viernes, 27 de mayo de 2011

PADRE MUESTRO

Mírame y ten misericordia de mi (Salmon 8:16).

Buscando algunos sinónimos de la palabra «mirar» pude percibir mejor el clamor del salmista. Lo que el estaba diciendo realmente era: «No me pierdas de vista, Señor, y ten misericordia de mi».
He participado en actividades donde se comprueba la agilidad visual de las personas. Se muestran varios objetos, como por ejemplo pinturas, en los que hay una serie de diferencias, y después de algunos segundos la persona tiene que recordar la mayor cantidad de cosas que haya visto y las diferencias que ha encontrado. Es interesante darse cuenta de que resulta casi imposible retener el cien por ciento de lodo lo que vemos. Bajo esa misma perspectiva, nos dirigimos a Dios pensando que tal vez haya dejado pasar por alto algo que debió haber visto. ¿Te has sentido así?
La célebre poetisa Gabriela Mistral recogió este humano sentir en las poéticas palabras que presento a continuación: «Padre nuestro que estas en los cielos, / ¿por qué te has olvidado de mí? / Te acordaste del fruto en febrero / al llegar su pulpa rubí».
¡Paradójica declaración! El Dios que miro la insignificante pulpa de rubí para que retoñara a su debido tiempo, no era capaz de mirar a su hija que sufría. ¿No te has sentido tu igual en algún momento de tu vida?
«Ha venido el cansancio infinito / a clavarse en mis ojos al fin, / el cansancio del día que muere / y del alba que habrá de venir. / El cansancio del cielo de otoño / y el cansancio del cielo de añil».
¡Que desesperada condición la del ser humano! Nacemos, vivimos bajo el sufrimiento y la enfermedad, y experiméntanos pocas alegrías, para finalmente dejar de existir.
¿Te sientes cansada, piensas que ya tu otoño anuncia el fin? Alza tu vista sedienta de luz celestial y encontraras los rayos del sol divino, que bañan tu rostro de paz. Aquella mujer que dejaba una estela de llanto y desesperación, termino esos mismos versos diciendo:
« Padre nuestro que estas en los cielos sea santo tu nombre hasta el fin».
La misericordia divina nunca te abandonara. El sigue siendo tu Padre.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

DESCANSAR CON JESÚS

Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Marcos 6:31.

La vida actual te lleva a andar "a mil por hora". Si quieres triunfar en la vida, si deseas obtener el éxito académico y profesional, tienes que esforzarte y trabajar duro. El esfuerzo en todas las áreas de la vida trae frutos abundantes de satisfacción y realización.
Pero, así como debes tener equilibrio en otras áreas de la vida, también debes tenerlo en el estudio y el trabajo. No tiene sentido trabajar y agotar tus fuerzas hasta enfermar la mente y el cuerpo, porque después no quedan energías para disfrutar el "premio". Es necesario esforzarse y entregarse por complete a la tarea asignada, pero también hay que separar tiempo para recrearse y descansar.
El Maestro de Galilea conocía las limitaciones humanas. Sus discípulos habían sido enviados de dos en dos para predicar las nuevas del reino. A las ciudades y aldeas que llegaron, instaron a que "los hombres se arrepintiesen. Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos, y los sanaban" (Mar. 6:12, 13).
Después de días de trabajo, los apóstoles llegaron con la alegría que produce el trabajo terminado. Con el gozo que solo Dios puede poner en el corazón, le contaron a Jesús "todo lo habían hecho, y lo que habían enseñado" (vers. 30). Con todo amor, el Salvador del mundo les dijo: "Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer". ¡Que privilegio tuvieron los discípulos! Descansar con la presencia física de Jesús a su lado.
Es posible que tú también te sientas agotado y necesites reposar de tus actividades. Para eso no basta con dormir, tienes que descansar a los pies de Jesús. El Hijo de Dios exhorto a sus oyentes: "Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os hare descansar" (Mat. 11:28), y esa misma invitación se te extiende hoy a ti. Entrégale en oración al divino Maestro tu carga, tu agotamiento, tu estrés y tus preocupaciones, que él está dispuesto a darte las fuerzas que necesitas.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EN SU MUERTE

Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucito de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Romanos 6:4.

¿Alguna vez imaginaste como te sentirías si de repente despiertas, y te descubres dentro de un ataúd, enterrado vivo? Bueno, un chino sobrevivió a su propia "muerte", después de ser enterrado, aún con vida, por equivocación, durante tres horas, informa el diario China Daily, del 28 de junio del año 2006. El siniestro suceso tuvo lugar en el condado de Tengxian, en una región del sur de China, cuando los médicos decretaron la "muerte" de Liang Jinshi, un enfermo diabético de cuarenta años.
El cuerpo de Liang fue enterrado pero, tres horas después de la ceremonia, su esposa acudió a la tumba, donde, en medio del silencio sepulcral, escucho la voz de su esposo. La mujer, asustada, aviso a los hermanos de Liang. El "cadáver" fue exhumado del ataúd y, para sorpresa y alegría de la familia, Liang seguía con vida. Los médicos señalaron que los arañazos en el ataúd demuestran que Liang permaneció vivo, en coma y con respiración; y no descartan que se trate de un caso de catalepsia.
La catalepsia es un estado neurológico patológico, en el que se suspenden las sensaciones y se inmoviliza el cuerpo; y ha provocado, a lo largo de la historia, el entierro de muchas personas aún con vida.
En el versículo de hoy, Pablo indica que, en el momento del bautismo, somos sepultados con Jesús. Pero, debemos tener cuidado de que realmente hemos muerto al pecado. Enterrar a una persona viva, tanto en la vida física como en la espiritual, puede resultar en tragedia.
El peor testimonio que puede haber, para denigrar la imagen del cristianismo, es una persona que nunca murió a la vida pasada, y "viste la camiseta" del cristianismo. Pero, el milagro de la conversión es un trabajo sobrenatural, que el Espíritu Santo realiza en la experiencia de las personas que se acercan a Jesús con fe.
Hoy puede ser ese día. Solo es necesario creer. La mente humana jamás será capaz de entenderlo pero, aunque no lo sientes ni lo entiendes, lo vives. Y esa vida se traduce en obras de amor hacia Dios y hacia los semejantes.
Entonces, hoy, antes de salir rumbo a las labores cotidianas, recuerda que: "Somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucito de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón