sábado, 7 de mayo de 2011

LA MANCHA- 2ª PARTE

Más jehová cargo en el pecado de todos nosotros. (Isaías 53:6).

Cuando Adán y Eva pecaron, se escondieron e intentaron encubrir su falta con métodos humanos. Pero Dios, aunque ama mucho al pecador, no puede convivir con el pecado. Las consecuencias que la pareja tuvo que afrontar no aparecieron tras encontrarse con Dios, sino en el mismo momento de su desobediencia. Las consecuencias de los actos de aquella niña tentada por el mágico sabor de unos deliciosos bombones tampoco llegaron al día siguiente, sino en el mismo momento en que cedió a la tentación.
«Cuando mi mamá fue a despertarme por la mañana, descubrió de inmediato mis andanzas de la noche anterior. Al verme completamente descubierta, no tuve más que admitir lo que había hecho, pero eso no fue lo peor. El sofá nuevo que papá le había regalado a mamá por el día de !a madre estaba totalmente arruinado. Mi madre tome un estropajo y con solo una mirada entendí que debía trabajar duro para arreglar lo que había hecho. Pero, por más que frote, la mancha no desaparecía. Entonces mi madre me sentó en sus piernas y me dijo: "Hija, hay acciones en la vida que se horran, pero hay otras cuyas consecuencias duran para siempre.»
Acto seguido, tomo aquel estropajo, lo adorno con cintas y lazos y lo coloco en un lugar visible, para que yo nunca olvidara lo sucedido. Cuando crecí decidí conservarlo, para trasmitirles a mis hijos lo que sabiamente mi madre me enseñó en aquella ocasión. Quiero que tu lambien recuerdes que el pecado es como una mancha que no podemos borrar.
Cuando caigas presa de la tentación y el pecado quiera aplastarte, no encubras tu iniquidad. Arregla las cosas con tus semejantes y declárale a Dios lo que has hecho, porque solo puedes limpiar tu mancha a través de su sangre redentora.
Cuando tus hijos flaqueen y sufran las consecuencias de sus actos, no los libres de ellas, al contrario, ensénales a ir a Dios. El también tiene una historia que contar. Pero no es una historia de soluciones humanas, sujetas a derrotas y frustraciones. Es una historia victoriosa: el cargo nuestros pecados para limpiar nuestras manchas.
La sangre de Cristo blanquea toda mancha.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

¿ONDA ALFA U ONDAS BETA?

Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Marcos 12:30.
Está comprobado científicamente que el cerebro humano funciona principalmente con dos tipos de ondas: las ondas alfa (aquellas que actúan en mementos de relajación y esparcimiento) y las ondas beta (son las que se emplean para tomar decisiones, el análisis de situaciones, el pensamiento crítico, las distinciones y la valoración moral).
Si te preguntara que tipo de onda necesitas para estudiar, trabajar e incluso para orar, no hace falta pensar demasiado: necesitamos las ondas beta, ya que estas son las que lograran que el cuerpo se comprometa a la acción ordenada por la mente.
Mientras ves la televisión, las ondas beta comienzan a decrecer y las alfa a aumentar. Es un momento de relajación, de inactividad, de distracción. Si bien puedes por alguna circunstancia ponerte alerta y utilizar tu pensamiento crítico para evaluar lo que estas mirando, con el paso de las horas terminas "entregándote" y aceptando lo que ves. Estas frente al aparato porque te gusta, te da placer, tu decidiste mirar lo que ves, sea bueno o malo. Por esta causa da tanto "trabajo" estudiar después de haber mirado algunas horas de televisión, porque tu cerebro se acostumbró al estado de relajación y no al de análisis. Con mucha razón Steve Jobs declare: "Recurrimos a la televisión para apagar el cerebro, y a la computadora para encenderlo" (Selecciones de Readers Digest, abril de 2000, p. 39).
En el versículo de hoy, Jesús nos invita a que nuestro amor y nuestra adoración a Dios sean completos. El declare: "y amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas", y este mandato no es uno entre todos, sino que "este es el principal mandamiento". Y Jesús tenía toda la razón, porque no existe una adoración a medias, una adoración por partes y una entrega incompleta: o todo nuestro ser es de Dios o no lo es.
La mente será quien procesara esa decisión y decidirá que hacer. Sé muy bien que no es fácil entregarle todo a Dios y ser consecuente con esa determinación; sé muy bien que el enemigo trabajara arduamente para distorsionar la recreación y convertirla en diversión. Pero recuerda que en esta lucha no estás solo, Jesús, tu gran Amigo y Salvador, esta para ayudarte a reorientar tus prioridades y darle el primer lugar en tu vida a quien lo merece: Dios. Al iniciar las actividades de este día, toma la decisión de entregarle todo tu ser a tu Creador.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

NO ALCANZARON

Porque Dios tenía reservado algo mejor para nosotros, para que no fueran ellos perfeccionados aparte de nosotros. Hebreos 11:40.

La señora que arreglaba esta mañana mi cuarto del hotel es una emigrante, que llegó a los Estados Unidos cruzando el rio. Era apenas una niña de diez años cuando, un día, sus padres decidieron trasladarse a ese país, en busca de un "futuro mejor".
¿Futuro mejor?
-Mire, señor -me dijo-, este es el "futuro mejor" que logre: ser una simple mucama.
Sus manos, llenas de callos; su rostro, surcado por arrugas profundas que la vida le abrió; su sonrisa nostálgica, adormecida en algún momento de su triste historia, describían el dolor y el sufrimiento que las circunstancias le habían impuesto.
Me quedé pensando mucho tiempo en su historia, y salí a caminar. Me había propuesto andar cinco kilómetros. Y, aunque había mucha naturaleza a lo largo de mi camino, la historia de la mucama seguía molestándome. Como si fuese mi propia historia; como si yo también, un día, hubiese "cruzado el rio" buscando un futuro mejor.
A fin de cuentas, ¿no es lo que todos buscamos? ¡Un futuro mejor! ¿Lo alcanzaste? O tu también, como aquella señora, miras a tu presente y piensas que no valió la pena haber "cruzado el rio".
Lo que me intriga es el hecho de que esa buena señora llega al trabajo en su propio auto, vive en casa propia, no tiene necesidad de pagar alquiler, y sus hijos estudian en la universidad del Estado. Quiere decir, de alguna manera, que su situación ha mejorado; si hubiese permanecido en su país, no tendría las cosas que ha logrado aquí. Con trabajo, es verdad; enfrentando las dificultades de una vida dura, sin duda. Pero, ha logrado cambiar el destine de su familia, porque la próxima generación, con toda seguridad, no padecerá mas las privaciones que ella tuvo cuando era niña.
Pero, ella no es feliz. Su corazón continúa vacío, y llora la angustia de buscar y buscar, sin encontrar. La razón es que ella limita el "futuro mejor" a cosas y comodidad material. Lo que ella no sabe es que podrá conseguir todos los bienes del mundo y continuara vacía, porque el futuro mejor no está limitado a las tristes fronteras de esta tierra. Nacimos para volar y, mientras vivamos escarbando la tierra en busca de oro, jamás descubriremos las bellezas del cielo azul y del espacio infinito.
Vuelve los ojos a Dios. Lo que realmente vale no está en esta tierra, "porque Dios tiene reservado algo mejor para ti".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón