domingo, 31 de enero de 2010

MÁS BLANCO QUE LA NIEVE

Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve (Salmo 51:7).

Para comenzar, debo confesarles que no soy muy buena cocinera. Parte de la responsabilidad por esto la tiene el hecho de que tuve que trabajar toda mi vida. Durante 25 años trabajé escribiendo informes judiciales. Por algún tiempo trabajé desde mi hogar, cuando mis hijos eran pequeños. Pero, inclusive durante esa época mis comidas eran muy sencillas: algo de proteína, vegetales verdes, amarillos, una ensalada y pan integral.
En la actualidad, mi esposo y yo estamos jubilados, y pasamos los meses de invierno "acampando" en una pequeña caravana en el centro de Florida, Tenemos dos cuchillos, dos tenedores, seis cucharas, dos tazones, ollas y sartenes. Preparo una comida simple, me siento y espero que se cocine. Un día, sentí que algo se quemaba (mis ojos no ven muy bien, mis oídos no escuchan a la perfección, ¡pero mi olfato funciona de maravillas!). Cuando saqué la olla de la hornalla, vi que el fondo estaba negro. ¡Oh. no! ¡No otra vez! Después de salvar lo que había en la superficie, llené la olla con agua fría y la dejé en remojo mientras almorzábamos. Luego, me tomé el trabajo de sacar toda la costra negra. ¡No fue fácil! Usé una esponja de metal, un cepillo, líquidos limpiadores... y continué fregando. La última vez que esto ocurrió, la olla estaba tan negra que pensé que tendría que comprar una nueva. Pero, después de mucho trabajar, el fondo estaba limpio y brillante.
El mismo problema se repite en mi vida espiritual. Cada mañana, en mi momento de devoción digo al Señor: "En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti" (Sal. 119:11). Sin embargo, durante el día me encuentro repitiendo algún mal hábito. Por las noches, caigo sobre mis rodillas y ruego al Señor que su misericordia cubra mis pecados y me limpie. No es que él se haya olvidado, soy yo la que ha cometido los desastres, y él, una vez más, está dispuesto a limpiarme. Leo las promesas en su Palabra, y encuentro seguridad. El entiende nuestra debilidad y perdona nuestras faltas gratuitamente. Como asegura Jeremías 33:8: "Yo los limpiaré de toda su maldad con que pecaron contra mí; y perdonaré todos sus pecados con que contra mí pecaron". ¡Qué maravilloso Salvador es Jesús el Señor!
Rubye Sue
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

SEGUIR LA NUBE

De día, el Señor iba al frente de ellos en una columna de nube para indicarles el camino; de noche, los alumbraba con una columna de fuego. De ese modo podían viajar de día y de noche. Jamás la columna de nube dejaba de guiar al pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche. Éxodo: 21,22.

¿Cómo crees que te acompaña Dios hoy? ¿Cómo te asegura su compañía en medio de la gran ciudad mientras trabajas en la fábrica o en la oficina, mientras construyes o labras la tierra, mientras vendes por las calles, mientras recibes clases en el aula o cuando viajas? Quiero compartir contigo la forma en que Dios todavía nos da el privilegio con su compañía, actúa sobre tu mente y la de los demás, así como también en las máquinas y ejerce autoridad sobre los elementos naturales. Conversa hoy con Dios acerca de tu agenda. ¿Podrías hacer una lista de tus tareas pendientes o asuntos para este día? ¿Puedes proyectar tu horario para hoy? Entonces hazlo y pídele a Dios que te ayude en su realización. Preséntale cada tarea y cada cita.
Yo he visto «la nube» de su compañía agilizar procesos, mover las voluntades de los miembros de una junta para aprobar o desaprobar un proyecto. La he visto cancelar vuelos de avión para mi conveniencia. Ha impactado mi mente en momentos que yo llamo «de inspiración» para que las ideas afloren y se termine un proyecto o una propuesta. También he visto como Dios pone personas en mi camino, y también he percibido cómo ha encaminado mis pasos a un cierto lugar.
Una noche en lo más alto de la sierra de Chiapas, al ir con mi familia hacia la Universidad de Linda Vista, vimos «la columna de fuego» cuando se averió uno de los neumáticos de nuestro automóvil y nos dimos cuenta que la llanta de repuesto no estaba en condiciones de usarse. A esa hora un vehículo se detuvo a nuestro lado. Traía sobre el techo una torreta para anunciar emergencias. Dos personas se bajaron, y al darse cuenta de la situación, nos prestaron su neumático extra y nos condujeron por la carretera hasta nuestro hogar. Sí, la nube y la columna todavía nos acompañan.

«Jesús tiene grandes bendiciones para otorgar, ricos dones para distribuir entre los hombres. Es el Consejero maravilloso, infinito en sabiduría y fuerza». MJ 53.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

LA JUSTICIA POR FE EN EL TIEMPO DEL FIN

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado (Juan 17: 3).

Otro peligro al fallar en la comprensión del mensaje de la justicia de Cristo y el evangelio, es de naturaleza escatológica. Nos gusta hablar de los últimos días. Nos fascina el tema de la crisis final y de los eventos finales. Hasta perseguimos a los predicadores de estos temas de iglesia en iglesia y de auditorio en auditorio. Estamos dispuestos a comprar cualquier publicación o grabación para estar al día con las últimas interpretaciones proféticas. Hasta podemos llegar a tener una especie de complejo de persecución, y a menudo caemos víctimas de los predicadores del «allí viene el lobo», que tanta frustración ha traído a tantos miembros de nuestras iglesias. A veces no entendemos que lo importante no es el conocimiento preciso del fin, sino estar preparados y salir victoriosos cuando el fin llegue.
Pero nunca saldremos airosos en el tiempo de angustia si no entendemos bien los fundamentos del evangelio. Notemos estas palabras: «Si queréis salir incólumes del tiempo de angustia, debéis conocer a Cristo y apropiaros del don de su justicia, la cual imputa al pecador arrepentido» (Mensajes selectos, t. 1, p. 426).
De nada sirve tener fascinación por las profecías apocalípticas del tiempo del fin si no tenemos una experiencia viva con Cristo. De nada sirve la pasión desordenada y el interés enfermizo por saber los detalles relacionados con el fin del tiempo, si no nos hemos apropiado de la justicia de Cristo. Conocer a Cristo personalmente y vestirnos de su incontaminado manto de justicia nos dará la fuerza espiritual para ser vencedores en aquel día.
Por eso nuestro Señor dijo en una ocasión: «Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado» (Juan 17: 3). Este conocimiento, sin embargo, no es un concepto abstracto que tenga que ver con un conocimiento filosófico acerca de Dios o de Cristo. Es, más bien, el tener una relación personal y hacer una entrega de fe a la persona de Cristo.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C
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sábado, 30 de enero de 2010

PODRIDA HASTA EL CORAZÓN

Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón (1 Samuel 16:7).

Había tomado un desayuno liviano a las 8 de la mañana, y tres horas más tarde deseaba una colación. Antes de partir hacia el trabajo, había puesto en mi bolso la última manzana que quedaba en la bandeja. El color rojo y brillante, y la textura firme de su exterior, anticipaban la dulzura que les esperaban a mis papilas gustativas. Cuando comencé a cortar la manzana, me di cuenta de que estaba totalmente podrida en su interior. Mostraba un color marrón oscuro desde su mismo corazón. Casi no podía creer lo que veían mis ojos, y continué cortando la manzana en pequeñas porciones. Todas revelaban los mismos resultados. De inmediato pensé cuan fácilmente había sido engañada por la apariencia externa.
Dios ordenó a Samuel que eligiera un rey que ocuparía el lugar de Saúl (1 Sam. 16:1-13). David no estaba entre los hijos de su padre, Isaí, en el momento de la entrevista con Samuel. Únicamente después de que Dios rechazara a todos los demás, llamaron a David para que se presentara ante Samuel. Inclusive algunos padres devotos y cariñosos tienden a juzgar a sus hijos por sus acciones y apariencia externa. Dios, en su misericordia, nos creó de manera tan maravillosa que no somos capaces de leer los pensamientos o las intenciones de los demás.
Desafortunadamente, nosotras también a menudo nos descarriamos. Nos mostramos muy rectas exteriormente, pero nuestros pensamientos y acciones en privado están por debajo de lo que Dios espera de nosotras. Yo me he sentido desilusionada por personas en las que había puesto toda mi confianza, y con solo una palabra o una acción revelaron características inesperadas. Por el contrario, he sido privilegiada al poder desarrollar hermosas amistades con hermanas con las que inicialmente no tenía ningún lazo de amistad. Ya lo dice el viejo refrán: "Nunca juzgues un libro por su tapa".
Querido Jesús, por favor, ayúdame a ser un libro abierto, y que la tapa y el contenido hagan juego, para contarles a otros de tu amor.
Avis Mae Rodney
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

SOMETIDOS POR FE

«Yo estaré contigo», le respondió Dios. «Y te voy a dar una señal de que soy yo quien te envía: Cuando hayas sacado de Egipto a mi pueblo, todos ustedes me rendirán culto en esta montaña». Éxodo 3:12.

Moisés estaba por comenzar una lucha de independencia sin precedente, y hasta el momento, lo único que tenía eran palabras. El diálogo había comenzado con noticias acerca de la esclavitud del pueblo hebreo en Egipto. Moisés podría haber preguntado: «¿Y no es hasta ahora cuando te has dado cuenta, Señor?» Y también pudo haber reprochado: «¡Yo me di cuenta de esta situación hace cuarenta años! ¿Y tú, dónde has estado?».
El texto de hoy es la respuesta a un razonamiento muy lógico de Moisés: «¿Quién soy yo?» (vers. 11). Un razonamiento lógico porque Moisés sabía muy bien la dimensión de la tarea. Cuando había estado en condiciones de hacerle frente, recién graduado del ejército egipcio, había fracasado. ¿Y cómo iba a asumir ahora esa responsabilidad cuando había estado cuarenta años alejado de la disciplina militar tan necesaria para este proyecto? Además, estaba alejado de toda relación con sus compañeros del ejército con quienes hubiera podido establecer algún tipo de alianza.
¿Puedes imaginar la diferencia que había ahora con relación a los intentos de Moisés cuarenta años antes? Sí, claro, las palabras «yo estaré contigo». La gran tarea en cumplir la voluntad de Dios en la lucha de la predicación del evangelio es ahora gigantesca, inmensa, colosal. Se nos pueden ocurrir muchas estrategias, como sin duda se le ocurrieron a Moisés, pero la seguridad radica en la asociación con Dios.
Moisés intentó libertar a Israel por sus propios medios, y fue así como mató a un egipcio (Éxodo 2: 11, 12). Esperaba que el pueblo entendiera sus acciones y se levantara en armas. Pero no tuvo éxito. El secreto es aceptar la promesa de Dios: «Yo estaré contigo», y crear alrededor de nuestra vida un escenario de sumisión a su voluntad para garantizar su compañía. Comparte tu fe hoy. El Señor estará contigo, no tengas temor.

«El corazón humano nunca conocerá la felicidad hasta que se someta a ser amoldado por el Espíritu de Dios». MJ 53

Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

LA IGNORANCIA LE DA PODER AL DIABLO

El problema era que algunos falsos hermanos se habían infiltrado entre nosotros para coartar la libertad que tenemos en Cristo Jesús a fin de esclavizamos. Ni por un momento accedimos a someternos a ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la integridad del evangelio (Calatas 2: 4, 5).

Si no se comprende el evangelio, se le da poder a Satanás en nuestra vida. Fijémonos en estas palabras llenas de significado: «El enemigo de Dios y del hombre no quiere que esta verdad sea presentada claramente; porque sabe que si la gente la recibe plenamente, habrá perdido su poder sobre ella» (Obreros evangélicos, p. 169).
Ahora comenzamos a entender por qué mucha gente no tiene una comprensión correcta del evangelio como se revela en el mensaje de la justificación por la fe. El causante de esto es el enemigo de Dios. Él no quiere que los seres humanos entiendan el evangelio con claridad. La razón es que cuando el evangelio se capta en toda su gloria, y la gente lo acepta de corazón, Satanás pierde el poder controlador.
Pero también es importante mencionar lo contrario. Si no entendemos el evangelio y aceptamos una falsificación, o una distorsión de sus verdades fundamentales, entonces el enemigo de Dios tiene poder para controlar a las personas. Lo interesante es que no se requiere mucho para falsificar el evangelio. Más adelante veremos lo sutil que puede ser tal desvío y cuan sagaz puede ser la modificación. No fue por nada que el Señor dijo en una ocasión: «Muchos me dirán en aquel día: "Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios e hicimos muchos milagros?" Entonces les diré claramente: "Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!"» (Mat. 7: 22-23).
Resulta incomprensible que alguien pueda llamarse cristiano y estar bajo la influencia y poder del maligno. Normalmente pensamos que quienes no quieren saber nada de Cristo, son los que caen bajo el poder del adversario de Dios. Frecuentemente no comprendemos cómo alguien que acepta a Cristo, que parece ser un miembro fiel de una congregación cristiana, que es celoso por la causa de Dios y apegado a la más estricta ortodoxia, pueda estar controlado por el enemigo de la justicia divina. Dios no permita que nosotros seamos tales personas.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C
e.

viernes, 29 de enero de 2010

NO FUE UN ERROR

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien (Romanos 8:28).

Mi esposo trataba de llamar al marido de mi prima con nuestro teléfono celular, cuando se dio cuenta de que había marcado un número equivocado. Una mujer, a quien él no le reconoció la voz, respondió. Pero, en vez de decir algo, mi esposo colgó. Cuando se logró comunicar con el esposo de mi prima, el sentía el sonido continuo de una llamada entrante, pero la ignoró.
Apenas colgó, el teléfono sonó. Era una mujer a la que yo le había dado los estudios bíblicos por Internet. Había visto nuestro número telefónico en el identificador de llamada después del llamado equivocado de mi esposo, y ahora respondía la llamada. Estaba feliz de que fuese nuestro número, porque estaba atravesando por varios problemas. Se había bautizado a principios, de este año y estaba feliz en la familia de la iglesia. Luego, se había mudado a una nueva ciudad, y no había podido ir a la iglesia porque estaba ayudando a sus nietos. Realmente quería ir a la iglesia, pero le daba vergüenza ir sola. Antes de colgar, pude orar con ella y asegurarle que todo estaría bien.
Conocía algunos amigos que vivían cerca de su casa, y si a ella le parecía bien le dije que les daría su número de teléfono y tal vez podría ir a la iglesia con ellos. Estaba encantada con la idea, y apenas me puse en contacto con los amigos de la zona ellos se contactaron con ella. No solo hicieron eso, sino también descubrí que un joven, un compañero de escuela de nuestra hija, asistía a la misma iglesia y era el director de Ministerio Personal. El también se puso en contacto con ella y la visitó en su hogar. Ahora tiene amistades en una nueva iglesia, y una vez más, alababa a Dios cada semana.
Mientras colgaba el teléfono, me sentía avergonzada por no haberla llamado antes. Muchas veces había tenido la intención de hacerlo, pero los días pasaban y cada vez estaba más ocupada. Aunque mi esposo estaba seguro de que había cometido un error al llamar a Patti en vez de a Pat, yo creo que todo formaba parte del plan de Dios y de sus tiempos, que esa llamada se realizara. Yo no había escuchado las sugerencias de Dios cuando él deseaba que la llamara, por lo tanto él lo resolvió de otra manera. ¡Lo alabo por eso!

Anna. May Radke Waters
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

¿VALE LA PENA HUIR?

El faraón se enteró de lo sucedido y trató de matar a Moisés; pero Moisés huyó del faraón y se fue a la tierra de Madián, donde se quedó a vivir junto al poza. Éxodo 2:15.

¿Te has puesto a pensar cuántas veces los hijos de Dios han tenido que huir? Uno pensaría que ya enrolado en el ejército más poderoso del universo el verbo «huir» no tiene cabida. ¿Te puedes imaginar a Moisés decir: «¡Voy a mostrar al Faraón mis credenciales como libertador de mi pueblo, y si quiere guerra, la tendrá! ¡Yo tengo un nombramiento de Dios!» Quince siglos más tarde, Egipto volvió a ser el centro del universo. Pero ahora para recibir a una familia que huía. Era una familia pobre, ¡pero la madre llevaba en sus brazos al hijo de Dios! ¿Puedes creer que en ese momento histórico tan importante Dios huyera? ¿No se te ocurre pensar que José, el padre terrenal de Jesús, debió de recordar la hazaña de David frente a Goliat, y exclamar: «¡Y quién es Heródes!»
Muchas veces nos parece estar acorralados en medio de tantas pruebas y dificultades. Llegamos a sentirnos incompetentes. Nos dan ganas de abandonar la carrera y huir a un lugar donde nadie nos conozca, y así olvidar nuestra misión. El conflicto que se libra en nuestro mundo es tan real que si nuestros ojos pudieran ser abiertos a las realidades celestiales, veríamos los ángeles de ambos lados en una encarnizada lucha cumplir los designios por el control del universo y la sumisión de nuestras voluntades.
La enfermedad, los accidentes, las pruebas y dificultades son asuntos muy serios. También lo son nuestra desobediencia y nuestros pecados. Necesitamos mirarlos a la luz de nuestro origen y destino. En ese momento de debilidad Moisés tuvo una visión muy corta. Pensó que los resultados de dependerían de sus propios esfuerzos. No se acordó de que la lucha no es contra sangre y carne, sino contra las potencias del mal (lee Efesios 6:11-13). La historia nos enseña que los propósitos de Dios finalmente se cumplen, por eso es importante permanecer de su lado, aunque a veces parezca que marchamos en retirada.

«Dios llama a los hombres a oponerse a los poderes del mal». MJ 53


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

ESCASA ENSEÑANZA DE LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE

¿Recibieron el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje? ¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos? (Calatas 3:2, 3).

Otro peligro que viene como resultado de la incomprensión del evangelio, va más allá del daño espiritual que pueda producirse en una persona. Notemos: «Nuestras iglesias mueren por falta de enseñanza acerca de la justicia por la fe y otras verdades» (Obreros evangélicos, p. 316).
Hemos dicho anteriormente que cuando una persona no entiende correctamente el evangelio, se enferma espiritualmente. No crece, no desarrolla su vida cristiana en forma normal. Podríamos decir que se rezaga en su crecimiento. El atraso puede continuar hasta que la persona muere espiritualmente. Pero lo que le puede pasar a una persona, también puede sucederle a una congregación o iglesia. Como una congregación está formada por miembros individuales, lo que le pase a los miembros le pasará a la congregación.
Cuando una iglesia descuida la enseñanza del evangelio, corre el peligro de debilitarse y morir. Cuando el mensaje de la justificación se predica muy poco o no se predica, la iglesia, como la persona, sufre. Ya nos pasó como iglesia en una etapa de nuestra historia. Entusiasmados por descubrimientos doctrinales, nos dedicamos casi exclusivamente a predicar ciertas doctrinas importantes, pero que no constituyen el evangelio. De acuerdo a Elena G. de White, el resultado fue que predicamos tanto sobre la ley, el sábado y las profecías que llegamos a estar más secos que los montes de Gilboa, que no reciben ni rocío ni lluvia. Fue una época de debilidad espiritual. Gracias a Dios retomamos el camino y tratamos de corregir los errores cometidos.
Pero este riesgo nos persigue por todas partes. La única manera de sentirnos seguros es vigilar que el verdadero evangelio se predique en nuestras con¬gregaciones. Cuidémonos del mucho sermoneo promocional que va y viene, y que suele desplazar la predicación del evangelio.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

jueves, 28 de enero de 2010

LA ORACIÓN DE FE

Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano (2 Reyes 20:5).

Mi nieto, de 10 meses de edad, era el deleite de nuestra familia. Kenric Adam me seguía dondequiera que yo iba. Parecía que estaba unido a mí con lazos de afecto real y duradero. Sus ojos estaban llenos de vida, y su sonrisa siempre reflejaba gozo y amor. ¡El solo hecho de verlo alegraba mi corazón!
Una noche, la habitación estaba silenciosa, excepto por el tic-tac del reloj. Unos pocos minutos antes de la medianoche, mi nuera se despertó de repente y se sintió sobresaltada al ver que nuestro Kenric estaba teniendo convulsiones. Ella nos llamó rápidamente. Su pequeño cuerpo temblaba con fiebre muy alta, y percibimos que necesitaba cuidados inmediatos.
Todos corrimos al hospital más cercano, y esperamos toda la noche. Esta fue la primera gran crisis que nuestra familia tuvo que enfrentar. No teníamos sueño, y el temor nos envolvía. Era agonizante ver los ojos de mi hijo cargados de dolor y el rostro de mi nuera manchado por las lágrimas.
El viernes de tarde su temperatura llegó a los 42°C. Percibiendo el peligro, todos comenzamos a llorar. Alcé al bebé en mis brazos y sumergí su cuerpo caliente en agua con hielo. El médico probó diferentes remedios; pero ninguno de ellos dio buen resultado. El perdió las esperanzas, y decidimos llevar a Kenric a otro hospital. Pensé para mis adentros: "Voy a perder a mi nieto". Mientras yacía en Cuidados Intensivos, entregué al niño en las manos de Dios diciendo: "Ya no te pido que lo cures, Señor, solo te pido que se cumpla tu voluntad en él". Aunque sabíamos que su vida estaba en riesgo, yo creía que Dios siempre hace lo mejor para los que confían en él. No hay problema demasiado grande o demasiado pequeño que él no pueda manejar. Sabía que Dios nos estaba dirigiendo, guiando y apoyando.
Finalmente, los médicos diagnosticaron malaria cerebral, entonces tuvieron la posibilidad de darle la medicación correcta y Kenric respondió bien. La fiebre bajó y él mejoró. Dios manifestó su poder. Los profesionales estaban sorprendidos ante su rápida recuperación, y hoy Kerinc Adam es un niño de 3 años sano, activo e inteligente. Ama mucho a Jesús y recita varios versículos de memoria.
Gracias a Dios por hacer maravillas en nuestras vidas; que su voluntad sea hecha en tu vida hoy.

Jean Sundaram
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

EL CONSUELO DE LAS PROMESAS DIVINAS

Muchas son tas angustias del justo, pera el Señor lo librará de todas ellas. Salmos 34:19.

¿Te parece que el versículo de esta mañana es una buena publicidad para invitar a la gente a acercarse a Dios? El pastor Juan José Andrade, director del Centro White de la Universidad de Montemorelos, trae este texto a nuestra consideración hoy, día de su cumpleaños. A través de su experiencia ministerial ha llegado a entender muy bien que Dios no ha preparado un lugar en el espacio para guardar a salvo a todos los que creen en él.
Dios tiene a sus hijos en este mundo, en medio de muchas aflicciones que sobrevienen repentinamente y los toman por sorpresa. El Salmo 34 comienza con la clara definición de la propuesta de David en torno a su confianza en Dios: «Bendeciré al Señor en todo tiempo». Entonces presenta sus evidencias:

  • Nos escucha y nos libra (vers. 4).
  • Nos alumbra y no nos avergüenza (vers. 5).
  • Provee «a los que le temen» (vers. 9).
  • Sus ojos no nos pierden de vista y sus oídos captan nuestro clamor (vers. 15).
  • Se acerca a nosotros y nos salva (vers. 18).

El Salmo termina presentando a un Dios Redentor, y la promesa de los que confían en él no serán condenados (vers. 22). Esta última promesa fue confirmada por Jesús mismo en la conversación nocturna con Nicodemo. El Señor dijo en esa ocasión: «Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él» (Juan 3: 17).

¿En qué circunstancias escribió David este Salmo? Cuando huía. ¿Por qué tuvo que pasar por tantas aflicciones un joven que ya había sido elegido y ungido por Dios? Había salido al frente de Goliat en el nombre de Dios, pero parecía que repentinamente el cielo había quitado su protección y lo había abandonado a su propia suerte. Pero el Salmo 34 revela su profunda confianza en Dios. Por eso David no vaciló en declarar: «El ángel del Señor acampa en torno a los que le temen; a su lado está para librarlos» (Salmos 34: 7).

«Cuando Satanás profiera sus amenazas, apártese de ellas y consuele su alma con las promesas de Dios». MJ 107, 108.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

ENTENDER EL EVANGELIO

Si uno vuelve a edificar lo que antes había destruido, se hace transgresor (Calatas 2: 18).

Otro peligro que se tiene al no entender correctamente el mensaje de la justificación por la fe se refleja en las siguientes palabras procedentes de la pluma inspirada: «Este asunto es tan oscuramente comprendido, que miles y miles que pretenden ser hijos de Dios son hijos del maligno, porque dependen de sus propias obras» (Mensaje selectos, t. 1, p. 402-403).
Tanto en esta cita como en la de ayer se habla de comprensión. Alguien podría pensar que estamos manejando el concepto de que las personas se salvan por un determinado conocimiento, al estilo del gnosticismo cristiano del primer siglo de nuestra era, que enseñaba que las personas se salvaban por el conocimiento que tenían. Pero en la fe cristiana las personas se salvan por tener fe en Cristo. El conocimiento salvador del cristianismo es un conocimiento práctico que implica una relación de fe con la persona de Jesús de Nazaret. Si no entendemos y comprendemos el evangelio correctamente, podemos caminar lejos de Cristo, que es la salvación, y por lo tanto, perdernos. Pero si nos perdemos es por falta de Cristo, no por falta de conocimiento doctrinal. Si no se entiende el evangelio, o si se lo entiende incorrectamente, una persona puede desembocar muy lejos de Cristo, en una religión de salvación por obras que no tiene nada que ver con los méritos de Cristo. Tal religión es mortal. Además, de acuerdo al evangelio, no todos los seres humanos son hijos de Dios. En un sentido natural, todos lo somos, pues hemos sido creados por Dios. Pero somos verdaderamente hijos de Dios cuando somos adoptados en la familia de Dios. Esto solo se logra aceptando a Cristo como nuestro Salvador personal. Sin embargo, es lamentable que personas que han llegado a ser hijos de Dios, pierdan este estatus al adoptar una religión por obras sin Cristo. También es triste que no sean pocos los que hacen eso. ¡Que Dios nos guarde de cometer ese error!

