miércoles, 25 de noviembre de 2009

EN LOS CAMINOS DE JESÚS

Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas (Proverbios 3:6).

Es sorprendente ver cómo nuestro Dios dirige nuestras vidas y, más cuando humanamente creemos haber perdido algo, él lo transforma para que podamos ser instrumentos útiles en el servicio. Sucedió aproximadamente hace diecinueve años. Trabajaba en la Ciudad de México como enfermera, con un buen puesto al lado de mi esposo y nuestra primera hija. Fue la voluntad de Dios que mi esposo continuara sus estudios de Teología en la Universidad de Montemorelos, y después de recibir una beca nos trasladamos a dicho lugar donde estuvimos dos años.
Al terminar nos enviaron al Estado de Morelos. Todo marchaba bien, había podido conservar mi trabajo y las actividades de la iglesia; lo difícil fue cuando tuvimos que ir a Poza Rica, Veracruz. Ahora era difícil conservar el trabajo. No había alternativas. Así que después de considerarlo tuve que renunciar con 17 años de antigüedad; fue difícil, pero era mi trabajo o el ministerio. Decidí por el ministerio. Me consolaba la confianza en que Dios me ayudaría a superarlo y que él satisfaría mis necesidades y no me abandonaría.
Mas adelante comprendí el propósito divino. Mi madre fue intervenida quirúrgicamente imposibilitándole la ambulación, de manera que requirió cuidados especiales durante más de cinco años. Ahora estaba en condiciones de estar con ella en los momentos cuando más lo necesitaba. Hoy ella descansa en el Señor. «La senda puede ser empinada y escabrosa, pero Jesús ha recorrido ese camino; sus pies han pisado las crueles espinas, para hacernos más fácil el camino. El mismo ha soportado todas la cargas que nosotros estamos llamados a soportar» (El Deseado de todas la gentes, p. 446). Amiga, cuantas veces la pregunta es: ¿Por qué, Señor? En mi experiencia puedo decirte que él sabe lo que es mejor para nosotras, y en su debido tiempo nos lo hará saber. Espero que tu como yo puedas gozarte al permitir que Dios te muestre sus caminos.

Blanca Elvia Ocampo García
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su Amor.

A CAUSA DE LO QUE HA HECHO

Dejemos a un lado las obras de la oscuridad y pongámonos la armadura de la luz. Romanos 13:12

Cuando escucho preguntas como: «¿Qué hay de malo en que me ponga joyas?» o «¿Por qué no puedo ir al cine?» o «Por qué la iglesia dice que no hay que jugar juegos de azar?», pienso en Glen. L o que mas ansiaba Glen era tener una buena educación. Sus padres querían que su hijo pudiera optar a una vida mejor que la que ellos habían tenido. Pero los tiempos eran difíciles y el dinero escaso.
Glen tenia el dinero suficiente para pagar el primer semestre de la universidad. Pero cuando el curso se acercaba a su fin, Glen se dio cuenta de que solo le quedaban veinte dólares y que eso no bastaba para llegar hasta el final. Por eso escribió a sus padres y les preguntó si podían ayudarlo
El padre de Glen pidió un préstamo al banco. Pero eran tiempos de la Gran Depresion y los bancos solo prestaban dinero a las personas que tenían posesiones suficientes para respaldar el crédito.
Parecia que Glen tendría que interrumpir su educación y abandonar la universidad. Pero su madre hizo una llamada telefónica.
Al dia siguiente, un camión de reparto entró en su jardín. El conductor anduvo hasta la puerta de la casa y llamó. La madre de Glen lo hizo pasar. Cargó su gran piano en el camión y se fue. Pero en su mano, la madre de Glen tenia un cheque por el valor de 35 dolares. Habia entregado su posesión mas preciada. Lo había hecho por amor a su hijo.
Cuando Glen descubrió lo que su madre había hecho para pagar su cuota, se hizo el propósito de honrar su sacrificio siendo el mejor alumno que le permitiesen sus posibilidades. No faltó a ninguna clase ni pasó el tiempo de estudio holgazaneando con los amigos. No entregaba tarde los deberes ni permitió que las notas se resintieran. Demostró su agradecimiento tomandose muy en serio su educación.
Lo mismo sucede con nuestra lealtad hacia Dios. Si apreciamos el precio que pagó por nuestra salvación, ¿intentaremos calcular a cuántas cosas del mundo podemos seguir aferrándonos? ¿O acaso buscaremos la maneras de honrarlo en todo cuanto hagamos o digamos?

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

TE DOY GRACIAS POR MI ENEMIGO

Después de esto se turbó el corazón de David, porque había cortado la orilla del manto de Saúl. 1 Samuel 24:5.

Si sabes de alguna persona que esté empecinada en buscar tu mal y en desacreditar, entonces permíteme que te diga que tienes una bendición my grande. Eso no le sucede a cualquiera. Tu enemigo y tú han sido escogidos por Dios, y detrás de tu enemigo está la mano de Dios. En realidad, la rivalidad y la enemistad que surgieron de Saúl en contra de David fue lo mejor que le pudo pasar a David. Dios más bien le hizo un favor a David: Dios uso a Saúl para mantener a David huyendo en los montes agrestes, donde aprendió a ser sensible a la voz del Espíritu Santo (1 Sam. 24:5), y donde también aprendió acerca del perdón total. Saúl fue el pasaporte de David para un mayor acercamiento a Dios.
Cuando uno decide perdonar completamente a su enemigo, entonces se ah cruzado completamente la barrera de lo natural a lo sobrenatural. Tal vez tú, igual que yo, quisieras tener todos los dones del Espíritu Santo, pero, aparte del don de la sanidad, de la intercesión o de la paciencia, el don que mas debemos buscar es el del perdón.
Todos estos dones son sobrenaturales, lo cual quiere decir que están fuera de lo normal. En realidad, no hay verdadera explicación para lo milagroso; por eso es un milagro. Por ello, cuando extendemos nuestro perdón a alguien obramos un milagro. Cuando perdonamos totalmente, entonces finalmente hemos alcanzado el nivel más alto que hay en términos de espiritualidad.
David tuvo al rey Saúl en sus manos para cortarle la cabeza y, hasta cierto punto, Saúl se lo merecía. Después de todo, Dios ya había escogido y bendecido a David como próximo rey de Israel. David, ciertamente, pudo haber razonado de esa manera y actuado en consecuencia, pensando que más bien contribuía a los propósitos de Dios al matar a Saúl. Humanamente hablando, mata a Saúl es lo que cualquiera de nosotros habría hecho, pero David hizo algo que le acreditaba mas el corazón de Dios que el perdón. El gozo más grande de él es perdonarnos a cada uno de nosotros. Hoy el pide que reflejemos su carácter perdonando a alguien a quien consideramos que sea imposible perdonarlo jamás. ¿Podrás cruzar hoy la barrera de lo sobrenatural?

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.