jueves, 14 de julio de 2011

SOLO LA MITAD

Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir. (Mateo 25:13)

La parábola de las diez vírgenes es un tema recurrente en muchos sermones en los que se resalta la importancia de estar preparados para cuando Cristo vuelva. Pero de ella podemos aprender hoy otras lecciones.
La palabra «insensata» es sinónimo de «desaconsejada», por lo que podemos decir que las personas que no reciben consejo son insensatas. Un proverbio muy popular nos advierte de que «el que no oye consejo, no llega a viejo». Por supuesto, el que no oye consejos constructivos que se nos dan para nuestro bien.
Estas muchachas a las que Jesús llama insensatas habían recibido el buen consejo de hacer provisión para sus lámparas por si el novio se retrasaba, pero unas lo escucharon y otras no. Escuchar no siempre resulta agradable. El oído humano, aunque no tan sensible como el de algunos animales, a veces solo escucha lo que le gusta oír. Aunque tal vez sabemos que el consejo que estamos recibiendo es sabio, nuestra debilidad, alimentada por la complacencia propia, nos gana la batalla. ¡Cuántos tragos amargos ocasiona no prestar oído al consejo sabio!
Diariamente escuchamos la voz divina que nos habla a través de, agentes humanos en forma de consejos. Ser sabios en nuestra propia opinión resulta un peligroso camino que transitar. La famosa afirmación de Sócrates «solo sé que no sé nada» va más allá del mero conocimiento intelectual o científico. El ser humano no vive lo suficiente como para salir airoso de todas las vicisitudes de la vida, por lo que «cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuyas a remojar».
Estas muchachas imprudentes nos representan muy bien a nosotras, que encontramos en la Palabra de Dios consejos para nuestra enseñanza e instrucción, a fin de que podamos caminar tranquilamente por este valle de tentaciones y lograr llegar a la meta ansiada. Tú. que vives en un siglo de luces y avances, ¿en qué bando te colocarás?
«Señor, abre mis oídos para que siempre reconozca tu voz».

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL SOL DE JUSTICIA

Más a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Malaquías 4:2.

Mientras organizaba las actividades del campamento con el director de Sociedad de Jóvenes de una de mis iglesias, un temor nos sobrevino a ambos: ¿Y si llegaba a llover los cuatro días del campamento? Todas las actividades estaban basadas en días soleados, disfrutar de una gran piscina de natación, respirar el aire puro de las sierras, gozarnos con una buena caminata en medio de árboles y arbustos, y recrearnos sanamente con algunos deportes. Toda la planificación estaba pensada para días cálidos con sol, pero éramos conscientes de que si el clima no nos ayudaba, había un margen de "fracaso".
Antes de salir en el ómnibus, los más de treinta jóvenes que estábamos reunidos en la iglesia oramos a Dios y pusimos nuestros planes en sus manos. Estaríamos durmiendo en carpas durante cuatro días, y como Dios es también Dios del clima (y así lo demostró Jesús en la barca, según Mateo 8:26), hicimos un círculo, nos tomamos de las manos en señal de unidad, y clamamos a Dios para que nos permitiera sacarle provecho a ese campamento. La oración fue escuchada con creces, porque además de disfrutar un cálido clima veraniego, cada una de las actividades contribuyó a unir más a los jóvenes entre sí y con su Creador. Cada uno de esos días, el sol brilló en todo su esplendor.
Otro de los remedios naturales creados por Dios para preservar nuestra salud es el sol. Esa fuente inagotable de poder, además de brindar calor y proporcionar días hermosos, sintetiza la vitamina D en la piel. Esta vitamina es muy útil: permite a los huesos fijar y absorber el calcio, mineral indispensable para la fortaleza del esqueleto. Pero los favores del sol no terminan allí, porque es sabido que los rayos ultravioletas matan muchas bacterias de nuestro cuerpo en tan solo dos horas de exposición.
Realmente son grandes los beneficios que proporciona el sol, así como los que nos proporciona Dios. Porque quienes estamos amparados bajo su Espíritu, tenemos la enorme promesa, hecha por el profeta Malaquías, de que a nosotros nacerá "el Sol de justicia", Cristo Jesús, para darnos salvación. Al salir de tu hogar para las actividades en este día, eleva los ojos al cielo y agradécele a Dios por darte el sol que alumbra la tierra, y "el Sol de justicia" que alumbra tu corazón. Ambos alumbran para tu bien.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

CONSULTA A DIOS

Entonces David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos. 1 Crónicas 14:10.

Iris desea conocer la voluntad de Dios: tiene dos pretendientes, y no sabe a cuál de ellos aceptar. Siempre soñó con tener un hogar feliz; tal vez, porque viene de un hogar de padres separados, y no quiere equivocarse en la elección del amor de su vida.
El sol acaba de despuntar, sonriendo a la tierra con sus rayos dorados. Iris se arrodilla, y desafía a Dios: "Señor", le dice, "yo sola no puedo decidir; necesito de tu ayuda. Voy a salir ahora hacia el trabajo. El primero de los dos muchachos que aparezca vistiendo camisa azul, será el que yo aceptaré. Por favor, muéstrame tu voluntad".
La joven, de cabellos rizados y ojos color de miel, cree que está consultando a Dios y dándole la oportunidad de responderle. Mucha gente, como Iris, en diferentes lugares del planeta, cree que puede probar a Dios de esa manera, y con frecuencia, la aparente respuesta de Dios no les funciona o les funciona mal.
El versículo de hoy dice que David, antes de dirigirse a la batalla, consultó a Dios. No lo puso a prueba, como lo hizo Iris, sino que conversó con él. En aquellos tiempos, Dios aún hablaba con su pueblo personalmente; hoy, continúa haciéndolo, pero a través de su Palabra escrita, que es la Biblia.
Si deseas escuchar la voz de Dios, todo lo que necesitas hacer es abrir la Biblia y estudiarla con sinceridad de corazón. Dios no te dejó sin orientación: en la Biblia, hay consejo para todo. El Señor no está interesado solo en tu vida espiritual. Juan dijo: "Amado, yo deseo que seas prosperado en todas las cosas". Todo es todo. La vida material, profesional, familiar, en fin...
La mayoría de las decisiones equivocadas que tomamos son causadas porque no vamos a la Palabra de Dios en busca de orientación. Vivimos en un mundo de misticismo, en el cual muchos buscan sensaciones sobrenaturales; se quedan contemplando la naturaleza, en busca de manifestaciones sensoriales. Quieren oír la voz de Dios de forma audible, o entonces echan suertes, como lo hizo Iris.
Dios es Dios; si lo desea, puede hacerte oír su voz. Pero, en la mayoría de los casos, respondió a las preguntas de tu corazón en su Palabra; solo debes abrirla y meditar en ella.
Haz de este un día de estudio de la Biblia, y recuérdate que: "David consultó a Dios, diciendo: ¿Subiré contra los filisteos? ¿Los entregarás en mi mano? Y Jehová le dijo: Sube, porque yo los entregaré en tus manos".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón