruz por mi / las calles mancho de Jerusalén.
Esa senda que fue trazada con sangre garantizo nuestra vida eterna. Una vida que llega hoy ante ti proponiéndote una trayectoria victoriosa. ¿Estas dispuesta a caminar por esa senda?
La senda del dolor es dura, pero es la senda de la victoria. No ternas atravesar por ella.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EN BUSCA DEL PERDÓN

Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloro mientras hablaban. Génesis 50:17.

En el día de ayer hablamos del perdón desde el punto de vista del ofendido y el deber cristiano de perdonar. Hoy nos referimos al ofensor, aquel que procura restablecer alguna relación rota por un error suyo.
Este aspecto del perdón tampoco es sencillo. Requiere mucha humildad, ya que incluye doblegar la tendencia a justificar el error. Recuerdo a un joven que soporto varias veces que un jugador contrario le pegara patadas en un juego de futbol, pero finalmente se vengó y le pego de tal forma al agresor, que tuvimos que llevarlo al médico.
Cuando converse con el joven, le pregunte si estaba arrepentido y deseaba pedir perdón, a lo que respondió: "El empezó todo, yo lo único que hice fue defenderme".
Más allá de quien inicio el pleito, si nosotros erramos, debemos ir en busca del perdón. Necesitamos humildad, sumisión y disposición para escuchar cosas que quizá nos desagraden, pero el ejemplo de los hermanos de José registrado en las Escrituras es perfecto para ilustrar esta enseñanza.
Ellos habían sentido envidia de José y no podían soportar la manera en que su padre prefería a este hijo nacido de su mujer amada. Lo llegaron a odiar por sus sueños, en los que ellos aparecían como siervos delante de un hombre al que consideraban "inferior" por ser menor que ellos. Siguiendo los dictámenes de sus corazones no convertidos, decidieron deshacerse de él y lo vendieron como esclavo.
En el gran tablero de la vida, José quedo "con las fichas ganadoras". Confirmo lo que sus sueños anunciaban y sus hermanos llegaron con humildad ante su presencia en busca de alimentos. Cuando lo reconocieron, sintieron temor y le pidieron perdón por los errores cometidos en años pasados. Para que José no pensara en vengarse de sus diez hermanos, ellos nombraron a Jacob, y mostraron su deseo de proteger al hermano menor: Benjamín.
Es posible que tu también hayas actuado mal con tus padres, tus hermanos, algún amigo, un profesor o un compañero de clases. Quizás en ese momento se rompió la relación que tenías con alguno de ellos, y en el fondo de tu corazón sabes muy bien que fue tu responsabilidad. No dejes pasar el tiempo, acercate a esa persona con mansedumbre y humildad y pídele que te perdone. En el cielo, ese acto de desprendimiento y modestia no pasara desapercibido.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¡RECONCILIADOS!

Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. Romanes 5:10,11.

“¡Esta vida me mata! Me mata su absurdo; si, el absurdo de la rutina me aniquila silenciosamente. La rabia de ser todos los días yo, la oficina, este maldito escritorio, el vértigo de los ventiladores, la soledad de tantos rostros... todo me mata".
Perla escribía esas palabras mientras rumiaba el dolor de su rutina diaria. Se asfixiaba de monotonía. Lloraba en silencio. Se sentía cansada de vivir, e intentaba desahogar su espíritu garabateando la historia de su vida.
Todos los días, en todos los lugares, caminan Perlas, de muchas razas y de muchos colores; idiomas diferentes, tamaños variados. No importa el país ni la cultura. Son seres que sufren la agonía de estar vivos, sintiéndose muertos.
Ese es el estado diario de "enemigo". Éramos enemigos, menciona Pablo; vivíamos alejados de Dios, peleados, en situación de guerra. El ser humano, reñido con Dios, no tiene manera de ser feliz. Carga un vacío existencial que lo acompaña a todos lados, y le recuerda que es "enemigo".
Todos, independientemente de lo que creamos o no, provenimos de las manos del Creador, y solo seremos completes en él. La ausencia de Dios causa, en la criatura, una sensación de rutina y de monotonía, la vida pierde sentido, y el trabajo diario de vuelve enfadoso y cansador.
¿Para qué? Te preguntas, mientras tratas de cumplir obligaciones que no te proporcionan satisfacción. Pero, el amor de Dios por ti se revela en el hecho de que te reconcilio con él, al entregar al Señor Jesucristo para morir por ti.
Ahora, reconciliados, exclama Pablo, seremos salvos. Salvos ¿de qué? Del pecado. Pero, también del vacío, de la rutina agobiante, de la monotonía de ir sin saber hacia dónde.
¡Despierta a la vida! Deja entrar la luz divina en tus días oscuros. Permite que el Sol de justicia ilumine cada rincón de tu existencia, y parte hoy, para el cumplimiento de tus deberes diarios, seguro de que, con Jesús, la vida se transforma en una eterna primavera, llena de horizontes infinitos.
Recuerda que "si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

domingo, 24 de abril de 2011

RAZÓN DE VIVIR

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron he aquí todas son hechas nuevas. (2 Corintios 5:17).

El nuevo nacimiento es un misterio que ocurre en nuestro interior, una nueva oportunidad de vida surgida de un encuentro personal con el Dios que se hizo hombre y habito entre nosotros. Los misterios, así como los milagros, no se pueden explicar, solo sentir.
¿Cómo y cuándo ocurre el nuevo nacimiento? Nadie lo puede predecir. Lo cierto es que cuando el corazón humano se enfrenta al amor divino, queda despojado de todo orgullo, vanidad, egoísmo y rencor, para dar cabida a ese amor que penetra hasta lo más profundo del ser. Quizás tu pasado no sea tan dramático como el de la mujer adúltera, pero el pecado siempre aflige.
«Tal vez te preguntes cuál es tu razón de vivir. ¿Por qué Dios se empeña en preservarte la vida? A continuación, te doy varias razones para que encuentres tu respuesta, y sobre todo para que encuentres a Jesús, quien se encargara de poner tu vida en su lugar, porque él está deseando obrar ese milagro en ti.
«Razón de vivir me diste cuando yo no tenía. / Me tendiste tus brazos cuando el mundo me abandono. / Me diste alegría cuando solo sentía amargura. / Me diste amor cuando nadie me quiso amar. / Cambiaste mi llanto y mi lamento en gozo. / Todos mis sueños trajiste a la realidad. / Tú me miraste con ojos de amor y ternura. / Me diste amor cuando nadie me quiso amar. / Es por eso, Señor, que te amo. / Y es por eso que yo te amare. / Cambiaste mi vida y mi corazón, /y una nueva criatura ya soy. / Por eso, Señor, yo le canto. / Y por eso, yo te alabare. / Me diste amor cuando nadie me quiso amar».
¿Ahora sabes cuál es tu razón de vivir? Si te atormenta tu pasado, si crees que tu presente carece de sentido, si te sientes como una carga para los demás, o simplemente estas inconforme contigo misma, vuelve a leer los versos anteriores y, aunque no conozcas la música, sentirás que tienes muchas razones para decirle a Cristo: «Gracias, Señor tu amor me ha dado una razón de vivir».

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

¿CUESTA PERDONAR?

No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo jehová. Levítico 19:18.

¿Te cuesta perdonar? Muchos tienen este problema. Mientras que algunos olvidan y perdonan rápidamente las ofensas recibidas, otros tienen que acudir a la fuerza de voluntad y a la oración para volver a entablar aunque sea una mínima comunicación.
Más allá de los sentimientos individuales, el Padre de amor que reina en los cielos nos invita a todos a poseer el mismo espíritu de perdón que el posee. Cada cristiano sabe que no perdonar crea un serio impedimento para recibir el perdón de Dios. La oración modelo implica esta relación en su frase dedicada al perdón: "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores" (Mat. 6:12).
Phan Thi Kim Phuc es un verdadero ejemplo de la capacidad humana para perdonar. Era una niña de nueve años cuando se desato la guerra de Vietnam y su hogar fue bombardeado por los norteamericanos. Mientras corría a la calle, se liberó de sus ropas en llamas y con el cuerpo muy quemado, intento alcanzar socorro. Luego se enteró que dos de sus primos habían muerto en el ataque. Después de varios meses en el hospital, logro recuperarse y aunque credo como practicante budista, en 1982 se convirtió al cristianismo.
Años más tarde, ya adulta, en un encuentro con veteranos de guerra de Vietnam, Phan se encontró con el comandante John Plummer, un coordinador del ataque a la aldea donde había vivido en su niñez. Este hombre, al verla y conocer su historia, no dejo de pedirle perdón, a lo que Phan accedió y con un abrazo fraternal le dijo: "Esta bien, todo bien. Yo te perdono, yo te perdono".
Es posible que también a ti te hayan herido. Todos en algún momento fuimos heridos por alguien, todos hemos sufrido por causa de otros. Todos hemos sido afectados sentimental o físicamente alguna vez; pero más allá de lo recibido, las Escrituras nos invitan a contemplar al Salvador crucificado. En el momento en que sus verdugos estaban clavando sus manos y pies sobre el madero, de sus labios se escuchó la oración: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen" (Luc. 23:34).
Esos verdugos fuimos tú y yo, porque Jesús sufrió esa muerte por tus pecados y por los míos. No hay nadie en este mundo que quede excluido, no hay nadie que no sea culpable de la muerte del Hijo de Dios, pero todos nosotros estamos cubiertos por la oración intercesora de perdón y amor del Salvador. Y como todos estamos incluidos en su perdón, todos también tenemos el deber de perdonar a quienes nos ofendieron.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EN AQUEL TIEMPO

