miércoles, 11 de mayo de 2011

NUESTRO REFUGIO – 2ª PARTE.

¡Jehová de los ejércitos está con nosotros! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob! (Salmos 46:7).

Aquel arquitecto lucho mucho por salvar lo que había intentado construir con tanto empeño, pero todo fue en vano. Pronto la ciudad se convirtió en presa de la furia incontrolable del agua, transformada en un enemigo devastador. Los habitantes de la ciudad habían sido evacuados, pero él, su esposa y su hijo todavía luchaban por alcanzar un lugar seguro, corriendo con gran impotencia ante el avance veloz de las fuerzas de la naturaleza. Finalmente encontraron un lugar donde refugiarse y con profundo dolor, divisaron el pueblo cubierto de agua. ¡Que fracaso!
Así es la fragilidad humana. Si la película hubiera terminado ahí, en mi mente hubiera quedado el recuerdo de un hombre que lucho por un ideal hasta el último momento. Pero el final me dio una perspectiva muy clara de lo que importaba realmente en esa historia. Observando tan triste panorama desde la seguridad de su refugio, donde las aguas no podrían alcanzarlos, el hijo, que estaba a punto de graduarse como arquitecto, miro a su padre con preocupación, preguntándose si aquel refugio resistiría la presión del agua. La mano del padre descanso sobre su hombro; aquella era la única respuesta segura. Él lo había construido, por tanto no existía otro lugar más seguro, de hecho era el único lugar completamente seguro. Los temores del joven se disiparon.
Nuestro mundo como con los mejores pianos de construcción posibles. El gran Arquitecto afirmó que todo era bueno en gran manera, pero el enemigo se ha encargado de distorsionar lo que Dios creo con tanto amor. Ahora sufrimos las consecuencias de un mundo sentenciado a la destrucción. Cuando todos huyen desesperados y sus corazones se consumen «a causa del temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán» (ver Luc. 21: 26), existe un lugar seguro, una construcción firme y sólida a pesar de la furia desenfrenada del mal. Esa edificación es Cristo. Ve a él confiando en que sus manos son el único refugio en él que estarás segura.
Cristo sigue siendo la Roca de los siglos.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LAS CADENAS DE LA MÚSICA

Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. Hebreos 3:15.
Aunque muchos se defienden y alegan que la música no tiene nada que ver con sus decisiones, no se imaginan cuanto influye lo que escuchamos sobre todos los aspectos de nuestra vida. Todavía recuerdo a un muchacho de 18 años que exclamo: "¡Nunca dejare de escuchar la música rock!"
Por razones de espacio no puedo hablar sobre todos los aspectos impactados por la música popular, por eso solamente mencionaré su influencia sobre la vida espiritual de las personas.
La música que gusta, que atrapa los sentidos y la mente, no es algo que se escucha una vez y queda allí. Cuando la mente pide volver a escuchar una y otra vez la misma melodía, se crea una especie de adicción. También la letra puede transmitir valores que afecten el contenido moral y espiritual del oyente. El autor puede cantarle a la vida, al amor, al sexo, al dinero; contara historias, repetirá mensajes e intentara que tu también tararees esa melodía.
Si hablamos de la música rock, un género de música universalmente aceptado por millones de jóvenes, veras que la gran mayoría de los grupos posee nombres grotescos, que implican rebelión, criminalidad, o son de índole místico o religioso (ya sean cristianos o satánicos). Como ejemplo citare el nombre de algunos: Black Sabbath (Sábado negro), AC/DC (algunos aseguran que significa AntiChrist/Death to Christ (Anticristo/muerte a Cristo), Vox Dei (Voz de Dios), Attaque77, Los violadores, La Biblia, Ángeles del infierno, por citar a algunos de los cientos que tuvieron o tienen fama internacional.
En casi todos los álbumes de estos grupos existe siempre alguna canción que hace referencia al sentido religioso del cantante o del grupo. Algunos de estos álbumes se titulan: "Heaven and Hell" (Cielo e infierno, Black Sabbath), "Highway to Hell" (Autopista al infierno, AC/DC), "El cielo puede esperar" (Attaque77), "Keep The Faith" (Mantén la fe, Bon Jovi), "Saint and Sinner" (Santos y pecadores, KISS), "Diabólica" (Ángeles del infierno).
No puedo escribir esto sin dejar de pensar en los miles de jóvenes de todo el mundo que, como el muchacho que mencione al inicio, se encuentran atrapados en las cadenas de la música rock, rap o reguetón, y ruego a Dios para que su Espíritu Santo logre romper esa droga espiritual que muchos consumen y que los aleja de Jesús. Por eso, si tu también estas atrapado con estas cadenas adictivas, entrégate por complete al Señor y pídele con fe que te devuelva la libertad. "Si oyes hoy su voz, no endurezcas tu corazón".
Ese muchacho del inicio de la meditación de hoy fui yo, y por la gracia y el amor de Dios, logre romper con diez años de vicio musical.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EL CIMIENTO DE TU TRONO

Justicia y derecho son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro. Salmo 89:14.

¿Te siente triste, solo y abandonado? ¿Crees que, porque caíste, el amor de Dios te abandono y estas a merced de su justicia? Entonces, piensa acerca del versículo de hoy. La justicia, la verdad y la misericordia de Dios son la esencia de su propio ser y el fundamento de todas sus acciones. La Biblia afirma este concepto una y otra vez. En Dios, los tres atributos se funden; son uno, no existe división.
A los seres humanos nos resulta difícil entender esto porque, después de la entrada del pecado, nuestra naturaleza trae la división como parte de su estructura. Dividimos nuestro ser, nuestros sentimientos, nuestras intenciones; y, en consecuencia, dividimos el hogar, los valores y los principios, y los conceptos.
Al pensar en la cruz del Calvario, por ejemplo, cuantas veces decimos que allí se expresó el amor de Dios, para aplacar su justicia; pero, en Dios, su justicia y su misericordia jamás estuvieron una en contra de la otra. Todos sus actos estuvieron motivados por su amor, por su misericordia y por su verdad.
Pensemos en la primera escena dolorosa de este mundo, cuando Adán y Eva tuvieron que abandonar el Jardín del Edén por causa de su pecado. ¿Era la justicia de Dios la que demandaba que el ser humano abandonase el Jardín? Sí; pero era su misericordia, también. Permitir que el hombre caído continuase comiendo del árbol de la vida sería perpetuar el pecado, y entonces el ser humano viviría eternamente la tragedia del dolor y de la muerte. Por lo tanto, en aquel momento crucial y a lo largo de la historia, el amor, la verdad y la misericordia divinas siempre actuaron juntas.
Inútilmente, algunos cristianos sinceros pretenden mostrar al Dios del Antiguo Testamento como el Dios de la justicia y, al del Nuevo Testamento, como el Dios del amor. ¿Qué tipo de Dios seria ese, que alterase su manera de ser? Dios es eterno, y en el no existe mudanza ni sombra de variación. Él es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
Sal esta mañana, a cumplir tus deberes, seguro de que caminaras a la luz de la verdad, amparado por la justicia del Padre y protegido por su misericordia, porque "justicia y derecho son el cimiento de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón