jueves, 14 de enero de 2016

EL VASO QUE NO ESCURRE AGUA

Tu Oración: Querido Dios, gracias por la atmósfera porque, gracias a ella, el mar y la tierra están en su lugar.

Versículo para hoy: “Dios hizo el firmamento y separó las aguas que están abajo, de las aguas que están arriba”. Génesis 1:9.

Antes de crear el mar, los ríos y los lagos, Dios tenía que hacer el aire para que el agua se mantuviera en su lugar. Antes, el agua, el aire y la tierra estaban mezclados y revueltos, pero Dios, con su poder, primero ubicó el cielo arriba y puso el agua en orden. Como vimos antes, esa capa de aire a la que llamamos cielo, que rodea la Tierra y que nos “presiona”, es la atmósfera, y sin ella no podríamos vivir.

Un poquito de ciencia
Para entender mejor cómo funciona la atmósfera, toma un vaso con agua hasta la mitad y cúbrelo con una hoja de papel que sea más grande que el ancho del vaso. Procura que la parte del papel que está en contacto con el vaso no se moje. Luego, pon una mano sobre el papel, tapando totalmente la boca del vaso y vuélcalo para que quede boca abajo. Retira tu mano que sostiene el papel y verás que ¡el agua no se derrama!

Esto sucede porque, cuando das vuelta el vaso, el aire que lo rodea empuja el papel hacia arriba con más fuerza que la que hace el agua hacia abajo. La atmósfera funciona parecido: estamos rodeados de aires que ayuda a que cada cosa esté en su lugar. ¿Qué haríamos sin la atmósfera? No podríamos vivir y por eso, antes que todo, Dios creó la atmósfera al empezar su trabajo.

Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch

UNA PALABRA NUEVA

«Si dos caminan juntos, es porque están de acuerdo». Amos 3: 3

Hoy vamos a aprender una palabra nueva. ¡Qué divertido!
¿Te gusta cantar? A mí me encanta cantar. Cuando era pequeñita, así como tú, me gustaba mucho una canción que decía: «Cooperación, palabra larga […]. Si haces lo que dice Jesús, tu papá y mamá, anda todo mucho mejor» [Si sabe la canción la puede tararear]. ¿Verdad que «cooperación» es una palabra muy larga? Vamos a repetirla: Cooperación.
Cooperar es hacer algo con otras personas para alcanzar un objetivo común. Como cuando con tus amiguitos construyes un castillo de arena, o cuando hacen algo juntos. Están cooperando. Cuando mami limpia la casa y tú la ayudas, también estás cooperando. Cooperar es importante porque nos permite hacer cosas que solos no podemos.
Dios desea que cooperes con él ayudando a otras personas. También papi y mami esperan que cooperes con ellos para que todo marche bien en la casa. Y como dice la canción que cantaba yo de niña: «Si obedeces a tu papá y cooperas con tu mamá, anda todo mucho mejor». Si te sabes la canción puedes cantarla, si no pide a papi o mami que te la enseñen.

Oremos: Querido Jesús, ayúdame a cooperar con todos a mi alrededor. Amén.

Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco

ADRIÁN AL RESCATE

Si te das a ti mismo en servicio del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía (Isiaías 58:10, DHH)

Dolía ver eso, pero los ojos de Adrián estaban pegados a las Imágenes de las noticias de la televisión. Las personas cuyas casas habían sido arrasadas por el huracán estaban sucias, hambrientas y sedientas. No tenían adonde ir y necesitaban de mucha ayuda.
Adrián fue al dormitorio y sacó su caja de dinero del estante. Después de contar los billetes y las monedas, se encontró con que había ahorrado solo nueve pesos. ¿De qué valen nueve pesos cuando hay tanta necesidad?, pensó. Estaba por volver a colocar la caja en el estante cuando recordó una historia acerca de otro niño que no tenía mucho que ofrecer, pero Jesús tomó igual sus cinco panes y sus dos pescados, y alimentó a cinco mil personas.
“Dios”, oró Adrián, “yo solo tengo nueve pesos ¿Puedes tú hacer con ellos lo que hiciste con los panes y los peces?”
Adrián puso el sobre en el buzón del correo, sabiendo que no iba a enterarse cuánto habían hecho esos nueve pesos hasta que llegara al cielo. Pero, el solo hecho de saber que estaba dando a algunas personas sedientas y con hambre un poco de alivio, lo hacía alegrarse de no haber gastado ese poco dinero en goma de mascar o en revistas de autos.
Dios no siempre mira a aquellos que tienen la mayor cantidad de dinero, el mayor talento o los mejores recursos. Él toma lo que sea que ofrecemos y hace milagros con ello. Si deseas saber cómo ayudar con las necesidades del mundo, visita www.adra.org

SPLASH:
La Organización Mundial de Meteorología nombra a los huracanes. Cada uno comienza con una letra del alfabeto, pero Q U, X, Y, y Z nunca se usan. ¿Deseas saber si un huracán tiene tu nombre?, visita
http://kids.eanh. nasa.gov/archive/hurricane/names (sitio en inglés)

¿Y AHORA?
El dinero no es el único modo en que puedes ayudar si acurre un desastre natural. ¿De qu´w otras formas puedes ser tú las manos de Dios en una situación de crisis?

Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler

UN VIEJO TRUCO: MEZCLAR

Dijo, pues, Dios a Noé: He decidido el fin de todo ser, porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra. Génesis 6:13.

Satanás estaba feliz porque la familia de Caín estaba tomando el camino equivocado.
Pero, todavía no estaba satisfecho. Quería que la familia de Set se acercara a la misma muerte final. Se conoció al linaje de Caín como “los hijos e hijas de los hombres”, mientras que a los de Set se los llamó “los hijos de Dios”. Estos dos grupos eran distintos y separados. Unos adoraban cualquier cosa que el diablo sugiriera y también a sí mismos, mientras que los otros adoraban a Dios. El propósito de Satanás era hacer que el mundo entero fuera un caos egoísta, centrado en sí mismo, que busca lo suyo.
El diablo tuvo una magnífica idea mala que se convirtió en uno de sus mejores y más sutiles engaños: ¡conseguir que los sexos opuestos de los dos grupos se juntaran! Trabajaría con la estrategia de “seamos amigos”: novias y novios, para ser exactos. Mezclar lo malo con lo bueno, darle a la bolsa una buena sacudida, calentarla con pasión humana y mirar la mezcla finalmente disuelta en un gran caos pegajoso de pecado.
La Biblia dice: “Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas” (Génesis 6:2). No hizo ninguna diferencia que hubiera hijas de Dios hermosas; parecía que las hijas de los hombres eran, de alguna manera, más atractivas.
¿Recuerdas cómo veía Eva aquel fruto? Lo mismo de siempre, el pecado tiene esa ilusión.
Los dos grupos se juntaron y así siguió el mundo, girando en una mezcla confusa de sexo y violencia. Siempre que lo bueno y lo malo se mezclan juntos, finalmente, lo bueno se fija al fondo y lo malo bulle hacia la parte de más arriba. El resultado siempre es celo y discordia, mientras el mismo maestro de la mezcla original, Satanás, se ríe y alardea por el éxito de su plan.
Dios veía cómo más y más de sus seguidores tenían citas y luego se casaban con los seguidores del diablo. Nuestro texto de hoy nos dice que las cosas estaban yendo tan mal que Dios llamó a Noé aparte y le contó un plan para detener la difusión del mal. Ahora bien, la mayoría de la gente amó los caminos de la maldad, y el Espíritu de Dios simplemente no pudo alcanzar a la gente mezclada. Se les dio tiempo para que se arrepintieran, pero “el fin de todo ser” había llegado. Por misericordia a ellos y a quienes seguirían su mal ejemplo, Dios tuvo que ponerles fin.

Tomado de devoción matutina para menores 2016
¡GENIAL! Dios tiene un plan para ti
Por: Jan S. Doward

VELAR ES HACER LO QUE DIOS ME HA PEDIDO

Aunque supiera que el fin del mundo llegaría mañana, plantaría un árbol la noche anterior. Martin Luther King

Imagínate que te quedara una semana de vida, ¿cómo vivirías tus últimos días para asegurarte de estar lista para el regreso de Cristo?
Dietrich Bonhoeffer, el valiente pastor y teólogo alemán que formó parte de la resistencia contra el nazismo, fue encarcelado por ayudar a muchos judíos a escapar a Suiza. A pesar de haber pasado una temporada en prisión, él continuaba exhortando a sus feligreses a resistir el fascismo, y unos cristianos le preguntaron: “¿Por qué se expone a este peligro? Jesús está a punto de volver y usted sigue sufriendo sin necesidad”. Bonhoeffer respondió: “Si Jesús regresa mañana, mañana descansaré de mi trabajo. Pero hoy tengo cosas que hacer. Debo continuar luchando mientras pueda”.* De esta manera velaba Bonhoeffer. Seguir realizando su labor era su manera de esperar hasta el final.
Hacer lo que Dios nos ha llamado a hacer, así es como se vela hasta el regreso de Jesús. Por eso el apóstol Pablo nos aconseja: “Trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia” (Col. 3:23, 24). Ya ves, se trata de seguir sirviendo a quien sirves, de seguir conociendo a quien conoces, hasta que algún día te diga: “¡Hiciste bien, sierva buena y fiel! En lo poco has sido fiel. […] ¡Ven a compartir la felicidad de tu Señor!” (Mat. 25:21). “Porque tuve hambre y me diste de comer; tuve sed y me diste de beber; fui forastero y me recogiste; estuve desnudo y me vestiste; enfermo y me visitaste; en la cárcel y fuiste a verme” (Mat. 25:35, 36, RV95). Por eso, exactamente por eso, te hallará lista cuando vuelva a buscarte.
Dios nos ha llamado a cuidar bien de su creación, respetémosla hasta el último momento de nuestra vida. Nos ha llamado a defender al que es injustamente acusado y a proteger a quien sufre abuso, hagámoslo hasta el fin. Nos ha llamado a ser una luz en el mundo, brillemos con nuestra conducta hasta el último aliento. Nos ha llamado a ser su instrumento de paz, bondad y amor en un mundo que agoniza, por tanto ¡continuemos luchando mientras podamos! Ya llegará el día en que podamos descansar.
* Randy Roberts, 2417. Siempre listos para el regreso de Jesús (Doral, Florida: IADPA, 2012), pp. 69, 70.

“Trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo, conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia” (Col. 3:23, 24).

Tomado de Lecturas Devocionales para Damas 2016
ANTE TODO, CRISTIANA
Por: Mónica Díaz

¿CÓMO VES TU FUTURO?

“Dios ha dicho: ‘Nunca te dejaré ni te abandonaré’ ” (Hebreos 13:5).

Al final de la Segunda Guerra Mundial hubo una gran escasez de alimentos en algunas regiones de Noruega. Cierta familia, para evitar que su hijo de nueve años muriera de hambre, lo entregó a un pastor, para que el niño le ayudara a cuidar de los animales y, a cambio, el pastor le diera alimento durante el verano. Un día, después de una larga jornada de trabajo, el pastor le ordenó al joven- cito ir en busca de dos cabras que se habían perdido. Recordando ese momento, el jovencito escribiría varias décadas después: “Mientras me dirigía a las colinas, me sentí miserable… Olvidado por mi familia y seguro de que a nadie le importaba mi suerte. […] Llovía, y a medida que el agua me caía en la cara, se tornaba salada al mezclarse con mis lágrimas. Estaba totalmente solo, ¡olvidado por todos!” Su ingenua mente infantil no le permitía entrever que más allá de las colinas donde pastaban aquellas cabras, había un Dios maravilloso que estaba pendiente de él.
Con el paso de los años, aquel jovencito logró sobreponerse a las dificultades de su niñez y se convirtió en uno de los personajes más influyentes que ha tenido la Iglesia Adventista. Él ha trabajado como pastor, misionero, profesor y administrador. Ha ocupado diferentes posiciones en África, Europa y Norteamérica. Consolidó su preparación académica y se doctoró en una de las universidades más prestigiosas de Alemania: Tubinga. Finalmente, fue nombrado presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, una posición que desempeñó durante once años (1999-2010). El niño, cuya familia no podía darle de comer, es Jan Paulsen.
¿Cómo logró el pastor Paulsen avanzar en medio de tantos aprietos? La clave de su éxito radicó en aprender a confiar en la promesa divina: “Nunca te dejaré ni te abandonaré” (Dejad que vuestra luz brille, p. 67). Aunque él se sintió solo, la verdad es que Dios siempre estuvo a su lado.
Saber que la presencia divina está a tu lado será el motor que te impulsará a superar tus limitaciones. Si Dios está contigo, la luz que él ha puesto en ti, brillará. Quién sabe si él está viendo en ti un futuro presidente de…

Por: J. Vladimir Polanco Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco

LA VERDAD SOBRE EL CAMIONERO Y DIOS

“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza” Jeremías 29:11, NVI

Ya llevamos dos semanas examinando el retrato de este Dios que nos ha elegido. Puede que lo conozcamos de toda la vida, o quizá lo estemos descubriendo en todos los aspectos de nuevo (como el antiguo anuncio de copos de maíz: “Vuelve a probarlos, por primera vez”). Pero está más que claro que la verdad sobre él ha sido terriblemente distorsionada por ahí fuera, y a veces incluso aquí dentro.
Los periódicos del este de los Estados Unidos publicaron la historia de una mujer que conducía sola a horas avanzadas de la noche por un tramo sin tráfico de una autopista interestatal cuando, inesperadamente, apareció un estruendoso camión. El conductor la estaba adelantando cuando, de repente, sus frenos neumáticos emitieron un zumbido y disminuyó de marcha, volviendo a ponerse detrás, con sus cegadores faros halógenos iluminando el interior del vehículo de la mujer. Nerviosa, la mujer aceleró. El camionero hizo lo mismo. Ella disminuyó de marcha. Él también. Hiciera ella lo que hiciera, él estaba detrás. Ya presa del pánico, la mujer buscaba en los tramos de negrura que tenía por delante alguna señal de vida y de auxilio. Por fin, divisó una gasolinera que seguía abierta. Intentó nuevamente zafarse del camionero, pero él tomó la misma salida inmediatamente detrás. Con sus neumáticos chirriando al detenerse en la gasolinera, la mujer huyó del automóvil pidiendo ayuda a gritos. El camionero salió de su cabina de un salto y fue corriendo hasta el automóvil. Cuando llegó, se detuvo, abrió de golpe la puerta trasera, echó mano al interior y sacó a un hombre que había estado agazapado detrás del asiento del conductor.
En algún momento de la noche, un asaltante se había ocultado en el automóvil de la mujer, aguardando el momento oportuno para atacarla. Pero esa misma noche oscura, un camionero pasó junto a ella y, desde su ventajosa posición elevada, vio al asaltante oculto. La mujer había estado huyendo de la persona indebida. Porque el que la perseguía era el único que podía salvarla.
¿Cuántos en este crepúsculo de la historia de la tierra han confundido la evidencia y están huyendo de la persona equivocada, alejándose del Único que puede salvarlos? “Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.
Con un ofrecimiento así, ¿quién no querría ser elegido por Dios? Vamos, que aunque esta hubiera sido la única promesa que hubiese hecho, ¿no tendríamos razón de sobra para tener esperanza en el futuro? Entonces, ¿hay alguna razón para que te guardes este ofrecimiento para ti solo?

Tomado de Lecturas devocionales para Adultos 2016 
EL SUEÑO DE DIOS PARA TI
Por: Dwight K. Nelson