sábado, 6 de agosto de 2011

UNA FUENTE INAGOTABLE

"Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación, y la enseñanza. (1 Timoteo 4:13)

Una canción que cantaba mi hijo mayor cuando apenas comenzaba a leer decía: «En los libros hallarás el tesoro del saber, para ti siempre será, si aprendes a leer». El apóstol Pablo sabía bien la importancia de mantener la mente instruida y ocupada con un buen libro, especialmente si se trata de la Biblia. Como cristianas debemos mantener nuestra mente ocupada con cosas buenas. Los libros inspirados por Dios constituyen la mejor opción para emplear bien el tiempo.
Sin embargo, de nada nos vale tener amplios conocimientos teóricos si no somos capaces de ponerlos en práctica. Tener en las manos un buen libro es importantísimo porque puede influir en nuestra conducta, pero tenerlo y no dejar que su sabiduría produzca cambios en nuestra vida es perder el tiempo, y por qué no decirlo, la vida.
La Biblia es el libro por excelencia. A través de ella conocemos la historia, disfrutamos de las hermosas canciones que danzan al ritmo del amor, la misericordia y el perdón. En ella el arqueólogo encuentra una inagotable fuente de descubrimientos, el geógrafo descubre el misterio de un mundo dividido en continentes y cubierto por océanos, hermosas playas y diversos tipos de terrenos. ¿Qué decir con respecto al pecador? El pecador halla en ella la fuente del perdón. ¿Y el desconsolado? Encuentra al Dios que enjuga toda lágrima, así como la persona que está de luto hallará la resurrección y la vida y el perdido encontrará el camino.
Y para ti, ¿qué significa el libro de Dios? ¿Dedicas tiempo a meditar en lo que el Señor ha dejado escrito para que disfrutes de una vida plena? La Biblia es maravillosa para aquellos que hacen de ella su comida principal. Los que solo la tienen como un amuleto o como un libro más de su biblioteca, pierden las bendiciones infinitas que derivan de la comunión directa con su autor.
Estudia la Biblia, recréate en la salvación que te ha sido dada como regalo. No dejes pasar un solo día sin leer la fuente inagotable de la vida.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

DISTINTAS CARAS PARA EL MISMO MAL

Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Filipenses 4:12.

La codicia que manifestó Acán al apropiarse del botín que le pertenecía a Dios es solo una cara de todas las que presenta este terrible pecado. Actualmente, la pérdida de valores y de identidad de las personas hace que cada ser humano "tenga un precio". Todavía recuerdo una película en la que los actores principales ilustraban este aspecto. Uno de ellos, queriendo demostrarle a su compañero que toda persona puede ser comprada, comenzó a poner servilletas de papel que simbolizaban billetes sobre la mesa. El otro, mostrándose firme en su decisión al principio, titubeó, pero le dio la razón cuando vio la mesa llena de servilletas. Si esas servilletas hubieran sido realmente billetes, él se habría vendido.
Balaam fue un ejemplo viviente de los que se venden para hacer lo malo. Como profeta de Dios, sabía que Israel era un pueblo bendito, pero a su vez deseaba los honores y el dinero que el rey Balac le aseguraba si maldecía a los hebreos. Por eso no le importó maldecirlos. Al ir en contra de la voluntad divina, se prestó al servicio del rey moabita, pero Dios reemplazó el daño y puso una bendición en su boca.
Y tú, ¿estarías dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de recibir dinero? ¿Podrías llegar a transgredir la ley divina con el propósito de obtener riquezas? ¿Tienes un precio?
Con cuánta razón Elena G. de White escribió: "La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos" (La educación, p. 57).
En este día, el Dios de amor te invita a formar parte de este grupo de personas. Si aceptas el llamado divino, vivirás por el Señor sin importar las circunstancias, ya que aprenderás a "vivir humildemente, como a tener abundancia.. ,a estar saciado como a tener hambre". Aceptar su llamado significa no venderte, porque la honradez y la dedicación mostrarán la senda del deber como "la brújula al polo". Vivirás como Jesús vivió, y obtendrás el tesoro más valioso que puede poseer un mortal: la seguridad de la vida eterna.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

ÉL VINO

Y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno. Mateo 2:23.

¿Quién vino y de dónde? En el contexto del versículo de hoy, Jesús venía Egipto; antes de Egipto, provenía de Belén. ¿Y antes de Belén? El problema con los seres humanos es que solo vemos las cosas de la carne. Somos incapaces de entender las cosas del Espíritu, a no ser que Dios opere, en nosotros, el milagro del nuevo nacimiento.
En cierta ocasión, Felipe habló a un amigo acerca de Jesús, y la pregunta del prejuiciado Natanael fue: ¿Puede venir algo bueno de Nazaret? Todos estaban equivocados: Jesús no provenía ni de Egipto ni de Belén, ni siquiera de Nazaret; él venía del cielo. Desde la eternidad y por la eternidad, había sido uno con su Padre, y lo había dejado todo, por amor al ser humano.
Nadie tiene el derecho de verlo como un simple ser humano. Fue el más extraordinario de los hombres, sí; no hubo, ni lo habrá, jamás maestro como él. En él, la historia converge. Pero, a pesar de todo eso, Jesús no era un simple ser humano: era Dios hecho hombre.
Jamás podré entender la maravilla de su amor. ¿Cuánto valgo yo, para que él lo haya dejado todo y haya venido a buscarme? No lo sabré; ni necesito saberlo. Porque lo único que Jesús desea es que yo crea y que lo acepte, a pesar de no entenderlo.
El texto de hoy afirma que los profetas habían predicho que Jesús sería llamado nazareno, por vivir en Nazaret. Es verdad. Pero, esto no era un simple asunto de gentilicio; en el fondo era, también, una cuestión de incomprensión. Natanael representaba a la humanidad, al preguntar si de Nazaret podía salir algo de bueno. ¡Pobre ser humano, que solo puede ver las cosas de la tierra! Mientras tus ojos vean apenas el plano horizontal de la vida, estarás limitado a la confusión y a la desesperación de este mundo.
El mensaje de hoy es un desafío a ver la vida desde la perspectiva vertical. Alza los ojos y mira, en el cielo, a un Dios capaz de mostrarte la solución cuando piensas que todo está perdido.
Sal hoy, a enfrentar los desafíos, pensando en el sentido espiritual de lo que menciona Mateo: "Y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón