jueves, 28 de julio de 2011

¡ERES BENDITA!

Bendita sea entre las mujeres Jael, mujer de Heber, el ceneo; entre las mujeres, bendita sea en la tienda. (Jueces 5:24)

Jael es la protagonista de una controvertida historia de bondad, amabilidad y justicia. Un ejército trataba de apresar a Sisara, el prepotente capitán de Jabín, pero ninguno de los soldados había logrado llevar la justicia al pueblo de Israel sino esa mujer, a quien se la conoce únicamente por este incidente.
Parece extraña la actitud de Jael. Si leemos superficialmente este pasaje, podríamos catalogarla como traidora, engañosa e hipócrita. Sin embargo, aunque no se cree que tuviera motivos personales para la venganza, este capitán representaba la opresión para el pueblo de Dios con el que ella y su familia se habían identificado.
Hay personas que, aunque están fuera de la iglesia a la que pertenecemos, nos observan y se identifican diariamente con nosotros. ¿Qué mensaje les estamos enviando con nuestra conducta? Aunque había paz entre los ceneos y los cananeos. Sísara sintió temor al pedir protección a esta mujer, porque sabía que estaba en posición de opresor y que el pueblo de Israel estaba defendiendo la propiedad que Dios les había dado. El hecho de que Jael le diera leche para beber y lo cubriera con una manta nos enseña que aun nuestros enemigos deben ser tratados con dignidad.
Una vez más aparece la mujer como un instrumento que Dios puede usar para lograr los objetivos de salvación y bienestar que tiene para su pueblo. En el canto que, Débora y Barac entonaron no podía faltar el nombre de Jael, y la llamaron «bendita».
Muy pronto un canto celestial comenzará a sonar en el cielo y se extenderá hasta la tierra. Los ángeles mencionarán en él a cada persona que ha vencido por medio de la fe en la sangre redentora de Jesús. Habiendo sido vasijas útiles en las manos de nuestro Rey, obtendremos el calificativo de «bendita». ¿Anhelas estar en esa lista?
No rechaces nunca la voluntad de Dios para tu vida. Ser «bendita» por Dios requiere total obediencia y sumisión a su voluntad. ¿Estás dispuesta a ello? Si prestas atención verás que ya se escucha su voz.
Ven, bendita de mi padre, hereda la tierra preparada para ti.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

EL DON DE LA TESTIFICACIÓN

Y nosotros somos testigos suyos de estas cosas. Hechos 5:32.

Hace algunos meses, un joven me escribió una carta en la que me contaba su problema espiritual. Había nacido en un hogar adventista y había participado de todas las actividades de su iglesia. Pero con el paso de los años, vio que esa vida a la que había estado acostumbrado y que veía muy normal no le daba popularidad entre sus amigos.
Ya en la universidad veía imposible contarle a otros que era un creyente sincero, que tenía una vida devocional privada, una vida eclesiástica activa, y que confiaba en un Dios poderoso que guiaba su vida. Con sinceridad me dijo: "¿Cómo puedo hacer, pastor, para vencer la vergüenza y el miedo que siento cuando mis amigos me preguntan por qué no salgo a bailar, o por qué no consumo cervezas? En mi soledad yo me propongo explicarles mi manera de vivir y de ver la realidad, pero luego, al estar con ellos, les sigo la corriente en sus conversaciones y no puedo revelarles mi estilo de vida. Cuando me hacen una pregunta directa, respondo con evasivas o con un pretexto. ¿Qué me aconseja que haga?"
¿Te ha pasado eso alguna vez? ¿Has sentido miedo o vergüenza de revelar a tus amigos o compañeros de estudio la vida religiosa que llevas? Sé que no es sencillo que la gente entienda que los sábados no compramos ni vendemos, que cada día dedicamos tiempo para hablar con Dios y leer su Palabra, y que nos da gusto asistir semanalmente a su casa de oración. Pero más allá de lo que la gente entienda o piense de nosotros, nuestra responsabilidad es contar o testificar sobre nuestra manera de vivir con Jesús.
Si el Señor nos hubiera dejado solos para compartir nuestra fe, los resultados serían pobres; pero en cambio, como está interesado en la salvación de todos, nos aseguró que enviaría al Espíritu Santo para que recibamos poder. La testificación, acompañada del poder divino, ilumina y transforma el alma del pecador. Este don maravilloso es la manera de que nuestras iglesias crezcan y cientos de personas cada día se entreguen a Jesús.
En este día que comienzas, pide fuerza y poder de lo Alto para testificar del amor de Cristo por ti.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

BURLADORES

Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias. 2 Pedro 3:3.

Moreno, setenta años, cabellos y barba emblanquecidos por el tiempo, rostro apacible y andar pausado: el hombre parece un abuelo cariñoso, que lleva un regalo a sus nietos. Es eso lo que cualquiera pensaría, al verlo caminar por las calles de una ciudad, vistiendo traje oscuro, con un maletín de cuero negro en la mano derecha.
La verdad es otra. El anciano no lleva regalo alguno: el maletín esconde una bomba en forma de noticia. La noticia sacudirá a la opinión pública mundial; provocará las reacciones más controversiales.
Al dar la vuelta al mundo, el hecho lleva a muchas personas a pensar que aquel anciano está fuera de sus cabales; otras, creen que el hombre del maletín negro solo busca promoverse. Al fin de cuentas, los hombres públicos necesitan estar siempre en evidencia. Y Ernie Chamber, senador independiente por el Estado de Nebraska, es un viejo, polémico e irreverente hombre público.
Catorce de septiembre de 2007. Diez y treinta de la mañana. El senador Chamber entra en la corte del Condado de Douglas, mira hacia todos lados, como un niño que desea llamar la atención, y hace explotar la noticia: abre un proceso judicial en contra de Dios.
En el proceso, el abogado afroamericano, que nunca ha ejercido la carrera, acusa a Dios de ser el causante de todas las "inundaciones devastadoras, terremotos horrendos, terribles huracanes, plagas, pestilencias, acciones terroristas, hambrunas, guerras genocidas" y otras tantas catástrofes mundiales que aterrorizan a la humanidad.
El proceso judicial que Chamber inició en contra de Dios, inverosímil como pueda ser, muestra la irreverencia del hombre moderno, típicamente incrédulo, contra Dios. En segundo lugar, la preocupación del ser humano con la realidad atemorizante de nuestros días: algo extraño sucede en este planeta, y solo no lo ve quien no quiere verlo.
Si hay una verdad meridiana en la Biblia, es el hecho de que Jesús volverá a esta tierra, con el fin de poner punto final a la historia del pecado. Pero, también afirma que, en los últimos días, habrá gente incrédula que se burlará de esta verdad.
¿Cuál es tu actitud? ¿Te estás preparando para aquel gran encuentro o te dejas contagiar por la cultura de nuestros días? Tu respuesta es clave, porque: "en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón