jueves, 2 de febrero de 2017

VISITAREMOS OTROS MUNDOS

Estaremos con el Señor para siempre, 1 Tesalonicenses 4:17.

Necesitarás imágenes del primer viaje a la Luna e imágenes del cielo con Jesús.
Hace muchos años la gente pensaba que la Luna era un disco, o una estrella. Algunos niños hasta creían que era de queso, pero eso tampoco es cierto.
Cuando se inventó el telescopio, que sirve para observar los cuerpos celestes más de cerca, la gente se dio cuenta de que la Luna es un satélite de piedra y minerales, que además influye sobre las olas y la marea de nuestros mares.
La Luna es el único lugar fuera de nuestro planeta, al que han llegado los astronautas. El 20 de julio de 1969, dos astronautas, Neil Amstrong y Edwin Aldrin, pisaron la Luna por primera vez (muestre las imágenes). Fue una noticia mundial: salió en la televisión, la radio y los periódicos, porque una hazaña que antes había parecido imposible, ya era realidad.
Cuando Jesús venga por segunda vez y vayamos al cielo con él, nunca nos aburriremos. Jugaremos con los animales, hasta los que son salvajes, como los osos y los leones; conoceremos a los personajes de la Biblia, como Adán y Noé; también visitaremos la Luna, las estrellas y millones de planetas como el nuestro. Estudiaremos con Jesús todos los misterios del universo y descubriremos grandes maravillas (muestre las imágenes). ¡Anhelo llegar pronto al cielo!

HABLA CON JESÚS
Jesús, deseo ir al cielo contigo y visitar otros planetas, conocer a los héroes de la Biblia y vivir feliz por siempre, amén.

Tomado de lecturas devocionales para preescolares 2017
¡PEQUEÑAS SONRISAS!
Por: Míriam Rodríguez Carrillo 
#PequeñaSonrisas  #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaPreescolares #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

LAS ESTRELLAS TAMBIÉN SE APAGAN

“En su mano derecha tenía siete estrellas. […] Su cara era como el sol cuando brilla en todo su esplendor. Al verlo, caí a sus pies como muerto. Pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: ‘No tengas miedo; yo soy el primero y el último’ “ (Apoc. 1: 16,17).

¿Te gusta observar las estrellas? ¡A mí me encanta! Pero ¿sabías que en el cielo hay muchas estrellas que no podemos ver? Están en el espacio, pero no podemos verlas. ¿Quieres saber por qué no las podemos ver? No, no es porque seamos miopes; es porque ya no brillan. Por eso se las llama “estrellas muertas”. Digamos que ocurre que se les acabó la “gasolina”; aunque a las estrellas no las hace brillar la gasolina sino la energía que toman del Sol. Cuando esa energía se les acaba, dejan de brillar. Es como si murieran.
Hay otras estrellas que tampoco podemos ver porque están demasiado lejos de nosotros, y su luz no llega hasta el planeta Tierra. Gracias a que existe un instrumento llamado telescopio, podemos ver más allá de lo que a simple vista podríamos.
¿Te has dado cuenta de que existe otro tipo de “estrellas”? Son las personas famosas, como cantantes, actores de cine o deportistas muy triunfadores. ¿Por qué se les llama estrellas? Porque brillan mucho; hacen cosas grandiosas, dignas de admirar, que muy poca gente, o nadie, ha logrado hacer antes. A veces, podemos pensar que esas personas valen más que nosotros porque “brillan” más, pero no es así. Al igual que las estrellas del firmamento, también se pueden apagar. Y de hecho, se apagan. Caen en la droga y mueren jóvenes; manejan mal su dinero y van a la ruina; no educan bien a sus hijos y acaban en un escándalo familiar; no pueden ser fieles y se casan un montón de veces- Esas “estrellas” tal vez brillen ante la luz de los focos, pero no brillan desde el punto de vista de un carácter cristiano.
La única estrella que brilla con luz propia y que no se apaga nunca es Jesús. Cuanto más uno lo conoce, más brilla su luz. Y cuanto más uno lo imita, más brillamos ante el mundo. ¿Quieres ser una estrella de Jesús? Pues absorbe toda la luz que puedas de él y refléjala ante el mundo. No seas nunca una estrella muerta.

Tomado de lecturas devocionales para Menores 2017
¡SALTA!
Por: Patricia Navarro 
#Salta #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMenores #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

NO COMESTIBLE

“Ninguno de los descendientes de Aarón que esté enfermo de lepra o sufra derrames, comerá de las cosas sagradas hasta que haya sido purificado” (Levítico 22:4).

Recientemente, cuando iba a predicar en una reunión de jóvenes, pasé junto a un camión grande que transportaba una cisterna cromada gigante, de aquellas que, por regla general, contienen productos químicos. He visto esas cisternas antes, y portan señales en las que se puede leer “peligroso”, “nitrógeno”, “inflamable”, etcétera. Pero, en la señal de este camión, se leía “no comestible”. Tú y yo sabemos muy bien que una advertencia como esa está ahí porque un día algún descerebrado intentó tomarse un aperitivo de una de estas cisternas. ¿Quién en su sano juicio ve una cisterna y piensa: “Hummm, apuesto a que eso sabe bien”? Cuando adelanté al camión, otra señal me dio más detalles: “No apto para consumo humano, comida para animales”. Otra pregunta vino a mi mente: “¿Con qué están alimentando a los animales que las personas no pueden comerlo?”
La mayoría de la gente no tiene ni la menor intención de comerse lo que sea que haya en el interior de una cisterna pero, cuando se trata de la forma en la que se aproxima a la “comida” de Dios, lo hace con cierta frivolidad. ¿A qué me refiero? Pues, por ejemplo, a tomar la Comunión, que es un ritual establecido para aquellos que quieren dedicar nuevamente sus corazones a Dios y reconocer la necesidad de un Salvador. ¿Alguna vez has comido el pan sin levadura simplemente porque te apetecía? Vamos a tratarlo desde una perspectiva espiritual. La Biblia, la Palabra de Dios, es nuestro alimento espiritual. Sin embargo, quizá nos hemos acostumbrado tanto a ella que, a veces, la leemos como si fuera un libro cualquiera. En lugar de detenernos a orar y pedirle a Dios que nos llene de su Espíritu, leemos un versículo o dos y nos volvemos a centrar en nuestros asuntos.
Dios nos ha entregado cosas para nutrirnos y alimentarnos espiritualmente, cosas con gran significado. Pero, con demasiada frecuencia, no las valoramos. No preparamos nuestros corazones a fin de estar listos para consumirlas. La próxima vez que tengas una Biblia en las manos o participes de la Santa Cena, no lo hagas sin pedirle a Jesús que limpie tu corazón y tus pensamientos. Así podrás comer como Dios indica lo que él te ha proporcionado.

Tomado de lecturas devocionales para Adolescentes 2017
FUSIÓN
Por: Melissa y Greg Howell
#Fusión # UnPuntoDeEncuentroEntreTúyDios #MeditacionesMatutina #DevociónMatutinaParaAdolescentes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

EL ERROR DEL POLICÍA

“Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Rom. 8:28).

Recuerdo claramente cómo fue mi primera visita a la prisión. Antes de que los funcionarios me permitieran atravesar las puertas de seguridad, examinaron mis pertenencias y me cachearon. Lo soporté todo, para visitar a mi querido hijo de quince años. Era drogadicto, y había acabado en la cárcel por asaltar una tienda con una pistola de juguete. Necesitaba un abogado defensor, que lo amara.
Me condujeron a un vestíbulo sin ventilación, con dos celdas. En una de ellas se encontraba mi hijo. Cuando me vio, se acercó a mí arrastrando los pies y llorando. Verlo en ese trágico estado fue más de lo que yo podía soportar. No pude contener un estallido de lágrimas. Diez minutos más tarde, un policía abrió la puerta y pronunció el nombre de mi hijo.
Vamos a llevarlo al juzgado, para que lo vean un asistente social y un psicólogo. Sorprendida, pregunté:
-¿Puedo ir con él?
-Puede ir-respondió el policía-, pero no con nosotros. Tiene usted derecho a hablar en el juzgado, si puede llegar allí por sí misma.
Yo sabía dónde estaban los juzgados, pero era demasiado lejos. El agente salió con mi hijo. Una vez afuera, empecé a correrían rápidamente como pude hacia el lugar donde mi hijo iba a ser evaluado. Mientras corría, mi mente se precipitó hacia Romanos 8:28, una promesa de Dios que continuamente reclamaba mientras me esforzaba por mantener el ritmo.
Agotada, llegué al tribunal justo a tiempo. Unos minutos después, un funcionario llamó a mi hijo, pero se dirigió a él por un nombre que no era el suyo. Mirando a mi hijo, el psicólogo dijo:
-¡Este no es el muchacho que debería estar aquí!
El funcionario se disculpó, y dijo que devolvería a mi hijo a prisión y efectuaría el cambio por el recluso correcto. Súbitamente, el psicólogo preguntó:
-¿Es usted la madre de este joven?
Asentí.
-Entonces deje a este muchacho aquí -ordenó el psicólogo al funcionario- Me gustaría hablar con él y con su madre juntos.

Dios utilizó un error de un funcionario de prisiones, y mi agotadora carrera, para convertir aquella situación en una oportunidad para que yo abogara en favor de mi hijo. Hace años, Dios también usó los pecados de la humanidad y la “agotadora carrera” de Cristo para convertir nuestra caída en una oportunidad para abogar por nosotros. ¡Tremendo amor! ¡Incondicional amor de padre! 
Vera Lúcia F. S. Ferrari

Tomado de lecturas devocionales para Damas 2017
VIVIR EN SU AMOR    
Por: Carolyn Rathbun Sutton – Ardis Dick Stenbakken
#VivirEnSuAmor #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaMujeres #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

COMO ISLAS

“Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo” (Apocalipsis 7:9).

Por pelearse con el capitán del barco, el corsario Alexander Selkirk fue abandonado a su suerte en una isla desierta de Chile. Lo que parecía ser momentáneo se extendió por cuatro años y cuatro meses. El 2 de febrero de 1709, fue rescatado por el barco inglés Duke. Es probable que sus experiencias, junto con las de Pedro Serrano (quien naufragó en 1526), hayan inspirado a Daniel Defoe (que entrevistó al corsario), para crear el personaje de Robinson Crusoe.
Al comienzo, sobrevivió difícilmente a orillas del mar. Todo cambió al adentrarse en la isla; construyó una choza y se organizó para obtener agua y comida. ¿Cómo hizo para no enloquecer durante más de cuatro años de soledad? Leía diariamente la Biblia, donde encontraba esperanza, y cantaba salmos. Cuando William Dampier, capitán del Duke, lo encontró allí, solo, en la isla, lo sorprendió el vigor físico de Selkirk pero, principalmente, su paz mental. El secreto fue la Biblia, fuente de consuelo y esperanza para el marino abandonado.
De varias maneras, podemos sentirnos como Selkirk. Frecuentemente, encuentro personas que, aunque rodeadas de gente, sienten tanta soledad como Selkirk. Viven en un mar de personas, pero en sus propias “islas”, sin contacto significativo con los demás. Sí, hay soledad en medio del Pacífico, y también en medio de una sociedad que nos aísla, aliena y automatiza. Vivimos en esta isla llamada Tierra, separados de otros mundos por causa del pecado. Solo aquí existen el mal, el dolor, el sufrimiento y la muerte. Estamos en “cuarentena”, confinados aquí, donde Satanás es príncipe y reina la maldad. La similitud es perfecta. No hay otro lugar que la Biblia, donde podamos encontrar consuelo y esperanza. Allí se revela que existe esperanza más allá de este mundo doloroso. Primordialmente, enfatiza que, muy pronto, Jesús mismo, el Capitán del universo, vendrá a rescatar a quienes le entregaron su corazón.
Este es el momento culminante de la historia. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero, y quienes estemos vivos seremos arrebatados con ellos (1 Tes. 4:15-17). En ese instante, seremos transformados: nuestros cuerpos serán glorificados y ya no habrá más rastros de nuestro confinamiento en la “isla del mal”.
Tristemente, no todos conocen estas buenas nuevas; no todos viven como si el dolor y el sufrimiento fueran pasajeros. No todos encuentran esperanza en Cristo, porque ni siquiera lo conocen. Hoy tienes el privilegio de ayudar en el gran plan de salvación de la humanidad, bajo las órdenes del gran Capitán. ¿Qué esperas para ayudar a salvar a otros? MB

