viernes, 24 de enero de 2020

EL VIAJE EN AVIÓN

Un día, Marcos tuvo que viajar en avión. La primera parte del viaje fue muy tranquila y agradable. La aeromoza Fue varias veces a donde él estaba. Le llevó libritos, papel, lápices de colores y jugo. Sin embargo, a cierta altura, repentinamente el avión comenzó a subir y a bajar y, por la ventanilla, Marcos vio relámpagos.
Entonces, una niña que iba en el asiento de enfrente comenzó a llorar, así que Marcos le dijo: «No tengas miedo, esto sucede solo porque hace mal tiempo en esta nube que estamos atravesando. Ya va a pasar. ¡Confía!». La niña se quedó tranquila gracias a las palabras que Marcos le dijo.

¿Y yo?
Jesús quiere que ayudes a los demás siempre que puedas.

Mi oración para hoy
Muchas gracias, Jesús, por cuidarnos en nuestros viajes.

En la Biblia leemos:
«Dios es quien me salva; tengo confianza, no temo» (Isaías 12: 2).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.

JACOB

Allí tuvo un sueño, en el que veía una escalera que estaba apoyada en la tierra y que llegaba hasta el cielo, y por la cual los ángeles de Dios subían y bajaban. Génesis 28: 12

—Comenzaremos esta mañana con la historia de Jacob —dijo el padre—-, que les voy a contar en primera persona.
Hola, soy Jacob. Fue muy triste para mí tener que dejar mi hogar. Me despedí de mis padres y salí huyendo de mi hermano Esaú. Cuando llegó la noche decidí dormir allí donde me encontraba. Simplemente puse una piedra por almohada y me dormí con mucho miedo. Lo hermoso fue que tuve un sueño.
Soñé con una escalera que llegaba hasta el cielo, y veía al Señor que me hablaba y me recordaba la promesa que originalmente le dio a mi abuelo Abraham acerca de que seríamos una gran nación y nos daría una tierra que nos pertenecería. Lo que me gustó fue que me dijo que estaría conmigo dondequiera que yo estuviera. ¡Cuán grande es el amor de Dios! A pesar de lo que yo había hecho, Dios todavía me amaba.
Cuando desperté, puse la piedra como señal y llamé a ese lugar Betel. Hice la promesa de que Dios sería mi único Dios y le daría el diezmo de todo lo que tuviera. Así que de allí salí y me dirigí a Harán, donde vivía la familia de mi madre Rebeca. Llegué al pozo del lugar y vi venir a una hermosa joven llamada Raquel; era la hija de Labán, mi tío, el hermano de mi madre.
Rápidamente me levanté y la ayudé a dar de beber a sus ovejas. Le dije que yo era hijo de Rebeca, y ella fue corriendo a avisarle a su padre, que vino a recibirme. Hacía años que el mayordomo de mi abuelo había llegado con ricos regalos; yo era pobre, no tenía nada que ofrecer, pero ofrecí trabajar para mi tío siete años a cambio de casarme con Rebeca su hija.
Tu oración: Querido Jesús, ayúdame a ser fiel en los diezmos y ofrendas.
 ¿Sabias que…. Jacob quiere decir suplantador?

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2020.
“DESCUBRE EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO”
Por: Noemí Gil Gálvez
Lecturas Devocionales para Menores 2020.

«DIOS NOS HA CREADO DE TAL MANERA QUE CUANDO NOS APOYAMOS UNOS A OTROS, FLORECEMOS». WILLIE ROBERTSON

El hombre de la gorra sacó su violín muy cerca de la entrada de la estación de metro. Abrió la funda y la dejó en el suelo, sugiriendo que aceptaría propinas, y comenzó a tocar una pieza de Bach. Continuó tocando por 45 minutos, mientras la gente pasaba a su lado, de camino al trabajo, en Washington, D.C. Cuando terminó, había juntado 32,17 dólares. Pero lo importante no eran las propinas. Aquel era un experimento de Gebe Weingarter, un columnista del Washington Post. Si uno de los violinistas más celebrados del mundo, Joshua Bell, tocaba un concierto disfrazado de mendigo en el metro, ¿lo apreciaría alguien?
La respuesta fue «no». Más de mil personas pasaron a su lado sin siquiera mirarlo. Solo siete se detuvieron a escuchar por un minuto o más. Joshua no tenía problemas en no ser reconocido, pero descubrió que los segundos luego de terminar de interpretar cada pieza eran muy extraños. No había respuesta. En una sala de conciertos, un estruendo de aplausos se habría elevado de entre el público, que previamente habría pagado una entrada de cien dólares para oírlo. En la estación de metro, solo había un incómodo silencio.
Nadie le dijo nada lindo a Joshua. No parecían darse cuenta de que era un músico de primerísimo nivel. Tampoco apreciaron el sonido de su violín, de 3 millones y medio de dólares.
Supongo que Joshua prefiere tocar en una sala de conciertos, donde la audiencia aprecia la buena música. Y esa es la misma razón por la que vamos a la iglesia. Para crecer como cristianos, queremos estar cerca de otros que también aman a Jesús y que pueden animarnos para que seamos semejantes a él.
Cuando nos alejamos de la iglesia, la gente a nuestro alrededor puede desestimar nuestra fe cristiana y desanimarnos. Seremos como Joshua, que interpretaba música hermosa para gente ocupada que no sabía valorarla.
Cuánto mejor es interpretar tu vida en compañía de personas que aprecian al Señor. Kim
«El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo espiritualmente» (l Cor. 2:14).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

LA PACIENCIA: UN FRUTO IMPRESCINDIBLE

«Ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia» (Sant. 5:7).

Una mañana, me impacienté con mis dos hijos. Eran apenas las cuatro y yo estaba avanzando en la escritura de este libro que tienes en tus manos, cuando ellos se levantaron y vinieron a mi lado. Con su presencia y sus comentarios interrumpían constantemente mi progreso, a pesar de que yo me negaba a atenderlos para no perder el paso. “Aguardar con paciencia” no era mi prioridad en aquel momento, más bien todo Lo contrario. Pero Dios usó esa oportunidad para recordarme algo que nunca debí haber perdido de vista: la paciencia es fundamental, tanto en la prosecución de nuestras metas, como en nuestras relaciones personales y nuestra fe en el Señor.
Un pasaje de la Biblia que nos ayuda a desarrollar La paciencia es el que encontramos en Santiago 5: “Tengan paciencia y manténganse firmes, porque muy pronto volverá el Señor. Hermanos, no se quejen unos de otros, para que no sean juzgados; pues el juez está ya a la puerta. Hermanos míos, tomen como ejemplo de sufrimiento y paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor” (vers. 8-10). El apóstol nos da tres claves en el desarrollo de la paciencia. 1) Mantente firme. Aunque ciertas cosas, personas o vivencias pueden obligarnos a desviarnos de nuestra prioridad, mantenernos firmes en las metas que nos hemos trazado nos ayudará. Dedicar una mañana a mis hijos no iba a impedir que yo terminara este libro, así que ver el panorama más amplio y mantenerme firme en él era lo que necesitaba para tomar perspectiva y no impacientarme. 2) No te quejes. ¿Para qué quejarse? La salvación es el filtro por el que debemos pasar todo lo que nos sucede. Aquellos obstáculos que nos hacen desarrollar paciencia nos aportan esa bendición: sirven para que seamos más pacientes. 3) Inspírate en los hombres y mujeres de Dios, como Job (vers. 11). Su paciencia en la crisis tuvo como resultado un conocimiento más real de Dios. Hasta entonces, de oídas conocía al Señor pero, después de aquella prueba, sentía que lo había visto de verdad (ver Job 42:5).
La paciencia es un fruto del Espíritu (ver Gál. 5:22) que, como dijo el famoso predicador Billy Graham, “pocas personas, incluidos los cristianos, parecen poseer”. Sé tú una de esas personas.
“Ustedes, hermanos, tengan paciencia hasta que el Señor venga. El campesino que espera recoger la preciosa cosecha, tiene que aguardar con paciencia las temporadas de lluvia” (Sant. 5:7).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020

EL MANTO DE LA PREPOTENCIA

“Hay tres tipos de gente, y hasta cuatro, que son insoportables y hacen temblar a un país: el esclavo que llega a ser rey, el tonto que tiene comida de sobra, la mujer despreciada que encuentra marido y la esclava que toma el lugar de su señora” (Proverbios 30:21-23, DHH).

-¡Pero qué tenemos aquí! -dijo el carcelero.
-Somos predicadores cristianos -respondió Silas.
-¡Claro que sé quiénes sois! ¡Par de alarmistas, desleales y embaucadores! ¡Aquí recibiréis vuestro merecido!
-Pero no hemos hecho nada malo -aseguró Pablo.
-¡No sabes con quién te has metido, gusano! -dijo el carcelero mientras colocaba su dedo sobre la nariz del apóstol- ¡Andando! ¡Iréis al calabozo más hediondo!
Y siguió insultando a los apóstoles, cuyos cuerpos aún sangraban a causa de los azotes que habían recibido. Solo alcanzaron a escuchar el portazo y los gritos del prepotente guardián que se fueron apagando. No obstante, los predicadores cantaban con gran esperanza a media noche. De pronto, hubo un terremoto que provocó que se abrieran las puertas de los calabozos y se soltaran las cadenas de los presos. El vigilante se dio cuenta de que estaba a su merced y trató de acabar con su propia vida. Entonces, Pablo y Silas le pidieron que no lo hiciera, ya que todos estaban en su sitio. En ese momento, el carcelero reconoció que aquellos presos tenían algo que estaba muy por encima de su arrogancia y preguntó: “Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?” La respuesta no podía ser otra: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia seréis salvos” (Hechos 16:30, 31, CST).
La prepotencia está vinculada al miedo a que los demás descubran nuestros propios temores y limitaciones. La gente prepotente procura exhibir un poderío exagerado para ocultar sus miedos proyectándolos en otros, a quienes pretende dominar. Además, son incapaces de hacer una autocrítica debido a su marcada inmadurez. Más bien, manifiestan una necesidad enfermiza de estar por encima de los demás. Dicha condición los conduce a asumir actitudes racistas, misóginas y dictatoriales. Lo interesante es que, en muchas ocasiones, algunas de estas personas consideran que la prepotencia es un signo de seguridad y confianza en sí mismas.
No reconocer nuestros fallos es ir en contra de nosotros mismos. Por eso, el día que ocurre un “terremoto” se exhibe lo que en realidad somos y afloran los miedos ocultos bajo el manto de la prepotencia. Pablo y Silas revelaron al carcelero el secreto de la seguridad y la madurez personal: “Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia seréis salvos”.
Hoy pide al Señor que te ayude a ser una persona segura de ti misma y fiel a su Palabra.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020

MÁS QUE MUCHOS PAJARILLOS

“Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis, pues; más valéis vosotros que muchos pajarillos” (Lucas 12:7).

En el versículo de hoy, el evangelista utiliza el diminutivo de la palabra struzós para referirse a esos pajarillos. Se trata de gorriones comunes o pardales. El gorrión es un ave muy inteligente y con extrema habilidad de adaptación. Prueba de ello es que a lo largo de la historia ha coexistido con el ser humano, tanto en la gran ciudad como en el ámbito rural, siempre beneficiándose de la presencia de este. En efecto, las tejas y otros recovecos de la arquitectura y los desperdicios de comida humana proveen hogar y alimento a estos pajarillos. A pesar de sus habilidades, el gorrión se considera ordinario, común y corriente. Así es hoy y así era en el tiempo de Jesús.
El Maestro toma a estas avecillas como ejemplo de lo más humilde del reino animal por su ínfimo valor monetario. El evangelio nos dice: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?” (Mat. 10:29) y en otro lugar, “¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos?” (Luc. 12:6). Era algo así como una oferta que cuando uno compraba cuatro, el quinto era gratis. Pero ¿cuánto dinero es un cuarto? La palabra griega original traducida como “cuarto” es assaríon. Un asárion era la dieciseisava parte de un denario, que era el jornal de un día de trabajo de un obrero. En suma, un cuarto representaba la remuneración de media hora de mano de obra.
El Señor toma el caso extremo de estos pájaros infravalorados para darnos a entender que el amor de Dios no es menor por pequeño que sea el ser vivo. Además, nuestra pequeñez puede hacernos especialmente vulnerables al temor. Por eso, el mensaje de Jesús nos asegura que, por lo pequeños que son esos pajarillos, nuestro valor como seres humanos es superior (vers. 6), por lo tanto, “no temáis”. Los versículos anteriores hablan del temor a perder la vida y nos aconsejan no temer a quien pueda matarnos, sino a quien pueda empujarnos a la perdición eterna (vers. 5).
Es posible que alguien te haya dicho (o demostrado con su actitud) que vales muy poco. Puede que estés pasando por una situación tan incierta o sombría que estés sobrecogido de temor. Para esas circunstancias nos dejó Jesús el versículo de hoy; para que recuerdes que, si Dios está pendiente de la caída de un humilde gorrión, con toda seguridad estará disponible para sacarte del problema en que te encuentras. Recuerda que Dios valora las cosas y las personas de forma distinta a como lo hace el ser humano.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020