miércoles, 4 de enero de 2017

TU HORARIO

En este mundo todo tiene su hora; hay un momento para todo, Eclesiastés 3:1.

Necesitarás una lista de las cosas que hiciste hoy y materiales para hacer una hoja de horarios (lápices de colores, papel, estampas, etcétera).
El tiempo es un regalo que recibimos todas las personas, pero algunas lo malgastan en cosas que no las edifican.
Haz, con ayuda de tus papás, una lista de las cosas que hiciste hoy desde que te levantaste, como bañarte, desayunar, Ir a la escuela, comer, hacer la tarea, jugar, etcétera.
Cuando tenemos un horario y lo respetamos, es menos probable que malgastemos el tiempo. Haz tu horario; te sugiero que incluyas nuevos hábitos positivos, como:

Orar.
Practicar algún deporte.
Aprender algún instrumento.
Devoción familiar.
Platicar y jugar con tus papás.

Compara tu nuevo horario con la lista anterior. ¿Hay cosas nuevas? Ahora decóralo y colócalo en un lugar donde lo puedas ver todos los días. Intenta hacer cada día las cosas que has escrito en tu nuevo horario. Te ayudará a aprovechar bien el tiempo.

HABLA CON JESÚS
Querido Jesús, ayúdame a seguir mi nuevo horario. Quiero aprovechar mejor el tiempo. Amén.

Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo 
#PequeñaSonrisas  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

POR UN POCO DE AGUA

“El Rey les contestará: le s aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron'” (Mac. 25:40).

Hubo una vez un soldado que resultó herido en el campo de batalla. La herida le impedía moverse y avanzar, pero él sabía que no estaba herido de muerte, sino que tal vez podrían curarlo y se salvaría. Así que, decidió esperar a ser rescatado, allí mismo, tumbado en el piso. Se dispuso a beber un poco de agua de la única cantimplora que tenía, cuando de pronto oyó que a su lado había otro soldado herido, gimiendo.
Cuando observó al soldado desconocido, se dio cuenta de que estaba muy malherido.
Era evidente que no podría vivir por mucho tiempo más. Aun así, sabiendo que el otro soldado moriría pero que él mismo seguramente sobreviviría, tomó una decisión muy valiente. Se acercó al moribundo y le dijo:
-Tu necesidad es mayor que la mía, toma agua de mi cantimplora.
Se arrodilló, le acercó el agua a la boca y le dio de beber. Pero entonces, el otro soldado, de repente tomó su pistola y le disparó, hiriéndolo ahora gravemente.
-¿Cómo es posible que me hayas hecho esto, después de que te he dado de mi agua?
-quiso saber el soldado generoso- ¿Es esta tu forma de recompensarme? Yo pensaba darte toda el agua que me queda, pero ahora, por lo que has hecho, solo te daré la mitad.
Entonces el soldado tomó su cantimplora, bebió la mitad del agua que quedaba, y le entregó el resto a quien hacía unos segundos acababa de dispararle a traición. En la misma mano con que había intentado quitarle la vida, depositó aquella valiosísima agua.
Actuar así, con tanta generosidad y sin deseos de venganza, no se logra de la noche a la mañana. Pero sí se puede lograr con el tiempo. Para ello, se necesita una relación diaria con Jesús. Cuando lo estaban clavando a la cruz, aunque tenía todo el poder del universo no lo usó para liberarse, ni les reclamó a sus verdugos: solo oró… y perdonó. Esa capacidad de hacer el bien sin rencor también está en tus manos, si se lo pides a Jesús.

Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!                   
Por: Patricia Navarro 
#Salta #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMenores #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

ATACADA POR UN GUANTE

“Si hicieras lo bueno, podrías levantar la cara; pero como no lo haces, el pecado está esperando el momento de dominarte. Sin embargo, tú puedes dominarlo a él” (Génesis 4:7).

Un puñetazo me alcanzó cuando menos lo esperaba. Doblé una esquina dentro de mi casa, entré en la sala y… ¡¡poffffl!, una mano con un guante salió de no sé dónde y me golpeó con fuerza en el estómago. Traté de tomar aire, pero no pude. Caí al suelo, retorciéndome de dolor, esperando que el aire llegara a mí. En esa fracción de segundo en que no podía respirar, pude ver la cara del culpable. Era mi hermano pequeño, vestido con uniforme de karate y guantes de boxeo. La historia que él contó a mis padres más tarde (después de recibir un buen castigo, supongo) era que estaba tratando de probar su nuevo equipo de combate antes de la clase de karate del día siguiente. Así que se preparó y esperó, diciéndose a sí mismo que el primero que se asomara iba a recibir su primer golpe. Bien, el primero fui yo. Precisamente yo. Todavía recuerdo cuánto me dolió el golpe. Y hasta el día de hoy, mi hermano se muere de risa cada vez que cuenta esa historia.
Cuando Caín trató de engañar a Dios entregándole una ofrenda que Dios no quería, el Señor le dio una lección inmediata. Lo mismo te puede suceder a ti. Si no decides hacer las cosas correctas, el pecado estará esperando su momento para atacarte. Cuando pienso en eso, pienso en mi hermano, esperándome con su equipo de combate. La Biblia dice que el pecado desea tomar posesión de nosotros y no ve la hora de propinarnos un puñetazo para causar un impacto en nuestra vida. ¿Qué nos aconseja Dios? Que no pensemos que podemos jugar con el pecado y no salir heridos. El pecado no es inofensivo. Es un depredador al acecho, esperando el momento de atacar. ¡Tienes que mantenerte lejos de él!
Hoy, cuando tu tentación favorita venga a emboscarte, recuerda que no vale la pena jugar con ella porque, al final, el perdedor vas a ser tú. Proponte dominar el pecado con la seguridad de que Dios te dará las fuerzas para lograrlo.

Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL RESCATE DE LUCAS

“Tú, Jehová, conservas al hombre y al animal. ¡Cuán preciosa, Dios, es tu misericordia! ¡Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas!” (Sal. 36:6, 7).

El gatito blanco de ojos azules y una mancha gris en la cabeza estaba sentado a la puerta de la iglesia. La expresión de confusión de su rostro indicaba que alguien lo había abandonado allí, a pesar del aguacero. Lo vimos cuando llegamos para ensayar con el coro; nos acercamos a él y lo acariciamos.
Después del ensayo, discutimos qué hacer. Él ronroneó cuando le dimos agua, leche y pan. “¿Y ahora qué?” Yo no podía llevármelo, porque mis tres gatos no iban a darle la bienvenida. Nadie podía llevárselo. Así que, con tristeza en el corazón, nos despedimos de él.
Una vez en casa, hice algunas llamadas telefónicas y puse un anuncio en dos periódicos locales. Mi amiga Peggy sugirió que llamara a Lorraine, una amiga en común que ya no participaba en el coro. Lorraine me prometió: “Si nadie muestra interés de aquí al domingo, me lo llevo hasta que pueda encontrarle un hogar”.
Oré para que el gatito estuviera aún allí cuando Lorraine fuera a la iglesia. Y así fue.
Cuando Lorraine lo vio, le puso por nombre Lucas y se lo llevó a su casa.
El empleado del periódico que había publicado mi anuncio era reacio a añadir el nombre de Lucas al anuncio, cuando me llamó para renovarlo.
-Si ya tiene un nombre, entonces es una mascota -me dijo.
-Pero lo han abandonado -le expliqué- Y ese es el nombre que le ha puesto la persona que lo tiene ahora. Ella les pone nombre a todos los animales que cuida.
Pero puede quitar el nombre, si usted cree que debe hacerlo.
-No, voy a añadirlo -accedió finalmente.
Había pasado un mes desde que Lorraine se había hecho cargo de Lucas, cuando una amable pareja leyó el anuncio y decidió adoptar a nuestro gatito. Lo recogieron y le dieron un hogar permanente.
Cuando Lucas estaba perdido, no sabía qué hacer. Nosotros, tampoco. A veces, en la vida, nos sentimos perdidas, con miedo aun futuro incierto. Pero Dios, que se preocupa incluso por los miembros más pequeños de su creación (ver Mat. 10:29-31), también se preocupa por nosotros. Lo único que tenemos que hacer es hablar con él y confiar en él, de la misma manera en que el dulce y suave Lucas puso su confianza en nosotros. Bonnie Moyers

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
#VivirEnSuAmor #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

DOS DECISIONES, DOS DESTINOS

“A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia” (Deuteronomio 30:19).

Un día como hoy, en 1954, Elvis Presley grababa su primer disco. Sus primeros contactos con la música, sin embargo, provinieron de la música sagrada, no la secular. Su madre asistía asiduamente a la iglesia Asamblea de Dios, y allí aprendió a cantar música góspel. No obstante, es más recordado como el primer icono de la música rock.
George Beverly Shea fue otro cantante cuya carrera comenzó con música cristiana. Hijo de un pastor protestante y una madre organista, soñaba con poder dedicarse a la música. Finalmente, le llegó una oferta. Podría dedicarse a la música y ganar mucho dinero… pero interpretando canciones seculares. Tenía que enfrentar una difícil decisión: hacer lo que toda la vida había soñado, dedicarse a la música, pero dejar de poner sus dones al servicio de Dios; o seguir confiando en que Dios dirigiría todo.
Una noche, llegó a su casa meditando sobre la decisión que debía tomar. Se sentó frente al piano, para practicar una canción que tenía que interpretar el domingo. Entonces, su madre se le acercó con una poesía de Rhea Miller titulada: “Id Rather Have Jesús” Sus palabras golpearon de tal modo a George que, de inmediato, se puso a escribir la música para esta poesía. La canción que Shea creó esa noche figura en el Himnario Adventista bajo el título de “Prefiero a mi Cristo” (N° 269, ed. 2009). Este himno ha sido entonado en todo el mundo por millones de cristianos.
Shea decidió rechazar el ofrecimiento de trabajo que le habían hecho. Ese domingo, entonó la canción que había compuesto. Poco tiempo después, el mismo Billy Graham le pidió que cantara en sus cruzadas de evangelización. Al final de su carrera, llegó a ganar diez Grammy.
Dos caminos escogidos; dos destinos diferentes. Elvis Presley murió a los 42 años por causa de su adicción a los fármacos. George Beverly Shea murió a los 104 años, luego de dedicar toda su vida a alabar a Dios con su voz.
Hoy puedes decidir qué harás con tus dones. Tu decisión hoy puede marcar el resto de tu vida; y aún más allá, hasta la eternidad. MB

Tomado de lecturas devocionales para Jóvenes 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Por: Pablo Ale – Marcos Blanco
#UnDíaHistórico #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

LA GENEROSIDAD NO SE HEREDA, SE CULTIVA

“Si primero está la voluntad dispuesta, será aceptado según lo que uno tiene, no según lo que no tiene” (2 Cor. 8:12).

No nacemos generosos. La generosidad la da Dios a quienes la piden. Es una virtud que todos debemos cultivar, ya que es un principio celestial. Como afirma el versículo de hoy, lo importante es la voluntad dispuesta; quiere decir que, para ser generosos, necesitamos fuerza de voluntad.
El apóstol Pablo afirma que Dios es poderoso para hacer que abunde en nosotros toda gracia (2 Cor. 9:8). No podemos gobernar nuestros pensamientos, impulsos y afectos. Necesitamos entregarnos a Dios, para que él obre en nosotros tanto el querer como el hacer. Si nuestra fuerza de voluntad es dirigida por Dios, creará en nosotros la generosidad que necesitamos para convertirnos en bendición para otros, porque la generosidad es el espíritu del cielo, y una bendición para quien la practica. Motivada por el Espíritu Santo, la generosidad se convierte en un círculo virtuoso, por el que cuanto más damos más recibimos. La Palabra de Dios lo confirma así: “Hay quienes reparten y les es añadido más, y hay quienes retienen más de lo justo y acaban en la miseria” (Prov. 11:24). Abre tu mano, tu corazón, y pon a disposición tus talentos, tus habilidades, tu amor, tu bondad, y verás milagros en tu vida.
El apóstol Pablo aconseja: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre” (2 Cor. 9:7). Seamos generosos primero con los de casa, y después con la comunidad. Cultivemos la generosidad y pidamos a Dios que la implante en nosotros. Se necesitará esfuerzo de nuestra parte para desarrollar esta virtud. Hoy, digamos: “Señor, quiero practicar la generosidad, concédeme ese don, lo necesito. Quita de mí todo espíritu egoísta. Llena mi corazón de generosidad”.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
FUENTES DE VIDA
Por: David Javier Pérez
#FuentesdeVida #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

CONSIDERA LAS MARAVILLAS

«Detente y considera las maravillas de Dios». Job 37: 14

Algunos, muy talentosos y piadosos, alcanzan vislumbres de las realidades eternas, pero a menudo no las comprenden porque lo visible eclipsa la gloria de lo invisible. Quien quiera hallar el tesoro escondido debe buscarlo más arriba de este mundo. Sus emociones y todas sus aptitudes deben dedicarse a la investigación.
La desobediencia ha impedido el acceso a una gran cantidad de conocimiento que podría haberse obtenido de las Escrituras. Comprenderlas implica también obedecer los mandamientos de Dios. No hemos de adaptar la Biblia para satisfacer nuestros gustos o justificar nuestros prejuicios. Solo aquellos que buscan humildemente un conocimiento de la verdad para obedecerla podrán comprender la Palabra de Dios.
Quizás te preguntes: «¿Qué tengo que hacer para salvarme?». Tienes que abandonar, a la puerta de la investigación, tus preconceptos y prejuicios. Si escudriñas las Escrituras para demostrar que estás en lo cierto, nunca hallarás la verdad. Estudia para aprender qué dice el Señor. Si al investigar te convences de la verdad y notas que tus opiniones personales no están en armonía con ella, no tuerzas la verdad para que cuadre con tus creencias, sino que acepta la luz que te haya sido dada. Abre la mente y el corazón, para que puedas contemplar todas las maravillas de la Palabra de Dios.
La fe en Cristo como el Redentor del mundo exige un reconocimiento del intelecto iluminado, dominado por un corazón que puede discernir y apreciar el tesoro celestial.
Esta fe es inseparable del arrepentimiento y la transformación del carácter. Tener fe significa encontrar y aceptar el tesoro del evangelio con todas las obligaciones que conlleva. […]
Necesitamos la iluminación del Espíritu Santo para discernir las verdades de la Palabra de Dios. Las bellezas del mundo natural no se ven hasta que el sol, disipando las tinieblas, las inunda con su luz. Así los tesoros de la Palabra de Dios no se aprecian hasta que los brillantes rayos del Sol de Justicia los hacen visibles.
El Espíritu Santo, enviado desde los cielos por la benevolencia del amor infinito, toma las cosas de Dios y las revela a todo el que tiene una fe incondicional en Cristo.
Por su poder, las verdades vitales de las cuales depende la salvación del alma se fijan en la mente, y el camino de la vida resulta tan claro que nadie tiene por qué equivocarse.— Palabras de vida del gran Maestro, cap. 8, pp. 83-84.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
DE VUELTA AL HOGAR
Por: Elena G. de White
#DeVueltaAlHogar #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian