jueves, 13 de agosto de 2009

NADA ES INSIGNIFICANTE PARA DIOS

Y él les tiene contados a ustedes aun los cabellos de la cabeza (S. Mateo 10: 30).

Años atrás nos tocó vivir en Durango y por diversas razones nos cambiamos a una casa más pequeña. Mientras mi esposo salía a su trabajo, mis hijos y yo nos quedábamos para acomodar las cosas y desocupar las cajas, una tras otra. Un día mientras buscaba los zapatitos de mi bebé, encontré solamente uno. Después de buscar en cajas, bolsas y demás le dije a mi hijo mayor: «Dios sabe dónde están todas las cosas, vamos a pedirle en oración que nos ayude». Así que oramos y luego seguí buscando. Al abrir una maleta apareció el zapatito perdido. En ese momento nos arrodillamos de nuevo dándole gracias a Dios por haber contestado nuestra oración. No sé a cuántas de ustedes les haya acontecido algo similar, pero en lo personal me alegra saber que Dios está atento a todo lo que me sucede, ya se trate de situaciones complejas en mi vida o detalles aparentemente insignificantes. Sí, Dios nos ama y mantiene su mirada sobre cada una de nosotras y está dispuesto a ayudarnos cuando se lo pedimos. A veces pareciera que estamos solas en nuestras tareas cotidianas y que en los detalles insignificantes nosotras mismas nos privamos de la bendición de Dios. Queremos solucionar solas nuestros problemas, pero te invito a que pruebes a Dios y cuando enfrentes cualquier detalle, por muy pequeño que éste sea, llévaselo a Dios, confía en él y verás la manera tan maravillosa que él tiene para solucionarlo. Recuerda que ningún pajarillo cae a tierra sin que Dios lo permita, y más valemos nosotras que muchos pajarillos, pues aun nuestros cabellos están todos contados.

Irene Juárez de Roblero
Tomado de la Matutina Manifestaciones de su amor.

AL OTRO LADO DE LA VALLA

No amen al mundo, ni lo que hay en el mundo.1 Juan 2: 15

Yo crecí en un hogar cristiano. Cada sábado iba a la iglesia y asistía a una escuela sabática con dos clases. El verano antes del séptimo curso decidí que ya era hora de ver un poco de mundo. Quería decir adiós a mi aburrida y pequeña escuela y dar la bienvenida al gran instituto. Leí montones de historias sobre institutos. Por supuesto, no eran reales, pero estaba convencida de que el instituto público sería mucho más emocionante que la escuela de Iqlesia. Había fiestas, montones de nuevos amigos, un almuerzo caliente cada día y un viaje en autobús hacia la escuela y de vuelta a casa. Inmediatamente empecé a conquistar a mis papas. —Piensen en el dinero que se ahorraría si yo fuese a un instituto público. ¡Es gratis! Y tampoco tendrían que llevarme. Podría tomar el autobús. Por favor, déjenme ir. No sé cómo lo hice, pero los convencí para que me matriculasen en Lakeshore Jr. High. El primer día de clase, llegué a la parada antes que nadie. Por primera vez en la vida no tendría que pelearme con mi hermana por quién iría en el asiento de delante del automóvil. Iría a clase en autobús, como los niños normales. Pero para cuando el autobús me dejó en el instituto, ya me había dado cuenta de que los autobuses escolares son ruidosos e incómodos. A partir de ese momento, el día fue de mal en peor. Los compañeros de clase no me hicieron ningún caso. A la hora del almuerzo me senté sola y miré la loncha de jamón que tenía en el plato. Esas magníficas historias que había leído sobre los institutos eran, definitivamente, una ficción. Satanás, valiéndose de engaños, me había alejado de la influencia cristiana de mi pequeña escuela de iglesia. Pero, por suerte, mis papas me permitieron volver un mes más tarde, Aprendí de primera mano que al otro lado de la valla la hierba no es más verde. Estar dónde Dios quiere que estés es el mejor lugar.

Tomado de la Matutina El Viaje Increíble.

EL TEMOR DEL SEÑOR

Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a Aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas. Apocalipsis 14:7

Qué es el temor de Dios? ¿Significa vivir con miedo constante? ¿Significa vivir aterrorizado, como cuando alguien te persigue? ¿Es vivir con la idea de que Dios tiene un martillo listo para hacernos pedazos por el más mínimo pecado que cometamos?

Las personas cuyos padres han abusado de ellas física o emocionalmente pueden confundir el temor de Dios con el malsano temor de un padre o una madre abusivos. Tristemente, es posible que algunos de nosotros no sepamos lo que significa caminar en el temor de Dios.
La palabra 'temor' describe a una persona que reconoce la superioridad, el poder, la pureza y la posición de otra persona, y le ofrece respeto. Podía pensarse que algunos de nosotros estamos perdiendo nuestro sentido de reverencia y asombro en nuestra relación con el Señor. Isaías contempló la gloria del Señor y dejó constancia asombrado de la alabanza celestial: «Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos».
El temor de Dios es una asombrada reverencia hacia el Señor que ejerce un papel de motivo controlador de la vida en los asuntos espirituales y morales. No es un terror por su asombroso poder y justa retribución, sino un saludable temor a desagradarle. Cuando leemos sobre el temor del Señor en las Escrituras, ello no nos hace acobardarnos ante su presencia por temor a ser golpeados o avergonzados. Es el pensamiento de someternos al Dios Creador, quien está en total control de su creación y es merecedor de todo respeto, amor, alabanza y reconocimiento de su señorío. Es el apasionado anhelo de vivir en obediencia a su voluntad.
El temor del Señor es un concepto saludable para el creyente. Es un asombro reverente, es temor de ofender de alguna manera a un Dios santo. No es asentimiento intelectual, sino un estado de consciencia con la que el cristiano vive continuamente. Es el resultado de rendirse diariamente a Cristo.
«Los ojos de Jehová están en todo lugar. Mirando a los malos y a los buenos» (Prov. 15: 3). Si somos conscientes de esto se producirá en nuestra alma un saludable temor, que nos librará de mucho dolor y muchas desgracias.
Son muchas las promesas para los que temen al Señor. Los ángeles de Dios los acompañan para protegerlos. Teme a Dios, y encontrarás más fácil el camino de la vida. El corazón del Señor se complace en los que le temen.

Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.