Tomado de lecturas devocionales para Jóvenes 2017
UN DÍA HISTÓRICO
Por: Pablo Ale – Marcos Blanco
#UnDíaHistórico #MeditacionesMatutinas #DevociónMatutinaParaJovenes #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian

UNA UNIÓN INQUEBRANTABLE

«Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne». 1 Timoteo 3: 16

Por su vida y su muerte, Cristo logró aún más que restaurar lo que el pecado había arruinado. Era el propósito de Satanás conseguir una eterna separación entre Dios y la raza humana; pero en Cristo llegamos a estar más íntimamente unidos a Dios que si nunca hubiésemos pecado. Al tomar nuestra naturaleza, el Salvador se vinculó con la humanidad por un vínculo que nunca se ha de romper. A través de las edades eternas, queda ligado con nosotros. «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito» (Juan 3: 16). Lo dio no solo para que llevase nuestros pecados y muriera como sacrificio nuestro; lo dio a la especie caída. Para asegurarnos los beneficios de su inmutable consejo de paz, Dios dio a su Hijo unigénito para que llegase a ser miembro de la familia humana, y retuviese para siempre su naturaleza humana. Tal es la garantía de que Dios cumplirá su promesa. […] Dios adoptó la naturaleza humana en la persona de su Hijo, y la llevó al más alto cielo. Es «el Hijo del hombre» quien comparte el trono del universo. [… ] El Yo Soy es el Mediador entre Dios y la humanidad, que pone su mano sobre ambos. El que es «santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores», no se avergüenza de llamarnos hermanos (Heb. 7: 26, JBS; ver 2: 11). En Cristo, la familia de la tierra y la familia del cielo se unen. Cristo glorificado es nuestro hermano. El cielo está incorporado en la humanidad, y la humanidad, envuelta en el seno del Amor Infinito. […]
Por el sacrificio abnegado del amor, los habitantes de la tierra y del cielo quedarán ligados a su Creador con vínculos de unión indisoluble.
La obra de la redención estará completa. Donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia de Dios. La tierra misma, el campo que Satanás reclama como suyo, ha de quedar no solo redimida sino exaltada. Nuestro pequeño mundo, que es bajo la maldición del pecado la única mancha obscura de su gloriosa creación, será honrado por encima de todos los demás mundos en el universo. Aquí, donde el Hijo de Dios habitó en forma humana; donde el Rey de gloria vivió, sufrió y murió; aquí, cuando renueve todas las cosas, estará el tabernáculo de Dios con los hombres, «morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos» (Apoc. 21:3, RVA). Y a través de las edades sin fin, mientras los redimidos anden en la luz del Señor, le alabarán por su Don inefable: Emmanuel, «Dios con nosotros» (Mat. 1: 23).— El Deseado de todas las gentes, cap. 1, pp. 16-18.

Tomado de lecturas devocionales para Adultos 2017
DE VUELTA AL HOGAR
Por: Elena G. de White
#DeVueltaAlHogar #MeditacionesMatutinas #DevocionMatutinaParaAdultos #vigorespiritual #plenitudespiritual #FliaHernándezQuitian