viernes, 4 de enero de 2013

BARRERA DE DELFINES

Lugar: Nueva Zelanda
Palabra de Dios: 2 Reyes 6:16,17.

-Vayamos a nadar -sugirió Roberto.
Sus compañeros guardavidas no necesitaron de mucho convencimiento. Pronto, estaban salpicando agua a unos cien metros de la playa.
-¡Miren! ¡Un delfín! -señaló alguien.
Pronto, un grupo de delfines comenzó a nadar en círculos cerrados alrededor de ellos. Los delfines se acercaron cada vez más, como para asegurarse de que los cuatro nadadores estaban seguros, en el centro del círculo.
¿Qué están tratando de hacer? -dijo Roberto en voz alta, mientras intentaba alejarse del grupo. Pero, dos de los delfines más grandes rápidamente vinieron, y lo llevaron nuevamente al centro.
-Qué raro -murmuró Roberto- ¿Por qué estarán actuando de manera tan enérgica?
En ese momento, vio algo que hizo que su corazón comenzara a la Iatir con más fuerza.
-¡Tiburón!-gritó.
Los otros guardavidas miraron hacia donde él señalaba. A unos dos metros, vieron un tiburón blanco de unos tres metros de largo, nadando hacia ellos. Los delfines cerraron más el círculo, empujando a los humanos hacia el centro y formando un círculo cerrado alrededor de ellos, hasta que el tiburón, finalmente, se dio vuelta y se alejó, nadando hacia el océano.
Los guardavidas tuvieron una barrera protectora: un grupo de delfines. El profeta Elíseo tuvo una barrera aún mejor. Un ejército los había rodeado durante la noche, y cuando el siervo de Eliseo vio a los soldados enemigos se alarmó. "-No tengas miedo -respondió Elíseo-. Los que están con nosotros son más que ellos. Entonces Eliseo oró: 'Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea'. El Señor así lo hizo, y el criado vio que la colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo". El Señor había enviado un ejército de ángeles para rodearlos y mantenerlos a salvo. Y Dios hará lo mismo por nosotros. ¡Sus ángeles están cuidándonos a ti y a mí! Recuerda: "Los que están con nosotros son más que ellos".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

¡ERES CORRESPONDIDA!

Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. 1 Juan 4:7

El amor humano suele ser vulnerable y frágil como una hoja de otoño que alguien pisa. ¡Al primer impacto se rompe! No puedo olvidar la gran desilusión de una joven que, bajo promesas de amor eterno, abandonó su hogar para formalizar una relación de pareja sin el compromiso matrimonial.
La magia que había rodeado a la pareja durante los primeros días que vivieron juntos se desvaneció a los pocos meses, dando paso a una convivencia fría y destructiva. Entonces, las palabras de amor fueron sustituidas por reproches y descalificativos. ¡Qué gran desilusión para una mujer que, entregándolo todo, creyó haber encontrado un amor indestructible! Sin embargo, el cobijo del hogar paterno siempre estuvo a su disposición, y resultó ser el mejor lugar para lavar con lágrimas la tristeza, y transformar el desencanto en una fuente de motivación.
Me consuela saber que, aun cuando los vínculos de amor terrenales se puedan romper, el amor que nos une con nuestro Redentor, Cristo Jesús, permanecerá para siempre. El amor de Dios hacia nosotras no toma en cuenta nuestros defectos ni fracasos; está por encima del desamor que a veces nosotras mismas mostramos hacia el Señor. Es un amor tan fuerte que venció la muerte en la cruz. No importa en qué condiciones nos encontremos, oiremos a Dios decirnos: «Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad» (Jer. 31:3).
¡Magnífico amor de Dios, grande y sublime! Tenemos la certeza de que nunca dejará de ser. Este pensamiento debería llenarnos de un sentimiento de gratitud y satisfacción, porque nos hace entender que no estaremos solas, aunque los lazos del amor terrenal lleguen a romperse.
Sufrir el rechazo de una persona a quien le has entregado tu corazón es amargo, pero en esas circunstancias siempre debes recordar que el amor de Dios se mantiene inalterable. Su promesa es: «Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su morada santa» (Sal. 68:5). También es importante que te examines a ti misma para descubrir si has sido desleal al amor que alguien te ha brindado. Para ser receptora del amor incondicional de Dios, debes tomar tiempo para curar las heridas que tu desamor haya podido causar en el corazón de alguien que en efecto te ama.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

CINCUENTA OVEJAS SE SUICIDAN

No imites la maldad de las mayorías. No te dejes llevar por la mayoría en un proceso legal. No perviertas la justicia tomando partido con la mayoría (Éxodo 23: 2).

Sucedió en Turquía. Un rebaño avanzaba tranquilamente por una montaña, al borde de un desfiladero, rumbo a su redil. Todo iba bien. Nada hacía suponer la existencia de un problema. Nadie, al ver el sereno rebaño que conducía su pastor, habría podido adivinar lo que estaba a punto de ocurrir. De repente, una oveja se lanzó al precipicio. No resbaló. No fue a buscar algo. Sin razón alguna, simplemente, saltó al vacío.
Lo increíble fue lo que pasó después. El resto del rebaño, una oveja a la vez, se lanzó al precipicio detrás de ella. Sin titubear, sin pausas y sin darse cuenta, las ovejas se lanzaron a la muerte. El suceso causó gran sorpresa, aunque no era la primera vez que ocurría. En 2005, un rebaño de mil quinientas ovejas se lanzó a un precipicio. En aquella ocasión murieron cuatrocientos cincuenta animales; el resto se salvó porque cayó encima de los cadáveres de las que habían caído primero. El suicidio colectivo causó una pérdida de cien mil dólares a los dueños del rebaño.
¿Por qué se lanzó al vacío la primera oveja? ¿Un impulso repentino? ¿Una travesura, quizá? ¿Un salto juguetón? Nadie lo sabe. ¿Acaso se trató de un suicidio? ¿Sabía con certeza que saltar al precipicio era lanzarse a la muerte? Resulta escalofriante pensar que ni siquiera sabía lo que eran un precipicio y la muerte. Sencillamente saltó al vacío y las otras la siguieron sin vacilar, sin saber lo que hacían.
Al parecer, las ovejas son animales muy caprichosos y excesivamente gregarios, es decir, siguen a la que va delante sin el menor cuestionamiento. ¿Por qué? Pues porque así son las ovejas y nada más.
La Biblia dice que Dios es el Buen Pastor y sus seguidores las ovejas, porque ellas confían en su pastor. Él nunca las conducirá a un despeñadero ni las llevará por un camino de muerte.
El versículo de hoy sugiere que es muy fácil dejarse influir por la mayoría. Sin embargo, piénsalo bien, seguir a la mayoría puede conducir tu vida a un precipicio. ¿Te has involucrado en algunas prácticas que pueden llevar tu salud física o espiritual a la ruina sencillamente porque «todos lo hacen»? Recuerda: ser diferente requiere valentía, pero vale la pena. Hacerlo te puede acarrear cierta impopularidad y aparentemente te hará perder algunas oportunidades. Pero al final te dará atractivos resultados.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LA ORACIÓN FERVIENTE

La oración eficaz del justo puede mucho. Santiago 5:16.

Jesús es nuestro Salvador hoy. El intercede por nosotros en el Lugar Santísimo del Santuario celestial, y él perdonará nuestros pecados. Espiritualmente hablando, hará para nosotros toda la diferencia del mundo el que dependamos de Dios, sin dudas, como de un seguro fundamento, o que tratemos de encontrar alguna justicia en nosotros mismos antes de venir ante él...
El Señor nos ama, y nos soporta incluso cuando somos desagradecidos para con él, olvidadizos de sus promesas, malvadamente incrédulos... Hagamos un cambio completo. Cultivemos la preciosa planta del amor, y deleitémonos en ayudarnos unos a otros...
Hay ricas promesas para nosotros en la Palabra de Dios. El plan de salvación es amplio. La provisión hecha por nosotros no es estrecha ni limitada. No estamos obligados a confiar en la evidencia que recibimos un año o un mes atrás, sino que podemos tener la certeza hoy de que Jesús vive y está haciendo intercesión por nosotros...
Si hemos de refrescar a otros, nosotros mismos debemos beber de la Fuente que nunca se seca. Es nuestro privilegio familiarizarnos con la Fuente de nuestra fuerza, aferramos del brazo de Dios. Podemos hablar con él de nuestros deseos reales; y nuestras peticiones fervientes mostrarán que advertimos nuestras necesidades y haremos lo que podamos para contestar nuestras propias oraciones. Debemos obedecer el mandato de Pablo: "Levántate de los muertos, y te alumbrará Cristo".
Martín Lutero era un hombre de oración. Trabajaba y oraba como si algo tenía que hacerse... Sus oraciones eran seguidas por la dependencia en las promesas de Dios; y por medio de la ayuda divina, fue dotado para sacudir el vasto poder de Roma, de manera que los fundamentos de la iglesia temblaron en cada país.
El Espíritu de Dios coopera con el obrero humilde que mora en Cristo y comulga con él. Oren... Cuando estén desanimados, cierren los labios ante otros; mantengan la oscuridad adentro, para que no traigan sombras a la senda de otro, pero díganselo a Jesús. Pidan humildad, sabiduría, valor, aumento de fe, para que puedan ver luz en su Luz y gozarse en su amor. Solo crean, y ciertamente verán la salvación de Dios.— Review and Herald, 22 de abril de 1884; parcialmente en Mensajes selectos, tomo 3, p. 169.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White