miércoles, 20 de marzo de 2013

POR FAVOR, ADOPTE

Lugar: Italia
Palabra de Dios: Filipenses 2:4

El señor Angelozzi se agachó, para acariciar a uno de sus gatos. El gato se restregó contra su pierna, maulló y luego se alejó. Mientras el señor Angelozzi luchaba para enderezarse nuevamente, de pronto se sintió terriblemente solo. Su esposa había muerto doce años antes, y desde entonces había vivido en soledad en su casa, en las afueras de Roma. Todo lo que le quedaba eran sus siete gatos.
Mientras daba vueltas por su casa, el hombre pensaba en cómo le gustaría tener a alguien con quien hablar. Pero ¿quién se tomaría el tiempo de visitar a un hombre de 79 años? "Si tan solo tuviera una familia, no me sentiría tan solo".
De pronto tuvo una idea. "Eso es", pensó. "Me voy a buscar una familia". Cuanto más pensaba en ello, más le gustaba la idea. "Podría pegar algunos carteles. Mejor todavía, voy a poner un aviso en el diario". Buscó rápido una lapicera y escribió la nota. "Profesor anciano, jubilado, busca una familia dispuesta a adoptar un abuelo. Pagará".
Ese fin de semana, el aviso del señor Angelozzi apareció en la sección de avisos clasificados del diario Corriere della Sera. Le llegaron docenas de respuestas de todo el país. El profesor estaba asombrado; no había esperado que tanta gente respondiera. Y pronto tendría una familia: ya no se sentiría tan solo.
A todo nuestro alrededor hay personas que se sienten solas; personas que necesitan de un amigo, de un abrazo, una sonrisa. ¿Las has visto? ¿O estás demasiado ocupado con tus cosas? La Biblia anima a todos a cuidar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás". Mira a tu alrededor, para ver si encuentras algún "señor Angelozzi" solitario. Comparte el amor de Dios con él. Sé su amigo. ¡Alegra su día!

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

EL GPS DE DIOS


En su angustia clamaron al Señor, y él los libró de su aflicción. Los llevó por el camino recto hasta llegar a una ciudad habitable. Salmo 107:4-7.

GPS son siglas en inglés que significan Global Positioning System (Sistema de Posicionamiento Global). Aunque tiene varios usos, un GPS es un pequeño aparato que, al ser programado, nos sirve para encontrar lugares. Resulta especialmente útil en ciudades muy grandes cuando uno tiene que llegar a un lugar que no conoce. ¡Qué increíble es que un pequeño aparato electrónico te dé la ubicación exacta de un lugar!
¿No crees que a cualquiera de nosotras nos gustaría tener un GPS que nos diera la dirección correcta de nuestra vida, para que dejáramos de temer que podamos perdernos? ¿Te has preguntado alguna vez: «Será que voy en la dirección correcta»?
No podemos negar que en nuestro planeta reina una confusión generalizada. La revolución en el mundo de las ideas, las nacientes corrientes filosóficas y la nueva moral nos han hecho perder de vista nuestra propia dirección, y muchos seres humanos se encuentran desubicados, vagando sin rumbo. Pero me llena de paz saber que Dios nos ha provisto de un GPS que nos conducirá siempre al destino que él ha determinado para todos sus hijos e hijas fieles.
La Palabra de Dios, la Biblia, es el GPS divino que nos guiará en medio de la confusión. Nos garantiza dirección y orientación divinas. Si nos apropiamos de él nunca estaremos perdidas, y si por alguna razón nos extraviamos, puede con precisión exacta devolvernos al camino seguro.
Querida amiga, ¿te sientes confundida? ¿Te cuesta seguir el itinerario que Dios tiene planeado para ti? ¿Por alguna razón has perdido el sentido de la dirección y no sabes cómo retomar el camino correcto? Entonces aprópiate del GPS de Dios y sigue sus indicaciones. No tienes que programarlo para que funcione, ni tampoco suponer que puede fallar, pues fue creado por el Dueño de la tecnología.
Esta es una noticia que debemos proclamar a todas las mujeres extraviadas. Aquellas que han perdido de vista a Dios, que en medio de un mar de contradicciones anhelan vivir constantemente en la presencia del Señor. ¡Hoy es un buen momento para que proclames la existencia del GPS espiritual!

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

LAS MENTIRAS DE VALLE-INCLÁN


Los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los cometen inmoralidades sexuales, los que practican artes mágicas, los idólatras y todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre (Apocalipsis 21:8).

Don Ramón del Valle-Inclán, «el de las barbas de chivo», como le decía Rubén Darío, era conocido tanto por el excelente nivel de su producción literaria como por su extraña apariencia de larga melena, barba y vestimentas exóticas.
Después de una poca afortunada estancia en tierras mexicanas, pasó la mayor parte de sus días en la capital española. Allí se relacionó con diversos autores y personalidades del mundo de la cultura. Era famoso, singular, genial.
Hacia 1899, y con treinta y tres años de edad, tuvo una muy dura experiencia. Después de una fuerte discusión con su colega y compatriota, el escritor Manuel Bueno, se liaron a bastonazos en la mismísima Puerta del Sol, en Madrid.
Un certero bastonazo de su contrincante hizo que uno de los gemelos de la camisa que don Ramón vestía en ese momento, se clavara con violencia en su muñeca izquierda. Valle-lnclán, a quien sus amigos definieron siempre como «una persona muy despreocupada», no se realizó las curaciones necesarias y adecuadas. Al cabo de unos días, una muy grave infección de la herida determinó finalmente que hubiera que amputarle el brazo.
El hecho, lejos de amedrentar al escritor o sumirlo en un estado de depresión, hizo que su ingenio saliera una vez más a la luz. Nuestro personaje fue visto durante mucho tiempo en los típicos cafés y centros culturales de Madrid, contando que su brazo se lo había comido un león en fiera y singular batalla que habían librado.
Al parecer, Valle-lnclán elevó la mentira a la altura del arte. Mentía con gracia, con talento y con beneplácito de sus oyentes, a quienes a veces les costaba trabajo discerní si hablaba en serio o mentía en broma.
Un cristiano, sin embargo, no puede mentir ni en broma. Es cosa seria comprobar que nuestro texto de hoy califica la mentira al mismo nivel que el homicidio, la fornicación, la hechicería y la idolatría. Luego dice con mucho énfasis que «todos los mentirosos recibirán como herencia el lago de fuego y azufre».
El acto de mentir es más grave de lo que imaginamos. En primer lugar, porque los mentirosos tienen un padre común, «el diablo» (Juan 8:44). Hoy pide a tu Padre celestial que te haga vivir íntegramente, de tal manera que tus obras lo glorifiquen.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LOS INNUMERABLES TESOROS DE DIOS


Respondió Jesús... Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. Juan 4:10.

Los dones de Dios están en toda mano; y todos sus dones nos llegan por el mérito de Jesús, a quien él dio al mundo. El apóstol Pablo irrumpe en una exclamación de gratitud al decir: "Gracias a Dios por su don inefable" (2 Cor. 9:15). Y Dios nos ha dado todas las cosas con Cristo. El capullo que se abre, las flores que florecen en su variedad y encanto, deleitosas a los sentidos, son la obra del Artífice que expresa su amor hacia nosotros... El Señor ha dedicado gran cuidado para que todo sea agradable y placentero para nosotros, pero cuánto mayor ha sido su esfuerzo para proveernos de ese don por el cual podamos perfeccionar un carácter cristiano según el molde de Cristo.
Por medio de las flores del campo Dios desea llamar nuestra atención al encanto del carácter semejante al de Cristo... Dios es un amante de lo hermoso. El desea que consideremos las hermosas flores del valle, y aprendamos lecciones de confianza en él. Ellas han de ser nuestros maestros... El Señor cuida las flores del campo, y las viste de encanto, y sin embargo ha hecho evidente que él considera a la humanidad de mayor valor que las flores que cuida...
Suponga que nuestro benévolo Padre se llegue a cansar de nuestra ingratitud, y que por unas pocas semanas retenga sus innumerables dádivas. Suponga que él se desanime al ver cómo se aplican sus tesoros a fines egoístas, y decida prohibirle al sol que brille, al rocío que caiga, a la tierra que rinda sus frutos. ¡Qué sensación causaría! ¡Qué consternación se apoderaría del mundo! ¡Cuál sería el clamor acerca de cómo suplir nuestras mesas con alimentos y nuestro cuerpo con ropas!...
Dios no solo nos ha concedido beneficios temporales, sino que ha provisto para nuestro bienestar eterno; "porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16)... Oh, si conociéramos el don de Dios, si apreciáramos lo que este don de Dios significa para nosotros, lo estaríamos buscando fervientemente con una perseverancia inquebrantable.— Signs of the Times, 19 de junio de 1893.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White