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C
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miércoles, 27 de enero de 2010

HONREMOS A NUESTROS PADRES

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da (Éxodo 20:12).

Mientras revisaba mi correo electrónico, encontré un mensaje de un querido amigo. No hablamos muy a menudo, pero yo le había enviado un forward de cómo los hijos deben responder a las necesidades de sus padres ancianos. Algunas sugerencias incluían mostrar paciencia al escuchar historias repetidas y al esperar una oración completa, cuando es difícil para ellos recordar algo. Mi amigo me respondió contándome cuan oportuno y valioso había sido ese e-mail, porque recientemente había comenzado a cuidar de su madre anciana; se había convertido en una carga, especialmente porque necesitaba cuidado permanente. Estaba desesperado, y consideraba la idea de buscar cuidados alternativos.
Cuidar de nuestros padres ancianos es difícil algunas veces; y a menudo es cansador. Se necesita mucho amor, amabilidad, compasión y paciencia. Y quienes tienen estas características demuestran el amor de Cristo, porque es únicamente por medio de él que se demuestran estas virtudes. Nuestros padres realizaron muchos sacrificios en favor de nosotros. Parece que nos falla la memoria cuando tratamos de recordar los actos desinteresados que realizaron cuando éramos pequeños y durante aquellos años difíciles de la adolescencia. Olvidamos las palabras duras que pudimos haberles dicho cuando nos disciplinaban. El perdón no era una opción; ellos continuaban amándonos y estaban resueltos a conducirnos por el sendero angosto.
¡Qué privilegiadas somos cuando Dios permite que cuidemos amorosamente de nuestros padres ancianos! El nos ordenó, en los Mandamientos, que los honremos y nos hagamos cargo de ellos. No hacerlo sería deshonrar a Dios.
Mi madre tiene 93 años de edad ¡y es un encanto! Nunca se pierde la oportunidad de compartir el amor de Dios con quienes conoce. Cuando no está trabajando en el jardín pasa la mayor parte de su tiempo leyendo las Escrituras y desarrollando su vida espiritual. Mi hermana y yo la atendemos con amor, y siempre nos da las gracias. Tal vez escuchar la misma historia se vuelva monótono, no obstante, sé que es un tiempo precioso.
Honra a tu padre y a tu madre, porque tu recompensa excederá grandemente cualquier otra cosa que puedas hacer.

Sylvia Giles Bennett
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

DEPENDER DE DIOS EN TODO MOMENTO

¿Y quién te nombró a ti gobernante y juez sobre nosotros? [...] ¿Acaso piensas matarme a mí, como mataste al egipcio? Esto le causó temor a Moisés, pues pensó: «¡Ya se supo lo que hice!». Éxodo 2:14

¿Qué crees que haya atemorizado a Moisés? ¿Quebranta la ley? ¿Saber que había sido descubierto? ¿Crees que se había arrepentido de su crimen del día anterior ¿Qué te dice este incidente de la idoneidad de Moisés para comenzar a cumplir la misión que Dios había mi previsto para él? Entre el versículo 10 y el 11 del segundo capítulo del libro de Éxodo se desarrolla todo un periodo de preparación de Moisés en la corte egipcia como nieto del faraón, y por ende, como potencial herido del trono.
Dejó la humilde escuela de su hogar, bajo la dirección de su madre como maestra, para ingresar a la universidad más importante de aquella época. Sin duda que gozó de privilegios muy especiales y llegó a figurar entre los mejores del ejército por sus habilidades, su inteligencia y su liderazgo. Seguro que reflexionó muchas veces acerca de la liberación de su pueblo. En la galería de los héroes de la fe quedó registrado que «renunció a ser llamado hijo de la hija del faraón. Prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios» (Hebreos 11: 24, 25).
Pero la educación recibida en la corte había tenido efecto en su propia suficiencia. Es muy probable que haya llegado a pensar que los conocimientos adquiridos, sus talentos y habilidades cultivadas, así como su actitud triunfadora lo habían preparado para actuar. Así que decidió conducirse bajo las directrices de su propia agenda. ¡Y se equivocó!
¿Acaso se equivocó de misión? ¡Por supuesto que no! ¿Acaso erró en la estrategia? ¡De ninguna manera! A fin de cuentas, millares de egipcios murieron la noche de la Pascua en la que él mismo guió a su pueblo para salir de Egipto, y un buen número más pereció en el Mar Rojo. Se equivocó de momento. La vida está hecha de lapsos, y es importante que en cada instante estemos bajo la dirección de Dios, para no tener miedo.

«Su voz se revela también en sus obras providenciales; y la reconoceremos si no separamos nuestras almas de él andando en nuestros propios caminos, procediendo de acuerdo con nuestra propia voluntad». MJ 154.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

LOS PELIGROS DEL ERROR

Ustedes estaban corriendo bien. ¿Quién los estorbó para que dejaran de obedecer a la verdad? Tal instigación no puede venir de Dios, que es quien los ha llamado (Calatas 5: 7-8).

La importancia del mensaje de la justificación por la fe consiste en el hecho de que es la esencia del evangelio. Cualquier distorsión del evangelio conlleva una maldición. Del mismo modo, debemos ser cuidadosos con respecto al mensaje de la justificación por la fe, porque cualquier cosa que altere su esencia introduce una modificación en el evangelio, lo cual implica una maldición. Por lo tanto, debemos ser cuidadosos en su formulación.
Así que, al describir la importancia de este mensaje, se encuentra primero con el hecho de que es la esencia del evangelio de Cristo; en eso radica su importancia fundamental. Pero también hay otros elementos que hacen resaltar su importancia.
Si no entendemos este mensaje, ponemos en peligro nuestro bienestar espiritual presente y futuro. Notemos estas palabras tan oportunas de Elena G. de White: «No hay uno en cien que entienda por sí mismo la verdad bíblica sobre este tema que es tan necesario para nuestro bienestar presente y eterno» (Mensajes selectos, t. 1, p. 422). Este mensaje es tan importante que está anclado al bienestar espiritual presente y eterno. Sugiere que si no lo entendemos correctamente, no tendremos salud espiritual en el presente. El éxito de la carrera cristiana tiene que ver con lo que llamamos salud espiritual. La vida cristiana está llena de riesgos y peligros por todas partes. La inferencia es que si no tenemos la salud espiritual necesaria, no podremos tener éxito en nuestra lucha contra el mal. Si no hay salud, estamos enfermos; y si estamos enfermos, estamos débiles; y si estamos débiles, no tendremos fuerzas para luchar; y si no luchamos, caeremos.
También la comprensión de este mensaje se asocia con la vida futura, es decir, la vida eterna. Esto implica que si no lo entendemos correctamente, estamos en peligro de perdernos. Eso le da una seriedad muy grande a este asunto.
Resulta también alarmante que en tiempos de Elena G. de White hubiera tan pocas personas que entendieran correctamente este mensaje. ¿Cómo estaremos hoy? Ojalá que a través de estas reflexiones lo entendamos mejor, y consecuentemente tengamos una mejor salud espiritual.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

SIN TEMOR AL DECRETO REAL

Ya crecido el niño, se lo llevó a la hija del faraón, y ella lo adoptó como hijo suyo; además, le puso por nombre Moisés, pues dijo: «I Yo lo saqué del río!» Éxodo 2:10.

¿Cuándo crees que Jocabed lloró más: el día que puso a su bebé en la orilla del río o el día que lo dejó en el palacio del faraón? La primera vez, a la orilla del río, quiso esconderlo del monarca egipcio, y ahora se lo entregaba. Sí, al más poderoso de los gobernantes, y también, al parecer de Jocabed, a un ser humano cruel y sin escrúpulos. ¿Te puedes imaginar la caminata de Jocabed de regreso a su casa?
Yo creo que la madre de Moisés lloró más la primera vez, a la orilla del río. Me la imagino que secaba sus lágrimas, pero con una mirada confiada, y al llegar a su casa infundió ánimo a sus otros hijos con palabras más o menos como estas: «Hijos, no tenemos nada que temer al futuro a menos que olvidemos cómo Dios protegió a nuestro niño en el pasado».
Conoces muy bien la historia de Moisés, el más grande legislador en la historia humana. Estuvo bajo los cuidados de su madre hasta los doce años, periodo en el cual se establecieron los fundamentos de su lealtad al destino que Dios había provisto para su pueblo. En el Nuevo Testamento encontramos una declaración que arroja luz sobre los sentimientos y la turbulencia que se generó en la casa del pequeño Moisés cuando sobrevino la crisis: «Sus padres [...] no tuvieron miedo del edicto del rey» (Hebreos 11:23).
Sin duda, Moisés aprendió a vivir en su hogar en medio de un gran conflicto, con la convicción que Dios lo guiaba mientras crecía en el palacio del rey. Esa es la lección más importante para nuestra vida: Llegar a tener la seguridad de que actuamos en armonía con la voluntad de Dios.

«Los que al fin salgan victoriosos, tendrán épocas de terrible perplejidad y prueba en su vida religiosa; pero no deben desechar su confianza, pues es esta una parte de su disciplina en la escuela de Cristo y es esencial a fin de que toda la escoria pueda ser eliminada». MJ 61

Tomado de la Matutina ¡Libérate!

martes, 26 de enero de 2010

LAS SANDALIAS

Pues no que ha de ser; y el cuándo haya de ser, ¿quién se lo enseñará? (Eclesiastés 8:7).

Tuve un par de sandalias muy cómodas que usaba todos los días. Como eran tan cómodas, decidí comprarme otro par exactamente igual antes de que las anteriores se gastaran completamente. Sin embargo, usé las nuevas sandalias solo dos veces, y luego se rompió una de las hebillas. Estaba por llevarla al zapatero, cuando mi esposo me recordó que debía llevar las dos sandalias, para que la nueva hebilla combinara. Puse el par de sandalias dentro de un bolso y comencé a caminar.
Mientras caminaba, me parecía escuchar una voz que decía: "Antes de ir al zapatero, ve al negocio donde compraste las sandalias".
Decidí que eso era lo que debía hacer. Pensé que debía contarle la situación a la vendedora a cargo, pero no se encontraba allí. El negocio estaba inusualmente lleno de mujeres probándose zapatos, entrando y saliendo. Entonces, vi a una mujer mayor que salía de una camioneta y entraba en el negocio. Aunque no sabía quién era, comencé a contarle mi situación.
-No vendemos basura en nuestro negocio -me respondió ella.
-¿Eres tú la dueña de este lugar?-le pregunté, sorprendida.
-Sí -respondió ella.
Inmediatamente me llevó hasta el estante y me dijo que me probara otros dos pares. Ambos eran demasiado grandes. Sin embargo, la dueña me dijo que no me preocupara, ella lo arreglaría.
Uno de sus empleados llamó por teléfono a su otro negocio, pero tampoco tenían mi número. Entonces la dueña me escribió una nota de crédito; me dijo que regresara al negocio la próxima semana, para conseguir un nuevo par de sandalias. Ella ni siquiera me pidió que le mostrara el recibo como prueba de que había comprado las sandalias allí. Creyó mi sola palabra; no me hizo preguntas. Yo estaba sorprendida. ¡Dios es tan bueno! Había recibi-do esa bendición por ir al negocio en el momento exacto para encontrar a la amable dueña.
Cuando escuchamos "el silbo apacible y delicado" de la voz de Dios (1 Rey. 19:12), él siempre nos guía en la dirección correcta, ¡incluso cuando no tenemos idea de lo que ocurrirá!

Príscilla Adonis
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

IMPORTANCIA DE LA JUSTIFICACIÓN POR LA FE

Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí (Juan 14: 6).

La doctrina de la justificación por la fe, es la esencia del evangelio. Pero, de acuerdo a las Escrituras, el evangelio es el de Cristo. Por lo tanto, eso quiere decir que solo hay un evangelio: el de Cristo. Solo hay un modo de salvarse: Cristo. El apóstol Pedro lo dijo claramente: «De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos».
La importancia de la justificación por la fe radica en que es el mensaje del evangelio. Si no estamos convencidos de ello, leamos lo que escribió Pablo a los cristianos de Galacia: «Me asombra que tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la gracia de Cristo, para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de Cristo. Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que caiga bajo maldición!» (Gal. 1: 6-8). En el resto de la carta, el apóstol deja claro que por evangelio él se refiere a la doctrina de la justificación por la fe, en oposición a la justificación por obras meritorias basada en la observancia de la ley judía.
Algunos creyentes, probablemente procedentes de Jerusalén, llegaron a las iglesias de Galacia fundadas por el apóstol Pablo para enseñarles a los feligreses ciertas cosas que estaban en contra de lo que Pablo les había enseñado. No eran asuntos de teología general, sino que era algo que contradecía el evangelio que el apóstol les había predicado. Pablo se enfureció tanto que dijo que estaban bajo maldición de Dios. Evidentemente eran hermanos que, por ignorancia o mala fe, estaban distorsionando el evangelio de Cristo.
Por eso es vital entender esta doctrina de la justificación, porque es el evangelio en sí. Ahora bien, ¿cuáles son los riesgos que corremos si no entendemos el evangelio, es decir, el mensaje de la justificación por la fe? Los veremos en los próximos días.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

lunes, 25 de enero de 2010

LA VOZ DEL MAESTRO

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen (S.Juan 10:27).

Uno de los momentos más destacados para mí, en un viaje a Nueva Zelanda que realicé hace poco, fue una visita al Centro Antartico Internacional en Christchurch. Tuve la oportunidad de mirar de cerca una comunidad de pingüinos azules pequeños. Es la especie de pingüinos más pequeña, Crece solamente cuarenta centímetros de alto y pesan un poco más de un kilogramo. Aunque tienen un poco de desventaja sobre la tierra seca, son expertos nadadores, y disfruté observándolos a través de las paredes de vidrio de una piscina construida especialmente para ellos.
Aunque su recinto es muy pequeño comparado con el océano abierto, los pingüinos del Centro Antártico no están cautivos; han sido rescatados. Cada uno de ellos tiene una herida que lo incapacita para sobrevivir en su habitat natural. Una aleta paralizada, por ejemplo, significaría que un pingüino no puede nadar o hacer las maniobras necesarias para conseguir alimentos. Un pequeñito, que los rescatistas llamaron Elvis, aparentemente había recibido el golpe de un bote cuando era pequeño y estaba ciego. Mientras el asistente alimentaba a Elvis, nos contó que un día una mujer lo había sorprendido llamándolo: "Elvis, ¿me recuerdas?". El pequeño pingüino había girado en su dirección y había graznado en señal de reconocimiento. ¡El reconocía aquella voz! Era aquella misma mujer, una voluntaria del servicio de rescate de la vida silvestre, quien lo había cuidado hasta que se recuperó. Ella en respuesta lloró de felicidad porque después de tanto tiempo, esfuerzo y amor, sin esperar nada a cambio, un pequeño pingüino todavía reconocía su voz.
Sin lugar a dudas, los pingüinos no eran característicos de la antigua Palestina, pero sí lo eran las ovejas (como lo son en Nueva Zelanda también). La historia del pequeño Elvis me recuerda a las palabras de Jesús en Juan 10. Juan dice que el Pastor "a sus ovejas llama por nombre... y las ovejas le siguen, porque conocen su voz". Y continúa afirmando "Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen... y pongo mi vida por las ovejas" (vers.3,4,14,15).
Quiero escuchar la voz de Jesús hoy, sabiendo que es el único que puede salvarme de los peligros mortales de este mundo.
Jennifer M Baldwin
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

AGENTES DE LIBERACIÓN

Por eso Dios me envió delante de ustedes: para salvarles la vida de manera extraordinaria y de ese modo asegurarles descendencia sobre la tierra, fue Dios quien me envió aquí, y no ustedes. Él me ha puesto como asesor del faraón y administrador de su casa, y como gobernador de todo Egipto. Génesis 45:7,8.

Jose pudo haberle dicho a Dios: «Señor, ¿por qué no me dijiste todo bueno que me pasaría al final, durante aquellas trágicas y tenebrosas jornadas cuando me llevaban a Egipto en la caravana de los ismaelitas? ¿Por qué no aliviaste mi sufrimiento con una visión de lo que pensabas hacer conmigo?». ¿Qué te parece oír a José decir que se había convertido en asesor del monarca del mayor de los imperios de entonces y administrador de la casa real? Donde quiera que José llegaba se derramaba también la bendición de Dios.
Sin embargo, las bendiciones de Dios no nos invisten de ningún tipo de «privilegio» dentro del gran conflicto. De niño, José llevaba responsabilidades en la casa de su padre (Génesis 37: 3). Igualmente, en su primer trabajo como esclavo, su amo «le confió la administración de todos sus bienes» (Génesis 39: 4). Por si fuera poco, durante su estada en la cárcel el jefe de la prisión «puso a José a cargo de todos los prisioneros y de todo lo que allí se hacía» (Génesis 39: 22).
¿Por qué habrían vendido a José al capitán de la guardia? Parece que llegó muy bien recomendado. Sus compradores deben haber hecho un buen negocio al venderlo a un encumbrado egipcio. Tal vez ellos pensaron que habían sido muy astutos en comprar a este jovencito, pronto se dieron cuenta de que era una verdadera joya. Ahora José se había convertido en gobernador de todo Egipto, ¡la nación más poderosa del mundo! «Solamente en el trono seré yo mayor que tú», había dicho el faraón. Además, le entregó su propio anillo, símbolo de poder, lo llevó en un desfile por la ciudad y el mismo soberano pregonaba que se arrodillaran delante de él. ¡Y apenas tenía treinta años! En medio del conflicto, muchas veces probamos los sin sabores de las caravanas de la tristeza: Incomprensiones, envidias, falsos testimonios. Nada de eso debe perturbar nuestra fidelidad a Dios. Así nos mantendremos libres del temor.

«La experiencia religiosa se obtiene solamente por el conflicto, por los chascos, por la severa disciplina propia y por la oración ferviente». MJ 180.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

EL EVANGELIO Y LA FE

A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen (Romanos 1: 16).

El evangelio trata de cómo se puede obtener la salvación aquí y ahora. Nos dice que dicha salvación es para todos, pero que la obtienen solo los que creen. La salvación es un asunto de la justicia de Dios. Y esta se obtiene a través de un proceso que empieza con fe y termina con fe. Así que la fe es vital en la obtención de la salvación. Por eso el apóstol dice que el justo vivirá por la fe. Es la fe la que hace vivir al justo. Uno puede creer que es justo de alguna otra manera, pero solo la justicia que emana de la le es la que hace vivir. Se puede decir, entonces, que «el que por la fe es justo, vivirá». Lo cual implica que el que cree que es justo por alguna otra razón, no vivirá. Si creemos que somos justos por nuestra cuenta, por la obediencia a una norma humana, o por algún mérito propio o de otro, esto no cuenta para la salvación de acuerdo a la justicia de Dios.
Si el evangelio se relaciona con la justicia de Dios y con la fe, entonces se puede concluir que la doctrina de la justificación por la fe es la esencia del evangelio. Alguien podría sentir vergüenza de este tipo de evangelio que proclama una salvación basada en la fe. La salvación es más atractiva cuando se obtiene por el esfuerzo personal. Cuando la obtenemos a través de algún sacrificio individual, por algo que valga la pena, por la dedicación y la entereza, por la perseverancia o el martirio, entonces se siente uno orgulloso de la salvación, como de cualquier otro logro humano. El problema es que eso no vale para Dios. Para él vale solo la fe. Así que nos conviene reflexionar en la importancia del mensaje de la justificación por la fe, lo cual se hará de aquí en adelante.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

domingo, 24 de enero de 2010

TENEMOS UN AMIGO EN JESÚS

No te desampararé, ni te dejaré (Hebreos 13:5).

Cuando mi nieta Ashley tenía 10 años de edad, estaba jugando en el jardín del frente con su perra Lacey, una cocker rubia muy amigable. La estaba vistiendo, y como toque final, le puso una hebilla elástica en una de las patas delanteras. Cuando la llamaron para la cena, desvistió a Lacey rápidamente y entró a la casa.
Pocos días después, noté que Lacey rengueaba. Cuando me acerqué, descubrí que una de sus patas estaba inflamada, tres veces el tamaño que debe tener. Al mirar mejor, descubrí la hebilla elástica que Ashley le había puesto. Se la corté, pero como estaba muy preocupada por la pata, la llevé al veterinario. Después de examinarla y darle un tratamiento, tuvimos que esperar, porque tal vez Lacey perdería la pata.
Ashley se sentía muy mal cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Inmediatamente le escribió una oración a Jesús pidiéndole ayuda: "Querido Jesús, te quiero mucho, y quiero orar por Lacey. ¡Por favor, no permitas que pierda su pata! Algunas veces escucho la voz del pecado, no me gusta hacer eso, así que por favor, Señor, ¿me ayudarías a escuchar tu voz? ¡Entonces la voz del pecado no me dirá que lastime a otras personas o a los animales! Yo amo a los demás y a los animales, pero te amo a ti más que a todos ellos. ¿Me perdonas por haberle puesto la hebilla en la pata a Lacey? Hoy fue un día triste. Jesús, no lo volveré a hacer jamás. Por favor, que la pata de Lacey se cure. Con amor, Ashley Anne Nelson, tu pequeña corderita".
¿No nos hace felices saber que Jesús es comprensivo ante los errores y metidas de pata que cometemos ?
Después que trajimos a Lacey a casa, Ashley volvió a orar: "Jesús, gracias por perdonarme hoy. Gracias porque pudimos traer a Lacey a casa de vuelta. Te pido que continúe mejorando. Con amor, Ashley".
Podemos estar agradecidas que tenemos un Dios grande y misericordioso. Es compasivo en todo momento. Siempre nos perdona. Siempre se preocupa por nosotras, y responde nuestras oraciones. Nos dice "sí", nos dice "no", y algunas veces "espera". No obstante, siempre responde nuestras oraciones.
Querido Señor, gracias por tu amante bondad para con nosotros, y por hacer que Lacey se recupere.
Anne Elaine Nelson
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

¿OLVIDADOS POR DIOS?

El jefe de los coperas no se acordó de José, sino que se olvidó de él
Por completo. Génesis 40:23.

¿puedes imaginar lo que significó para José saberse olvidado de quien representaba su única esperanza? ¿Has pensado en la seguridad de saber que quien está más próximo al poder te deba un gran favor? ¿Puedes imaginar lo que esperó José al día siguiente de la salida del copero de la cárcel? Sin duda se levantó temprano, se arregló y se mantuvo de pie en su prisión, esperaba el momento en el que el copero apareciera acompañado de un guardia real con el edicto de su liberación. Tal vez a la tarde... mañana... mañana...
¿Has enfrentado situaciones en las cuales llegaste al punto de perder la esperanza de la recompensa? ¿De llegar a dudar de la gratitud de quienes han sido beneficiados por tu generosidad? José había sido percibido falsamente por sus hermanos. Había sido vendido como esclavo a causa de su fidelidad. Y había llegado a la cárcel por vivir en armonía con los principios de Dios.
Cuando logró descubrir un resquicio de luz a través de la tormenta, abrigó esperanzas de salir de la prisión. ¿Crees que llegó a pensar que el copero iba a intervenir ante el gobernante más poderoso del mundo para otorgarle la libertad? ¿Con qué crees que se hubiera sentido bien pagado por su amistad con el copero? Si solamente pudiera recibir un salvoconducto de parte del rey y regresar a la casa de su padre. Pero ya había perdido la esperanza. Podría decirse que formaba parte del grupo de los «olvidados». ¿Y Dios? ¿Dónde estaba Dios? ¡Oh sí! ¡Dios! ¿Dónde estaba? Él preparaba el escenario para la siguiente aparición de José. Jesús no se ha olvidado de ti. Cuando se fue dijo que iba a prepararte un lugar para que vivieras junto a él. No te desesperes, puedes vivir si temor.

«Deberían tener el ferviente deseo de ser dóciles en sus manos y de seguir dondequiera que los conduzca. Confíen entonces en él para que realice sus propósitos». MJ 154


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

¿QUÉ ES EL EVANGELIO?

De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe» (Romanos 1: 17).

En los últimos días se han mencionado las razones de la muerte de Cristo. De este modo podemos entender mejor toda la importancia que este hecho tiene en la vida espiritual del creyente. Podemos afirmar sin lugar a dudas que la muerte de Cristo es el corazón del evangelio.
Pero, ¿qué es el evangelio? La palabra significa «buenas noticias». De acuerdo a como la aplicaron Cristo y los apóstoles, quiere decir «las buenas nuevas de salvación que Cristo trajo al mundo». ¿Por qué fue noticia en tiempos de Jesús y sus discípulos? Porque nunca antes se había presentado de esa manera. El concepto de salvación es una idea típica del Antiguo Testamento, donde Dios aparece constantemente salvando a su pueblo. La idea de Dios como Salvador es bastante común en estos escritos. Pero no se la había entendido con la particularidad con la que Cristo la aplicó. El Mesías llegó a ser el autor de la salvación. Jesús de Nazaret entendió que él era el Mesías, y que la salvación solo se podía obtener a través de él. Si no se aceptaba a Jesús como el Mesías, no había salvación. La salvación se había manifestado en la persona de Jesús. Él era el Salvador.
En esto consistía la proclamación del evangelio. Este era el evangelio. Posteriormente, el concepto de evangelio se amplió para incluir toda la experiencia por la que Cristo pasó para lograr la salvación del ser humano, incluyendo su pasión, muerte y resurrección. Pero es lamentable que como cristianos no podamos discernir con claridad en qué consiste el evangelio realmente. Porque hay quienes piensan que el evangelio es la ley o alguna parte de ella; otros dicen que son las profecías apocalípticas, o algo parecido. Y no faltan quienes creen que es algún tipo de mensaje que tiene que ver con la salud o el estilo de vida. Todo esto es muy bueno y tiene su lugar en la vida cristiana, pero no es el evangelio.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

sábado, 23 de enero de 2010

EL CUADRO PERFECTO

Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido (Apocalipsis 21:2).

Había estado trabajando en mi pintura por más de una hora. Respiré profundamente. Había completado un hermoso dibujo: un día brillante de sol; el cielo celeste con algunas nubes blancas; flores color rosa y violetas en un gran jardín verde; árboles altos y esbeltos; montañas grisáceas y onduladas; una pequeña casa blanca cerca de un lago plateado... Los colores irradiaban calidez y paz.
Mientras daba un paso hacia atrás para contemplar el cuadro desde cierta distancia, mi pie se enganchó con la pata de la mesa, y me tropecé. Sentí que algo se cayó. Cuando recuperé el equilibrio, miré el cuadro sin poder creer lo que veían mis ojos. La taza de agua que había estado usando se había volcado a lo largo de la pintura, empapándola y dejando manchas sin forma. No había nada que hacer para solucionar el daño.
En el principio, el Gran Artista se sentó para crear el mundo. Creó un cuadro perfecto que irradiaba su amor y reflejaba su imagen. Entonces ocurrió algo. Satanás derramó la taza de pecado sobre la creación perfecta. El trabajo artístico fue arruinado en su totalidad. A medida que el pecado conminaba a lo largo de los años, el Creador casi no podía reconocer su propia obra de arte. Tuvo que enviar a su Hijo para reparar el daño.
Los medios de comunicación están llenos de noticias escalofriantes todos los días: inundaciones, terremotos, enfermedades, violencia, destrucción. Las naciones declaran la guerra para encontrar la paz, los extremistas aterrorizan para agradar a Dios. El cuadro perfecto está arruinado.
¿Qué puede hacer una cristiana común como yo? En primer lugar, permanecer en calma. Dios quiere que confiemos en él y que sepamos que, en medio de este caos, él está al control. En segundo lugar, estudiar la Biblia y orar sin cesar. Esto es más importante que nunca. Y en tercer lugar, mirar más allá. Tenemos una bendita esperanza. Aunque ahora el cuadro dista mucho de ser perfecto, nuestro Creador tiene un plan. Habrá una tierra nueva que unas será destruida. Los colores del amor y el gozo brillarán por doquier, y en lugar, en el centro de este cuadro, estaremos tú y yo con nuestro Padre.
Vinita Gaikwad
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

LA MANO VICTORIOSA DE DIOS

Marcharé al frente de ti, y allanaré las montañas; haré pedazos las puertas de bronce y cortaré los cerrojos de hierro. Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre. Isaías 45:2,3.

¿Me creías si te digo que .esta promesa fue hecha a un rey pagano? Sí, el versículo precedente a estos dos presenta al receptor de este mensaje: Ciro, la gran figura del reino de Media y Persia, que cumplió un encargo del Señor. E l registro de estas palabras nos da una clara idea de que, en medio de un gran conflicto, Dios lleva la «mano y ganadora».
Miriam Sánchez cumple años hoy. Es alumna de la Licenciatura en Sicología Clínica y refiere su experiencia en cuanto a la conducción de Dios. Durante un programa de la Sociedad de Jóvenes en la iglesia, el pastor Noé Alpírez, director de Publicaciones de la Unión del Norte de México, hizo un llamado para enrolarse en la campaña de colportaje de invierno. Se necesitaba un grupo para ir a la Misión de Sinaloa. Así que me uní el grupo, y a pesar de que iba a estar lejos de mi familia en la época de Navidad, supe que Dios estaría siempre a mi lado.
»Estuve trabajando arduamente durante siete semanas en la ciudad de Mazatlán. Cuando la campaña estaba a pocos días de concluir todavía no había testificado el cumplimiento de la promesa de los "tesoros escondidos". Me sentía cansada de tanto caminar. De pronto, me encontré con una convocatoria del Municipio, a la cual acudí por obra del Espíritu Santo.
«Presenté mi propuesta de cursos para el desarrollo de la personalidad a la administración municipal con la temática del libro de Félix Cortés, Vivir para triunfar. Fue una bendición, pues alrededor de 150 familias adquirieron esa obra y más de 450 personas escucharon el mensaje de, salvación impartido por estudiantes de la Universidad de Montemorelos y Universidad de Navojoa.

«Dios llama a jóvenes de corazón incorrupto, fuertes y valientes [...] para que glorifiquen a Dios y beneficien a la humanidad». MJ 18.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

LA MUERTE DE CRISTO COMO TRIUNFO

Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus enemigos debajo de sus pies (1 Corintios 15: 24, 25).

Otra de las razones de la muerte de Cristo fue destruir el reino del mal. Es una realidad poco entendida que vivimos en medio de una lucha entre las fuerzas del bien y las del mal. No nos damos cuenta de lo que esto significa, tanto a nivel personal como cósmico.
El Apocalipsis testifica de esta guerra que comenzó en el cielo y se extendió a la Tierra. Una lucha milenaria, encarnizada y feroz que trata de representar mal el carácter de Dios ante el universo. ¿Fue Dios justo cuando expulsó a Lucifer del cielo? ¿Fue Dios justo al tratar con la desobediencia de Adán y Eva? ¿Fue Dios justo al destruir el mundo con un diluvio? ¿Fue Dios justo al destruir las ciudades de Sodoma y Gomorra? ¿Es Dios justo cuando los malos prosperan y los buenos sufren?
Sobre todo es una lucha que se libra a nivel personal, donde cada mente es el campo de batalla. Cada ser humano es un agente del bien o del mal. Dios debe ser justo y ético al tratar con el mal y la injusticia, porque eso corresponde a lo que él es.
El foco de esta lucha milenaria se centró en la cruz del Calvario. Allí se iban a contestar todas las preguntas. Allí se iban a aclarar todas las dudas. Allí se iba a determinar quién tenía razón. Allí el carácter de Dios estaba en tela de juicio. Allí, por la muerte de Cristo, el carácter de Dios fue vindicado ante el universo. Allí se reveló con toda claridad el carácter de Satanás. Allí el universo entero fue testigo de la exhibición maravillosa de los verdaderos motivos de Dios y de los motivos ocultos de su adversario. La muerte de Cristo en la cruz fue una declaración del triunfo del bien. San Pablo dijo: «Dios [...] desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal» (Col. 2: 13, 15).

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

viernes, 22 de enero de 2010

LA CARRERA PRINCIPAL

¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible (1 Corintios 9:24, 25).

En enero de 2006, cuando establecí mis metas para el nuevo año, me propuse participar en la Maratón de Sao Silvestre que ha tenido lugar en Sao Paulo, Brasil, los 31 de diciembre por más de 50 años.
Comencé mi entrenamiento participando en pequeñas competencias de 6 a 10 kilómetros. Mi primera competencia larga fue difícil. Continuamente me preguntaba qué estaba haciendo allí. Me sentía cansada y estaba toda traspirada, quería sentarme en la acera y llamar a alguien para que me recogiera. Mi mente me decía que no iba a tener éxito, pero cuando escuché a la multitud animándome al final de la pista, todo cambió. Mis pasos se volvieron más firmes y una gran sonrisa reemplazó mi expresión de fatiga.
Durante mis salidas a correr, sola en la mañana (ya que nadie quiere salir conmigo a las 6 a.m.), comencé a considerar otra carrera en la cual todas participamos. Tal vez algunas de nosotras ya estemos cansadas. Tal vez nos hemos lastimado los pies, o hemos derramado lágrimas por los amados que perdemos. Tal vez no podamos escuchar a los ángeles que nos dan ánimo, ni tampoco podamos escuchar a nuestro amable Capitán diciéndonos que está a nuestro lado.
No tengo forma de saber si estás cansada de correr o no, pero quiero compartir algo contigo. ¡No te des por vencida! Cristo, nuestro Capitán, ya ha ganado esta carrera y ahora tiene los brazos bien abiertos, listo para levantarnos si es necesario, listo para ofrecer su mano. Él te ama y nunca te defraudará.
Aunque me entrené muchísimo, nunca gané una carrera ni obtuve un puesto elevado en el podio. Pero esto no me desanima. Sé que me espera un premio, y no sólo a mí, sino a todas las que quieran correr con Cristo. Nos podemos levantar, secar nuestras lágrimas, y ver a Jesús esperándonos con una hermosa sonrisa y nuestra corona en sus manos mientras nos dice: "Estoy feliz porque no te rendiste, te he estado esperando".
Lizandra Neves deAzevedo
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

¿OBLIGADOS A PECAR?

En esta casa no hay nadie más importante que yo. Mi patrón no me ha negado nada, excepto meterme con usted, que es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer tal maldad y pecar así contra DiOS? Génesis 39:9.

¿Habrás escuchado alguna vez una declaración más sublime y profunda que esta de José en cuanto a la verdadera libertad? Identifiquemos los elementos del texto que nos ayudan a entender la realidad de este cuadro bíblico, preservado por inspiración para enseñar a jóvenes y adultos cómo vivir libres del temor.
José había escalado posiciones de responsabilidad en el hogar donde llegó como esclavo, hasta convertirse en señor de la casa. ¿No habla esto de su fidelidad y de la calidad de su desempeño?
El joven hebreo tenía una clara conciencia de lo que significaba la Ley de Dios en cualquier rincón del planeta. José no iba a estar a expensas de las costumbres y un estilo de vida que no agradaban a Dios. Los principios que había aprendido en su hogar eran universales y no podían quedar expuestos al vaivén de los sentimientos o de conveniencias y compromisos sutiles con prácticas que se apartaban de las claras orientaciones divinas.
José sabía dar al pecado el nombre que le correspondía. Le dio nombre y los dos apellidos: Mal, pecado contra Dios.
Había llegado como esclavo. Las crisis de la envidia, la cobardía, el alejamiento de la casa de su padre, no habían logrado esclavizar su mente y su espíritu a la volatilidad de sentimientos, conveniencias y pasiones. Era libre y habló como hombre libre.
A José habían podido arrancarlo de la casa de su padre, pero no de los principios de su hogar; lo llevaron a una ciudad extraña, pero no se iba a apartar de sus valores familiares. Ahora se le presentaba una tentadora oferta, pero él era el dueño de su albedrío, y no podría ir en contra de su conciencia desobedeciendo a Dios. Él decidíó vivir en aquella casa, en condición de esclavo , pero libre del temor.

«Ningún hombre puede ser obligado a pecar. 'primeramente debe ser ganado su propio consentimiento; el alma debe proponerse el acto pecaminoso antes de que la pasión pueda dominar a la razón o la iniquidad triunfar sobre la conciencia. La tentación por fuerte que sea, no es excusa para pecar». MJ 65


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

LA MUERTE DE CRISTO ES REDENTORA

Porque ni aun el Hilo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos (Marcos 10:45).

Otra característica de la muerte de Cristo es que es redentora. Un objetivo importante de la muerte de Cristo es la redención del ser humano. Para expresar esto, los escritores del Nuevo Testamento usan varias palabras que pertenecen al mundo de los negocios y las transacciones comerciales: redimir, rescatar, comprar. En el vocabulario de aquel tiempo, estas palabras se usaban para referirse al precio que se pagaba por salvar algo que estaba empeñado, o por el rescate de prisioneros de guerra, y para comprar la libertad de un esclavo.
En español se usan preferentemente las palabras redimir y redención como términos casi exclusivamente teológicos. El apóstol Pablo dice que somos justificados por su gracia «mediante la redención que Cristo Jesús efectuó» (Rom. 3: 24); «en él tenemos la redención mediante su sangre» (Efe. 1: 7).
La redención también se expresa con el verbo comprar: «Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio» (1 Cor. 6: 19, 20). «Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie» (1 Cor. 7: 22, 23).
Y, por supuesto, está la idea de rescate: «Ustedes fueron rescatados de la vida absurda que heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin defecto» (1 Ped. 1:18,19). «Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos» (1 Tim. 2: 5, 6).
Estas ideas de redimir, comprar y rescatar sintetizan el mensaje del evangelio en conexión con la muerte de Cristo: Somos esclavos del pecado y no podemos hacer nada por nosotros mismos; nuestra única esperanza es que alguien ajeno haga algo por nosotros, y pague el precio que nosotros no podemos pagar. Esto lo hizo Cristo por nosotros, lo cual nos hizo libres del dominio del mal, emancipándonos de su poder y convirtiéndonos en siervos de Cristo e hijos de Dios. Por eso, el evangelio son las buenas nuevas de salvación que Cristo trajo al mundo.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C

jueves, 21 de enero de 2010

LA ROSA DE AMBROSINE

Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos (Sofonías 3:17).

Hace algunos años, una amiga anciana de la iglesia nos regaló una planta de rosas. La plantamos y la cuidamos para que creciera. Tiempo después, de una de las ramas florecieron algunos capullos. Cada rosa comenzó siendo de color rosa claro, pero el color se hacía más intenso a medida que maduraba. Muchas veces los vecinos nos felicitaban por el hermoso aroma.
Tuve la intención de enviar una nota de agradecimiento a mi amiga, pero nunca ponía mis pensamientos en acción; hasta que un día se me ocurrió sacarle varias fotografías. Cuando las revelé, puse algunas en un sobre con una tarjera de agradecimiento y se lo envié a mi amiga.
A los dos día me llamó, y me lo agradeció tan profundamente que tuve que preguntarle la razón de su fervor. Un poco renuente, compartió su amarga experiencia conmigo. Me contó que le había dado un rosal a otra amiga en la misma época que a nosotros. Cuando se vieron algunos meses más tarde, la mujer le contó que la planta tenía 17 pimpollos, "pero ni siquiera se ofreció a regalarme uno", recordó mi amiga con nostalgia. Luego el tono de su voz se llenó de vida cuando me contaba que ese mismo día había encontrado el sobre con la tarjeta y las fotos que yo le había enviado. Sus ojos se habían posado en la fotografía que decía que habíamos llamado a la flor Ambrosine en honor a ella. Me dijo que gozosamente se había vuelto a su Padre y orado con este poema: "Rosa de Sarón, gracias por recordarme/ Que debo confiar en ti, y sólo en ti/ Que la fragancia de tu amor se derrame en los que me rodean/gracias por los valles, Señor/ Porque en ellos crezco".
La experiencia de mi amiga me dio una vislumbre diferente de la creatividad de Dios, y tuve que inclinar mi rostro y elevar una plegaria llena de alabanza. Cuando se sentía triste por una rosa que no habían compartido con ella, recibe la carta con las fotografías de otra. ¡Y Dios hace que esto ocurra el mismo día, sólo por ella!
Gracias, Dios y Creador, por las hermosas flores. Ayúdanos a recordar también a los ángeles terrenales que comparten tus maravillas con nosotras
Glenda-mae Greene
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

ENCOMENDAR Y CONFIAR

Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Salmos 37:5.

Es relativamente fácil poner las responsabilidades y preocupaciones de nuestra vida en las manos de Dios. Claro, situarlas allí por unos momentos. Pero dejárselas en todo momento a él nos resulta muy difícil. Es como darle nuestro diario y permitirle que lea nuestras preocupaciones, pero quitarle el cuaderno al terminar la oración. Según el Diccionario de la Real Academia Española, encomendar quiere decir «facultar», «encargar a alguien que haga algo o que cuide de algo o de alguien». Encomiendas cuando confías. Vamos a suponer que finalmente lo haces. Entonces, ¿él actuará? ¿Te parece que ese es el estado ideal para que Dios conteste tus oraciones? ¿Qué es más fácil encomendar tu camino que tomar tu propio camino para que Dios conteste tus oraciones?
Este es otro de los textos de la Biblia muy amado por la familia de la Universidad de Montemorelos. Para muchos resultó su texto favorito. Hugo Enrique Procopio, que cumple años justamente hoy, dice que en su decisión de estudiar teología dejó sus planes en las manos de Dios. Creo que hay un peldaño más en nuestra escalera de confianza en Dios: No poner nuestros planes en sus manos, sino preguntarle a él por los planes para nuestra vida. ¿Pero cómo vamos a ir a Dios sin ningún plan? Resulta muy difícil esperar cuando ya tenemos todo listo y sabemos lo que tenemos que hacer. Por eso acudimos a Dios en oraciones breves, porque ya no podemos esperar más, ¡ni siquiera por sus indicaciones!, para cumplir con nuestras responsabilidades y nuestros planes.
Otra, persona qise se refiere a este texto es el profesor Roberto Gamaliel Castellanos, !que pertenece a una numerosa familia que puso toda su confianza en Dios ¡para- trasladarse desde el sur de México hasta Montemorelos, en el extremo norte del país. «Llegamos con la esperanza de que él fuera nuestro ayudador y así fue», afirma este educador. Dios cumplirá su promesa si buscas tu camino y aprendes a decirle: «Hágase tu voluntad».

«No indiquen ningún modo particular en que el Señor deba obrar por ustedes antes de creer que recibirán las cosas que le piden, sino confíen en su palabra y dejen todo el asunto en manos del señor». MJ 21.


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna