sábado, 31 de diciembre de 2011

DE LA MANO, SEÑOR

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros, Amen. (Apocalipsis 22:21).

Cada meditación escrita en este libro ha tenido como objetivo fortalecernos mutuamente en la bendita certeza de que tenemos un Dios que ha prometido estar con nosotras todos los días hasta el fin del mundo. Mientras escribía estas páginas, encontraba fortaleza en cada mensaje. Sentía que Dios mismo inspiraba y movía mis dedos sobre el teclado. Al abrir la Biblia para buscar cada versículo pude experimentar que Dios tenía mucho que decirnos.
Puedes haberte identificado con algunas experiencias e incluso tu vida en ocasiones puede haber sido muy similar a la mía. Vivimos vidas semejantes, sujetas a las mismas tentaciones y ataques de parte de Satanás. Nuestras familias son bombardeadas constantemente por un enemigo que no descansa y que se afana por conquistar vidas que han sido dedicadas al Salvador. Pero gracias damos al Señor porque él sigue siendo un capitán invicto, y a su lado su victoria es nuestra.
La gracia redentora de Jesucristo te guíe en este nuevo año, te dé la bendición infinita de caminar asida de la mano todopoderosa de Jesús, y te conceda la felicidad de transitar junto a tu familia por el camino escabroso pero seguro que conduce a la Canaán celestial. No importa por lo que tengas que pasar, recuerda sus palabras: «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16: 33).
Espero que un día no muy lejano, cuando toda esta pesadilla de dolor, enfermedad, escasez y muerte termine, podamos encontrarnos en las mansiones eternas, para disfrutar una vida imperecedera y feliz al lado de aquel que tiene las manos heridas, porque para él, nosotras, nuestros esposos, nuestros hijos, toda nuestra familia, valimos la pena. Emprende este nuevo año con la confianza en que Jesús estará a tu lado en los momentos felices y en los más oscuros y tormentosos de tu vida. También estará al lado de tus hijos, aun cuando parezcan sucumbir ante los embates del enemigo. Protegerá tu hogar si te aferras cada día DE LA MAÑO DEL SEÑOR.
Dios te bendiga y te conceda un año de victoria.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

POR SIEMPRE CON JESÚS

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para dar a cada uno según sea su obra. Apocalipsis 22:12.

A lo largo de este año, Dios nos ha permitido analizar diversos aspectos de la vida juvenil, de acuerdo con lo que él enseña en su Palabra. Fue así como, con el propósito de ayudarte a crecer en todas las áreas de tu vida, abordé doce temas diferentes en el transcurso del año.
Y como ocurre en las empresas al final de cada año, es bueno que tú también te analices y hagas un balance para ver cuánto has crecido en este año. Espero que hayas alcanzado el éxito en tu vida estudiantil, y deseo que tu vida sentimental y social también te haya traído una gran alegría.
¿Cómo te has relacionado con tus padres? ¿Tienes una feliz convivencia con ellos? ¿Eres un hijo obediente, o prefieres seguir tu propia voluntad? ¿Y cómo ha sido tu relación con tus hermanos? ¿Les has demostrado que los quieres?
En la primera lectura devocional de este año te planteé un objetivo que nos transmiten las Escrituras: ser como Jesús. ¿Lo lograste con su ayuda? ¿Creciste espiritualmente al librarte de esos rasgos de carácter que la Biblia condena? ¿Dedicaste tiempo a la oración y al estudio de la Palabra, o tuvieron el estudio, el trabajo y la recreación un lugar más importante que tus metas espirituales? ¿Puedes decir con alegría, al finalizar este año, que eres más cristiano que en el mes de enero?
Querido joven, querida señorita: el gran propósito de este libro fue lograr que en tu vida espiritual crezcas tanto, que al pasar tu nombre por el juicio celestial, seas hallado digno de vivir por siempre con Jesús. Recuerda que la Biblia, la iglesia, la oración y la lectura de libros religiosos como este, solo son canales para animarte a valorar el cielo, pero ninguno de ellos será efectivo si tú no decides darle a Cristo tu corazón.
No sé cuánto tiempo nos queda en este mundo, no sé como será tu vida el próximo año y hasta que Jesús regrese; lo que sí sé es que Cristo vendrá "para recompensar a cada uno según sea su obra". Tengo la certeza de que si le entregas tu corazón a Jesús, al fin recibirás la vida eterna, porque aunque este mundo te circunde con el pecado, ¡con Jesús el éxito está asegurado!

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¡AMANECERÁ!

Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Isaías 60:2.

¡Diciembre terminó! ¡Un año más se fue! ¿Te diste cuenta de que, en esta vida, todo se va? Se acaba la ropa, la comida se termina, la juventud se va, se deteriora la vida, en fin... Desaparecen los momentos tristes, las horas felices; todo llega a su término.
El otro día conversé con una persona que me decía: "Este fue el peor año de mi vida: perdí el empleo en julio; mi esposa falleció, consumida por el cáncer en octubre; y ahora, pocos días antes de Navidad, mi única hija, de apenas 16 años, sin haber terminado siquiera el segundo año, me da la noticia de que está embarazada. ¿Qué quieres que haga con mi vida? ¿Cómo quieres que crea que existe un Dios que se preocupa por mí?"
Nada le dije al principio; solo lo escuché. Respeté su dolor, la rebelión de su corazón herido, su desesperación. ¿Qué se le puede decir a una persona que está sufriendo terriblemente? Hay momentos en los cuales la mejor ayuda que puedes prestar a una persona es solo oírla, colocar un brazo en su hombro, dejarla llorar... A veces, pienso que Dios nos dio lágrimas con el objeto de lavar el veneno que está destruyendo las profundidades del alma; el dolor que asfixia; la hiel que ahoga el espíritu. Porque hay momentos en que todo te parece absurdo. Quieres ser feliz y, por más que te esfuerzas, no lo logras; te da la impresión de que la felicidad se te escapa por entre los dedos. Otras veces, te parece tan distante como aquella estrella que observas en el cielo azul: bella, esplendorosa, pero ajena. Sientes que no te pertenece: puedes observarla de lejos, pero es como si no tuvieses derecho a ella.
Y ahora, el año se acabó; se fue. Y ojalá que, en su alocada corrida, se hubiese llevado, también, tu dolor. Pero no; no lo hizo. Se marchó, dejándote el sabor amargo de la derrota, de las cosas con sabor a feo, a horrible, a desgracia. Y aquí estoy yo, queriendo decirte alguna cosa, y sin saber siquiera cómo empezar.
Entonces, vuelve tus ojos al texto de hoy. Porque, aunque yo, como ser humano, no sepa ya qué decirte, Dios con toda seguridad sí lo sabe. Las tinieblas de los problemas pueden envolver tu vida por completo, pero amanecerá. Enero llegó, trayendo la luz de un nuevo año: créelo. No te desanimes: este año que está comenzando será diferente. "Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

viernes, 30 de diciembre de 2011

UN LIBRO A PUNTO DE CERRARSE

He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha endurecido su oído para oír. (Isaías 59:1).

Otro libro se cierra para abrir paso a las páginas de uno nuevo. Quizás no hayas logrado todo lo que te habías propuesto al comenzar este año. Puede ser que recuerdos dolorosos traten de oscurecer tu presente con remordimientos y reproches, o que la alegría embargue tu corazón por los momentos de felicidad vividos en estos doce meses. Tal vez la enfermedad ha hecho aparición en tu vida o en la de tus familiares- No se qué experiencias habrás tenido, peto viviendo ambas en este mundo, tus días pueden haber sido similares a los míos.
¿Puedes contar tus alegrías y tus tristezas? ¿Te sientes desdichada por lo que dejas atrás, o crees poder mirar al futuro con optimismo? No importa cuáles hayan sido las circunstancias, nuestro gozo en Cristo y la seguridad de su compañía no están sujetos a ningún acontecimiento favorable o desfavorable que podamos afrontar en nuestra travesía por este mundo.
La certeza de que su mano no se ha acortado puede garantizarnos un presente y un futuro gloriosos, y la confirmación de que su oído no se ha endurecido para oír nos certifica la convicción de que nuestras oraciones siempre serán atendidas por ese Dios que está ansioso por caminar a nuestro lado. Quiero dejar contigo las hermosas palabras de este inspirador himno, deseando que puedas hacerlas tuyas cada mañana al levantarte, al dirigirte a tu trabajo o al realizar las tareas domésticas, al enfrentar las vicisitudes que te depara el futuro y al compartirlas con los que te rodean.
«De la mano, Señor, guíame cual pastor / pues cansado me siento del mal. / Y en la noche sin luz, ven a mí, buen Jesús, / guíame al hogar celestial. / Cuando vengas, Señor, en tu luz y esplendor, / a llevar tu rebaño de amor, / haz que pueda en tu luz, mi bendito Jesús, / ascender al hogar celestial. / Cuando vague sin paz, sé, Jesús, mi solaz, / aunque débil me sienta (laquear. / Haz que pueda encontrar, mi benigno Señor, / tu glorioso hogar celestial».

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

LA ETERNIDAD

Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán. Apocalipsis 22:3.

Al conversar con jóvenes y adolescentes sobre la eternidad que nos espera, muchos de ellos me han expresado que no alcanzan a entender lo que el Apocalipsis revela. ¿Cómo podríamos vivir la eternidad sin aburrirnos? ¿Cómo podríamos vivir en un mundo en el que no haya más competencias ni peleas? ¿Qué actividades realizaremos durante tanto tiempo?
Estamos acostumbrados a medir el trabajo, los pasatiempos y la recreación de acuerdo a los parámetros de vida actuales. Pero lo que Dios nos está preparando supera las expectativas humanas más fecundas. Mira lo que nos describe la palabra profética:
"Allí intelectos inmortales contemplarán con eterno deleite las maravillas del poder creador, los misterios del amor redentor... Toda facultad será desarrollada, toda capacidad aumentada. La adquisición de conocimientos no cansará la inteligencia ni agotará las energías. Las mayores empresas podrán llevarse a cabo, satisfacerse las aspiraciones más sublimes, realizarse las más encumbradas ambiciones; y sin embargo surgirán nuevas alturas que superar, nuevas maravillas que admirar, nuevas verdades que comprender...
"Todos los tesoros del universo se ofrecerán al estudio de los redimidos de Dios. Libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos —mundos a los cuales el espectáculo de las miserias humanas causaba estremecimientos de dolor, y que entonaban cantos de alegría al tener noticia de un alma redimida. Con indescriptible dicha los hijos de la tierra participan del gozo y de la sabiduría de los seres que no cayeron. Comparten los tesoros de conocimientos e inteligencia adquiridos durante siglos y siglos en la contemplación de las obras de Dios. Con visión clara consideran la magnificencia de la creación —soles y estrellas y sistemas planetarios que en el orden a ellos asignado circuyen el trono de la Divinidad. El nombre del Creador se encuentra escrito en todas las cosas, desde las más pequeñas hasta las más grandes, y en todas ellas se ostenta la riqueza de su poder.
"Y a medida que los años de la eternidad transcurran, traerán consigo revelaciones más ricas y aún más gloriosas respecto de Dios y de Cristo. Así como el conocimiento es progresivo, así también el amor, la reverencia y la dicha irán en aumento. Cuanto más sepan los hombres acerca de Dios, tanto más admirarán su carácter" (Elena G. de White, El gran conflicto, pp. 736, 737).
Después de leer esta profecía, ¿crees que podremos aburrirnos en la eternidad?

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EL SEÑOR ES TU SOCORRO

Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Salmo 121:1.

Cuando el salmista escribió este salmo, vivía uno de los momentos más tristes de su experiencia: su gran amigo y consejero, el profeta Samuel, acababa de fallecer; él se encontraba atravesando el desierto de Paran, perseguido por su propio hijo Absalón. ¿Cómo te sentirías tú, si las personas en quienes más confías te abandonan, te traicionan y se disponen a luchar contra ti? ¿Adónde acudirías, en busca de consejos y de ánimo, si tu gran consejero hubiese muerto?
David se sentía solo; no sabía dónde ir ni qué hacer. En esos momentos de tristeza y de soledad, alzó los ojos hacia las alturas de los montes de Palestina. En aquellos lugares escarpados, los paganos ofrecían sacrificios a sus dioses, creyendo que ese era el camino para la solución de sus problemas. Observando aquellas montañas, David escribió: "Alzaré mis ojos a los montes". En otras palabras: "Ya que todo el mundo sube esas montañas en busca de respuestas, yo también iré allá". Pero, enseguida recapacita y se pregunta: "¿De dónde vendrá mi socorro?" Aquellos que no conocían al Dios eterno de Israel subían aquellos montes en búsqueda de soluciones; pero el salmista se pregunta: "¿Subiré también yo?" En aquellas alturas sofisticadas de la sabiduría humana, del materialismo, del consumismo, del racionalismo, del relativismo, ¿es allí donde encontraré salida para mis problemas? Entonces reacciona, y se responde a sí mismo: No; "mi socorro viene de Jehová".
¿Por qué proviene de Jehová? Por una simple razón: el poder de Dios: "Él hizo los cielos y la tierra".
No existía nada. Nada había: solo el vacío, la oscuridad, el desorden; el caos. Pero, "por la Palabra del Señor, fueron creados los cielos y la tierra. Porque él dijo y fue hecho. Él mandó y existió".
¡Ah, querido! Si Dios fue capaz de hacerlo todo, desde la nada, solo por el poder de su Palabra, ¿por qué no podría hacer maravillas en tu vida, si ya existe alguna cosa, aunque esa "alguna cosa" sea apenas una vida hecha pedazos?
Por eso, ¡levántate, en el nombre de Jesús! Tu Dios no conoce de derrotas. ¡Es Jehová de los ejércitos! vencedor del universo. El año que pasó pudo haber traído páginas tristes a tu vida. Pero, no todo está perdido, ¡levanta tus ojos a ese Dios eterno y todopoderoso! "Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

jueves, 29 de diciembre de 2011

UN REGALO QUE TODOS PODEMOS DAR

Amaos míos a otros entrañablemente, de corazón puro (1 Pedro 1:22).

Las festividades de fin de año son una explosión de colores, risas y alegría. Las familias se juntan nuevamente, hermanos distanciados por el enojo superan su pasado, personas atormentadas por !a enfermedad reciben el milagro de una operación. Pero, desgraciadamente, no todos ríen de la misma manera; unos lo hacen de dientes para afuera y otros ríen por no llorar. Lo cierto es que esta época del año debería recordarnos el nacimiento de aquel que nos amó entrañablemente.
¿Cuál es el motivo de tu celebración este año? ¿Reunirte con tu familia a la que no ves desde el año pasado? ¿Ir de compras? ¿Satisfacer el deseo de tus hijos por medio de regalos? Cristo no nació en el humilde pesebre para darnos la salvación como regalo de Navidad o de fin de año. El vino a revelar el amor del Padre celestial, por eso estas festividades deberían traducirse en amor. Si en este año eres capaz de convertir tus tradicionales fiestas navideñas en encuentros donde fluya el amor puro y sin fingimiento, estarás celebrando el nacimiento de Jesús en tu corazón.
¿Cuándo fue la última vez que dijiste «te amo»? El amor puede marcar la diferencia este año. El hijo de aquel hombre que volvió a la vida tras 18 años de coma no pudo decirle a su padre lo mucho que lo amaba. Aquellas mágicas palabras hubieran sido el motivo para que aquel corazón continuara viviendo, pero nunca llegó a pronunciarlas. Mientras su padre era intervenido quirúrgicamente, él se sentó en la sala de espera, pero no hubo una segunda oportunidad.
No retengas tus palabras de afecto, ternura y amor ahora que tienes oportunidad de pronunciarlas. Esas palabras pueden ser el regalo que tantas personas necesitan. Pídele a Dios que convierta esta época del año en un baúl vacío, listo para ser llenado con las buenas obras que glorificarán su nombre.
Que el amor de Dios haga más dulces tus palabras, más ligeros tus pies y tus manos más nobles. Busca al que tiene necesidad y muéstrale el inmenso amor divino en palabras y actos. Entonces despedirás este año celebrando una verdadera fiesta.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

UNA CIUDAD PERFECTA

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Apocalipsis 21:2.

Durante esa mañana había estado colportando, y cerca del mediodía, al llegar a la iglesia donde nos hospedábamos, me sorprendió una fuerte discusión entre dos de mis compañeros de colportaje, Darío y Nelson. ¿La razón del altercado? Como Darío había nacido en Córdoba y Nelson en Mendoza (ambas provincias de Argentina, con características similares en geografía, clima, población y desarrollo turístico) querían establecer cuál de ellas "era mejor". Como yo había nacido en otra provincia, aunque no quería, ellos me eligieron como "arbitro". Cada uno exponía lo mejor de su provincia. Lo que nunca imaginé fue que esa conversación entre amigos terminaría en una disputa sumamente acalorada (y, para colmo, nunca pudimos definir cuál era "la mejor" provincia).
Siempre existieron personas orgullosas de sus raíces y de los lugares que los vieron nacer y crecer. Actualmente, hay ciudades que son el asombro del mundo, no solo por su tamaño y población, también por sus construcciones arquitectónicas, sus puentes y rascacielos y sus atracciones turísticas.
Hay ciudades que son un deleite para el gusto humano y, sin embargo, pertenecen a este mundo de pecado, y son pequeñas y lúgubres comparadas con la Nueva Jerusalén que Juan vio en su visión.
¿Cómo será la Nueva Jerusalén? La visión de Juan nos dice que su resplandor era parecido al de una piedra preciosísima, tenía un muro grande y alto con doce cimientos que son piedras preciosas, con doce puertas que serán doce perlas alrededor de toda la ciudad. Toda la ciudad era "de oro puro, semejante al vidrio limpio", y "la calle de la ciudad era de oro puro". No tendrá templo "porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella" y no necesita de la luz del sol, porque "la gloria de Dios la ilumina" en todo momento (Apoc. 21:18, 21, 22, 23).
¡Qué deleite será recorrer esa ciudad! A todo esto, si recordamos que Dios nos está preparando "cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre" (1 Cor. 2:9), podemos concluir que la descripción que Juan hace de la Nueva Jerusalén es pobre comparada con lo que en realidad veremos. Jesús, el tierno Amigo que murió para salvarte, está preparando esa ciudad para que vivas con él eternamente, y hoy nuevamente te invita a que abras tu corazón y decidas seguirlo por siempre.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

PERMANENCIA

Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. Salmo 90:2.

¡La vida es pasajera! Desde la entrada del pecado en este mundo, todo lo que empieza termina. Todo llega a su fin; nada dura. Asimismo, existen cosas como la montaña, símbolo de permanencia.
Si tú ves una nube en el cielo azul, es posible que una hora después ya no la encuentres más allí; si tú dejas un árbol en algún lugar, es probable que, cien años después, el tiempo lo haya deteriorado. Pero, si tú observas un monte y vuelves dentro de cincuenta mil años, el macizo bloque de piedra estará en el mismo lugar. Porque, aunque en esta vida todo es pasajero, todavía hay algunos objetos imperecederos. La montaña es uno de ellos.
Pero, en el Salmo 90, Moisés mira a los montes y razona: "Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, eres tú". Date cuenta de que Moisés toma la montaña, símbolo de algo duradero, y lo describe como algo que tiene comienzo: "Antes que naciesen los montes", dice. Los montes, por más que, en comparación con la temporalidad del ser humano, parezcan duraderos, tienen un principio. Alguien los creó; de otro modo, no estarían allí, no existirían. ¿Quién está detrás de ellos? ¿Quién los creó? ¿Quién los hizo nacer? La respuesta es "Tú"'. Ese tú es un pronombre personal. En el Salmo 90, se refiere a una Persona eterna: es el propio Dios. El Dios eterno, Creador del cielo y de la tierra.
Mira de qué forma Moisés lo describe: "Desde el siglo y hasta el siglo, eres tú". La declaración del profeta está equivocada, desde el punto de vista gramatical. La redacción correcta debería ser: "Desde el siglo y hasta el siglo, eras (no 'eres'), tú". Pero, es que la eternidad divina quiebra cualquier regla gramatical. Su existencia soberana quiebra todos los tiempos verbales; él no encaja en ninguno de ellos. En él, se conjugan todos los tiempos: él es Dios.
Al reconocer y agradecer a Dios por su eternidad, la temporalidad, la fugacidad, la fragilidad del siervo de Dios se transforma en esperanza. Y su necesidad de permanencia es satisfecha. Esa experiencia puede ser tuya, en el año que va a comenzar: "Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

miércoles, 28 de diciembre de 2011

EN LA ESPERA - 2ª PARTE

Porque aún un poco y el que ha de venir vendrá, y no tardara. (Génesis 6:14)

Aguardaban muchas sorpresas a aquel hombre que comenzaba de nuevo su vida desde cero. Su hijo había crecido sin conocer a su padre. Su esposa lo había esperado durante 16 largos años, pero ahora esperaba un bebé de su nuevo marido. La alarmante noticia llegó a oídos de ella para desestabilizarla. La mujer no se atrevió a ir a ver a aquel hombre al que tanto había esperado, y su hijo no pudo sobreponerse al trauma, por lo que se mostraba insensible al amor de su padre.
¿Qué sucede en nuestra vida? ¿No resulta a veces tan dramática como la de esta familia? El versículo de hoy nos dice que debemos esperar un poquito, aunque en realidad ese poquito se ha tornado en largos años. Anhelamos que nuestro Salvador regrese y acabe con el mal, pero el poquito de. Dios nos parece demasiado largo. ¿De qué le sirvió a aquella mujer esperar durante 16 años a su esposo, si cuando este despertó ella ya no estaba esperándolo? Sin juzgar a nadie, pues se trata de una situación sumamente difícil, quisiera hacer un paralelismo con el plano espiritual. La pregunta es obvia: ¿De qué nos sirve mantenernos durante tantos años esperando a Jesús, privándonos de «los placeres del mundo», si al final no estamos listas para recibirlo?
¿Llevas muchos años en la iglesia, esperando a tu Salvador? ¿Piensas que como eres joven aún quieres disfrutar de la vida? ¿Crees que todavía falta mucho para que el «poco» de Dios llegue a su fin? Cristo pone su mirada sobre ti. Hoy te está diciendo que quiere venir a tu vida.
Aquel hombre no lúe recibido por su familia como él esperaba. Ellos habían rehecho sus vidas lejos de él. Cristo también llega a tu vida porque quiere compartirla contigo. ¿Le dirás que tienes otro compromiso o lo dejarás tocio para estar con él?
Muy pronto Jesús aparecerá ante nuestros ojos. Para algunas de nosotras será algo tan traumático que no querrán ver su rostro, pero para otras será la victoria de nuestras vidas. ¿Estás lista para el encuentro con tu Dios?

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

MIL AÑOS

Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre estos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él milanos. Apocalipsis 20:6.

Al llegar Jesús a la tierra, ordena a los muertos justos que resuciten, y junto a los fieles vivos, ellos se elevan para recibirlo en el aire. El destino de los pecadores es diferente, ya que al ver a Cristo, son destruidos con el resplandor de su gloria. A partir de este momento la historia se bifurca entre lo que pasa en la tierra y lo que ocurre en el cielo.
En la tierra quedará Satanás junto con sus huestes de demonios para contemplar su reinado de terror. Sin tener a quién tentar en el mundo desolado y vacío, estos ángeles rebeldes tendrán mil años para reflexionar sobre la decisión que tomaron en las cortes celestiales al sublevarse contra Dios.
Jeremías, al contemplar el mundo durante el milenio, escribe: "Miré a la tierra, y he aquí que estaba asolada y vacía; y a los cielos, y no había en ellos luz. Miré a los montes, y he aquí que temblaban, y todos los collados fueron destruidos. Miré, y no había hombre, y todas las aves del cielo se habían ido. Miré, y he aquí el campo fértil era un desierto, y todas sus ciudades eran asoladas delante de Jehová, delante del ardor de su ira" (Jer. 4:23-26).
En el cielo el panorama será diferente. Se realizará un juicio de verificación, en el que cada redimido tendrá la oportunidad de corroborar la justicia divina. Al investigar en los libros celestiales, nos asombraremos al ver algunos redimidos que quizá hubiéramos tildado de pecadores, pero también sabremos por qué otros que considerábamos santos se perdieron.
Una vez terminado el milenio, la Nueva Jerusalén descenderá del cielo, y dentro de ella Jesús con los redimidos. Entonces, el Hijo de Dios dará la orden para que los pecadores de todos los tiempos vuelvan a la vida y vean el premio que rechazaron.
Satanás volverá a engañar a los pecadores y formará un ejército como nunca se vio en el mundo. Intentarán atacar a los redimidos y rodearán "la ciudad amada", pero "de Dios [descenderá] fuego del cielo, y los [consumirá]" (Apoc. 20:9). Así terminará el gobierno satánico que durante varios milenios afligió a la humanidad.
Nunca más los redimidos serán tentados. Nunca más volverán a existir el dolor, el sufrimiento y la muerte. Nunca más se levantará el pecado (Nah. 1:9, 15). Por los siglos sin fin gozaremos de paz, armonía y felicidad en toda la extensión del universo.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

GRATITUD

Señor, tú nos has sido refugio degeneración en generación. Salmo 90:1.

Cuando Moisés escribió el Salmo 90, estaba recordando los milagros que sucedieron mientras conducía al pueblo por el desierto. Recordar es vivir. ¡Bendito el pueblo que tiene memoria! Triste es observar a alguien que sufre de amnesia; la amnesia es la soberanía del olvido. Un hombre que se olvida de su pasado vive un presente desprovisto de significado; y el futuro le parece incierto y atemorizante.
El pasado te da fuerzas para continuar hacia delante; te confronta con tu historia, aunque esa historia sea el registro de las cosas buenas y malas que sucedieron. Olvidar es el lado opuesto del recuerdo. Olvidar es morir; morir de a poco, lentamente. Consumido por el frío de la indiferencia o de la ingratitud.
Al agradecer, Moisés tenía un motivo para ser grato. La gratitud le inspiraba seguridad; sin seguridad, no hay vida. Si observas a un niño de pocas semanas, vas a notar cómo la necesidad de seguridad lo lleva a aferrar, con fuerza, lo que encuentra cerca de él. Él no tiene conciencia de eso: la seguridad es una necesidad inconsciente, pero vital. Nadie se desarrolla, en plenitud y equilibrio, si no se siente seguro. Lo que poca gente sabe es que la gratitud genera seguridad; mucho más, cuando la gratitud es dirigida a un Ser eterno y poderoso, como Dios.
Dios no espera que sus hijos le sean agradecidos porque él se alimenta de gratitud; no. La gratitud no es un "deber" que el "buen cristiano" tiene que cumplir. La persona beneficiada por la gratitud no es la que recibe el agradecimiento, sino la que agradece. Hacer una revisión de las bendiciones recibidas de parte de Dios te recuerda, como dice Moisés, que "tú nos has sido refugio de generación en generación". Quiere decir, las generaciones pasan; los tiempos se van; días, meses y años se transforman en historia. Pero ¡tú, oh, Señor, continúas! Continúas siendo el mismo ayer, hoy y por los siglos. Mi temporalidad puede esconderse en el refugio de tu eternidad. ¿Por qué podría, entonces, asustarme la enfermedad o la fugacidad de las pruebas pasajeras de esta vida? Estoy seguro, en la eternidad divina. Nada ni nadie me amedrentará.
Llegamos casi a fin de año. Haz un alto y agradece. No empieces el nuevo año sin reconocer: "Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

martes, 27 de diciembre de 2011

EN LA ESPERA – 1ª PARTE

No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene una gran recompensa. (Hebreos 10:35).

La esposa abrazaba a su bebé mientras escuchaba el terrible diagnóstico de boca de los médicos: «Su esposo se encuentra en estado vegetativo». No era justo. Formaban una familia feliz y mucho más tras la llegada de su hijo. Todo su futuro, sus planes, sus aspiraciones y perspectivas en la vida se habían truncado en tan solo un instante. Él fue internado en un hospital donde, inmovilizado e inconsciente, permaneció durante 18 años. Un día, mientras las enfermeras le hacían las curas, se cayó de la cama y se llevó un buen golpe en la frente. Fue trasladado a urgencias, donde lo atendió la doctora de turno. Al escuchar su voz, abrió inmediatamente los ojos.
El neurólogo que lo examinó se dio cuenta de que únicamente reaccionaba cuando escuchaba la voz de la doctora. Tardaron un tiempo en descubrir la razón de tan insólito comportamiento pero finalmente dieron con ella: la voz de la doctora y la de su esposa se parecían mucho.
Nosotras también hemos sufrido el accidente más terrible que un ser humano puede sufrir: el pecado. Nuestro pecado nos ha dejado en un estado espiritual vegetativo, ya que nuestros miembros no desean hacer la voluntad de Dios. Pero si somos capaces de reaccionar ante la voz de Jesús, volveremos a la vida.
Aquel hombre volvió a la vida cuando escuchó la voz más especial registrada en su mente. Como no recordaba nada de su pasado se sentía cada vez más confundido a medida que le hablaban de su propia vida. Así nos sucede a nosotras cuando nos encontramos con Jesús. Todo lo que. hemos hecho o sido anteriormente, bueno o malo, queda sumergido en lo más profundo de la mar, donde Dios lo sepulta para convertirnos en una nueva criatura. No importa cuan injusta parezca la vida, siempre hay una nueva oportunidad.
Si tienes un hijo, un hermano o una hermana, padre, madre o cualquier otro familiar que vive en un estado espiritual vegetativo, no te desalientes ni pierdas la esperanza. Preséntale a Jesús.
La voz de Jesús es la garantía de la salvación.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

"UN NOMBRE NUEVO"

Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe. Apocalipsis 2:17.

Siempre me interesó realizar trabajos manuales y de carpintería, y fue así como en una ocasión me propuse arreglar la mesa que sostiene el equipo de música en nuestra casa. Como posee rueditas para ser trasportada, seguidamente la movíamos a cualquier habitación donde se necesitara. Pero al paso de los años las ruedas se desgastaron y dificultaban el movimiento de la mesa.
Cuando me dispuse a arreglar las rueditas, vi que estaban incrustadas en unos curiosos regatones que las unían a la mesa, y que los mismos estaban dañados. Saqué uno de esos regatones para muestra y comencé a buscarlos en diferentes comercios ferreteros y especializados, pero ninguno de ellos tenía una pieza similar. Cada vez que me decían que no tenían el producto, yo preguntaba: "¿Sabe usted dónde puedo encontrar un reguetón de este tipo?" Los comerciantes me indicaban algún comercio, y así anduve durante varias semanas, sin encontrar lo que buscaba. Al fin, un comerciante me dijo: "Hay un comercio que se llama El rey del reguetón; en ese lugar seguramente lo tienen".
Como quedaba a una hora de viaje de mi hogar, me dispuse ir un día que no tenía muchas actividades, y al llegar pregunté: "¿Ustedes tienen este nombre por parecer simpáticos o porque realmente son los reyes del reguetón?" El comerciante, que no sabía lo que yo necesitaba, me desafió a que lo probara. Cuando le mostré el novedoso reguetón ya gastado y semidestruido, me trajo dos tipos diferentes del mismo reguetón para que los adaptara a mi mesa. Ese comercio hacía honor con sus productos al nombre que poseía.
En nuestros días, cada persona posee un nombre por elección de sus padres. Algunos padres los eligieron para honrar a un familiar, otros por la rima con el apellido, otros porque era novedoso o llamativo. Pero, por más que esos nombres nos gusten y estemos acostumbrados a ellos, el Dios del universo nos recompensará al llegar al paraíso con "una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe". Ese nombre nuevo, símbolo de nuestra victoria sobre el pecado, será el nombre justo, ideal, perfecto, que honrará al Rey del cielo en nuestra vida.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

TODOS MUEREN

Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Deuteronomio 34:5.

Douglas no acepta la muerte de su padre. Fue una muerte triste, es verdad. Todas las muertes lo son; especialmente cuando se tiene 42 años de edad y muchos sueños. Un cáncer consumió la vida del padre de Douglas. En solo un año, se fue apagando, como una vela consumida por el fuego. El golpe fue tan duro que Douglas se volvió en contra de Dios y se apartó de la iglesia. ¡Muerte! ¡Oh, muerte, ingrata y cruel! ¿Cuánto tiempo más continuarás arrancando lágrimas y sembrando desesperación?
El versículo de hoy relata la historia de uno de los más extraordinarios líderes que el mundo conoció: un gigante de la historia. Pero, los gigantes también mueren. Vivimos en el imperio de la muerte; es nuestra triste y dolorosa realidad. ¿Ya era un anciano Moisés y le había llegado la hora de morir? No, todavía tenía planes. La Tierra Prometida todavía no había sido conquistada; había sacado a su pueblo de la esclavitud y le había prometido llevarlo a la tierra que manaba leche y miel.
Pero, una noche, cuando ya estaban en la frontera, listos a entrar en la tierra de los sueños, se le presentó el Señor y le dijo: "Moisés, sube al monte Nebo". Y desde allí le mostró la Tierra, y agregó: "Mira la tierra, porque para allá tú no pasarás".
Triste final, para un soñador como Moisés. Él no había salido de Egipto para morir en una montaña solitaria; ¿por qué Dios no le daba la oportunidad de realizar su sueño?
Aquí hay una verdad que Douglas no logró entender: el mejor momento para que un hijo de Dios descanse es cuando Dios permite que descanse. Puede ser doloroso y triste; desde el punto de vista humano, puede parecer injusto y cruel. Pero, es la verdad más misericordiosa que existe. Dios nunca falla. Sus pensamientos, para con el ser humano, son pensamientos de paz y no de guerra; de amor y no de odio.
Si has perdido a un ser querido y no logras aceptar esa realidad, ve a Jesús y llora a sus pies. Pero, pídele que coloque su mano de amor en tu corazón, y que cierre la herida abierta. Confía en el Señor: él nunca haría algo para tu mal. "Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

lunes, 26 de diciembre de 2011

LA MAYOR EDIFICACIÓN

Hazte un arca de madera de gofer; harás aposentos en el arca y la calafatearás con brea por dentro y por fuera. (Génesis 6:14)

Sin duda el arca era una maravilla de la ingeniería náutica de su tiempo. Su construcción constituía todo un reto para Noé y su familia, aunque probablemente la mayor dificultad fuera tener que vivir durante tantos años manteniendo una fe incluso más grande que la propia arca.
Al principio todo era relativamente fácil: Dios había hablado, y eso ahuyentaba cualquier duda. La noticia, aunque absurda, era impactante. Pero con el correr de los días, meses y años, cada martillazo iba aumentando la duda. ¿Había hablado Dios realmente, o era lodo fruto de la imaginación de un hombre preocupado por la maldad? Quizás Noé solo deseaba atraer a la gente al Dios verdadero, o tal vez se había equivocado y no había sido más que un sueño. Lo cierto es que tanto para Noé como para su familia el conflicto entre la fe y la razón era duro.
La pluma inspirada nos dice: «Durante ciento veinte años Noé proclamó el mensaje de amonestación al mundo antediluviano; pero solo unos pocos se arrepintieron. Algunos de los carpinteros que empleó para la construcción del arca creyeron el mensaje, pero murieron antes del diluvio; otros de los conversos de Noé apostataron» (Ms 65, 1906).
Cada árbol talado, cada tabla aserrada, cada martillazo, eran una campaña de evangelización. Dios mismo podría haber construido el arca en un instante, pero la misericordia divina, una vez más, ponía de manifiesto el principio de su existencia: el amor. La oportunidad que tuvieron los antediluvianos es la misma que hoy tiene la raza humana. ¿Qué cosas impidieron que aquellas personas se salvaran? ¿El trabajo, las fiestas, la incredulidad? A mí me parece que el mayor obstáculo era que el diluvio truncaba sus planes de futuro.
¿Trunca tus planes la venida de Jesús? Paradójicamente los planes de futuro que impidieron la entrada de la mayoría en el arca fueron los que los dejaron sin futuro. Planifica tu vida como si Cristo tardara en venir, pero prepárate como si su venida fuera hoy «porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis» (Mal. 24: 44).

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

UN NUEVO DICCIONARIO

Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Apocalipsis 21:4.

Así como los dos primeros capítulos de la Biblia narran cómo fue el mundo recién creado, sin pecado, los dos últimos capítulos de la Biblia relatan cómo será el mundo después que Jesús regrese. En el Apocalipsis, Juan vio "un cielo nuevo y una tierra nueva" y "el que estaba sentado en el trono" le dijo: "He aquí, yo hago nuevas todas las cosas" (Apoc. 21:1, 5).
Además de tener todo nuevo en el mundo purificado por Dios, también tendremos un nuevo diccionario, porque habrá palabras que dejaremos de usar y otras nuevas que deberemos aprender.
¿Cuáles palabras ya no vamos a usar? Por ejemplo, la palabra "guerra" no se nombrará nunca más. Con el paso de los siglos, el Señor borrará todos los recuerdos tristes y desagradables relacionados con el pecado, y esta palabra quedará en el olvido. También el término "Sida" dejará de existir. Si bien en la actualidad esta enfermedad es sinónimo de muerte, como en la tierra nueva no habrá muerte, no se la recordará más. "Divorcio" será otra de las palabras que no volverán a usarse, porque si no hay peleas ni engaños, ¿cómo podrá haber divorcio? Tampoco se usarán más: "hospital", "farmacia", "jubilación", "bomba atómica", "revólver", "cementerio", "sepulcro", "ataúd", "muerte", "dolor", "odio", "rencor", "robo", y otra cantidad de expresiones propias del lenguaje de una humanidad en pecado.
La sierva del Señor añade que los salvos, "libres de las cadenas de la mortalidad, se lanzan en incansable vuelo hacia los lejanos mundos" (Elena G. de White, El conflicto de los siglos, p. 736). Así que tampoco se usarán expresiones como "avión", "primera clase", "azafata", "piloto", "jet", y otras relacionadas con la aviación. Y si podremos volar, ¿para qué navegar? Así que quizá desaparezcan también del vocabulario palabras asociadas a la navegación.
¡Qué reconfortante es saber que Cristo desea que habitemos en ese mundo nuevo que pronto va a regalarnos! Juan, sin enumerar esas palabras que dejaremos de usar, simplemente nos dice: "Las primeras cosas pasaron".
Y así como faltan pocos días para concluir este año, también falta muy poco para vivir con Cristo en la tierra nueva. Comparte el mensaje y prepárate para recibir a Jesús.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

TENTACIONES

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Santiago 1:12.

Si hay algo que perturba incesantemente al cristiano, son sus derrotas ante la tentación. "No logro resistir", "Soy demasiado carnal", "¿Qué hago con mi vida?", "Soy demasiado débil".
Estas y otras afirmaciones son expresiones de frustración de cristianos sinceros. Creo que nadie, por voluntad propia, quisiera ser un fracasado. Todos se esfuerzan, luchan, tratan de controlar sus tendencias; pero parece que nada da resultado. ¿Existe solución?
El problema es que, al llegar la tentación, concentras tus esfuerzos para no caer, en lugar de concentrarlos en no separarte de Jesús. Al hacer esto caes, no porque la tentación haya sido demasiado fuerte, sino porque te separaste de Jesús. Y él ya lo advirtió: "Sin mí nada podéis hacer". Nada. ¿Entiendes? Mucho menos, resistir la tentación.
Entonces, ¿cómo enfrentar la tentación? Si tu vida es de una constante comunión con Jesús, todo lo que necesitas hacer, al llegar la tentación, es decir a Jesús lo que estás sintiendo o pensando. Te puede parecer extraño, al comienzo. Hay cosas que no tendrás el valor de contar a Jesús. ¿Cómo decirle, por ejemplo, que estás planeando salir con una persona que no es tu cónyuge o que estás pensando ir a un lugar que no es compatible con la vida cristiana? "No, no; esto no funciona", puedes pensar. Pero ahí está la clave del problema.
Ya que no tienes el valor de contarle a Jesús lo que estás sintiendo, cometes el error de cortar la relación con Jesús.
La próxima vez que la tentación aparezca, cuenta a Jesús lo que estás sintiendo, aunque te parezca irreverente y atrevido. No te separes de Jesús.
Si llevas este consejo a la práctica, percibirás que, mientras vas dialogando con Jesús, el deseo pecaminoso empieza a desaparecer, de manera natural: ¡Venciste! No porque te hayas esforzado por no caer, sino porque luchaste para no separarte de Jesús. Continúas siendo justo no porque evitaste cometer un acto pecaminoso, sino porque no te separaste de la Fuente de la justicia, que es Jesús. A su lado, no hubo lugar para el pecado. Satanás y sus huestes fueron derrotados: Cristo venció en ti; por ti; y para ti. "Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

domingo, 25 de diciembre de 2011

¡FELIZ NAVIDAD!

Él dijo: «El que uso de misericordia con él». Entonces Jesús le dijo «Ve has tú lo mismo». (Lucas 10:37)

Una vieja capilla conservaba la leyenda de que su enorme campanario una vez había sonado como agradecimiento a una valiosa ofrenda navideña. Durante mucho tiempo los habitantes de aquel lugar habían esperado que un día sus campanas llenaran de nuevo la noche navideña con su música. Se decía que el silencio de las campanas se debía a que nunca más se había llevado al templo otra ofrenda como aquella, que fuera lo suficientemente buena como para que las campanas tocaran de nuevo en agradecimiento.
Como cada año todos estaban haciendo preparativos para llevar una ofrenda especial el 25 de diciembre, con la esperanza de que alguna de ellas lograra hacer sonar nuevamente las campanas. Walter y Jaime habían recolectado unas cuantas monedas y deseaban que llegara el momento emocionante en el que todos desfilaban por el enorme pasillo del templo. Por fin llegó el día. La nieve caía implacablemente, cubriendo todo de un grueso manto blanco. Los dos muchachos salieron con suficiente tiempo como para ocupar un lugar desde el que pudieran verlo todo y al mismo tiempo depositar su humilde ofrenda.
Mientras se dirigían al templo, Walter oyó a alguien que pedía auxilio. Aunque sabía que si se detenía llegaría larde, le dijo a su compañero que continuara mientras él ayudaba al necesitado. El hombre estaba herido y le fue muy difícil a Walter llevarlo hasta la posada para que fuera atendido. Cuando logró llegar a la capilla ya todo el mundo había depositado sus ofrendas. Él, pasando entre la multitud, depositó sus pocas monedas, cuando algo lo dejó paralizado. De repente sintió que todas las miradas se clavaban en él, unas con incredulidad, otras con asombro, muchas con lágrimas. Las campanas estaban sonando. Imitar a Jesús era la clave.
Cuando imitas a Jesús nace en ti el verdadero espíritu de la Navidad y en el cielo se escuchan las campanas de júbilo, porque Cristo es así revelado a la humanidad.
Dar tu vida en servicio a Dios y a la humanidad es el culto que Dios pide de ti. Que tengas una muy feliz Navidad.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

RESCATADOS DEL PECADO PARA SIEMPRE

Así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. Hebreos 9:28.

Cuando Adán y Eva pecaron, no lograron comprender la magnitud de su transgresión. La advertencia dada por Dios era que al comer del árbol de la ciencia del bien y del mal ellos morirían, pero había mucho más que lamentar en el nuevo orden mundial gobernado por Satanás.
Durante miles de años, el hombre ha sido víctima de sus líderes terrenales. Guerras de toda clase y por cualquier motivo han ensangrentado el mundo a lo largo de la historia. Hombres que jamás hubieran alzado su mano contra otro, de pronto se encuentran segando las vidas de sus semejantes.
La sociedad, que debería amparar a sus miembros más empobrecidos, sobre todo en las grandes ciudades, se ha vuelto peligrosa. Todo tipo de forajidos, ladrones y asesinos andan sueltos por doquier, atropellando a los inocentes. El hogar, creado por Dios para deleite y felicidad de sus integrantes, se ha convertido en escenario de reproches, insultos, peleas y toda clase de agresión física y verbal. Niños y adolescentes que podrían haber encontrado refugio seguro dentro de sus familias, prefieren huir de ellas para obtener algo de paz y sentido de pertenencia.
A causa de los estragos del pecado, se hizo necesaria la creación de centros para recuperar la salud, pues son tantas las enfermedades que aquejan a la raza humana, que las mismas llenarían libros solo si se las nombrara. Enfermedades infecciosas, degenerativas, pestilentes y mortales han oprimido a los habitantes del mundo durante miles de años.
La segunda venida de Cristo será "sin relación con el pecado" para instalar un nuevo orden mundial. En ese nuevo orden no habrá guerras ni ninguna clase de enfrentamientos entre las criaturas de Dios. Se podrá caminar por cualquier lugar sin peligro de ser asaltado o asesinado, porque habrá seguridad. Las llaves, cerrojos y alarmas dejarán de usarse, pues nadie intentará tomar lo ajeno. El hogar volverá a su designio original: un lugar de paz y amor para cada uno de sus integrantes. Los habitantes de la Canaán celestial gozarán de plena salud, y vivirán por la eternidad con vigor juvenil.
Cristo "aparecerá por segunda vez... para salvar a los que le esperan". Volverá para embellecer tu vida y para darte bendiciones que no imaginas, si tan solo te alistas para recibirlo.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

EL PRESENTE

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros [y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre], lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14.

¡Noche de Navidad! Un niño da vueltas en la cama, de un lado para el otro. Quiere dormir o, mejor dicho, intenta dormir, aparenta que duerme. Pero, el sueño no viene. ¿Quién podría dormir, dominado por la ansiedad y la expectativa?
El niño espera. Sabe que alguien entrará en su cuarto en cualquier momento, y colocará un juguete en su cabecera. Al día siguiente, sus padres le dirán que fue el Viejito navideño, Papá Noel, quien dejó el presente. Es medianoche. Los hermanos menores duermen. El silencio y la penumbra dominan la casa. Suspenso... Entre las sombras, provocadas por la luz mortecina de una simple vela, el niño ve entrar a una persona. Su corazón parece que se le va a salir por la boca: late escandalosamente; hace mucho ruido, demasiado ruido para un momento tan solemne como aquel. El niño reconoce a la persona: es su padre. El hombre de figura fina, bajo de estatura, duro como el roble, camina en puntillas de pie, para no despertar a sus hijos. Y lentamente, con cariño, casi con ternura -un cariño y una ternura que no condicen con su rostro severo-, va colocando un juguete en la cabecera de cada hijo. Después, se retira del cuarto, como una sombra misteriosa que desaparece cuando sale el sol.
El niño era yo. En aquellos tiempos, la Navidad tenía un sabor diferente, para mí. Hoy, creo que la Navidad fue establecida para los niños; tal vez, porque se la relaciona con regalos y presentes, juguetes y dulces. Pero cada Navidad, por algún motivo, no acuden a mi memoria los juguetes ni las luces; ni siquiera los panes dulces o el chocolate con leche, que hervían en la cocina a leña. Me acuerdo de mis viejos padres; del cariño que tenían por sus hijos; de su esfuerzo por brindarles una Navidad feliz. Y entonces pienso en el amor de Dios, el Padre de los seres humanos; y pienso, también, en el presente maravilloso que nos dio, en la persona de su Hijo. No lo envolvió en papel colorido. Lo hizo ser humano; lo envolvió en carne, y lo hizo nacer como un sencillo niño, en un pesebre humilde.
¿Para qué? Para morir: era la única manera de salvar al ser humano. ¿Qué harás con ese Presente? Piensa: "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

sábado, 24 de diciembre de 2011

UNA NUEVA OPORTUNIDAD

Vuélvete a mí, porque yo te redimí. ( Isaías 44:22)

Sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida, aquel padre llamó a su hijo para hablar con él. «Hijo, mis días se terminan y siento que no estás preparado para asumir la responsabilidad de mantener el negocio que durante tanto tiempo ha permanecido en manos de nuestra familia. Así que he preparado algo especial para cuando yo no esté». Y llevándolo hasta el lugar donde guardaban las cosas viejas y sin valor le mostró una horca que pendía de un travesaño. En la pared había un cartel que decía: «Cuando lo pierdas todo por no haberlo sabido conservar, habrá llegado la hora de utilizar esta horca».
El cartel requería la firma del hijo, quien, mostrando indiferencia, accedió a firmar para no tener que oír el sermón del padre. Los días pasaron padre murió, por lo que todos sus bienes pasaron al joven perezoso y egoísta.
Como el hijo pródigo, aquel joven derrochó rápidamente la fortuna que con tanto trabajo habían logrado sus antepasados. Derrotado y sin salida, recordó el acuerdo al que había llegado con su padre. Sus pasos lo llevaron hasta aquel lugar en el que había mostrado tanta indiferencia. «Si hubiera escuchado a mi padre», se repetía una y otra vez. «Si tuviera una segunda oportunidad, haría las cosas de manera diferente y corregiría mis errores honrando así la memoria de mi padre». Absorto en sus pensamientos se puso la soga al cuello y se lanzó al vacío, pero en el acto cayó al piso, y sobre él muchas joyas y monedas. Cuando logró incorporarse leyó una nota que decía: «Para mi hijo, en su segunda oportunidad. Tu padre que te ama».
Dios es un padre amante que nos ha dado las riquezas de su gracia para que las utilicemos. Muchas veces no apreciamos esas riquezas espirituales que sobrepasan cualquier tesoro terrenal. Vivimos dejando correr los días como si estos volvieran a presentarse y no nos percatamos de que solo tenemos una vida para vivirla y una oportunidad para alcanzar la vida eterna.
En su gran misericordia, Dios te da una nueva oportunidad. Abre la correspondencia y encontrarás sus palabras: «Para mí hija, en su segunda oportunidad. Tu Padre que te ama».

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

DOS EXCLAMACIONES DIFERENTES

Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación. Isaías 25:9.

Jesús concluye el juicio investigador, y ya todo está preparado para volver a la tierra. Con potente voz exclama: "¡Consumado es!", y todos los ángeles se disponen a acompañar a su querido Comandante.
Suena la trompeta y la hueste angelical comienza su viaje interestelar. Por encima de todos y desplegando una gloria indescriptible, el Hijo de Dios viene en una nube radiante, sobre un trono fulgurante.
En el mundo todo parece transcurrir como cualquier otro día, hasta que las antenas de las estaciones espaciales captan un sonido musical que va en aumento. Pronto, todas las parabólicas del mundo están captando el mismo sonido. Los programas de televisión se suspenden para informar que desde el espacio se oye música, y las cámaras captan la imagen de una nube pequeña y oscura, la cual, a medida que se acerca a la tierra crece en tamaño. Todo el mundo se paraliza, porque lo que había comenzado como un pequeño objeto en el firmamento, ahora fulgura con una luz más intensa que la del sol y llena todo el orbe. Entonces se divisan los ángeles y se distingue la figura regia del Hijo de Dios. Ya no quedan dudas respecto a quién es el que se aproxima a la tierra.
Un grupo de personas parece enloquecer. Son millones que no soportan la mirada del Santo de Dios. Con terror indescriptible, procuran encontrar un lugar donde esconderse, y les gritan a los montes y a las rocas: "Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?" (Apoc. 6:16, 17).
También se observan grupos de niños, jóvenes, mujeres y hombres de pie, con la mirada fija en el cielo. Sus corazones palpitan con gozo indescriptible y de sus labios brotan alabanzas al Cordero que dio su vida por ellos. Pronto el Hijo de Dios da la orden, y millones de personas de todo el mundo vuelven a la vida y comienzan a elevarse para recibir al Señor en el aire. Junto con los redimidos vivos pronuncian el grito de victoria: "Este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación".
¿En cuál de los dos grupos te ves? ¿Cuál será tu exclamación cuando Jesús regrese?

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

NO TEMÁIS

Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo. Lucas 2:10.

“No temáis". ¡Qué anuncio maravilloso! "Vine a traerles la más extraordinaria noticia que alguna vez alguien podría recibir". Son "nuevas de gran gozo". ¡Gozo! ¿Entiendes? El gozo divino no es la alegría pasajera que la carne proporciona: el gozo divino es aquel sentimiento maravilloso de saber que Dios te acepta como eres: aquel deseo de salir corriendo por las calles de la vida, y gritar a todo el mundo: "No tengo más miedo, estoy libre".
Y, lo mejor de todo, esas buenas nuevas de gozo son "para todos", les dijo el ángel. Los pastores estaban, aquella noche oscura, aprensivos y llenos de expectativas. Habían estudiado las profecías, y sabían que el Mesías debería nacer: ellos aguardaban la llegada de alguien que les traería el regalo. De repente, en la penumbra de las colinas de Belén, el propio Padre rompe la oscuridad del pecado, trayendo el mayor presente, envuelto en pañales, en un pesebre. Y dice a los pastores: "Os ha nacido hoy en la ciudad de David, un salvador, que es CRISTO el Señor".
Creo que muchos cristianos todavía no han entendido esta declaración. La palabra CRISTO (Enviado) está escrita, en el original, con letras mayúsculas. Destaca la misión redentora de Jesús. El texto dice más: añade que la señal de que Jesús era el Cristo sería encontrarlo "envuelto en pañales, acostado en un pesebre".
Pobreza, sufrimiento, limitaciones... Todo ello acompañó a Jesús, a lo largo de su existencia. Fue perseguido; huyó a una tierra lejana. Todo eso ¿para qué? Para que tú vivas la vida abundante, las nuevas de gran gozo: su pobreza es tu riqueza; sus limitaciones, tu abundancia; su muerte, tu vida.
Nadie tiene el derecho de vivir una vida sin ambiciones, alegando que Cristo fue pobre. La pobreza es una de las consecuencias que el pecado trajo a este mundo; por lo tanto, mientras exista el pecado existirá pobreza. Pero, Jesús vino a liberarte de la mediocridad y el conformismo; vino a liberarte de la ignorancia y de la miseria. La salvación que él ofrece no tiene que ver solo con la vida eterna, que recibirás en ocasión de su retorno triunfante a este mundo, sino también con una vida de alegría y gozo, en esta tierra.
No salgas hoy sin meditar en las palabras del ángel: "Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

viernes, 23 de diciembre de 2011

UNA FECHA QUE SE APROXIMA

Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del 'Espíritu del Señor. (2 Corintios 3:18).

El hermano país de Guatemala tiene como tradición navideña una pica danza de máscaras muy popular entre sus ciudadanos. En Honduras se construyen belenes con materiales naturales y figuras de arcilla. El pan de frutas conocido como Vánocka es uno de los alimentos que se consumen en dichas fiestas en la República Checa, mientras que los moldavos se adentran en el mundo navideño redescubriendo tradiciones como los villancicos, el folclore y la entrega de regalos. Polonia se engalana de adornos y villancicos, mientras que en República Dominicana se entregan regalos a los niños e incluso el gobierno celebra fiestas especiales por la conclusión de algún proyecto.
Seguramente conocerás las tradiciones más populares en tu propio país, así como en otras partes del mundo. Pero lo curioso es que, a juzgar por todos los datos que he encontrado, ninguno presenta la figura de Cristo como conmemoración principal.
Se cuenta que un profesor quiso realizar una encuesta a un grupo de alumnos para conocer qué expectativas tenían de las fiestas navideñas. Les entrego una hoja en blanco y les pidió que escribieran la primera palabra que les viniera a la mente en relación con la Navidad. Cuando hubo computarizado las respuestas se fijó en que muchos habían expresado que la Navidad para ellos significaba «fiesta, regalos, vacaciones, deudas, gastos extraordinarios, diversión», y que solo uno había escrito el nombre de Jesús.
Se aproxima la fecha en que la mayor parte del mundo celebra la Navidad. Pero, ¿qué es realmente la Navidad? ¿Eres tú de las que cree que este período de tiempo es solo para fiestas, regalos, villancicos, máscaras y danzas? ¿O crees que lo importante es que Jesús vino al mundo en un humilde pesebre para impartir el verdadero espíritu de la Navidad? ¿Estás lista para recibirlo?
«Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre ''Admirable consejero", "Dios fuerte", "Padre eterno", "Príncipe de paz"» (Isa. 9: 6).

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

JUNTOS PARA SIEMPRE

Porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. 1 Corintios 15:52.

No es posible expresar con palabras el dolor y el sentimiento de vacío que se experimenta al despedir a un ser querido fallecido. Solo quienes sufren esa pérdida comprenden la enormidad de este problema que no tiene solución humana.
Durante siglos el hombre aceptó su cruel destino, sin saber con certeza qué había después de la muerte. Muchos han procurado dar una respuesta acerca de lo que ocurre al terminar la vida, pero solo la Biblia declara la verdad sobre la vida y la muerte, y asegura que esos millones de hombres y mujeres que descansan en sus tumbas, algún día escucharán la voz de Jesús que los llama a la vida por medio de la resurrección.
Lázaro fue el protagonista de uno de los milagros más asombrosos de Jesús. Aunque al caer enfermo sus hermanas llamaron al Médico de médicos, el remedio no llegó a tiempo, y Lázaro falleció. Después de cuatro días y en pleno proceso de luto, Jesús llegó a Betania para visitar a esa querida familia. En su encuentro con Marta, ella le reprochó: "Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto", a lo que Jesús respondió: "Tu hermano resucitará" (Juan 11:21, 23). Marta no podía comprender el poder que había en Cristo. Sus ojos, cegados por la incredulidad y el escepticismo, no podían ver más allá de la tumba. Según ella, el Hijo de Dios solo podía devolver la salud, no la vida. Por eso, cuando Jesús ordenó quitar la piedra del sepulcro, ella le dijo: "Señor, hiede ya, porque es de cuatro días" (vers. 39). Marta no creyó plenamente las palabras: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá" (vers. 25), pero con humildad aceptó la reprensión de Jesús.
Jesús, el Hijo de Dios, trajo a la vida a Lázaro. Ese milagro es un anticipo de lo que ocurrirá cuando el Salvador vuelva por segunda vez. Así como Lázaro se encontró nuevamente con sus hermanas, los padres y las madres van a reunirse con sus hijos para siempre. Los amigos que la muerte separó volverán a estar juntos por la eternidad. Los hijos que perdieron a sus padres sin haberlos conocido se abrazarán a ellos, seguros de que nunca más van a separarse.
Jesús, el Salvador del mundo, vendrá por segunda vez para terminar con el pecado y sus consecuencias; y la muerte dejará de existir para siempre.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

CONSECUENCIAS

Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento. Sofonías 1:15.

¿Cuándo fue la última vez que cantaste un himno sobre el futuro Juicio del mundo? Creo que a nadie le gusta pensar en el día final, el día del ajuste de cuentas. Pero el "Día del Señor" es un concepto bíblico que debemos tomar muy en serio, pues nos dice hacia dónde están yendo las cosas y cómo terminarán.
El evangelio significa "Buenas nuevas de salvación". A todos nos gusta escuchar esas buenas nuevas; multitudes llenan estadios para deleitarse con las maravillas de la gracia de Dios. Pero, el evangelio no tiene solo que ver con un estado de bienestar pasajero en este mundo; no es solo la tranquilidad de una conciencia que se sabe perdonada: es, también, la conclusión definitiva del pecado.
¿Qué valor tendría ser salvos, para continuar viviendo en este planeta maldito por el pecado? ¿Cuáles serían las bendiciones de la salvación, si tuviésemos que continuar enterrando a nuestros seres queridos, tocados por la muerte? El evangelio es la buena nueva de que el pecado tendrá fin, y de que el mal no se levantará por segunda vez.
Solo que el día del Señor vendrá acompañado no solo de la melodía de las trompetas de júbilo, sino también de la furia de una naturaleza descontrolada. Y, ese día, los seres humanos se dividirán en dos grupos: los salvos y los perdidos. Los primeros levantarán las manos al cielo, para recibir al Señor, con quien vivieron en esta tierra una vida de compañerismo, solo por la fe.
Los segundos, correrán a los montes y a las cuevas, para esconderse de la presencia de Dios, de quien siempre se escondieron. En aquel día, glorioso y espantoso al mismo tiempo, no habrá un tercer grupo: ese día, será claro que no todos los caminos llevan a Dios.
Hoy es el día de buena nueva; hoy es el día de decisión. ¿Qué tipo de experiencia tienes con Jesús? ¿Es, para ti, solo una teoría, una doctrina bonita, y nada más? ¿O es el Amigo y el Señor de todos los días, de cada hora y de cada minuto?
No empieces el día sin renovar tu voto de entrega a Jesús. Nada tienes que temer, con relación al futuro, si hoy aprendes a vivir en comunión permanente con él. Aunque "día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

jueves, 22 de diciembre de 2011

ERES UNA AURORA

Brillen los que te aman, como el sol cuando sale en su esplendor. (Jueces 5:31).

Cuando las partículas del Sol llegan a la atmósfera terrestre y son atraídas hacia los polos, forman la aurora boreal en el hemisferio norte y la aurora austral en el hemisferio sur. Este es uno de los fenómenos más hermosos que se pueden contemplar. Esta maravilla indescriptible solo es posible cuando en la superficie solar se desencadenan tormentas magnéticas y explosiones, que a su vez producen erupciones de gases y lanzan ráfagas de partículas al espacio.
Si a alguna de nosotras se nos comparara con una aurora boreal nos sentiríamos halagadas por ser consideradas como algo hermoso, pero no causaría el mismo efecto que nos dijeran que somos como una explosión solar. Y es que luchamos porque nuestra apariencia sea atractiva, aunque en nuestro interior se produzcan explosiones de gases y tormentas magnéticas. Dios quiere hacer de tu vida una obra de arte, por lo que. le enseña algo realmente importante: / Somos auroras boreales y australes. Dios nos matiza con su pintura celestial.
• Somos una explosión solar. Para lograr la belleza de nuestro carácter, Dios tiene que producir ciertos cambios internos.
• Si somos auroras boreales o australes tenemos que expandir nuestra belleza no solo a los que más se relacionan con nosotras, sino también a aquellos que solo nos ven caminar o trabajar en silencio.
Para lograr esa belleza de carácter, el Espíritu Santo tiene que obrar una explosión interna y convertir nuestro mundo de defectos en auroras de paz y amor. Solo así lograremos un matiz esplendoroso en el trato con nuestros semejantes.
Si en el interior del Sol no ocurriera ese fenómeno no existirían las hermosísimas auroras. Si el Espíritu Santo no obra el fenómeno de la transformación en tu vida, nunca te verás envuelta en los bellos matices que componen la aurora de los frutos divinos.
No te lamentes por los cambios que el Espíritu hace en ti. Si te son dolorosos recuerda que Dios quiere hacer de ti una aurora. El tiene que producir una explosión en tu interior para que, desechando las impurezas, llegues a ser algo realmente hermoso. Así que deja que se produzca esa metamorfosis espiritual y tu vida será realmente bella.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

¿PREMIO O CASTIGO?

Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus á¡ y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras. Mateo 16:27.

En nuestro imperfecto mundo campea la injusticia. Aunque muchos reciben en vida el resultado de sus propias acciones, millones de personas realizan actos pecaminosos que, además de no ser descubiertos, tampoco son sancionados por la ley.
A su vez, otras personas viven de manera honrada, tranquila, en paz, sin hacer mal a nadie, y sin embargo enfrentan la misma suerte que aquel que vivió en pecado: la muerte. Todo esto hace suponer a escépticos e incrédulos, que no importa cómo se viva, lo importante es ser feliz mientras se tenga vida.
Las Escrituras señalan que Jesús volverá para pagar "a cada uno conforme a sus obras" y esto demuestra que, a la vista de Dios, no es lo mismo un hombre honrado que un narcotraficante.
En tiempos de la dictadura militar en Argentina, cientos de hombres y mujeres fueron secuestrados y asesinados por soldados del ejército nacional. Si bien los actos subversivos debían detenerse de algún modo, debido a que la justicia humana es imperfecta, muchos jóvenes fueron apresados y perdieron la vida por ser simples "conocidos" de algún guerrillero. Los documentales, películas y libros exhiben la terrible equivocación cometida contra esos inocentes, y señalan las falencias de la justicia humana.
No se podría amar a un Dios que diera la misma recompensa a un violador empedernido que a un hombre de bien y como esto es incompatible con su carácter justo, el "pago" para cada ser humano será en base a sus acciones. La justicia humana puede equivocarse, y condenar al inocente o absolver al culpable, pero Dios, el Juez de toda la tierra, enviará a su Hijo a castigar a los transgresores y conceder la vida eterna a sus hijos fieles, sin margen de equivocación.
Y tú, ¿qué recibirás cuando Cristo aparezca en las nubes de los cielos? ¿El premio por una vida consagrada o el castigo por vivir en el pecado? Jesús te dice: "Sí, vengo pronto, y traigo el premio que voy a dar a cada uno conforme a lo que haya hecho" (Apoc. 22:12; Dios habla hoy). Querido joven, hoy vuelvo a invitarte a que le permitas al Hijo de Dios reinar en tu corazón. Tus decisiones y tus acciones determinarán lo que recibirás cuando él regrese.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

NADIE COMO DIOS

Los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan. Nahúm 1:5.

Es temprano. Te despiertas dispuesto a iniciar las actividades de un nuevo día, pero sientes el sabor amargo de la impotencia ante una montaña de dificultades. Crees que no tienes fuerzas; estás cansado de luchar, y el miedo empieza a apoderarse de tu corazón. ¿Qué hacer? Lee de nuevo el versículo de hoy. Te habla de un Dios Todopoderoso, en cuya presencia los montes tiemblan y los collados se derriten.
El profeta Nahúm exalta el poder de Dios. A veces, para entender por experiencia propia lo que significa el poder de Dios, es necesario llegar al extremo de la incapacidad humana. Conozco personas que decían ser ateas hasta que un día, en el momento de la desesperación, sin saber qué hacer, cuando todos los recursos humanos habían fallado, no les quedó otra alternativa que reconocer a Dios.
Y lo maravilloso es que Dios no echa en cara la incredulidad pasada. No dice: "Ah, te acordaste de mí porque todo te falló"; él, simplemente, abre los brazos y te recibe, dispuesto a darte una nueva página de inicio.
La Reina Victoria estaba conmemorando sesenta años del trono monárquico en Inglaterra, cuando Rudyard Kipling publicó su poema denominado "Himno de clausura". Muchos ingleses se sintieron ofendidos, porque el poema agredía el orgullo nacional, en una época en que el Imperio estaba en todo su auge. "Himno de clausura" es un poema que hace referencia al peligro de confiar demasiado en sí mismo; y menciona que otros imperios del pasado cayeron por causa del orgullo nacional.
Kipling no estaba equivocado: muchas naciones, en el pasado, pensaron que Dios no podría hacer nada en contra de ellas. ¿Dónde están hoy? Solo quedan sus ruinas. Sí, los montes y los collados desaparecen ante la presencia de Dios. ¿Qué será, entonces, del ser humano mortal?
La única garantía de victoria y de permanencia es Jesús. Y la mejor decisión que la persona puede tomar es seguirlo. Aquel que está en Cristo, aunque esté muerto, vivirá. Deposita toda tu confianza en él.
No importa cuántos soldados formen parte del ejército enemigo que tienes que enfrentar hoy; no importa las armas sofisticadas que ellos traigan: tu seguridad es el Dios de los ejércitos de Israel. Sal sin miedo, porque "los montes tiemblan delante de él, y los collados se derriten; la tierra se conmueve a su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón