martes, 7 de enero de 2020

ESTER, LA REINA VALIENTE

Ester era judía, sin embargo, había nacido en Persia. Cuando sus padres murieron, su primo Mardoqueo, que trabajaba en el palacio real, la llevó a vivir a su casa.
Ester era muy bonita, bondadosa Y simpática. Además, amaba a Dios. Cuando el rey buscó a una joven para casarse, ella fue la elegida.
Durante ese tiempo, un hombre de la corte muy malo y envidioso logró engañar al rey para que creara una ley para matar a todos los judíos. Entonces, Ester oró a Dios y, con gran valor, fue a hablar con el rey para proteger a su pueblo. ¡Y pudo resolver el problema!

¿Y yo?
Dios puede darte valor en los momentos difíciles.

Mi oración para hoy
Ayúdame, Jesús, a confiar en ti.

En la Biblia leemos:
«Para entonces, Ester se había ganado ya la simpatía de todos los que la trataban» (Ester 2: 15).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA LOS MÁS PEQUEÑOS 2020
«CADA DÍA CON JESÚS»
Por: Maria Augusta Lopes, Lara Figueiredo, Paulo Sérgio Maced
Lecturas Devocionales para preescolares 2020.

DEMOS GRACIAS POR NUESTRA BIBLIA

¡Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y lo obedecen! Lucas 11: 28

¿Recuerdan dónde nos quedamos ayer en nuestra historia? preguntó el papá a los hijos.
Sí, cuando la mamá oró para que Jesús cuidara su Biblia respondió rápidamente Mateo.
Muy bien, así es afirmó el papá y continuó con la historia. Pues entonces se le ocurrió que podía esconder la Biblia en la masa que tenía lista para hornear. Así que tomó una parte de la masa, la extendió bien, agarró la Biblia con mucho cuidado, la colocó en el centro de la masa y la empezó a cubrir con ella, y así formó una enorme empanada. En ese momento se escucharon unos golpes fuertes en la puerta. ¡Eran los soldados! Con gritos, exigían que les abrieran. Rápidamente, los soldados entraron a la casa y empezaron a buscar la Biblia por todas partes. La mamá seguía en la cocina. El horno ya estaba caliente, así que empezó a colocar bandejas de pan dentro de él y a hornearlo. Los soldados buscaron y buscaron por toda la casa, pero la Biblia no apareció y se tuvieron que ir con las manos vacías, pensando que probablemente les habían dado mal la información. Cuando la mamá sacó del horno las bandejas del pan, rápidamente abrió la masa que tenía la Biblia dentro y estaba intacta, solamente un poco caliente. ¡Dios había protegido la Biblia!.
¡Qué bueno que Dios cuidó la Biblia de esa familia! comentó Susana.
Sí, Dios sabía cuánto la necesitaban. Después de eso la madre llamó a toda la familia para contarles lo que había sucedido y darle gracias a Dios porque había conservado su preciosa Biblia.
Si en aquella época cuidaban y apreciaban la Biblia, nosotros no debemos hacer menos concluyó el papá, debemos agradecer a Dios porque podemos leerla todos los días con libertad.
¿Sabias que… en el Antiguo Testamento podemos leer el primer pacto que Dios hizo con su pueblo?

DEVOCIÓN MATUTINA PARA MENORES 2020.
“DESCUBRE EL MEJOR LIBRO DEL MUNDO”
Por: Noemí Gil Gálvez
Lecturas Devocionales para Menores 2020.

«LA CURIOSIDAD MATÓ AL GATO». PROVERBIO

Amber se quitó la mochila y la colgó en el respaldo de su silla en el aula, antes de sentarse frente a su escritorio.
-¡Amber! -dijo Kyle mientras se dejaba caer en su asiento, detrás de ella-. ¿Cómo va todo?
—Normal -respondió Amber, que no le dio una bienvenida muy afectuosa a su compañero.
-¿Tienes algo de comer ahí? -preguntó Kyle mientras se estiraba hasta la mochila y abría el cierre.
-Déjalo, Kyle -dijo Amber, golpeándole la mano para que no siguiera intentando abrirle la mochila.
Pero Kyle volvió a estirarse para llegar a la mochila.
-Ah, pintalabios. Al menos huele muy bien.
Kyle había abierto la barra de labios para olerla.
-Deja eso donde estaba, Kyle -ordenó Amber.
-Silencio. Vamos a empezar -dijo la profesora.
Kyle continuó hurgando en la mochila de Amber, en una aventura de descubrimiento.
—Deja mis cosas en paz —dijo Amber entre dientes, tratando de no llamar la atención.
Pero de repente, todos los ojos miraron en dirección a ellos. Kyle había dado un grito de agonía y se había caído de la silla. La profesora corrió hacia Kyle, que se retorcía en el suelo dando fuertes quejidos.
-¿Qué te pasó? -quiso saber la profesora.
Amber se imaginó lo que podía haberle pasado a Kyle, y le dio miedo que fuera a morir. El rostro de Kyle se estaba poniendo muy rojo. Amber comenzó a llorar. La profesora pidió ayuda antes de que Amber pudiera explicarle lo que había sucedido.
Finalmente, entre sollozos, Amber explicó que tenía una pequeña latita de gas pimienta dentro de su mochila para defensa personal. Seguramente Kyle había pensado que era un aerosol para el mal aliento y, al intentar echárselo, la situación había dado un giro inesperado. La profesora que me contó la historia me dijo que Kyle se recuperó completamente.
Quizá Kyle aprendió a respetar la privacidad de los demás. Con seguridad aprendió que, cuando uno mete la nariz donde no le incumbe, puede terminar mal. Por eso, sepamos respetar las cosas privadas de los demás. Kim
 «Oímos que algunos de ustedes llevan vidas de ocio, se niegan a trabajar y se entrometen en los asuntos de los demás” (2 Tes. 3:11. NTV)

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.

ABRAZOS DIARIOS

«Ellas se acercaron a Jesús y lo adoraron, abrazándole los pies» (Mat. 28: 9). 

Cada noche, en nuestro culto de adoración a Dios, mi familia y yo entonamos cánticos infantiles, contamos historias para que nuestros pequeños comprendan el amor del Padre Celestial, expresamos nuestros agradecimientos, peticiones y oraciones y, para terminar, nos abrazamos. Es maravilloso sentir el amor de nuestros hijos expresado en sus pequeños brazos rodeando nuestros cuerpos. Los abrazos diarios de mi familia me llenan como pocas cosas pueden hacerlo.
En los tiempos bíblicos, la gente también se abrazaba. De hecho, uno de los abrazos más emocionantes que menciona la Biblia se encuentra registrado en Génesis 46. Es un encuentro lleno de pasión entre un padre y su hijo, al que había creído muerto durante muchos años y de quien, finalmente, había sabido que vivía. Anciano ya y con gran expectativa en su corazón, Jacob salió al encuentro de José. Era un sueño hecho realidad. Imagino que el corazón del gran patriarca comenzó a latir con una fuerza inusual; que sus manos, temblorosas por su avanzada edad, estaban deseando tocar a José; que con los ojos abiertos oteaba el horizonte para estar seguro de no perderse un solo detalle del encuentro. Imagino su rostro de alegría, su mente recreándose anticipadamente en lo que estaba a punto de suceder.
«Cuando llegaron a Gosén, José ordenó que prepararan su carro para ir a recibir a su padre. Cuando se presentó delante de su padre, lo abrazó y estuvo llorando largo rato sobre su hombro» (Gén. 46: 28-29). Se unieron dos seres en toda su plenitud y se expresaron, sin palabras, con el lenguaje del alma, el amor profundo que sienten un padre por su hijo y un hijo por su padre. Es increíble todo lo que puede expresarse por medio de algo tan sencillo como un abrazo. Perdérselo, sería realmente una gran pérdida.
Abrazar es una manifestación de amor, una terapia, un recurso gratuito y necesario que haríamos bien en convertir en hábito. Abrazar a nuestros familiares y amigos es un privilegio que tenemos a nuestro alcance. Esa sensación de pertenencia que confiere el abrazo nos ayuda a disminuir la tensión nerviosa y el insomnio, a aumentar la autoestima, a derrotar el temor y a retrasar el envejecimiento. Pruébalo hoy. Y mañana.
No dejes de rodear a otros con tu amor y, cuando salga el sol cada mañana, levanta los brazos al cielo y abraza a Jesús con un abrazo de fe. Haz de esto un hábito.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020.

DESPRECIAR LAS RAICES

«A quien mira con desprecio a su padre y tiene en poco la enseñanza de la madre, ¡que los cuervos del valle le saquen los ojos!, ¡que los aguiluchos se lo coman vivo!» (Proverbios 30: 17).

Creció en el seno de uno de los hogares mejor establecidos de la Biblia. Sus padres fueron una de las parejas modelo de las Escrituras. Desde niño fue objeto de múltiples manifestaciones de afecto de parte de sus progenitores; asimismo, presenció un inmejorable trato entre ellos. Esaú mostró extraordinarias habilidades para la vida campestre, especialmente la caza. Cada vez que llegaba con una presa, sus padres se llenaban de satisfacción al ver a su valiente hijo desarrollar sus destrezas.
Por si fuera poco, Esaú era el primogénito de su hogar. Eso significaba que un día sería el líder de la familia (incluyendo las responsabilidades de ser el guía espiritual de los suyos). Además, recibiría una herencia doble y sería objeto de una bendición particular de parte de su padre. Y tomando en cuenta que Isaac era un hombre muy rico, en realidad, era un chico con grandes oportunidades de progresar. No obstante, este muchacho no valoraba lo que tenía: ni a sus padres, ni su fe, ni a su familia. Incluso llegó a despreciar su derecho de primogenitura y la cambió por un plato de lentejas: «¿Y para qué me sirve la primogenitura, si estoy a punto de morir?» (Génesis 25: 32). Era el típico joven al que no le ha costado nada todo lo que tiene, que no ha sufrido para vivir cómodamente, que vive una vida de esparcimiento y diversión y rechaza rotundamente cualquier tipo de responsabilidad o compromiso.
Pero aquello que Esaú despreciaba era anhelado por alguien que estaba junto a él. Ni siquiera se dio cuenta cuando le arrebataron sus privilegios. Creyó que con un berrinche lograría sus objetivos, como si fuera un niño. Pero ahora eso no funcionaba. Ya era un hombre, aunque no quería actuar como tal. Nunca pudo recuperar lo que perdió.
¿Te has puesto a pensar en todo lo que tienes? ¿Eres consciente de tus grandes privilegios? Tal vez tienes un hogar, asistes a una escuela, una iglesia, quizás tienes a alguien que se muere por una de tus sonrisas. ¿Te parece poca cosa? ¿Lo desprecias? ¿Entiendes que hay otros jóvenes que no tienen tu misma fortuna y anhelarían tener lo que tú rechazas? ¿Te has puesto a pensar que eso que hoy valoras tan poco se puede esfumar en cualquier momento?
Es hora de asumir responsabilidades grandes en tu vida. Es tiempo de aceptar desafíos. ¡Agradece a Dios el privilegio de asumir compromisos! No los rehúyas. Es muy probable que no vuelvas a tener las mismas oportunidades. Pídele hoy a Dios que te ayude a valorar todo lo que él te ha dado.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA JÓVENES 2020
UNA NUEVA VERSIÓN DE TI
Alejandro Medina Villarreal
Lecturas devocionales para Jóvenes 2020

UNA IMAGEN MUY DIFERENTE


 “No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16:7).

Se cuenta que un día del año 1808 un hombre deambulaba deprimido por las calles de Mánchester. Al ver un letrero de consulta médica, decidió entrar para intentar curar su desánimo. Explicó al facultativo que estaba lleno de temor y terror sin saber por qué. También contaba con síntomas melancólicos que le impedían gozar de la vida. El médico le dijo:
—Su dolencia no es mortal. Usted necesita reír y encontrar satisfacción en las cosas simples de la vida.
—¿Y qué hago, doctor? -preguntó el paciente.
El médico le aconsejó:
—Más que medicamentos, lo que usted necesita es que alguien le alegre la vida. Vaya esta noche a la función del payaso Grimaldi. Dicen que es el hombre más gracioso del mundo. El lo curará.
La réplica del enfermo fue sorprendente:
—No bromee, doctor: ¡Yo soy Grimaldi!
Joseph Grimaldi (1778-1837) fue un actor de origen italiano nacido en Londres en el seno de una familia de cómicos. El público lo conocía por el seudónimo Joey. Tan relevante fue su papel de humorista y payaso que los espectadores de la época, para designar a cualquier arlequín, utilizaban el nombre Joey. Durante una etapa de su vida sufrió altibajos en su estado de ánimo. Sin embargo, su apariencia externa era la de un hombre feliz y jocoso.
Nuestra fachada exterior ofrece una apariencia que no siempre corresponde a la realidad interior. Pero Dios conoce la verdadera esencia de nuestro ser, nuestro potencial y nuestro carácter. El versículo de hoy lo deja claro: el profeta Samuel tenía que ungir al futuro rey de Israel y puso sus ojos en un joven apuesto y de buena estatura (1 Sam. 16:6). Pero Dios tuvo que recordarle que no mirara a “su parecer ni a lo grande de su estatura”. Aun las personas de carácter más impecable, como el profeta Samuel, no son capaces de juzgar lo que hay dentro de los demás.
Nuestra autoestima se forma fundamentalmente por lo que nos dicen los demás y cómo se comportan frente a nosotros. Pero su juicio puede ser erróneo, pues está basado en observaciones puramente exteriores.
Procura hoy ponerte en manos del Señor para que él te perfeccione y te otorgue “un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios” (1 Ped. 3:4, énfasis añadido).

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020