martes, 12 de enero de 2016

¡CUÍDALO!

Tu Oración: Gracias, Dios, por crear el aire con amor. Quiero ayudar a cuidarlo.

Versículo para hoy: “Recuerden las maravillas que ha realizado, sus señales, y los decretos que ha emitido”. Salmos 105:5.

Dios, al crear nuestro maravilloso mundo, hizo el aire fresco y limpio. Pero hoy, nuestro mundo ya no es tan perfecto como al principio. Ahora el aire en las grandes ciudades está sucio; y tristemente, no muchos niños y niñas pueden vivir en el campo y gozar de un aire limpio y fresco.
Pero ¡no todo está perdido! Podemos lograr que el aire limpio que Dios creó no esté tan sucio y que podamos seguir disfrutándolo. Te daré algunos consejos para que los pongas en práctica junto con tu familia. Son actividades muy divertidas:
Pueden plantar un árbol. Los árboles ayudan a limpiar el aire sucio.
Utilicen la bicicleta más que el automóvil.
No quemen basura, mejor aprendan a reciclar.

Un poquito de ciencia
Sal con tus papás a recorrer el barrio donde vives. Anota en tu libreta de observaciones cinco cosas que ensucian el aire, y cinco que ayudan a mantenerlo limpio.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

PRONTO SALDRÁ EL SOL

«Guarda silencio ante el Señor; espera con paciencia a que él te ayude». Salmo 37: 7

¿Has tocado alguna vez con tus manitas la lluvia cuando cae del cielo? Se siente muy rico tocarla. Pero cuando es mucha lluvia, las calles se llenan de agua y ya no puedes salir a jugar. Te pones triste porque ya quieres salir y ver el sol.
¿Sabías que cuando Noé estuvo dentro del arca llovió por cuarenta días y cuarenta noches? ¡Sí, así como lo oyes! Es mucho tiempo para estar encerrados, ¿verdad? Noé, con mucha paciencia, esperó con su familia y con todos los animales dentro del gran barco hasta que dejara de llover y pudieran ver nuevamente la luz del sol.
Pero llovió tanto que después que salió el sol tuvieron que esperar un poco más hasta que el agua se secó por completo y pudieron salir del arca.
¿Sabes qué? Después de la lluvia siempre sale el sol. Si quieres jugar y la lluvia no te deja, solo espera un poco y el clima mejorará. Para los amigos de Jesús, la historia siempre mejora. Así que si las cosas no salen como esperas solo debes ser paciente y confiar en Jesús. Pronto saldrá el sol y todo será mejor.

Oremos: Querido Jesús, enséñame a confiar en ti aunque las cosas no salgan como yo quiero.

Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco

MESSI TENDRÁ QUE ESPERAR

¿Por qué viene el necio, dinero en manos, a comprar sabiduría, si no tiene entendimiento? (Proverbios 17: 16, DHH).

Mamá, ¿me preseas dinero? -preguntó Esteban.
-¿Dónde está el que ganaste cortando el césped? -con las manos en la cintura, la madre miró a Esteban perpleja.
-Lo gasté en meriendas -admitió él. -Pero estuve conectado a Internet y encontré una gran oferta en eBay: ¡un juego completo de cartas de fútbol, que incluye una de Lionel Messi cuando entró en el Barcelona! Realmente la necesito para mi colección.
La madre suspiró.
-Me gustaría que pudieras añadir esa carta a tu colección. Pero siempre gastas de inmediato lo que está en tu bolsillo, y luego pides más dinero prestado. Me preocupa que estés desarrollando malos hábitos con el uso del dinero.
-¡Mamá, es una tarjeta de Lionel Messi! -suplicó Esteban-, Por favor, por favor, solo por esta vez.
La madre negó con la cabeza.
-No, Esteban. Tienes que aprender a vivir con tu presupuesto ahora que eres un jovencito. De otra manera, cuando hayas crecido, te encontrarás con miles de deudas de tarjetas de crédito, por no haber planificado ni haber podido decir que no.
Esteban hizo una mueca, pero la madre continuó.
-Si quieres, puedo ayudarte a planificar un presupuesto y priorizar los gastos, para que no estés siempre “quebrado”, sin dinero.
Esteban se arrojó sobre el sofá. Era frustrante tener siempre los bolsillos vacíos cada vez que aparecía algo realmente importante… Y se preguntó si debía aceptar la oferta de su madre.

SPLASH:
¿Eres disciplinado con tus hábitos de gastos? Si no lo eres, pide a alguien en quien confíes que te ayude a planificarlos..

¿Y AHORA?
Si haces compras por 1000 pesos con una tarjeta de crédito promedio, y luego solo pagas el mínimo mensualmente, te llevará casi 22 años cancelar la deuda. Y pagarías más de 2.300 pesos en intereses; sin incluir los 1000 Iniciales.

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler

RECHAZANDO LA LIBERTAD

Diles: Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Ezequiel 33:11.

Sobre la pared de una gran prisión del oeste hay una habitación de ladrillo, pequeña y sin ventanas, que sobresale notablemente sobre todo lo demás. Es la casa de la muerte. En un nivel inferior está la hilera de la muerte, donde se quedan los prisioneros que han sido sentenciados a morir. Pocas personas han visto alguna vez el interior de la casa de la muerte. No es un lugar agradable para estar. Dos grandes sogas cuelgan del techo. Hay dos, en caso de que el Estado ordene un doble ahorcamiento. Por debajo de estas cuerdas hay una plataforma con un patíbulo.
Cerca, hay una pequeña habitación acristalada donde los espectadores pueden ver la ejecución. Sobre la pared, hay un tablero que contiene tres interruptores para soltar el patíbulo. El día de la ejecución, se llama a un electricista de fuera del pueblo para que renueve la instalación eléctrica de manera que nadie sepa qué interruptor “lleva el vivo”.
Finalmente, llega el momento en que el prisionero tiene que subir esos trece temibles escalones hacia la plataforma. Todo es silencioso en el interior de la casa de la muerte. Se coloca una capucha negra en la cabeza del prisionero y se ajusta el lazo para que quede firmemente alrededor del cuello de la persona condenada.
Desde adentro de la pequeña habitación, el alcaide asiente, y tres guardias dan un paso al frente y simultáneamente presionan los botones del tablero. El patíbulo se abre y el prisionero desciende a su muerte.
Supón que alguien corre hasta allí en el último segundo y grita: “¡Alto! ¡Yo tomaré el lugar de ese hombre! ¡El no necesita morir!” Se hace una rápida transferencia y se libera al prisionero. El incidente saldría en todos los noticieros de la tarde, en los diarios y en Internet. Las personas estarían hablando de esto en los programas de debate televisivo y alrededor del dispensador de agua del trabajo. Pero, supón que el prisionero condenado rechaza la oferta. Eso también estaría en las noticias: noticias trágicas.
Esto es exactamente lo que hizo Caín. Cuando Jesús gritó: “¡Alto! ¡Yo tomaré el lugar de ese hombre! ¡Él no necesita morir!”, Caín dijo “No”. Rehusó salir de la casa de la muerte como un hombre libre. Incluso rechazó el ofrecimiento después de que Dios, en su misericordia, no le quitara la vida inmediatamente por este terrible homicidio; en lugar de eso, le dio vida para que se arrepintiera.
Caín se convirtió en la cabeza del largo linaje de impíos que rechazó la salvación.
Hay solo dos clases de personas en este mondo: aquellos que aceptan la salvación ,y aquellos que la rechazan. Tú ¿qué elegirás?

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward

PASA LA BATUTA

El cambio es ley de vida. Cualquiera que solo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro. John F. Kennedy

Una joven cristiana estaba a punto de viajar a China con su esposo como misioneros, pero sentía un peso en su corazón, pues era responsable de una clase bíblica. La única persona que le parecía idónea para sustituirla era su hermano, pero en aquella fase de su vida él no asistía a la iglesia ni mostraba interés por la religión. Ella le pidió que diera su clase, pero él dijo que no. Lejos de descorazonarse, aquella muchacha comenzó a suplicar a Dios que su hermano se convirtiera y tomara su lugar.
El día anterior a su partida, el problema seguía sin solución, a pesar de sus muchas oraciones. Como su padre no sabía cuánto tiempo estaría separado de , su hija, pidió que se arrodillaran todos para orar, y comenzó a llorar. El hermano abandonó la sala y, cuando la joven estaba ya a punto de salir de casa, regresó, la abrazó y le dijo: “He aceptado a Cristo y voy a cuidar de los miembros de tu clase”. Aquel joven tomó la clase, gracias a la cual él mismo fue profundizando cada vez más en la verdad, y ella pudo llevar el mensaje a tierras lejanas sin sentirse culpable de no haber previsto quien siguiera alimentando al pequeño rebaño que dejaba atrás.* ¿Has observado en tu iglesia que hay puestos de responsabilidad que año tras año ocupan las mismas personas? ¿A quién estás preparando para que te sustituya en tus responsabilidades cuando faltes? Pasar la batuta es más importante de lo que parece. Tener visión de futuro e ir preparando a las nuevas generaciones para llevar a cabo un liderazgo de calidad en la iglesia es vital para nuestras congregaciones. Puede que te parezca que nadie está preparado pero, lejos de conformarte con esa observación superficial, pide ayuda a Dios para que provea líderes. Sé ese instrumento que él pueda utilizar para formar a los que vienen detrás y que han de pasar al frente.

La actitud de fe y previsión de esta joven es un ejemplo para todas nosotras. Porque Dios “mismo concedió a unos ser apóstoles y a otros profetas, a otros anunciar el evangelio y a otros ser pastores y maestros. Así preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio” (Efe. 4:11, 12). Ayudemos a los miembros inexpertos de nuestras iglesias a crecer en conocimiento de Dios y en liderazgo.

* D. L. Moody, 120 meditaciones para nutrir su espíritu y refrescar su alma (Weston, Florida: Patmos, 2011), p. 32.

“[Dios] preparó a los del pueblo santo para un trabajo de servicio”. (Efe. 4: 12).

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz

ÉL TOMÓ MI LUGAR

“Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios” (1 Pedro 3:18, RV95).

Dos hermanos mellizos que trabajaban como taxistas en Manila, Filipinas, eran tan parecidos que resultaba difícil poder diferenciarlos. Sucedió que uno de ellos tuvo un accidente de tránsito que provocó la muerte de un turista. La policía lo acusó de haber estado manejando temerariamente y, tras un largo proceso judicial, fue sentenciado a veinte años de cárcel.
Su hermano gemelo, que era soltero, sufría mucho a causa de aquella tragedia. Así que un día visitó a su hermano en la cárcel y le dijo: “Tengo un plan para que salgas de aquí. No puedo seguir sin hacer nada ante el dolor que tu ausencia ha causado a tu esposa y a tus hijos. Como somos tan parecidos, nadie se dará cuenta si tú sales en mi lugar. Ponte mi ropa y toma mi pase, yo cumpliré el resto de tu sentencia. Tu esposa y tus hijos te necesitan, ve con ellos”. En un momento de descuido de los guardias, los hermanos aprovecharon y se cambiaron de ropa. El culpable salió para estar con su familia, mientras que el inocente se quedó encerrado pagando por un delito que no había cometido.
¿Te parece justo que una persona inocente reciba la sentencia que recae sobre una culpable?
Eso fue exactamente lo que Jesús hizo por todos nosotros. Tú y yo habíamos cometido un gran delito al pecar y transgredir la ley de Dios. Por tanto, sobre nosotros recaía una sentencia de muerte; pero Cristo, como el hermano de la historia, decidió tomar nuestro lugar y sufrió el castigo que merecíamos tú y yo. Su entrega constituye la mayor evidencia del amor de Dios por los pecadores.
El profeta Isaías describe lo que Jesús hizo en favor nuestro con estas palabras: “Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores. […] El fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo […], y gracias a sus heridas fuimos sanados” (Isaías 53:4, 5, NVI). Sí, el Señor se entregó por ti, sufrió por ti, murió por ti; tomó el lugar que te correspondía a ti. ¿Qué harás con la libertad que su sacrificio te ha otorgado?

Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco

JUGAR CON DIOS A LAS CANICAS -3

“Lo mismo pasa en el cielo; da más alegría un pecador que se enmienda, que noventa y nueve justos que no necesitan enmendarse” Lucas 15:7, NBE

¿Cuál es la actitud de un hijo en la fase dos, la rebeldía? Considera al hijo pródigo. Por lo general, es una reacción, una reacción audaz y flagrante de un hijo a la mentalidad de la fase uno. Y puede tener este enunciado: “Estoy harto de los conservadores, de toda su autoridad, de sus restricciones, de sus reglas. No necesito a nadie que me diga cómo vivir, ni a mi familia, ni a mi iglesia, ni a mi escuela, ni a mi gobierno ¡ni a nadie! Porque yo soy yo: el yo librepensador, independiente, adulto. Y viviré como me dé la gana, gracias”.
He conocido unos cuantos casos de estos hermanos y hermanas menores de la fase dos (que no son necesariamente más jóvenes cronológicamente). Muchos son listos y perspicaces, gente que considera que la iglesia y Dios son demasiado autoritarios y están demasiado preocupados con reglas y comportamientos. Y, por ello, escogen vivir al límite, inmediatamente más allá de la periferia de la comunidad de fe, proclamando ruidosamente la “libertad” que acaban de encontrar, ataviados con sus baratijas de rebeldía, esperando que se fijen en ellos, pero sin querer ser encontrados. Puede que también tú los conozcas. Puede que seas uno de ellos.
Tendría su gracia si no fuera tan triste. Porque, verás, en el fondo los dos hermanos son parecidísimos. Sí, es verdad: los pródigos de la fase dos llaman conservadores a los hermanos mayores de la fase uno, y los mayores llaman a los rebeldes liberales. Pero, más allá de los calificativos, ambos chicos, en realidad, quieren lo mismo: quieren ser libres. Ambos chicos ven en el padre un autoritario promulgador de reglas. Por sus reglas, el otro hijo se queda en casa y se pierde. Ambos están equivocados, ambos se pierden, porque ninguno de los dos ha entendido la verdad de la fase tres sobre el padre.
Y esa verdad es que, en definitiva, el padre valora las relaciones más que las reglas. En el relato de Jesús, el padre sale de su casa buscando a ambos hijos. El mismo padre, el mismo abrazo de brazos abiertos de par en par, el mismo corazón ansioso y amante. Es la misma verdad que siempre ha sido toda la eternidad: al principio y al fin, la relación es lo más importante para Dios. Él no sale apresuradamente de su casa para restaurar reglas rotas: su corazón acude presuroso a sus hijos para restaurar una relación rota. Porque lo cierto es que el Padre no es alguien a quien temer. Es alguien digno de nuestra amistad, una verdad tan simple que hasta los niños que juegan a las canicas pueden enseñarnos.

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016 
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson