domingo, 31 de julio de 2011

DICHOSAS

Una mujer de entre la multitud levanto la voz y le dijo: «¡Bienaventurado el vientre que te llevó y los senos que mamaste!» (Lucas 11:27).

He dejado para el final de este ciclo de mujeres poco conocidas que sin saberlo han dejado un legado de provechosas lecciones, a esta mujer, una del pueblo, una entre tantas, que, inspirada por el Espíritu Santo, pronunció sobre Jesús la única bendición de este tipo que se registra.
Esta corta frase encierra uno de los misterios más sublimes de la historia. Sí, el Dios eterno, Rey de reyes y Señor de señores, había nacido de una humilde mujer y había dependido de sus pechos para crecer. Siempre que estudio este tema termino alabando a Dios porque su amor por mí superó la lógica humana. Tú y yo hemos sido salvadas por el simple hecho de que Dios nos amó demasiado como para dejarnos bajo la condena eterna. Fuimos halladas tan valiosas para el cielo que, a pesar de que nuestro rescate ocasionaría mucho sufrimiento, para él valía la pena salvarnos.
Aquella mujer elevó su voz para poner de manifiesto el amor divino encarnado en aquel Verbo que estaba dispuesto a vencer el pecado y asegurar la vida del pecador.
Jesús aceptó aquella bendición pero terminó la frase que para él estaba incompleta diciendo: «¡Antes bien, dichosos los que oyen la Palabra de Dios, y la obedecen!» (Luc. 11: 28). Por supuesto, el plan divino cargado de amor y sacrificio no cumple su objetivo si no tiene a quién salvar. Por eso Jesús llamó dichosos a los que no solo oyen sino que guardan y ponen en práctica la voluntad divina. Solo para esa clase de personas se hace realidad el plan confeccionado desde antes de la fundación del mundo y en el que estábamos incluidas tú y yo.
Esta historia puede volver a escribirse así: «Tú y yo, mujeres modernas, al encontrarnos con ese Dios hecho hombre, podemos exclamar con agradecimiento: "¡Hosanna! ¡Gloria al Dios que habitó en nuestro medio, asegurando la vida eterna a todo pecador!"».
Nunca dejes que la alabanza huya de tus labios. El Cristo que murió en el Calvario es tu salvador. Eres dichosa porque Dios te amó hasta el fin.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

ADMINISTRADORES RESPONSABLES

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. Mateo 25:21.

A lo largo de este mes pudimos analizar juntos la importancia de cuidar los dones que Dios nos dio, especialmente la salud y las habilidades personales. Desde la creación, todo en esta tierra fue puesto para que el hombre glorificara a su Creador; pero desde la entrada del pecado, esas bendiciones fueron trastocadas y mal utilizadas por los seres humanos.
Quizás el ejemplo de Jimena nos pueda ayudar. Ella había venido a Argentina para realizar sus estudios universitarios. Como provenía de un hogar adinerado, traía desde su país una serie de elementos muy útiles para el estudio, y entre ellos una computadora portátil. Al llegar el verano y regresar a su hogar, le prestó a un compañero de clase su computadora para que se ayudara en sus estudios. Le hizo los encargos pertinentes para su cuidado y creyó que "quedaba en buenas manos". Al regresar al año siguiente, este compañero de estudio había maltratado la pequeña computadora, y como no tenía dinero para repararla, la devolvió en un estado lamentable.
Muchas veces los seres humanos actúan con Dios de la misma manera. En su bondad, él los colma de bendiciones porque desea verlos felices, pero estas bendiciones son mal utilizadas y explotadas de manera egoísta.
Como todo le pertenece a Dios, nosotros somos simplemente administradores de esos recursos. El concepto de que "esta es mi vida y hago con ella lo que quiero" no encuentra cabida en las Escrituras, ya que toda ella nos enseña que Dios es dueño de todo, incluso de nosotros mismos.
Como todo le pertenece a nuestro Creador, es importante utilizar muy bien cada uno de los recursos que él pone a nuestra disposición, a fin de que cuando nos pida cuentas, nosotros seamos hallados como mayordomos responsables ante su presencia. El Señor Jesús desea encontrarse contigo cuando vuelva por segunda vez, y anhela decirte: "Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor".

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

VICTORIA FINAL

Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra. Filipenses 2:10.
Llovía en San Pablo, la noche en que un avión de la línea TAM se salió de la pista, en el momento del aterrizaje; atravesó la avenida Rubem Berta y se estrelló contra las construcciones del otro lado. En el trágico accidente, murieron casi cien personas.
Me llamó la atención la reacción del familiar de una de las víctimas: "¡Dios no existe! ¡No puede existir, si permite una cosa de estas!", decía a gritos delante de las cámaras de televisión.
La gente herida reacciona de este modo ante el sufrimiento; es una manera muy humana de enfrentar el dolor. Sin embargo, en ese momento el enemigo debió haber soltado una carcajada, en la inmensidad del universo, pensando que había ganado la batalla. Él provocó el dolor, y quien llevó la maldición fue Dios.
Siempre fue así. Todo lo que te hace sufrir y abre impiadosamente las heridas de tu corazón, es provocado por el enemigo. Su propósito es hacerte volver en contra de Dios. Así fue con Job. Su historia contiene la teología del dolor. El enemigo le quitó todo y lo dejó en la peor situación, enfermo de sarna desde los cabellos hasta los pies. La propia esposa le dijo: "Maldice a Dios y muérete". Pocos seres humanos llegaron a las profundidades del sufrimiento como Job. El relato es explícito al mostrar que el diablo provocó todo esto, con la intención de que Job pensase que el dolor provenía de Dios.
La obsesión del enemigo es "probar" que Dios es injusto, duro y cruel con sus criaturas. Y, sin importar el método que tenga que usar para alcanzar sus objetivos, los usará.
Sin embargo, el texto de hoy afirma que llegará un día en que toda rodilla se doblará, reconociendo que Dios tenía razón y que las acusaciones del enemigo eran falsas.
Mientras ese día no llega, deposita toda tu confianza en Dios. No permitas que las ondas agitadas del mar de esta vida hagan vacilar tu fe. Busca a Jesús todos los días, convive con él cada instante, cuéntale tus tristezas y dificultades. Y permite que él enjugue tus lágrimas.
Un día, entonces, junto con los redimidos de todos los tiempos, levantarás las manos hacia el cielo, para recibir a tu Salvador. Y ese día verás: "que en el nombre de Jesús se dobla toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

sábado, 30 de julio de 2011

UN DIOS DE JUSTICIA

Entonces el rey respondió: «Entregad a aquella el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre» (1 Reyes 3:27).

La sentencia emitida por el sabio Salomón es una muestra de la justicia celestial. «Dios traerá toda obra a juicio» (Ecl. 12: 14), así que no tenemos por qué desesperarnos ante la injusticia humana ni tratar de buscar la venganza para poner las cosas en su lugar.
Hay algunas lecciones que podemos aprender de la historia bíblica de hoy.
  1. Todas somos iguales ante Dios. La forma en que el rey trató a aquellas mujeres nos asegura que no hay diferencias raciales, intelectuales ni económicas que hagan que Dios varíe su juicio ( ver Gal. 3: 28).
  2. Todas somos pecadoras. Salomón no sabía lo que había llevado a aquellas mujeres a vivir una vida libertina, pero no lo tomó en cuenta a la hora de hacer justicia (ver Rom. 3:10).
  3. Dios siempre nos atiende. Esas mujeres fueron atendidas a pesar de su condición de pecadoras (ver Heb. 4: J6).
  4. Todas tenemos otra oportunidad. Las dos mujeres tuvieron la oportunidad de contar su versión de la historia, así como la ocasión de decir la verdad (ver Ecl. 12: 14).
  5. Seremos probadas. La fe en la justicia real fue puesta a prueba por Salomón quien, tomando una decisión drástica, descubrió la verdad. Dios también prueba nuestra fe. ¿Confías en que los juicios de Dios son justos y fieles? (ver Apoc. 19: 2).
  6. Recibiremos justicia. El bebé fue devuelto a su verdadera madre, quien unió su alabanza al rey que había obrado justa y sabiamente (ver Mat. 16: 27). Un día no muy lejano, nuestras voces también se elevarán junto a las de las huestes celestiales para proclamar: «Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos. Rey de los santos» (Apoc. 15: 3).
No te aflijas por la injusticia humana. El pecado trae como consecuencia la falta de igualdad entre las naciones, el hambre y la enfermedad. Mientras vivas en el mundo, tendrás que lidiar con todo esto, pero mira hacia adelante, allí está tu Rey y con él, la justicia. Si te aflige la injusticia, confía en el Dios de justicia.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA ALABANZA

Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Salmo 100:1.

En reiteradas oportunidades me habían invitado a esa iglesia a predicar, y siempre sus miembros me habían hecho sentir muy a gusto, como si hubiera sido el pastor local. Pero un sábado percibí un ambiente distinto. Después de hacer la primera oración, el que presidía la plataforma anunció una parte especial a cargo de un cuarteto, que hasta ese momento yo no conocía. Cuatro jóvenes de entre 18 y 23 años pasaron al frente con modestia y sencillez, y después de algunas palabras de introducción comenzaron a elevar su alabanza. Sus voces fueron tan bien combinadas, la música tan dulce y la letra tan bíblica, que al terminar, niños, jóvenes y adultos quedaron como extasiados, dispuestos y preparados para escuchar la Palabra de Dios. En todos los años que llevo como predicador, muy pocas veces sentí un clima tan apropiado para exponer las Escrituras como el vivido ese sábado.
¿Qué marcó la diferencia? Estoy seguro de que el Espíritu Santo guiaba todo, pero este cuarteto fue la herramienta apropiada para que Dios fuera exaltado y su Palabra fuera escuchada.
La adolescencia y la juventud son etapas de la vida en que la música tiene una importancia vital. Todo ambiente, incluso el académico, es apropiado para escuchar alguna música preferida y deleitarse con ella. Lo maravilloso de todo esto es que el que escucha puede estar trabajando con las manos, jugando, haciendo algún deporte o conversando con los amigos, pero la música sigue tranquila su curso, creando un clima especial.
El problema está en que el enemigo de Dios puede usar la música para sus propios propósitos. Los mensajes directos y/o subliminales de la letra, el ritmo electrizante y las melodías disonantes son algunos de los recursos para convertir la música y el canto en un medio que aparte a los hombres de su Creador.
En toda la Biblia, cada vez que se habla de alabanza, está referida al Dios del cielo, y por eso encontramos en ella todo un libro (Salmos) que procura enaltecerlo. "Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra" es un versículo que resume el propósito del don de la alabanza en las Escrituras; y nos invita, como habitantes de este mundo, adorar con alegría a nuestro Creador.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

VIDAS QUE INSPIRAN

No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya. Salmo 91:5,6.

Por los pasadizos secretos del alma o por los pantanos traicioneros del espíritu, a través de generaciones, transitan en tropel los temores. Vienen atraídos por las historias que la mente arranca de lugares lejanos e ignotos.

Comienzan a arribar cuando cae el sol, silenciosamente... Se sientan formando círculos y perturbando la paz.

Existe gente que no logra dormir; los somníferos resultan insuficientes para ahuyentar los temores que tomaron de asalto la ciudadela del corazón.

El salmista David sabía bien lo que era eso: huía de un enemigo real; el rey Saúl deseaba destruir al joven que Dios había escogido para ser su sucesor. El monarca no aceptaba que había pasado su oportunidad. El poder tiene la capacidad de enviciar a la persona: quien lo tiene, no quiere perderlo y hace cualquier cosa con tal de conservarlo.

David huía, andando por el desierto y durmiendo en cuevas. Aquellas noches, solitario y perseguido, supo lo que era el miedo. Pero descubrió, también, lo que significa tener un Protector como el Dios Todopoderoso, a quien había decidido servir.

El salmo 91, de donde extraje el texto para el devocional de hoy, es un salmo de confianza, y sirve de inspiración para todos aquellos que, de una forma o de otra, enfrentan enemigos reales o imaginarios. El miedo paraliza, te incapacita para avanzar, te hace retroceder; te quita, poco a poco, hasta las ganas de soñar y de vivir.

Lo llaman depresión: son miedos que la mayoría de las veces no tienen razón de ser; pero el espíritu tiene sus pantanos, oscuros e incomprensibles. Si es de día, sufres porque es de día y, cuando la noche llega, los temores continúan.

El consejo del salmista es que, si vas a esconderte bajo las alas de tu Protector, no tienes razón para vivir angustiado. Nada de lo que te hagan tocará tu vida, ni siquiera las fuerzas de las tinieblas.

Por eso, hoy, sal a correr detrás de tus deberes diarios seguro de que tu vida está escondida en Jesús. Si es así: "No temerás el terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

viernes, 29 de julio de 2011

¡ALABA A DIOS!

Entró, pues, aquella mujer de Tecoa al rey, y postrándose sobre su rostro en tierra, hizo una reverencia (2 Samuel 14:41.

Esta mujer que fue buscada por el general Joab debido a su astucia e inteligencia se presenta ante el rey David para lograr la reconciliación entre Absalón, hijo rebelde y contumaz, y su padre, quien lo había deportado a tierras de Gesur por matar a su hermano Amón, quien había deshonrado a Tamar, su hermana.
David estaba sufriendo las consecuencias de su pecado al haber tomado por mujer a Betsabé, esposa de Urías. Las duras palabras «no se apartará jamás de tu casa la espada» (2 Sam. 12:10) pronunciadas por el profeta Natán, traían a su mente el recuerdo de su falta. Había perdido a su hijo Amnón. Tamar había sido mancillada y Absalón estaba desterrado. Ese no era el futuro que Dios deseaba para aquel hombre que una vez se había colocado en sus manos y que había sido grande ante los hombres y ante el cielo.
La mujer de Tecoa presentó ante el rey una historia falsa. Aunque sabemos que Absalón no aprovechó la nueva oportunidad que se le concedió y que su final fue dramático como consecuencia de su rebelión, David elogió la sabiduría de aquella mujer y le concedió a Joab lo que a través de ella pedía.
Esta historia me hace reflexionar en lo que hizo Cristo por nosotros, Absalones rebeldes y pecadores. Nadie tuvo que buscar a Cristo para convencerlo de que se presentara al padre con una historia ficticia y lograra que le concediera permiso para salvar a la raza humana. Cuando Adán y Eva pecaron, la trinidad ya había asumido el plan de salvación.
Nosotros, al igual que David, estamos sufriendo las consecuencias de nuestras decisiones. Al ser condescendientes con el pecado nos ponemos bajo la sentencia: «La paga del pecado es muerte». Pero, gracias a Dios, el texto continúa diciendo: «Pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús» (Rom. 6: 23). ¿Aceptas esa dádiva de Dios que es capaz de cambiar tu sentencia de muerte en una de vida eterna?

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DEL LIDERAZGO

Sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Lucas 22:26.

En todos los grupos humanos, ya sea en una familia, entre los compañeros de estudios, con quienes se practica un deporte o en la iglesia, existen líderes naturales. Estos dirigentes ejercen influencia, autoridad y mando sobre un grupo de personas con determinados fines.
El liderazgo es un don de Dios que, al igual que otros dones, puede ser usado para el bien o para el mal. Como ejemplo de lo último, Lucifer utilizó su influencia para llevar al pecado y rebelión contra Dios a la tercera parte de los ángeles.
Un ejemplo de liderazgo positivo fue el que ejerció Mahatma Gandhi en la India y en el mundo entero. Hasta el presente, su imagen es sinónimo de liderazgo, sencillez y veracidad. Luego de estudiar derecho, latín y francés en Londres, fue a Sudáfrica, que en ese momento era una colonia británica. Allí vio como la "civilización blanca" discriminaba y maltrataba a los hindúes y extranjeros. Además, él mismo fue víctima de los abusos de la discriminación, ya que fue expulsado de hoteles, vagones de tren y restaurantes.
Decidido a luchar contra ese sistema opresor, llevó un método de lucha poco convencional, porque sus armas fueron la desobediencia civil y la no violencia. Por ejemplo, si mandaban cien hindúes a la cárcel, se presentaban miles ofreciéndose para ser encerrados; si los maltrataban en los juicios, no se defendían; si les quitaban los alimentos, no reclamaban nada. Esta revolución pacifista logró dar a los hindúes e inmigrantes que residían en Sudáfrica leyes que les otorgaron dignidad y derechos civiles. Su batalla tuvo un éxito rotundo, y el mismo método empleado en su patria, la India, logró darles luego la independencia como país. A nivel político, tuvo la influencia de un monarca, pero vivió en la austeridad y en la pobreza durante toda su vida, luchando por sus convicciones. El título de Mahatma (porque ese no es su nombre real) le fue dado por sus conciudadanos. Significa "alma noble" o "alma grande", debido a su trabajo abnegado y sacrificado por el bien común.
Sin quererlo (o quizás a propósito), el liderazgo que ejerció Mahatma Gandhi fue muy parecido al liderazgo enseñado y vivido por Jesús. Siendo "el mayor", vivió "como el más joven"; aunque dirigió un país "como el que sirve".

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¿PARA QUÉ MÁS?

Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 1 Timoteo 6:8.

El sol tropical se oculta en la playa. Un banquero contempla el muelle de un pueblecito costero, y ve llegar a un pescador que trae, en su pequeño bote, varios peces de buen tamaño. El banquero pregunta:
—¿Cuánto tiempo te llevó pescar esos peces?
-Un par de horas, señor -responde el hombre.
-¿Por qué no permaneciste más tiempo en el mar? Hubieras pescado más.
El pescador asegura que tiene lo suficiente para satisfacer las necesidades de su familia.
-¿Y qué haces con el resto del tiempo? -pregunta el banquero.
-Bueno, duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago la siesta y voy todas las noches al pueblo, a tocar guitarra con mis amigos. Tengo una vida ocupada y amena.
El banquero le aconseja:
-Soy consultor financiero, y creo que deberías invertir más tiempo en la pesca: con los ingresos, comprarías un bote más grande; con los ingresos de ese bote, podrías comprar varios botes; entonces tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario, lo podrías hacer directamente a un procesador; después, podrías abrir tu propio procesador, controlar la producción, el procesamiento y la distribución; salir de este pueblecito e irte a una ciudad grande, en fin...
-¿Y cuánto tiempo tardaría eso? -pregunta el pescador.
-Entre quince y veinte años.
-¿Y luego qué?
-Podrías vender las acciones de tu empresa. ¡Te volverías rico; tendrías millones! -sonríe el banquero.
-Millones... ¿Y luego qué?
-Luego te podrías retirar; irte a un pueblecito en la costa, donde podrías dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer la siesta, ir todas las noches al pueblo, tocar guitarra con tus amigos, libre de preocupaciones...
-¿Acaso no es eso lo que tengo ahora?
Esta no es una invitación al conformismo ni a la mediocridad, sino a la evaluación del ritmo de tu vida: ¿Trabajas por necesidad o por obsesión? ¿Tienes tiempo para Dios y para tu familia, o vives solo en función de hacer una fortuna?
No salgas hoy sin recordar: "Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

jueves, 28 de julio de 2011

¡ERES BENDITA!

Bendita sea entre las mujeres Jael, mujer de Heber, el ceneo; entre las mujeres, bendita sea en la tienda. (Jueces 5:24)

Jael es la protagonista de una controvertida historia de bondad, amabilidad y justicia. Un ejército trataba de apresar a Sisara, el prepotente capitán de Jabín, pero ninguno de los soldados había logrado llevar la justicia al pueblo de Israel sino esa mujer, a quien se la conoce únicamente por este incidente.
Parece extraña la actitud de Jael. Si leemos superficialmente este pasaje, podríamos catalogarla como traidora, engañosa e hipócrita. Sin embargo, aunque no se cree que tuviera motivos personales para la venganza, este capitán representaba la opresión para el pueblo de Dios con el que ella y su familia se habían identificado.
Hay personas que, aunque están fuera de la iglesia a la que pertenecemos, nos observan y se identifican diariamente con nosotros. ¿Qué mensaje les estamos enviando con nuestra conducta? Aunque había paz entre los ceneos y los cananeos. Sísara sintió temor al pedir protección a esta mujer, porque sabía que estaba en posición de opresor y que el pueblo de Israel estaba defendiendo la propiedad que Dios les había dado. El hecho de que Jael le diera leche para beber y lo cubriera con una manta nos enseña que aun nuestros enemigos deben ser tratados con dignidad.
Una vez más aparece la mujer como un instrumento que Dios puede usar para lograr los objetivos de salvación y bienestar que tiene para su pueblo. En el canto que, Débora y Barac entonaron no podía faltar el nombre de Jael, y la llamaron «bendita».
Muy pronto un canto celestial comenzará a sonar en el cielo y se extenderá hasta la tierra. Los ángeles mencionarán en él a cada persona que ha vencido por medio de la fe en la sangre redentora de Jesús. Habiendo sido vasijas útiles en las manos de nuestro Rey, obtendremos el calificativo de «bendita». ¿Anhelas estar en esa lista?
No rechaces nunca la voluntad de Dios para tu vida. Ser «bendita» por Dios requiere total obediencia y sumisión a su voluntad. ¿Estás dispuesta a ello? Si prestas atención verás que ya se escucha su voz.
Ven, bendita de mi padre, hereda la tierra preparada para ti.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA TESTIFICACIÓN

Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas. Hechos 5:32.

Hace algunos meses, un joven me escribió una carta en la que me contaba su problema espiritual. Había nacido en un hogar adventista y había participado de todas las actividades de su iglesia. Pero con el paso de los años, vio que esa vida a la que había estado acostumbrado y que veía muy normal no le daba popularidad entre sus amigos.
Ya en la universidad veía imposible contarle a otros que era un creyente sincero, que tenía una vida devocional privada, una vida eclesiástica activa, y que confiaba en un Dios poderoso que guiaba su vida. Con sinceridad me dijo: "¿Cómo puedo hacer, pastor, para vencer la vergüenza y el miedo que siento cuando mis amigos me preguntan por qué no salgo a bailar, o por qué no consumo cervezas? En mi soledad yo me propongo explicarles mi manera de vivir y de ver la realidad, pero luego, al estar con ellos, les sigo la corriente en sus conversaciones y no puedo revelarles mi estilo de vida. Cuando me hacen una pregunta directa, respondo con evasivas o con un pretexto. ¿Qué me aconseja que haga?"
¿Te ha pasado eso alguna vez? ¿Has sentido miedo o vergüenza de revelar a tus amigos o compañeros de estudio la vida religiosa que llevas? Sé que no es sencillo que la gente entienda que los sábados no compramos ni vendemos, que cada día dedicamos tiempo para hablar con Dios y leer su Palabra, y que nos da gusto asistir semanalmente a su casa de oración. Pero más allá de lo que la gente entienda o piense de nosotros, nuestra responsabilidad es contar o testificar sobre nuestra manera de vivir con Jesús.
Si el Señor nos hubiera dejado solos para compartir nuestra fe, los resultados serían pobres; pero en cambio, como está interesado en la salvación de todos, nos aseguró que enviaría al Espíritu Santo para que recibamos poder. La testificación, acompañada del poder divino, ilumina y transforma el alma del pecador. Este don maravilloso es la manera de que nuestras iglesias crezcan y cientos de personas cada día se entreguen a Jesús.
En este día que comienzas, pide fuerza y poder de lo Alto para testificar del amor de Cristo por ti.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

BURLADORES

Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias. 2 Pedro 3:3.

Moreno, setenta años, cabellos y barba emblanquecidos por el tiempo, rostro apacible y andar pausado: el hombre parece un abuelo cariñoso, que lleva un regalo a sus nietos. Es eso lo que cualquiera pensaría, al verlo caminar por las calles de una ciudad, vistiendo traje oscuro, con un maletín de cuero negro en la mano derecha.
La verdad es otra. El anciano no lleva regalo alguno: el maletín esconde una bomba en forma de noticia. La noticia sacudirá a la opinión pública mundial; provocará las reacciones más controversiales.
Al dar la vuelta al mundo, el hecho lleva a muchas personas a pensar que aquel anciano está fuera de sus cabales; otras, creen que el hombre del maletín negro solo busca promoverse. Al fin de cuentas, los hombres públicos necesitan estar siempre en evidencia. Y Ernie Chamber, senador independiente por el Estado de Nebraska, es un viejo, polémico e irreverente hombre público.
Catorce de septiembre de 2007. Diez y treinta de la mañana. El senador Chamber entra en la corte del Condado de Douglas, mira hacia todos lados, como un niño que desea llamar la atención, y hace explotar la noticia: abre un proceso judicial en contra de Dios.
En el proceso, el abogado afroamericano, que nunca ha ejercido la carrera, acusa a Dios de ser el causante de todas las "inundaciones devastadoras, terremotos horrendos, terribles huracanes, plagas, pestilencias, acciones terroristas, hambrunas, guerras genocidas" y otras tantas catástrofes mundiales que aterrorizan a la humanidad.
El proceso judicial que Chamber inició en contra de Dios, inverosímil como pueda ser, muestra la irreverencia del hombre moderno, típicamente incrédulo, contra Dios. En segundo lugar, la preocupación del ser humano con la realidad atemorizante de nuestros días: algo extraño sucede en este planeta, y solo no lo ve quien no quiere verlo.
Si hay una verdad meridiana en la Biblia, es el hecho de que Jesús volverá a esta tierra, con el fin de poner punto final a la historia del pecado. Pero, también afirma que, en los últimos días, habrá gente incrédula que se burlará de esta verdad.
¿Cuál es tu actitud? ¿Te estás preparando para aquel gran encuentro o te dejas contagiar por la cultura de nuestros días? Tu respuesta es clave, porque: "en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

miércoles, 27 de julio de 2011

SIFRAY FÚA

Y por haber las parteras temido a Dios, el prosperó sus familias. (Éxodo 1:21).

La historia de estas dos mujeres, aunque resumida en pocos versículos, dice mucho del poder que ejerce el evangelio incluso sobre las personas que no conocen a Dios. Ambas conocían a muchas israelitas, y asegura la Biblia que respetaban al Dios de Israel. Conociendo la historia de esta nación, estas dos parteras se negaron a obedecer el mandato real que ordenaba matar a todos los varones israelitas que nacieran. Como tendrían que dar cuenta de su desobediencia, las mujeres egipcias presentaron la realidad como justificación de sus actos. En verdad, Dios bendecía a su pueblo, y las mujeres hebreas eran robustas y saludables.
Sin embargo, Satanás no se dio por vencido en su macabro plan. Sabía que el Mesías saldría de esa nación y procuró por lodos los medios destruirla antes de que se convirtieran en algo incontrolable. El terrible mandato de, arrojar a todos los niños varones al río fue otro esfuerzo infructuoso, ya que bajo esa misma ley nació Moisés, quien fue preservado milagrosamente y escogido por Dios para liberar a su pueblo.
Cuando esta historia vuelva a ser relatada en las mansiones eternas, no se dejará de mencionar a aquellas mujeres que pretirieron respetar al Dios de los hebreos antes que a su mismo rey. Ellas, sin saberlo, habían obedecido las palabras que Cristo pronunciaría tantos años después: «Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios» (Mat. 22: 21).
¿Te parece que este mundo necesita mujeres como esas? Ciertamente el mal prolifera, no tanto porque las personas hagan cosas malas, sino porque no son capaces de hacer cosas buenas. ¿A qué se debe tal condición? Cristo dijo: «Separados de mí, nada podéis hacer» (Juan 15: 5). La teoría de que todo ser humano tiene algo bueno dentro de sí deja a Cristo fuera del control humano, y una vez más, el resultado es catastrófico.
Tú puedes ser una de esas Sifra y Fuá modernas abriendo tu corazón a la influencia de Cristo. Cada día conéctate, a la Vid verdadera y tu vida será un racimo fructífero en la viña de Dios.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA PACIENCIA

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor. Efesios 4:1, 2.

Si bien las palabras "paciencia" y "perseverancia" pueden ser utilizadas como sinónimos en algunos aspectos, cuando se habla de relaciones humanas, la palabra más aplicable es "paciencia".
¿Qué es la paciencia? Es la virtud que poseen algunas personas para tolerar desgracias, sufrimientos y situaciones adversas u ofensivas, sin quejarse ni rebelarse. Un gran amigo mío fue un ejemplo de paciencia y tolerancia hacia sus semejantes, durante el último año de educación media. Estábamos en noviembre y se acercaban los exámenes finales de matemática. En esos exámenes debíamos rendir lo visto a lo largo de todo el año, así que el profesor dividió el temario anual en cuatro partes, y señaló qué temas entraban en los cuatro exámenes. Pocos en el aula habían entendido uno de los temas del examen. Por eso, quienes lo habían entendido se ocuparon de ayudar a los demás.
Como yo era uno de los que había entendido el tema, fijé horarios para explicárselo a los compañeros en la biblioteca del colegio. Después de la clase, se me acercó Ana, una compañera que tenía serias dificultades con toda la materia. Luego de explicarle lo mismo varias veces, como seguía sin entender, la llevé ante mi amigo y le dije: "Yo no puedo repetir por cuarta vez lo mismo; se me terminó la paciencia". Con una sonrisa, mi amigo le presentó el tema de estudio con diferentes palabras, ejemplos y ejercicios, y finalmente esta joven comprendió lo que más tarde rendiríamos en el examen.
El don de la paciencia es un fruto del Espíritu Santo (Gal. 5:22), y cada cristiano debería pedírselo a Dios hasta que forme parte de su carácter. Una familia en que los miembros no tienen paciencia, es un lugar intolerable. Un aula donde los alumnos no se tienen paciencia, es un campo de batalla. Los miembros de una iglesia que no se tienen paciencia, están dando un mal ejemplo del verdadero cristianismo.
Pablo le aconsejó a la iglesia de Éfeso que se soportaran "con paciencia los unos a los otros", porque de este modo tendrían la unidad por la cual Jesús oró en el aposento alto (Juan 17:23, 24). Si tus padres, hermanos y amigos requieren paciencia de tu parte, no te enfades con ellos. Al contrario, eleva una oración para que el Dios del cielo te conceda amor y calma.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

CONOCER A JESÚS

Como todas las cosas que pertenecen a la vida y ala piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia. 2 Pedro 1:3.

Débora llegó a Río Janeiro, sola, agotada y sin ganas de ver a nadie; los viajes en avión siempre la dejaban así. Había pasado quince horas entre documentación, maletas y escalas. Lo único que deseaba, en ese momento, era darse un buen baño y ponerse a dormir. Pero, las cosas sucedieron de otro modo.
Al salir de la aduana, se aproximó a ella una persona desconocida. Traía el nombre de la joven ejecutiva, escrito con letras grandes en una lámina de cartulina.
-¿Señorita Paredes? -preguntó, a modo de saludo.
Ella asintió. Supuso que aquella era la persona enviada por la empresa y entró en el automóvil negro, que la esperaba fuera del aeropuerto. Ese fue el inicio de una noche de pesadilla, de terror y de muerte.
Su tragedia fue no conocer. Conocer es indispensable: la ignorancia puede conducirte a la muerte. Débora no sabía a quién seguía ni en quién confiaba. San Pedro, en el versículo de hoy, afirma que todo lo relacionado con la vida y las cosas buenas que existen en este mundo "nos han sido dadas por su divino poder".
¿A qué se refiere Pedro? Al poder maravilloso de Jesús. Pero, añade, tú solo lo recibirás si lo conoces; porque todo eso "nos fue dado mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia".
Hay mucha cosa buena esperando por ti en esta vida. Todo eso proviene de las manos de alguien que te ama y desea conducirte a la vida. Pero, también existe mucha cosa engañosa, espejismo barato e ilusión traicionera, ofrecidos por alguien que intenta conducirte a la muerte. "No todo lo que brilla es oro": hay metal que reluce, y en poco tiempo solo es óxido venenoso.
El secreto de la vida es conocer. Por eso, Jesús dijo cierta vez: "Y esta es la vida eterna, que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo a quién enviaste".
La tragedia de Débora fue no conocer a la persona a quien seguía. Ella ya no está viva, para enmendar su decisión; tú, sí. Continúas vivo y puedes evaluar tus decisiones: ¿A quién sigues? ¿En quién confías?
No salgas hoy a enfrentar los trabajos diarios sin responder esta pregunta. Porque "todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

martes, 26 de julio de 2011

NUEVA CRIATURA

Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor. (2 Corintios 3:18).

Una mujer creyente fue interrogada en una ocasión por un periodista, quien trataba de escribir un artículo acerca de lo irracional que es creer en los milagros de Jesús. «Dígame, señora, ¿cómo puede usted creer que Jesús convirtió el agua en vino?». La mujer levantó su mirada y respondió: «Los milagros se aceptan, no se explican, pero por mi experiencia puedo añadir que también se sienten». «¿Cómo?», replicó el periodista. «Porque el vino que entraba en mi casa se ha convertido en pan».
Aquella mujer había experimentado la transformación de un pasado de vicio en una vida de paz, alegría y prosperidad. Su familia también había vivido un cambio y desde entonces el Espíritu Santo había obrado en ellos cosas maravillosas. La Biblia presenta numerosos casos de personas que fueron transformadas por ese milagro renovador que produce la presencia de Cristo en el corazón. Entre ellos se encuentra el de una muchacha cuyo nombre no conocemos, pero de la que se dice que tenía un espíritu de adivinación. Sus conciudadanos creían en las habilidades sobrenaturales que esta muchacha tenía y sus alaridos eran recibidos como oráculos, cosa que aprovechaban sus amos para obligarla a responder a todos los que le hacían preguntas.
Aunque el registro bíblico no comenta más acerca del cambio efectuado en ella después de que Pablo, por el poder de Jesús, expulsara fuera a los demonios que la poseían, es difícil pensar que se le hubiera permitido volver a la ignorancia y a la incredulidad. Se cree que se hizo cristiana y que encontró albergue con las mujeres que colaboraban con el apóstol. Lo cierto es que, una vez libre, pertenecía a Cristo.
Sí, Cristo puede y quiere efectuar grandes cambios en tu vida y en la mía. No importa el lugar donde estemos. Si te encuentras con él, deja que su poder te trasforme. Entonces podrás ser una nueva criatura, porque si alguno está en Cristo, nueva criatura es (ver 2 Cor. 5: 17).

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA PERSEVERANCIA

El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad. Romanos 2:6, 7.

Muchos logran el éxito en su vida estudiantil, laboral, económica y sentimental por el don de la perseverancia. Mientras que la gran mayoría se rinde ante los primeros obstáculos que presenta el camino, otros, con tenacidad y esmero, se esfuerzan para transitarlo con el único propósito de llegar a la meta. Es verdad que el talento personal para realizar una determinada tarea es un complemento importante para el éxito, pero este sin perseverancia solo demuestra mediocridad.
Un ejemplo de perseverancia fue el tenista Pete Sampras. Para el año 2002 había alcanzado un record mundial: catorce títulos en torneos de Grand Slam. No es fácil llegar a la cima del mundo en cualquier disciplina deportiva, y mantenerse. Muchos, al llegar a lo más alto, pierden la motivación y no ven nuevos desafíos en su carrera. Sin embargo, este jugador de tenis, después de ganar su primer torneo, trabajó, luchó y se superó hasta demostrar que es posible permanecer durante años como el número uno.
Es normal que alguna mañana nos levantemos sin ánimo de estudiar o trabajar. ¿Quién no ha sentido depresión alguna vez? Pero más allá de estas emociones, el deseo de superación y de alcanzar una meta tiene que ser la prioridad para materializar el éxito.
Más allá de las metas académicas, laborales, financieras y sentimentales, el don de la perseverancia también es necesario en la vida espiritual. Con tenacidad tenemos que enfrentarnos cada día con las tentaciones que el enemigo de Dios pone en nuestro camino; con paciencia debemos humillarnos ante el Creador y solicitar su perdón por las caídas y su fuerza para continuar; con perseverancia debemos proseguir hasta que Cristo nos dé la corona de victoria.
¿Cómo te sientes en tu carrera espiritual hoy? ¿Estás cansado de luchar y perseverar en el camino cristiano? ¿Te encuentras abatido porque las malas palabras, el rencor o el egoísmo parecen dominarte por completo? ¡No te desanimes! Recurre al Dios del cielo para obtener el don de la perseverancia, y el Espíritu Santo te dará la tenacidad suficiente, no solo para vencer el pecado sino también para alcanzar la vida eterna.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

FIDELIDAD

Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo. 2 Timoteo 2:13.

Giovanni no entiende la incoherencia de su loco corazón. Ama a la esposa; ella es lo cotidiano, lo estable, lo seguro. Pero, él necesita de la aventura, lo desconocido, lo pasajero; busca una mujer que lo haga sufrir. ¡Triste realidad! Se ha cansado del amor de la esposa, y ansia el dolor, la indiferencia y la culpa.
La infidelidad está entretejida en las propias células de Giovanni; es su naturaleza. "El pecado que habita en mí", diría San Pablo.
Lo peor de la infidelidad no es las terribles consecuencias sociales y personales, sino la incapacidad que genera para creer en las promesas divinas: el infiel cree que Dios también es infiel. Cada vez que piensa en el amor divino, lo hace desde su perspectiva humana de amar.
El amor humano, por más sincero y bonito que parezca, está manchado de egoísmo: ama cuando le conviene, esperando algún beneficio como retorno.
Con Dios, las cosas son diferentes: él ama por el simple hecho de amar. A pesar de lo que el ser humano haga o deje de hacer; simplemente, ama. Su naturaleza es el amor.
El ser humano necesita sentirse amado por Dios, para mirar adelante y vivir la vida victoriosa. Pero, cada vez que piensa en la fidelidad de Dios, mira su propia infidelidad y desespera.
La pregunta que lo desorienta y lo deja confundido es: ¿cómo puede Dios cumplir su promesa, si yo no puedo cumplir la mía?
La respuesta es sencilla: ¡Dios es Dios! Es eterno, y todo lo suyo es, también, eterno. Podrán pasar los años y los siglos; las edades vendrán una detrás de la otra, pero la fidelidad y el amor divinos durarán para siempre. Si dejase de amar, se negaría a sí mismo, menciona el versículo de hoy.
Por eso, hoy, encara los desafíos de la vida sin temor. El amor echa fuera el temor; el amor limpia el pasado, redime y transforma. El amor nunca acaba, a pesar de las incoherencias del corazón humano; a despecho de las locuras de la juventud o de los desvaríos de la adultez. El amor seguirá siendo amor por los siglos de los siglos. Dios es la esencia del amor.
Empieza este día recordando que "si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

lunes, 25 de julio de 2011

NUEVO TRAJE

Renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. (Efesios 4:23,24)

A aquel día tenía mucho trabajo así que me levante temprano. Tras realizar las tareas de costumbre, me dispuse a lavar la ropa. Después salí con el niño para llevarlo al médico. El día continuó sin descanso y por la tarde, mientras preparaba la cena, oí un ruido extraño que provenía del patio. Cuando me asome, no pude ni siquiera salir. Había obreros haciendo reformas en la casa de al lado. Me quedé paralizada. Toda mi ropa estaba manchada y llena de cemento. Respire profundamente. ¿Qué hacer? ¿Qué decir?
Subí las escaleras y pedí por favor que detuvieran el trabajo para que pudiera recoger mi ropa. Me parecía mentira, tendría que lavarla toda de nuevo, y lo peor era que no tenía tiempo para hacerlo.
Hay ocasiones en la vida en que la convivencia se hace difícil. En la Biblia aparece el caso de una mujer que también tuvo que tragar aire antes de actuar. Se dice de Abigail que era una mujer de buen entendimiento y hermosa, pero estaba casada con un hombre duro y malvado (ver 1 Sam. 25: 3). Ella se había convertido en una especialista en relaciones públicas. Tal fue así, que cuando David pretendió vengarse, fue apaciguado por la sabiduría de esa mujer.
En una ocasión leí la noticia del novedoso traje FastSkin FS PRO. Con el uso del software CFD, un sofisticado modelo computacional para el análisis del flujo de fluidos, se identificaron las áreas de mayor fricción con el agua en la anatomía de los nadadores, lo que permitió así fabricar un bañador que opone un diez por ciento menos de resistencia al agua que su predecesor. Las nuevas, fibras ayudan a los nadadores a mantener una posición hidrodinámica. Este bañador sin costuras aporta además una mayor compresión al cuerpo, lo que reduce ostensiblemente la oscilación de los músculos y la vibración de la piel en el agua.
Novedoso, ¿verdad? Pero el ser humano no ha podido aún inventar algo que le ayude a aligerar las fricciones en sus relaciones interpersonales. Solo la Biblia presenta ese traje capaz de disminuir los roces sociales.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA SOLIDARIDAD

Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. Mateo 25:40.

Ambrosio había sido designado como obispo de Milán, y aunque al principio se había negado, una vez que asumió su cargo, trabajó por la iglesia con devoción y entrega. Pasado algún tiempo, un fuerte ejército godo atravesó las fronteras del Danubio con el permiso imperial, pero en el transcurso de su viaje se revelaron y cometieron grandes atropellos al este de Milán.
"Como resultado de estos hechos, fueron muchos los refugiados que llegaron a la ciudad, y muchos otros cautivos permanecieron presos en espera de rescate. Ante esta situación, Ambrosio hizo fundir y vender parte de los tesoros de la iglesia, para ayudar a los refugiados y pagar el rescate de los cautivos". Este hecho no pasó desapercibido, y mientras muchos reconocieron el valor del obispo, otros lo acusaron de haber cometido sacrilegio. Ante este reproche, Ambrosio respondió: "Es mucho mejor para el Señor guardar almas que oro. Porque quien envió a los apóstoles sin oro, sin oro juntó también las iglesias. La iglesia tiene oro, no para almacenarlo, sino para entregarlo, para gastarlo en favor de quienes tienen necesidades" (La. historia del cristianismo, t. 1, p. 204).
En la actualidad existen entidades civiles y gubernamentales que trabajan solidariamente por el bien de los necesitados, pero aun así existen miles de hombres, mujeres y niños que no tiene ningún amparo social ni económico. Dependen de la solidaridad ajena, y cada cristiano está llamado a practicar este don con los hermanos "más pequeños" de Jesús.
Es notable cómo un vaso de agua no pasa desapercibido ante la vista divina, pues Jesús les dijo a sus discípulos: "Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa" (Mar. 9:41). Con estas palabras, el Mesías inculcó que no hacen falta grandes fortunas para ser solidario con el prójimo.
¡Qué espectáculo tremendo será estar ante el Rey del universo! Y qué alegría será recibir la recompensa divina y escuchar de sus labios: "De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis". Tú puedes formar parte de ese grupo, si entregas tu vida a Cristo para ser un cristiano solidario.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EXTRAÑOS

Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado. Colosenses 1:21.

En otro tiempo. Allá, en los rincones más apartados de la ignorancia espiritual; en las sombras del alejamiento de Dios; en los páramos de la desesperación. Cuando no conocíamos a Cristo; cuando, intentando ser felices a nuestro modo, peregrinábamos por caminos tormentosos que nos conducían a la muerte.
En otro tiempo. Cuando llegaba la noche y no podíamos dormir, porque la culpa generaba un miedo espantoso de la soledad; cuando sentíamos un dolor extraño dentro del pecho, y no sabíamos definirlo. A nosotros, que éramos extraños, porque nadie podía entender las incoherencias de nuestras acciones: sí, a nosotros, que éramos controlados por la mente enemiga; a nosotros, Dios nos buscó y nos encontró, y nos reconcilió por la sangre de su Hijo.
El versículo de hoy nos muestra que la raíz del sufrimiento es la mente enemiga: solo una mente enemiga puede maltratar a la naturaleza de la forma que lo hace; solo una mente enemiga puede acabar con la fuente de los recursos naturales, llevado por la voracidad de la ganancia.
¿Cómo explicar, si no existiese la mente enemiga, que un adulto abuse de un niño? ¿Cómo entender la autodestrucción de un joven, dominado por las drogas? ¿Cómo justificar la agresión de un hombre a la mujer que prometió amar hasta la muerte?
En vano intenta la psicología humana explicar los meandros intrincados del comportamiento humano; en vano, trata la sociedad de reeducar a un delincuente: solo Dios tiene la solución para el problema del pecado, porque solo él puede transformar la mente enemiga.
El instrumento para hacerlo se llama reconciliación. En la persona de Jesús, somos traídos de vuelta a los brazos del Padre. Y ese día, la alocada carrera del ser humano llega a su fin. Ese día, no necesitas probar a nadie que eres lo que eres; ese día, simplemente te encuentras a ti mismo.
Por eso, hoy, sal de tu casa recordando la declaración de Pablo a los colosenses: "Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

domingo, 24 de julio de 2011

LA ESPERA

Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada. (Lucas 2:36).

Esta poco conocida mujer aparece solo una vez en la historia mesiánica, pero en pocos versículos podemos saber varias cosas sobre ella: era una mujer de edad avanzada, estuvo siete años casada y llevaba ochenta y cuatro años viuda. Lo que más me llama la atención es saber que no se apartaba del templo, donde servía de noche y de día con ayuno y oración, ¡Cuán lejos estamos de parecemos a Ana!
¿Cuál era el mayor anhelo de Ana? Al igual que Simón, esperaba con ansia la venida del Mesías prometido. Sus oraciones y súplicas llegaron al cielo, y se le concedió tomar en sus manos al Dios hecho niño. La Biblia no dice cuántos años llevaba Ana persistiendo con la misma oración, pero sugiere que era una mujer muy devota, fiel y consagrada. Dios honró su vida con el milagro de sostener a Jesús en sus brazos.
¿Cuánto tiempo llevas rogándole a Dios por algo en concreto? ¿Piensas que son demasiados, y que no te escucha o que te está negando lo que pides? Una señora confesó que llevaba cuarenta años orando para que su esposo dejara el vicio del tabaco y se entregara a Jesús. Creo que hay que tener mucha fe para no perder la esperanza en cuarenta años. Otros tuvieron que esperar también largos períodos de tiempo: el pueblo de Israel vagó por el desierto cuarenta años, la viuda de Sarepta esperó tres años por la lluvia, la dicha y la alegría no llegaron a Rut y Noemí hasta después de un tiempo, la mujer que tocó el manto de Jesús gastó todo lo que tenía antes de recibir la sanidad gratuita.
La espera es un método divino para que las bendiciones sean más apreciadas cuando lleguen. Ana esperó, «presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén» (Luc. 2: 38, 39). Jesús nos exhorta diciendo: «El que persevere hasta el fin, este será salvo» (Mar. 13: 13). No se trata solo de esperar y confiar; necesitamos estar en el lugar preciso cuando Dios conteste nuestras súplicas.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA AMABILIDAD

Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres. Tito 3:2.

Estela era una de las jóvenes maestras con las que me tocó trabajar en un colegio. De espíritu alegre y sencillo, tenía la virtud de hacer sentir cómodo a quien estaba a su lado. Con una conversación atractiva, lograba captar la atención y despertar la confianza en los demás, y rápidamente entablaba amistades. Su amabilidad y cortesía brotaban de manera natural, y padres y alumnos sabían que podían confiar plenamente en ella.
La amabilidad de Estela quedó registrada en mi memoria en los cultos de la iglesia. Cada mañana, cuando llegaban personas que venían por primera vez, ella se sentaba a su lado y procuraba hacerlos sentir cómodos. Con cariño explicaba en qué consistía cada parte del culto, y al finalizar invitaba nuevamente a la persona a que volviera al sábado siguiente.
El don de la amabilidad es la virtud de ser afectuoso y complaciente con nuestro prójimo. En los libros de crecimiento de iglesia se hace gran énfasis sobre este don, ya que cuando una iglesia posee la amabilidad natural entre sus miembros, logra crecer numéricamente.
Quiero compartir contigo los párrafos que me entregó un joven que se sentía herido por la falta de amabilidad entre los miembros de su iglesia: "Si alguna vez en una predicación se olvida las palabras justas, no se preocupe. La Escritura dice que el Espíritu Santo pondrá las palabras adecuadas en el momento oportuno. Pero nunca olvide la cortesía y la amabilidad cristiana, por la cual muchos, por falta de ellas, sufren en el mundo. ¿Cómo es posible que cosa tan simple cueste tanto darla? En realidad, un palabra de amor, un beso, un abrazo, el acercarse a conversar, el fomentar la amistad... todas estas cosas cuestan menos que la electricidad, y alumbran más".
"La insignia del cristianismo no es una señal exterior, no consiste en usar una cruz o una corona, sino en aquello que revela la unión del hombre con Dios. Por el poder de su gracia manifestada en la transformación del carácter, el mundo ha de ser convencido de que Dios ha enviado a su Hijo como su Redentor. Ninguna otra influencia que pueda rodear el alma humana tiene tal poder como la influencia de una vida abnegada. El más poderoso argumento en favor del Evangelio es un cristiano amable y amante" (Consejos sobre la obra de la Escuela Sabática, p. 111; la cursiva ha sido añadida). No dejes que la timidez, la baja autoestima o alguna emoción negativa te impidan mostrar tu amabilidad cristiana.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

FORTALECIDOS

Fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad. Colosenses 1:11.

El escritor griego Esopo, que vivió allá por el siglo VI, cuenta la historia de un anciano león que, incapaz ya de obtener alimentos por sus propios medios, decidió valerse de la astucia, para sobrevivir. Se dirigió, entonces, a una cueva, y se tendió en el suelo, gimiendo y fingiendo que estaba enfermo. Los animales, conmovidos al ver al rey enfermo, iban a visitarlo; pero, él los atrapaba y se los comía. Un día, la zorra fue a verlo y, sin entrar en la cueva, desde una distancia prudencial le preguntó:
-¿Cómo está su salud, señor león?
El rey de los animales, jadeante y cansado, le pidió:
-¿Por qué no entras a visitarme?
-Claro que entraría -le respondió la zorra-, si no viera que todas las huellas entran, pero no hay ninguna que salga.
El enemigo de Dios actúa como el león: finge, disfraza, engaña y seduce. Te hace creer que el poder combina con los gritos y los golpes; te hace pensar que la fuerza está relacionada con el dominio, el abuso y el maltrato. Pero Pablo, en el texto de hoy, afirma que la "potencia de su gloria" sirve para toda paciencia y longanimidad.
Los caminos de Dios son diferentes de los senderos establecidos por el príncipe de las tinieblas de este mundo. El Señor Jesucristo murió, y no obstante venció. Los hombres pensamos que la muerte es derrota. El Príncipe del universo se humilló y fue exaltado; pero los seres humanos pensamos que la exaltación está relacionada con palco, luces y aplausos.
El consejo de hoy es que, a fin de percibir la vida desde la perspectiva divina, es necesario ser fortalecidos por Jesús. Eso significa vivir en comunión diaria con él; convivir minuto a minuto, día a día, mes tras mes, hasta que el carácter del Maestro sea reproducido en nosotros.
Qué este sea un día de sumisión y de entrega al poder divino. Que el compañerismo con Jesús sea la gran preocupación de tus horas; y que el carácter de Jesús, reflejado en tu vida, sea una inspiración para los que están a tu lado.
Sal, determinado a enfrentar los embates de la vida en el nombre de Jesús. Y sé "fortalecido con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

sábado, 23 de julio de 2011

¡VICTORIA!

Pero el ángel dijo a las mujeres: No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí. (Mateo 28:5).

La ciudad turca de Kale (Demre) se levanta sobre el emplazamiento de la antigua Myra. Habitada por el pueblo licio en el siglo V a. C, en esta región se conservan numerosas necrópolis. Uno de los lugares de obligatorio encuentro para los turistas son las tumbas excavadas en la roca. No muy lejos de esta ciudad, en Egipto, puede encontrarse otra famosa atracción turística: las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, y la gran esfinge de Giza, construidas hacia el año 2500 a. C.
El texto de hoy nos presenta un lugar de extraordinaria importancia, un lugar que también es visitado por miles de personas de las más variadas creencias, nos presenta el hallazgo más formidable, la tumba más valiosa, el tesoro más indescriptible. Una tierra que hace temblar a los que la visitan. ¿Por qué? Porque esta tumba no está ocupada por ningún cadáver ni momia, sino que está vacía. Jesús venció en ella a la muerte y dio así esperanza de vida a lodo cristiano.
Tres días después de que Jesús hubiera sido sepultado, unas mujeres se dirigieron a la tumba donde lo habían puesto. A pesar de que estaba custodiada por guardias romanos, siendo muy de mañana estas mujeres valientes prepararon las especias aromáticas y se dispusieron a ungir el cuerpo de su Maestro. Anhelaban estar cerca de aquel que había transformado sus vidas llenándolas de paz, esperanza y amor. La presencia del ángel fue la certeza de que el cielo recompensaba el anhelo sincero de un encuentro apremiante con Jesús.
Al igual que aquellas mujeres, nosotras también necesitamos un encuentro con el Salvador. Un encuentro con el Jesús de la vida. Después de tres días de intenso sufrimiento, saber que Jesús había resucitado fue un bálsamo formidable para aquellas mujeres. La certeza de que la tumba que representaba la derrota estaba vacía, era la garantía máxima de la victoria. Cuando la angustia y la soledad lleguen a tu corazón, recuerda que hay una tumba vacía que garantiza tu victoria. Entonces, como aquellas mujeres, ve a Jesús.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA ALEGRÍA

Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido. Isaías 35:10.

Cada mañana al llegar al colegio había una alumna que me recibía con una hermosa sonrisa. Sumamente inteligente y vivaz, Andrea se había ganado el respeto de compañeros y profesores por sus excelentes calificaciones, y por su humildad cuando hablaba del tema. Como se la veía siempre con una linda sonrisa, nadie sospechaba, ni siquiera yo, los problemas terribles que estaba viviendo en su hogar. Luego de terminar una clase de Biblia, Andrea pidió hablar conmigo a solas, y ya en mi oficina, pasó a contarme parte de su historia familiar. Las lágrimas se hicieron presentes rápidamente, y esa sonrisa a la que yo estaba acostumbrado se esfumó mientras hablaba.
Nunca hubiera pensado que ella tenía problemas serios. Al expresarle mi asombro, respondió: "No me gusta que me vean mal. Quiero ser una persona alegre, y eso intento transmitir; pero a veces los problemas me superan y son más fuertes que yo, y entonces necesito desahogarme con otra persona. Gracias por escucharme".
Vivimos en un mundo que no transmite alegría ni paz. Los medios de comunicación y la sociedad en general expresan odio, envidia, amargura y enojo de diferentes maneras, y esto a veces parece contagioso. Si prestas atención, en los supermercados, en los ómnibus urbanos y en la misma calle, verás cientos de rostros con el ceño fruncido, personas enojadas o afligidas que deambulan por el mundo como esperando algo mejor. ¡Pobre gente! ¡Si conocieran cuan cerca está el remedio para su dolor!
Nadie está libre de situaciones tristes y desafortunadas, pero esas situaciones no deben quitarnos la alegría de vivir. Andrea tenía motivos suficientes para vivir amargada y triste, sin embargo transmitía un mensaje diferente con su rostro, no por despreocupada, sino porque tenía a Jesús en su corazón. El Dios del cielo desea darnos desde ahora el don de la alegría, porque este don, bien utilizado, es una poderosa herramienta para atraer almas a los pies del Señor.
Si hoy estás viviendo algún problema que te quita la paz, recurre a Jesús para que te dé las fuerzas que necesitas. Y recuerda: llegará el día cuando "la tristeza y el gemido" desaparecerán para siempre y viviremos con Jesús con "gozo perpetuo" en nuestro corazón.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

RECONCILIACIÓN

Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación. 2 Corintios 5:18.

El ascensor era lo suficientemente amplio, y tenía capacidad para varias personas. Sin embargo, Clayton prefirió tomar las escaleras, a pesar del maletín pesado; es que Lauro estaba en el elevador, y Clayton no deseaba hablar con él. Nadie entendía la situación, porque ambos habían sido amigos hacía mucho tiempo. Lo peor es que los dos se sentían mal con esa situación. Entonces, surgió la presencia de Juana, que sirvió de mediadora para reconciliarlos. Los tres se abrazaron. A partir de aquel día, Clayton y Lauro volvieron a sonreír.
No sé si percibiste que, cuando estás disgustado con alguna persona, no tienes paz en el corazón. Esa era la situación del ser humano después de caer en el pecado. Recuerda que lo primero que hicieron Adán y Eva, después de la desobediencia, fue huir y esconderse de la presencia de Dios. Esa situación tampoco dejaba feliz a Dios, porque amaba al ser humano y sufría al verlo huyendo de su amor. ¿Qué hacer?
El texto de hoy enseña que la iniciativa de la reconciliación fue divina. "Todo esto proviene de Dios", aclara Pablo. El ser humano no se salva porque quiera salvarse, sino porque Dios quiere hacerlo: es Dios quien lo busca, incansablemente, hasta encontrarlo.
A fin de que su presencia gloriosa, de santidad y de pureza, no destruya al pobre pecador, Dios se vale de un Mediador; y ese mediador es Cristo. "Quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo". Aquí, encontramos la idea de que había una distancia enorme entre Dios y el hombre, y Cristo se constituyó en el puente a través del cual podemos tener otra vez acceso al Padre. Con su naturaleza divina el Señor Jesús toma la mano del Padre, y con su naturaleza humana extiende su otra mano en dirección al hombre caído, a fin de rescatarlo. Y, de esta manera, reconcilia al hombre con Dios.
Todo lo que necesitas hacer es aceptar que Jesús te tome de la mano. Y hoy puede ser ese gran momento, porque cada mañana es siempre una nueva oportunidad.
No salgas, sin saber que "todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

viernes, 22 de julio de 2011

UN TESORO ESPECIAL

Jehová tu Dios, te ha escogido para que le seas un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra. (Deuteronomio 7:6).

La Biblia es un libro especial, confeccionado por un motivo especial. Dios escogió gente pecadora, sujeta a defectos y sentenciada a muerte, para que trasmitiesen su especial mensaje de salvación. Pero lo más grandioso es que todo lo hizo porque tú y yo somos especiales. ¿Cómo es posible que Dios nos considere tan especiales, si en realidad no somos más que pecadores condenados a muerte?
El texto de hoy nos dice que Dios nos ha elegido porque somos su especial tesoro. Tu vida y la mía son especiales porque por ellas se sacrificó el Señor. Dios nos ama, y por eso somos de un valor incalculable para él.
En Ecuador se encuentra La Tolita, centro de la cultura precolombina. Los arqueólogos descubrieron en esta región un verdadero tesoro de objetos de oro, plata y cobre que habían sido enterrados por las tribus que la habitaron entre los años 500 a. C. y 500 d. C. Este tesoro estaba allí mucho antes de haber sido descubierto, pero nadie sabía de su existencia. Del mismo modo Cristo, el mayor de los arqueólogos, cavó tanto en las profundidades de esta tierra, que sacó a la luz tu tesoro escondido. Un tesoro enterrado no tiene valor. Tu vida enterrada en el pecado carece de sentido. Pero sí dejas que Cristo te desentierre, entonces serás un verdadero tesoro.
El 21 de julio de 1966 nació un hombre formidable. Con la ternura de un bebé indefenso y arrullado por su madre, se convirtió en un especial tesoro de Dios. Este bebé ha llegado a ser un maravilloso tesoro para las congregaciones que ha pastoreado, para su familia y para mí, su esposa. De entre tantos hombres. Dios lo llamó a él para que pastoreara su rebañó, y él aceptó el llamamiento. Ahí radica la diferencia. Todos los seres humanos somos tesoros, pero algunos prefieren permanecer escondidos, mientras que otros se dejan utilizar por Dios.
Eres especial porque eres un tesoro para tu Dios.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DEL HABLA

Manzana de oro configuras de plata, es la palabra dicha como conviene. Proverbios 25:11.

Desde la creación del hombre, uno de los metales más preciados para la humanidad fue el oro. Actualmente, el metal dorado sigue teniendo un alto costo a nivel mundial, ya que el gramo oscila entre los 39 dólares americanos (US$1200 por onza).
Como Salomón conocía el valor de este preciado metal, hizo una comparación que habla hasta nuestros días: "Manzana de oro con figuras de plata, es la palabra dicha como conviene". Si materializáramos esta ilustración y le diéramos a esa manzana el peso promedio que las caracteriza, podría pesar aproximadamente unas diez onzas (280 gramos), y su costo sería de US$12.000. Una buena suma, ¿no es cierto? ¿Qué persona se negaría a recibir esa cantidad de dinero?
Según Salomón, nuestras buenas palabras tienen un valor impresionante en los oídos ajenos; a tal punto que se las podría comparar con una joya de oro, con forma de manzana y adornos de plata, de un costo elevado.
¿Te has detenido a pensar en el modo que empleas con tus palabras? ¿Tiene valor lo que expresas con tus labios?
Pedro había pasado momentos inolvidables con su Maestro, y se había encariñado tanto con él que había prometido acompañarlo en todo momento, incluso hasta la muerte. Las predicaciones de Jesús, el amor manifestado hacia niños y madres, sus grandiosos milagros y su mensaje divino habían despertado los sentimientos más puros en el corazón de Pedro. Al estar en una conversación íntima, Pedro reconoció con valor a Jesús como "el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mat. 16:16); y si la historia hubiera terminado en ese momento, Pedro sería recordado como un apóstol "sin pecado". Pero días más tarde, cuando Jesús se encontraba preso y ultrajado, con cobardía Pedro negó haber conocido al Maestro de Galilea. Tres veces el apóstol utilizó el don del habla para jurar y maldecir, y de esta manera romper el lazo verbal que lo unía a Jesús.
¿Por qué los seres humanos nos animamos a mentir, a criticar e incluso a insultar mediante el don del habla? ¿Por qué no emplear este bendito don para animar, fortalecer y aconsejar a quienes nos rodean? El don del habla debe ser usado con responsabilidad, y por eso Jesús te invita en este día a regalar palabras que parezcan "manzanas de oro con figuras de plata".

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

IMPIEDAD

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. Romanos 1:18.

Las angostas callejuelas del pueblecito nos llevaron hasta el único hotel. Había comenzado a nevar, y el frío atravesaba el abrigo de lana que vestía. Era un pequeño hotel, de pocas habitaciones y techo de calamina. Para pasar una noche de emergencia, estaba más que bien.
El recepcionista, un hombre obeso, mal encarado, nos recibió de mala gana. Al enterarse de que éramos pastores, vociferó y espetó pestes de Dios y de los creyentes. No le hicimos caso; pagamos y entramos. "Es un hombre sin cultura", me comentó mi compañero, en un intento de amenizar la actitud grosera del hombrón. Tal vez sí; quizás, él dijo todo aquello porque era falto de cultura. Pero la impiedad, que significa irreverencia contra Dios, no es patrimonio de gente sin cultura.
La mañana que escribo este devocional, los periódicos publican la noticia de que la escritora Ariane Sherine y el biólogo Richard Dawkins iniciaron una campaña publicitaria, en los ómnibus de Londres. Enormes pancartas exhiben la frase: "Probablemente Dios no existe. Para de preocuparte y vive la vida".
Los autores de la campaña alegan que la suya es una reacción en contra de la histeria de los cristianos que, frente a la crisis económica que asusta al mundo, dicen que es el juicio divino sobre los hombres impenitentes.
Hay dos problemas detrás de la noticia: el primero es la "impiedad" del hombre moderno: San Pablo ya anunció que esta sería una característica de los tiempos previos a la segunda venida de Cristo.
El segundo problema es la idea equivocada de la ira divina. La palabra "ira", en hebreo, es orge, que literalmente significa "impulso violento", pero que también significa "indignación" o "rechazo". Tú no puedes imaginar a Dios llevado a actuar por impulso violento; eso es propio de la naturaleza pecaminosa. Dios es santo; en él, no tienen cabida los "impulsos violentos".
Pero, por otro lado, Dios tampoco acepta la actitud rebelde e irreverente del ser humano: lo libera a su propia destrucción. Dios no necesita hacer nada para destruir al impiadoso; es solo dejarlo, y él se autodestruirá.
Hoy es el día de buena nueva; hoy es el día de salvación. Este es el momento de reconocer a Dios, y de permitir que él asuma el control de la vida. "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón