miércoles, 17 de junio de 2009

LOS PRECIOSOS FRUTOS DEL TIEMPO


Lanza tu pan sobre el agua; después de algún tiempo volverás a encontrarlo (Edesíastés 11: 1).

El año 1985, mi querido abuelo, Juan Cortés, pasó al descanso. Fue un caballero de gran nobleza y humildad. Su vida se caracterizó por ser diligente y servicial con sus semejantes, creyentes y no creyentes. Además, fue uno de los pioneros de la obra adventista en Yautepec, Mórelos. El Espíritu Santo lo iluminó para mostrar a muchas personas el gran amor de Dios y su maravilloso plan de salvación. Recuerdo que mi abuelo compartió el mensaje con una familia de la región. Una de las hijas de este matrimonio se fue posteriormente a vivir a Poza Rica, Veracruz, donde llegado el tiempo formó su familia. Ella era una mujer muy entregada en la obra del Señor y llevó el mensaje a mucha gente. Dios le dio seis hijos, quienes abrazaron el evangelio con gran fervor. Uno de esos niños en el futuro llegaría a ser un ministro de Dios. Hace doce años, al graduar, fue llamado a servir como pastor asociado en Cuernavaca, Morelos, ocasión en la que-nos conocimos y decidimos unirnos en el Señor y en su sagrado ministerio. Con gran anhelo deseo encontrarme en la mañana de la resurrección con mi abuelito, y agradecerle a Dios y a él porque conocí a mi amado esposo. Hoy sus obras dirigidas por el Espíritu Santo, producen frutos para la gloria de Dios. Hermana, si piensas que has predicado el evangelio a mucha gente y no ves resultados, no te desanimes, con certeza cumples este noble cometido. Deja que el Espíritu Santo sea quien trabaje y traiga los resultados a su tiem­po. ¡Verás grandes sorpresas para la gloria del Señor!

Angélica González de González
Tomado de la matutina Manifestaciones de su amor

EN CALMA

Habla, que tu siervo escucha. 1 Samuel 3:9

A menudo, la gente cree que es inevitable quedarse sordo cuando se envejece. Pero los que se protegen los oídos de los ruidos estridentes no suelen tener problemas de sordera. Las personas que viven en lugares silenciosos tienen un oído excelente. Por ejemplo, los bosquimanos del desierto Kalahari pueden oír un avión a más de cien kilómetros. Los ruidos como la música a gran volumen, los equipos electrónicos, de alta velocidad y las pistolas hacen que los pelillos del oído interno se doblen. A medida que se doblan una y otra vez van perdiendo la capacidad de enderezarse de nuevo; de modo que acaban por quedar doblados. El resultado es una pérdida de la capacidad auditiva. Con los oídos espirituales sucede lo mismo. Si permitimos que el mundo nos bombardee con su ruido, nos va a costar oír la tranquila voz de Dios que habla a la mente. La mayoría de los estudiantes empiezan el día con el ruido de un despertador quizá enciendan el televisor o la radio mientras se preparan para ir a la escuela. Luego van a clase y allí se pasan siete horas escuchando a sus profesores (eso espero) y hablando con sus amigos. Cuando la escuela acaba, probablemente pasen mucho tiempo escuchando música, viendo más televisión o hablando por el celular con sus amigos. Al final del día, cuando se meten en la cama, ¿cuántos de ellos se quedan dormidos viendo un programa de televisión o escuchando su canción favorita de su ¡Podl Es como si tuviéramos miedo del silencio. Es importante que tengamos un tiempo tranquilo para poder comunicarnos con Dios. La oración es el medio de hablar con él y él habla con nosotros a través de la Biblia y a través de las ideas que nos inspira. Si tú estás dispuesto a escuchar, él está dispuesto a hablar.

Tomado de la Matutina El viaje Increible

RESPONDER EL DESAFÍO

Así que, hermanos, por la tierna misericordia de Dios, os ruego que presentéis vuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto espiritual. Romanos 12: 1

En el capítulo 12 de Romanos, Pablo comienza a considerar la aplicación de la doctrina de la justificación por la fe, que venía explicando desde el primer capítulo. La expresión "así que" es una locución conjuntiva que indica el fin de una sección. La justificación por la fe no solo significa el perdón del pecado, sino también una vida nueva Después de analizar las doctrinas fundamentales del cristianismo, el apóstol destaca los principales deberes. Yerran los que miran la fe cristiana como una serie de nociones abstractas, Lejos de ello, la cristiana es una religión práctica que tiende al ordenamiento de una forma piadosa de vivir. No está diseñada solo para informar nuestro juicio, sino para reformar nuestros corazones y nuestras vidas. Por eso, el apóstol dice: «Os ruego, hermanos, por la tierna misericordia de Dios, que presentéis vuestro cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios», aludiendo a los sacrificios que se ofrecían en el santuario terrenal de Israel. Nuestra vida debe ser como una ofrenda de olor grato ante Dios. Es decir, la vida piadosa consiste en rendir nuestra vida a Dios. Debemos notar que el apóstol habla del cuerpo como la manifestación de la vida: el cuerpo es la persona. «Pablo primero exhorta a los cristianos a que consagren su cuerpo a Dios, y después los insta a presentarle sus facultades intelectuales y espirituales vers. 2). La verdadera santificación es la consagración de todo el ser: "espíritu, alma y cuerpo" (1 Tes. 5: 23), el armonioso desarrollo de las facultades físicas, mentales y espirituales, hasta que la imagen de Dios —en la cual fue creado el hombre— sea perfectamente restaurada. La condición de la mente y del alma depende en gran medida de la condición del cuerpo. Por lo tanto, es esencial que las facultades físicas sean conservadas en óptima salud y en el mejor vigor posible. Cualquier práctica dañina o complacencia egoísta que disminuya la fortaleza física dificulta el desarrollo mental y espiritual» (ibíd.). Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Salvador personal nuestra vida tiene un nuevo origen. Somos liberados de la esclavitud del pecado (Rom. 6: 22) y recibimos un llamado a seguirlo incondicionalmente para ser moldeados a su imagen. Quizá Pablo rogó con mucha insistencia y fervor porque observaba que muchos seguidores de Cristo, igual que ocurre hoy, no honraban el buen nombre que había sido invocado sobre ellos. ¿Cómo estás tú?

Tomado de la matutina Siempre Gozosos

EL GOZO DEL CIELO

Así, pues, los apóstoles salieron del Consejo, llenos de gozo por haber sido considerados dignos de sufrir afrentas por causa del Nombre (Hechos 5:41).

Hace algunos años tuve la oportunidad de visitar las Cataratas del Niágara. En la parte canadiense hay un mirador que permite ver de cerca cómo el cauce del río Niágara se interrumpe en forma semicircular y las aguas de esa afluente se precipitan muchos kilómetros hacia abajo, forman un espectáculo impresionante: la espuma blanca, el sonido del agua, la fuerza de la corriente y la fresca brisa húmeda que se siente en el rostro y en los brazos. Pero lo que recuerdo con más gusto fue el hermoso arco iris que se forma justo allí en las cataratas, y que al verlo por primera vez me robó el aliento. ¡Fue tan hermoso verlo con sus colores perfectamente definidos y su curvatura perfecta! Mientras disfrutaba del panorama, una gran nube tapó el sol y el arco iris desapareció, luego que el nubarrón avanzó dejó que otra vez los rayos del sol nos envolvieran con su tibieza y su luz nos proporcionara nuevamente ese regalo de colores en forma de arco. Eso me hizo pensar que lo mismo sucede en nuestras vidas en muchas ocasiones. A veces, las circunstancias de nuestras vidas se tornan difíciles, parece que la oscuridad nos envuelve y nos preguntamos dónde está Dios, pero así como el día siempre sucede a la noche, la luz regresa y vuelve a salir el arco iris de las promesas de Dios en nuestro corazón. También me hizo pensar en cuántas de estas noches oscuras las fabricamos nosotras mismas: a veces porque tomamos decisiones equivocadas. Seguimos nuestros propios impulsos o caprichos; en otras ocasiones porque fabricamos en la mente de fértil imaginación situaciones que nos llenan de angustia o porque pensamos que sabemos lo que va a pasar en el futuro; y otras más porque somos incapaces de adaptarnos a situaciones nuevas o lentas para adecuarnos a la independencia y libertad de elección de las personas que nos rodean. Por eso nuestro Padre celestial nos invita con tierno amor a confiar en él y tener nuestra vista fija en sus caminos.

Nidia Santos Vidales
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor

HAZ DE MÍ UNA BENDICIÓN


Cuando me encuentro en peligro, tú me mantienes con vida. Salmo 138: 7

uando los bomberos lo encontraron, el pobre gato estaba más muerto que vivo. Era una de las víctimas de los incendios forestales que sufrió Alaska en 1996. Había perdido las dos patas de atrás y todos los de­dos de las de delante. Aun así, cuando la brigada de salvamento lo rescató empezó a ronronear. Bumpus, que así es como pronto lo llamaron, se recuperó de sus graves heridas y pronto volvió a andar. Sharon, que era miembro de la brigada de salvamento, lo adoptó. Sharon era voluntaria de la sociedad humanitaria local y a menudo cuidaba de ani­males heridos en su casa. Cheerio, un gatito que había perdido una pata, era uno de sus proyecto DB (después de Bumpus). Cuando el gatito quería andar, caía al suelo. Se escondía debajo de la cama y mordía todo cuanto estaba a su alcance. Constantemente se lamentaba. Sharon se dio cuenta de que Cheerio estaba deprimido y decidió probar a ver si Bumpus podía ayudarlo. Cuando le abrió la puerta de la "enfermería" de Cheerio, Bumpus saltó, se acercó al gatito y lo abrazó con lo que le quedaba de sus patas delanteras. Entonces Bumpus empezó a lamer la cara del gatito. El gatito dejó de lamentarse y empezó a ronronear. Ambos gatos llegaron a ser grandes amigos. Cheerio dejó de esconderse debajo de la cama. Aprendió a correr con tres patas y no pasó mucho tiempo hasta que una familia lo adoptara. Bumpus pudo empalizar con el gatito a causa de las heridas que había sufrido en el incendio. Cheerio pudo sentir que Bumpus había pasado por dificultades. Cuando tenemos problemas nos quedan tres posibilidades. Podemos no prestarles atención, podemos sentirnos apenados o podemos usar la experiencia para hay a otros. Jesús nos ayudará en las dificultades. Por eso, para nosotros es un privilegio ser una bendición para los demás y hacer que sepan que hay esperanza.

Tomado de la matutina El Viaje Increíble.