lunes, 18 de febrero de 2013

CORAZÓN INFLABLE



Lugar: Ecuador
Palabra de Dios: Marcos 5:19.


Si viajas a las Islas Galápagos, quizá veas al pájaro fragata, un ave marina de plumas negras, volando por los aires. Aunque tiene solamente el tamaño de una gallina, la envergadura de sus alas es de casi dos metros y medio. Si llegas a poder ver este pájaro, seguramente será en el aire, porque pasa la mayor parte de su tiempo volando por allí, excepto cuando duerme o cuando necesita cuidar de su nido.
La época del cortejo es especialmente interesante. El pájaro fragata macho tiene una manera especial de anunciar que está buscando pareja: tiene una bolsa en la garganta de color rojo brillante que llena con aire, como si fuera un globo colorado. El pájaro, luego, apunta su pico hacia arriba para mostrar su bolsa inflada, que tiene la forma de un corazón.
Pero, el pájaro fragata macho no se detiene allí. Además de exhibir esta bolsa grande con forma de corazón, también sacude su cuerpo y aletea. También puede hacer vibrar su pico y gorjear, para asegurarse que la hembra reciba el mensaje.
Todos tenemos un mensaje que compartir con otros: un mensaje de amor, un mensaje de esperanza, un mensaje de salvación. Luego de que Jesús sanara al gadareno, le dijo: "-Vete a tu casa, a los de tu familia, y diles todo lo que él Señor ha hecho por ti y cómo te ha tenido compasión". Eso es lo que Jesús desea que hagamos hoy, que hagamos saber a otras personas lo que Dios ha hecho por ti y por mí.
Aunque no tengas una bolsa inflable con forma de corazón en la garganta, tienes otras maneras de transmitir el mensaje. Tus palabras y tus acciones pueden hacer que otros sepan que tienes a Dios en tu vida. No te guardes las buenas noticias; compártelas con quienes te rodean.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

UNA MERECIDA CELEBRACIÓN


Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.  Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. Colosenses 3:12-14.

La celebración del día de las madres poco a poco se ha convertido en un acontecimiento a nivel mundial. La mayoría de los países que lo festejan consideran que la labor de una madre es tan especial e importante, que merece un reconocimiento público.
Creo que todas las madres nos sentimos halagadas con tal reconocimiento, y agradecemos a nuestros hijos porque se esmeran por expresarnos su gratitud con palabras y obsequios. Sin embargo, esta celebración implica un compromiso.
El compromiso de ser buenas madres va más allá de dar cuidado físico y proveer cosas materiales. Nuestros hijos necesitan madres que cumplan con las demandas de Dios expresadas en su Palabra: «No exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen» (Col. 3:21). «No hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor. [... ] Recuerden que tanto ellos como ustedes tienen un mismo Amo en el cielo, y que con él no hay favoritismos» (Efe. 6:4,9).
Los hijos necesitan madres que se hagan cargo de ellos, que les expresen seguridad gracias a los cuidados diarios, para que independientemente de la edad que tengan, sientan satisfecha su necesidad de apego. Madres que estén disponibles y cercanas, que sean sensibles a las necesidades infantiles y juveniles, y que con actitud empática los conduzcan hasta llegar a la autorrealización.
Dado el tiempo que la madre permanece en el hogar, es la que genera en gran medida la atmósfera familiar. Es por medio de su actuación como los hijos adquieren herramientas para bregar con la vida. Es ella la que siembra con paciencia y espíritu manso en el corazón de sus hijos las verdades eternas del evangelio; la que suplica por sabiduría sobre sus rodillas y que, a pesar de la aparente ingratitud de los hijos, es capaz de brindarles alabanza y aliento.
Mi querida amiga, espero que para el próximo día de las madres, cuando recibas el homenaje de tus hijos, puedas abrirles los brazos y recibir su reconocimiento con la seguridad de quien sabe que hace lo mejor delante de Dios para sus hijos.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

SERVIR CON AMOR


Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor (Gálatas 5:13).

La verdadera felicidad se obtiene sirviendo a Dios y a los hombres de manera desinteresada. Al dar abnegadamente obtenemos grandes triunfos. El señor Henry Penn se ganaba la vida vendiendo flores. Pero hacía más que eso. La gente lo buscaba para adquirir sus arreglos florales y eso le daba la oportunidad de hablar con sus clientes.
Un día llegaron tres niños a su negocio y le dijeron:
—Queremos flores.
Les mostró algunas, y ellos respondieron:
—No, esas no nos. gustan. Queremos flores amarillas.
Les mostró algunas flores amarillas y los niños dijeron:
—No, no son lo bastante buenas.
Entonces les preguntó:
—¿Para quién serán las flores, si estas no son suficientemente buenas?
Uno de los jovencitos respondió:
—Son para Mickey.
—¿Quién es Mickey?
—Bueno... Mickey era nuestro compañero de juegos, pero ayer un camión lo atropello y lo mató. Esta mañana los chicos de nuestra calle nos reunimos y juntamos dieciocho centavos para comprar flores para su funeral.
—Ahora entiendo —dijo el señor Penn—. Vengan y encontraremos algunas flores. ¿Puedo saber por qué amarillas?
—Porque Mickey siempre llevaba un jersey amarillo.
—¿Les servirían estas rosas? —preguntó Penn.
—¡Son fantásticas! Son exactamente las que necesitamos, señor Penn.
—Muy bien —dijo el vendedor—. Sucede que hoy tengo esas rosas en oferta especial a dieciocho centavos.
En aquella ocasión, el señor Penn perdió un poco de dinero, pero ganó mucho más en felicidad al servir a otros por amor. Además, logró mantener vivos la ilusión y el espíritu generoso en un grupo de niños que trataba de esforzarse por expresar su aprecio por uno de sus amigos.
Cuando actuamos en beneficio de otros somos felices, pues imitamos a Cristo. Tú y yo estamos aquí para ser canales del amor de Dios hacia los demás. Esa es una de las grandes razones por las que estamos en este mundo. Y tú, ¿tienes espíritu de servicio? Da resultado, créeme. Por eso el apóstol Pablo nos aconseja: «Sírvanse unos a otros con amor».

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

DEJE BRILLAR SU LUZ


Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios. Juan 3:21.

En el Sermón del Monte, Cristo le presentó al pueblo el hecho de que su fuerza radicaba en la piedad personal. Habían de rendirse a Dios, trabajando con él en una cooperación sin reservas. Las pretensiones elevadas, las formas y ceremonias, por imponentes que fueran, no hacían al corazón bueno ni al carácter puro. El amor genuino hacia Dios es un principio activo, un agente purificador...
La nación judía había ocupado la posición más elevada; habían edificado muros grandes y altos para protegerse de la asociación con el mundo pagano; se habían referido a sí mismos como el pueblo especial, leal y favorecido de Dios. Pero Cristo presentó su religión como desprovista de la fe que salva. Era una combinación de doctrinas secas y duras entremezcladas con sacrificios y ofrendas. Se cuidaban mucho de practicar la circuncisión, pero no enseñaban la necesidad de tener un corazón puro. Exaltaban los mandamientos de Dios en palabras, pero se negaban a exaltarlos en la práctica, y su religión era una piedra de tropiezo para otros...
Aunque habían tenido una autoridad indisputada en asuntos religiosos hasta ese momento, ahora les tocaba dar lugar al gran Maestro, y a una religión que no conocía límites y no hacía distinción de casta o posición en la sociedad, o de raza entre naciones. Pero la verdad enseñada por Cristo era designada para toda la familia humana. La única fe verdadera es la que obra por el amor y purifica el alma. Es como una levadura que transforma el carácter humano...
El evangelio de Cristo significa piedad práctica, una religión que eleva al receptor de su depravación natural. Aquel que contempla al Cordero de Dios sabe que él quita los pecados del mundo. La religión verdadera resultaría en un desarrollo de la vida y el carácter muy diferente del visto en la vida de los escribas y fariseos...
Dios no da luz para que sea ocultada egoístamente y no penetre en quienes viven en las tinieblas. Los agentes humanos son el canal escogido por Dios hacia el mundo. En vez de instruirlos para que oculten su luz, el Salvador le dice a su pueblo: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos" (Mat. 5:16).— Review and Herald, .50 de abril de 1895.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White