En aquel tiempo dice Jehová, me llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali. Oseas 2:16.

No sé por qué tenía la sensación de que aquella mañana seria especial para mí. Aparentemente, era una como cualquier otra. Me levante, desayune frutas y cereales; abrí la Biblia, y me puse a buscar un versículo que tocase mi corazón, que hablase a mis necesidades y me ayudase a ser una persona mejor.
Entonces, llamo mi atención este versículo. Aparentemente, nada decía. Había dos palabras hebreas que parecían complicar el pensamiento. Pero, el libro de Oseas es el libro de la gracia, y si este texto estaba alii, debía tener algún mensaje especial.
"En aquel tiempo", empieza diciendo Dios. El Señor se proyecta hacia el futuro; a un tiempo en que, finalmente, sus hijos entenderían la esencia del cristianismo. "Me llamaras Ishi y nunca más me llamarás Baali". ¿Que significa eso? En el original hebreo, Ishi es esposo, amado. Baali, señor, más relacionado con el sentido de patrón.
Dios desea llevarte a vivir la maravillosa experiencia del amor. Él no quiere que lo veas como un dios rígido, exigente, con una vara en la mano, listo a castigar la desobediencia de sus vasallos. Dios desea que desarrolles, con él, una experiencia de amor. Como la esposa lo hace con el esposo
Un día, en Jericó, vino a Jesús un joven angustiado, y le pregunto: "¿Que hare para tener la vida eterna?" La respuesta de Jesús tenia, como objetivo, llevar a ese joven a la dimensión del amor. Obedecer por obedecer no tiene valor, para los fines espirituales. La obediencia solo es válida cuando es la expresión de un profundo amor por Jesús.
Por eso, él lo dejo todo allá, en el cielo, y vino a esta tierra a morir por ti. Lo que más desea es conquistar tu corazón. Te ama. Y, cuando alguien ama a una persona, no desea someterla a una vida de servidumbre y de miedo, sino llevarla a pasear por los floridos jardines del amor.
¿Qué tipo de dios es el tuyo? ¿Baali, aquel que te observa con ojos vigilantes, de capataz? ¿O Ishi, aquel que te ama y quiere que le entregues el corazón?
No saigas de casa, hoy, sin repensar tu cristianismo. ¡Es hora de amar! Cuando el amor de Jesús inunde tu corazón, veras que fácil es llevar los frutos del amor. La noche se hará día, y la tristeza, alegría.
"Aquel tiempo" es ahora. "En aquel tiempo, dice Jehová, me llamaras Ishi, y nunca más me llamaras Baali".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

sábado, 23 de abril de 2011

UNA PUERTA NO FORZADA

Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a él y cenare con él y el conmigo. (Apocalipsis 3:20).

Desde la antigüedad el ser humano ha venido elaborando diversos, métodos para lograr que sus bienes estén a salvo. Desde los candados y las rejas hasta los más digitalizados sistemas de alarma y cerraduras, todos persiguen el mismo fin: aferrarse a lo material.
Seguramente habrás visto en más de una ocasión el cuadro que representa a Jesús llamando a una puerta. En una ocasión, alguien comento que ese cuadro no estaba completo, porque le faltaba algo muy importante: el picaporte; a lo que el pintor certeramente argumento: «No le falta, porque lo tiene por dentro» Sí, esa es la única puerta que se abre solamente desde adentro. Aunque existe el peligro de que Satanás trate de forzar dicha cerradura, nunca podrá hacerlo a menos que tú decidas abrirla.
Una pequeña comentaba con su mama lo frustrada que se sentía porque a veces hacia cosas que no quería y otras veces, lo que sabía que debía hacer, no lo hacía. Si, esta es la inquietud bíblica que vemos reflejada en el capítulo 7 de Romanos. De pronto, la niña dijo: «¡Ya se! ¡Tengo la solución! Cuando Satanás venga a tocar a la puerta de mi corazón, en lugar de tratar de echarlo por mí misma, le diré a Jesús que lo haga el; estoy segura de que cuando Satanás lo vea, se ira sin decir nada».
¡Simpática y sincera reacción! Pero aunque propia de la inocencia de una niña, contiene toda la sabiduría del mundo, pues esta es la única forma de vencer sobre el mal. En cuanto al llamado de Jesús para tu vida hoy, lee estas palabras: «Jesús a tu puerta llamando esta, / quiere a tu vida entrar. / Te ofrece amor y perdón sin igual, / no le hagas más esperar. / Si tu hoy quisieras dejarle entrar / Su dulce paz sentirás. / Recíbele pronto, no te pesara. / El esperándote está».
¿A quién le abrirás la puerta de tu corazón? Antes de comenzar las actividades de este día, pídele a Jesús que sea el único huésped en tu corazón.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

RENOVACIÓN Y CAMBIO

Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitare de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y hare que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. Ezequiel 36:26, 27.

Dios nos ofrece en su Palabra todos los recursos necesarios para encontrar la paz interior. Si cada pecador recurriera a las Escrituras y pusiera en práctica sus consejos para la restauración espiritual, los psicólogos tendrían menos trabajo.
Pero el Señor no termina su obra con el perdón de los pecados, sino que la continua a través de su Espíritu y obra una transformación en el pecador que lo convierte en una nueva criatura.
Esa transformación es muy distinta a la que los hombres suelen realizar, y un ejemplo de ello es el difunto cantante Michael Jackson. Comenzó a cantar junto a su familia desde pequeño y poco a poco fue conquistando los corazones de sus oyentes. A principio de la década de los ochenta, logro llegar a la fama mundial con su música y con ello obtuvo la fortuna económica. Nunca explico que pretendía cambiar, pero a partir de allí comenzó a hacer-se cirugías y mas cirugías hasta quedar irreconocible. Cambio de nariz, de piel, de color de los ojos. También cambio sus labios, su mentón, y hasta el color de la piel. Pero, ¿te atreverías a afirmar que este cantante cambio realmente? Existió un cambio físico, pero eso no lo transformo en otra persona.
A través del profeta Ezequiel, Dios promete sacar el corazón de piedra del ser humane (el corazón lleno de pecado), colocarle un corazón de carne y poner en el su Espíritu Santo para que sienta placer en guardar los estatutos y preceptos que las Escrituras nos dan. En otras palabras, Dios no se conforma con perdonarnos, quiere cambiarnos radicalmente para que no volvamos a caer en el pecado.
Jesús, tu Salvador y gran Amigo, quiere que desde ahora y por la eternidad vivas como un ciudadano del reino de los cielos. Su estrategia: darte un nuevo corazón, transformarte por completo e implantar en ti el deseo de vivir según su voluntad.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¡CONGRÉGATE!

Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20.

La mañana esta fría aquí, en Santa fe. No me gusta esta época del año. Las hojas secas, caídas en el suelo, me recuerdan las consecuencias tristes del pecado. Hace rato que estoy aquí, tratando de desarrollar el pensamiento del texto que tengo delante de mí. Oro a Dios, y nada viene a mi mente. Me preocupo. Falta poco tiempo para entregar este manuscrito, y no llegue siquiera a la mitad del trabajo.
Súbitamente siento el frio helado de estas montañas acariciando mi rostro, y empiezo a escribir. ¡Es maravilloso! Descubrir que soy un instrumento, en las manos de Dios, para llevar una palabra de consuelo al joven herido, al anciano triste y a la madre desesperada. Tener libertad, páginas en blanco, y todas las palabras guardadas en un rincón del alma.
No lo sé; quizás estuvieron allí todo el tiempo, como en un nido acogedor, y yo no lo percibía. Pero, aquí estoy, para decirte que la vida no puede ser vivida aislada de las otras personas; que necesitas de los demás; que el carbón, retirado del brasero, en poco tiempo pierde su calor y su brillo.
Cuando el Señor Jesucristo pronuncio estas palabras, las dijo mientras hablaba del tema del perdón. Inclusive, Pedro le pregunto: "¿Cuantas veces perdonare a mi hermano?" El Maestro estaba explicando a sus discípulos lo difícil que resulta convivir con otras personas, a pesar de haber sido convertidas.
Cada ser humane es diferente del otro; cada uno tiene una personalidad. La creación divina es una acuarela viva: muchos colores, muchas formas, variadas personalidades; un mundo vasto y diversificado. Es natural que convivir con los demás no sea fácil, aun dentro de la iglesia.
A pesar de eso, fuimos creados con el fin de vivir en permanente dependencia unos de los otros, extendiéndonos la mano, perdonándonos y aceptándonos con nuestras diferencias.
Nada es motivo para aislarse y vivir separado; mucho menos para decir que porque alguien dijo algo que no te gusto debes abandonar la iglesia.
Revisa tu manera de pensar. Dios tiene su iglesia en esta tierra. Es como un cuerpo: cada ser humano es un miembro, y el buen funcionamiento del cuerpo depende de la salud de cada miembro.
Recuerda el consejo de Jesús: "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

viernes, 22 de abril de 2011

LAS HUELLAS

En el mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas; tus pisadas no fueron halladas. (Salmos 77:19).

Siempre me ha gustado caminar por la orilla de la playa y ver como mis huellas, aunque fugaces, son testigos de mi estancia en ese lugar. El versículo de hoy habla de unas pisadas, testigos mudos de la travesía milagrosa del pueblo de Israel por el Mar Rojo. Este incidente me hace pensar en cuantas veces he tenido que atravesar mi propio Mar Rojo. ¿Te has encontrado tú también frente a tu Mar Rojo particular?
Creo que todas en alguna ocasión hemos tenido que dejar nuestras huellas en algún mar. Quizás ha sido el mar de la escasez económica, de la enfermedad, de la separación, de la traición... Sin embargo, es precisamente ahí donde resulta más importante buscar las huellas de Dios.
Pero algo aparentemente contradictorio sucede en esos mementos difíciles. Al parecer cuando miramos la arena de los momentos duros de la vida, solo vemos un par de huellas y, afligidas, lloramos y nos atormentamos pensando que estamos solas, que Dios se ha olvidado de nosotras y que no tenemos fuerzas para continuar. Si te has sentido así, para ti es la letra de esta hermosa canción: «Hay dos huellas en la arena / dibujadas a tu lado, / y al caminar por la arena, / cuatro huellas van quedando. / Pero, al llegar la tristeza / y el dolor tan solo quedan / dos huellas que son de Cristo, / que en sus brazos hoy te lleva. / Si te sientes sola y triste / por momentos en la vida, / piensa en Dios que está a tu lado / y de ti nunca se olvida. / Mas si dudas un instante / de su protección divina, / mira sus huellas benditas / dibujadas en la arena.
El texto de hoy señala que aunque las huellas de Dios no fueron halladas, el pueblo de Israel en todo momento sintió su presencia con ellos. No olvides que si caminas al lado de Jesús, no fracasaras, porque su camino puede ser escabroso, pero siempre es seguro. Dile hoy en oración: «Tómame, haz firmes mis pisadas y pon confianza en mí corazón.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LA DULCE SEGURIDAD DEL PERDÓN

El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Miqueas 7:19.

Todos los pecados son iguales a la vista de Dios. Su divina gracia derramada en la cruz hizo provisión para cubrir el pecado del rencor como también el del violador o asesino en todos los casos en que haya un verdadero arrepentimiento. No importa el daño que se haya hecho, cuan bajo se haya caído, cuan terrible sean las consecuencias, la sangre de Jesús es suficiente para limpiarnos a todos.
Pero para los seres humanos hay grandes diferencias entre un pecado y otro, no solo por las consecuencias sociales que tengan, sino también a nivel de la conciencia.
Un hombre que conocí en una clase de Escuela Sabática, pidió que oráramos por él y su sentido de culpa. Hacía muchos años, cuando vivía en un barrio peligroso de Buenos Aires, un hombre airado le apunto y le disparo con su arma. Como el también estaba armado, se tiró al suelo, dio un giro, y disparo con tal puntería que le dio a su agresor en la frente. Todo el asunto fue a juicio y la corte encontró a este hombre inocente, ya que el otro había disparado primero y el había actuado en defensa propia. Pero aunque el jurado lo hallo sin culpa, su conciencia no le daba paz por haber matado a un hombre. Muchas noches, después de aquel trágico suceso, revivía en pesadillas la escena del homicidio, y no sabía qué hacer para perdonarse y sentir alivio espiritual.
Dios no desea que nos encontremos en ese grado de angustia y desesperación por nuestros errores, y quiere que vivamos Felices sabiendo que podemos empezar de nuevo. Su amor, su misericordia y su perdón son tan infinitos como el mismo, y están al alcance de todos aquellos que con espíritu manso y humilde llegan a su trono de gracia. Todos los pecados tienen solución, todos pueden ser perdonados por Dios.
El profeta Miqueas procure ilustrar el perdón divino, y yo lo imagine del siguiente modo: Todos los humanos viajamos en un gran barco trasatlántico. Cada uno lleva sobre sus hombros una pesada bolsa de pecados, pero llega el Salvador y nos pide esa gran bolsa. Luego de tomarla en sus manos, la arroja "en lo profundo del mar". Esa bolsa se hunde para siempre y nadie tiene el poder para volver a tomarla.
El perdón divino también está a tu alcance, y el Dios de amor quiere concedértelo para que tengas paz y alivio espiritual. Nunca dudes de su perdón, porque el que realice la promesa se entregó por ti en la cruz para solucionar el problema del pecado.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¿CUAL ES TU DON?

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. 1 Corintios 12:4,6.

El teatro en que Jerónimo se presentaría aquella noche estaba lleno. El hijo volvía a casa; retornaba vencedor y famoso. Al contemplar la platea, diviso rostros conocidos: amigos de la infancia, adultos que lo animaron a continuar la carrera, gente querida, expectante y ansiosa por oír el concierto.
La felicidad del joven pianista habría sido completa si hubiese podido ver a su padre. Lo busco con la mirada por todas las butacas, y no lo vio. Sería mucho desear. El nunca había estado de acuerdo en que el hijo estudiase música.
"Te vas a morir de hambre", le había dicho muchas veces; "tienes que ser médico, como tu hermano". Pero, Jerónimo nunca imagine sus manos cortando un cuerpo, aunque fuese para salvar vidas. Sus dedos, largos y delgados, se deslizaban por las teclas del piano, arrancando notas capaces de emocionar a los corazones más insensibles.
En pocos segundos, su mente viajo al momento triste de su partida, cuando salió de su tierra natal en busca de sus sueños. Todavía recordaba, con dolor, las últimas palabras del padre: "Vas a volver, un día, derrotado y pobre".
Sacudió la cabeza disimuladamente, se colocó frente al piano y empezó a volar en las alas de la música, como si estuviese en medio de ángeles. Fue una hora y media de suspiros, exclamaciones y aplausos. ¡Una noche de gloria, con sabor especial de nostalgia!
De vuelta en el camerino, mientras se enjugaba el intenso sudor con un pañuelo blanco, fue sorprendido por la voz del padre: "Perdón, Jerónimo. Vine solo para pedirte perdón". Como un relámpago se volteó. Allí, cerca de la cortina azul, el padre lo miraba, avergonzado y orgulloso. Avergonzado por el error que cometiera; orgulloso del hijo que, a pesar de los obstáculos, se transformara en un vencedor.
Dios es un Dios de muchos colores y muchas formas; de melodías infinitas y variedades sin fin. Dios es Dios. "Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo", dice Pablo. Trata de descubrir tu don, y respeta el don de los demás. Nadie es mejor que nadie; todos somos necesarios en el jardín de Dios.
Por lo tanto, no te desanimes, a pesar de las dificultades que la incomprensión humana pueda presentarte. Sigue el rumbo de tus sueños, seguro de que "hay diversidad de operaciones, pero Dios que hace todas las cosas en todos, es el mismo".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

jueves, 21 de abril de 2011

UNA TIERRA BENDITA

Entonces él se levantó, tomó al niño y a su madre, y fue a tierra de Israel (Mateo 2:21).

La historia ha registrado en sus páginas el sacrificio de miles y miles de personas que dieron su vida por la tierra que las vio nacer. Su sangre se ha convertido en un símbolo de libertad, ya sea intelectual, política, cultural o económica.
Recuerdo las historias que mis abuelos y mis tías me contaban de sus antepasados cuando, alzados en el monte, luchaban contra España por la liberación política y económica de su patria. Admiro a esas personas, porque estuvieron dispuestas a renunciar a las comodidades que poseían para que otros después de ellos pudieran disfrutar de la libertad que ellos no pudieron gozar.
Pero hay una historia que roba toda mi atención. Esa historia también está marcada con sangre una sangre derramada por la vida y para la vida. Es la historia de alguien que dejo todo cuanto tenía riquezas y comodidades sin límites, para morar en una tierra yerma, carente de amor y de amistad. Esa historia se desarrolló en la lejana Palestina.
«Tierra bendita y divina / es la de Palestina, donde nació Jesús. / Eres de las naciones cumbre, / bañada por la lumbre / que derramo su luz. / Eres la historia inolvidable / porque en tu seno se derramo/la sangre, preciosa sangre / del unigénito Hijo de Dios. / Cuenta la historia del pasado / que en tu seno sagrado / vivid el Salvador, / y en tus hermosos olivares, / hablo a los millares / la palabra de amor. / Quedan en ti testigos muchos /que son los viejos muros de la Jerusalén. / Viejas paredes derruidas / que si tuvieran vida nos hablarían también.
La tierra de Palestina no es famosa por su posición geográfica ni por las riquezas que pueda tener. Lo grandioso de esa tierra, así como de nuestro planeta en general, es que Cristo Jesús, el Rey del universo, se dignó a vivir en ella. ¿Sabes por qué? Porque tú fuiste tan valiosa para el que estuvo dispuesto a dar su vida por ti.
Cuando mires a tu alrededor, recuerda que su sangre fue derramada en tu favor.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

CONFESIÓN Y PEDIDO DE PERDÓN

Mi pecado te declare, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesare mis transgresiones a Jehová; y tu perdonaste la maldad de mi pecado. Salmo 32:5.

Luego de haber reconocido sin excusas el pecado y de haber aceptado el arrepentimiento genuino que ofrece Dios, el pecador tiene el deber de confesarle a Dios todo el mal que realizo. Esta confesión, que viaja de labios humanos a oídos divinos, tiene que ser voluntaria, forjada en un corazón que desea perdón y transformación.
Cuando estaba en mi último ano de educación media, interno en un colegio adventista, una noche decidí escapar con Adrián, mi compañero de pieza. Utilizamos una ventana rota, salimos del dormitorio, saltamos un alambrado y finalmente nos encontramos fuera del predio. Luego nos vimos con un grupo de amigos con los que nos juntamos a conversar y a tomar gaseosas, y después de unas horas decidimos regresar al dormitorio.
Al llegar, vimos que la ventana rota estaba tapada por dentro y no teníamos otro modo de entrar que no fuera por la puerta principal (siempre custodiada por los preceptores). Tomando valor, entramos por esa puerta y para nuestra alegría nadie nos vio ingresar. Una vez estuvimos en nuestra pieza, y ya más tranquilos, llego un preceptor, que al vernos se asombró, porque le acababan de decir que habíamos salido del internado. Nos pidió disculpas "por pensar mal de nosotros" y se despidió.
Con Adrián nos remordió la conciencia, porque el preceptor no nos debía disculpas; los comentarios eran verdaderos y realmente nos habíamos escapado, así que juntamos valor y fuimos y confesamos nuestra arriesgada aventura.
Dios tampoco nos presiona ni obliga para que le confesemos nuestras culpas, sino que simplemente espera que lo hagamos voluntariamente. Esa confesión debe ser específica, es decir, cada pecado cometido debe ser nombrado y explicado. Además de perdonarnos, Dios desea fortalecernos para que no volvamos a caer en el mismo error.
El Padre de amor desea escucharte, perdonarte y darte una nueva oportunidad. Imita la experiencia de David. No le escondas nada al Señor, y tu conciencia vivirá en paz.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¡AH, EL AMOR!

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. 1 Corintios 13:4.

La carta decía, entre otras cosas: "Quisiera no creer en Dios. Tal vez así, no sufriría tanto; porque, si existe, jamás me perdonaría. Quizás ahora, en este laberinto infernal en el que me encuentro, pueda volver a ser el ser que soy y pocas veces he sido".
El resto de la carta hablaba de una vida escabrosa, llena de remordimiento, deseo de venganza y desesperación.
"Si Dios existe, no me perdonaría". Esta frase quedo golpeando mi mente durante un buen rato. A lo largo de mi vida, he tenido mucha dificultad para convencer a las personas de que Dios las ama, a pesar de lo que hagan o dejen de hacer.
El apóstol Pablo, escribiendo a los corintios, define el amor divino como sufrido y benigno. La palabra griega traducida como sufrido es makrotomeo, que literalmente significa "perseverar y esperar pacientemente".
La mente humana jamás entenderá el amor divino. El motivo es simple: cada vez que piensa en el amor de Dios lo hace desde su perspectiva humana. Y el amor humano, por más puro y sincere que parezca, está manchado por el egoísmo, propio de la naturaleza pecaminosa,
El ser humano solo ama cuando puede recibir algo a cambio. Ama por interés; por más dura que pueda parecer la idea. Por eso, le resulta difícil creer que Dios lo ame sin esperar nada de retorno; ¡por el simple hecho de amarlo! Pero, Pablo afirma que el amor de Dios es paciente y sufrido.
Sufre al ver a sus hijos transitando los peligrosos caminos de la destrucción; llora al ver a sus criaturas dirigiéndose temerariamente hacia la muerte; gime al ver a las familias destruidas, a los jóvenes en las drogas, a los hombres y las mujeres hundiéndose en la arena movediza de sus propios placeres.
¿Qué hacer? Los creo libres; con capacidad de escoger el bien o el mal, la vida y la muerte. Solo le resta sufrir, esperando que el pecador oiga, un día, la voz del Espíritu tocando a la puerta de su ser y anhelando que el hijo rebelde abra los ojos, para ver el peligro del sendero escabroso que eligió.
Hoy es un día de decisiones. Dios te ama. Haz de este día un día de alegría para Dios. Escoge la vida y camina con él. Y no lo olvides: "El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

miércoles, 20 de abril de 2011

SOLA NO ESTOY

No temas, porque yo estoy contigo (Génesis 26:24).

La soledad constituye para muchas personas su peor pesadilla. Pero sentirse solo no siempre implica estar solo físicamente. En ocasiones puedes estar rodeada de personas y, sin embargo, sentirte en la soledad más absoluta. ¿Has experimentado alguna vez esta sensación? ¡Terrible!, ¿verdad?
Nuestro mundo, cada vez más poblado, irónicamente impone una cada vez mayor soledad. Son muchos los hogares donde conviven personas extrañas que duermen y se alimentan juntos físicamente, pero no emocionalmente. Las necesidades del ser humano no se limitan a las físicas y materiales que por supuesto son importantes, sino que también incluyen las sociales, como la compañía de alguien que te comprenda, que te valore, que te ame incondicionalmente. Sin eso, una persona se siente incompleta.
Si le sientes sola aun cuando estas en medio de otras personas; si en tu trabajo únicamente encuentras el vacío de tener que cumplir una Jornada más; si tu hogar se ha convertido en un espacio compartido con muchas otras personas, si tu vida espiritual está vacía, hoy te traigo una promesa alentadora, un mensaje que puede cambiar tu fría soledad: en Jesús encontraras al mejor amigo, el que nunca te abandona, al que puedes acudir en todo momento, el que te da su amor. Un amigo incondicional, verdadero y fiel.
Haz tuyas estas palabras: «Sola no estoy, Jesús está a mi lado. / Amigo fiel que no me dejara. / Sola no estoy, en tempestad o en calma, / mi buen Jesús su protección me da. / Aunque la tempestad me agote / y el mundo me desprecie, / no temeré llevar su cruz. / Sola no estoy, mi compañero es Cristo. / De día y de noche fiel me cuidara. / Sola no estoy en el hostil camino. / Es mi broquel, me fortalecerá. / Así camino hoy con pleno gozo, / sola no estoy, Jesús conmigo esta».
¿Lo comprendes ahora? Puedes carecer de compañía humana, pero nunca de la compañía de ese amigo incomparable. Solo tienes que llamarlo, no por vía telefónica ni por internet, sino mediante la oración. Y allí estará, para compartir tu vida,
Jesús es un amigo a tiempo completo.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera