martes, 22 de marzo de 2011

UNA MUJER PRUDENTE

Dolor es para el padre un Hijo necio y gotera continua las contiendas de la mujer (Proverbios 19:13).

Cuando mi hijo mayor era bien pequeño, nos enviaron a atender una de las iglesias más al oriente de Cuba. Era una ciudad muy acogedora, sus ciudadanos amables, generosos y sinceros. Como familia nos sentimos felices de compartir nuestras vidas con ellos durante tres años, pero la vivienda en la que nos tocó vivir estaba francamente en muy mal estado. Esa región es muy húmeda, está rodeada de montañas y tiene una vegetación exuberante, de un verde único. Había temporadas muy lluviosas y fácilmente se pasaba casi un mes lloviendo sin descanso. Pude comprender allí el significado de las palabras de Salomón «gotera continua», A veces ya había escampado afuera, incluso el sol había salido de su escondite, pero dentro de nuestro hogar persistían las goteras. ¡Era algo realmente difícil de soportar!
Las mujeres somos muy propensas a convertirnos en goteras. Algunas solo a intervalos, otras incesantemente y durante tiempo indefinido. Personalmente no me gustaría ser conocida como una gotera continua, pero me he dado cuenta de que, de vez en cuando, goteo. El peso de la casa, el afán por mantenerla limpia y recogida, nos hace gotear quejas, lamentos y órdenes. Es cierto que llevamos el mayor peso en cuanto a las tareas del hogar, sobre todo cuando tenemos hijos, pero creo que deberíamos medir las consecuencias de nuestras goteras para que no se conviertan en insoportables.
Por otra parte, nuestra forma de hablar, de dirigirnos a nuestra familia, los posibles celos o insatisfacciones que sentimos con respecto a nuestra pareja, pueden convertirse también en una gotera difícil de soportar.
Hagamos un alto en nuestras vidas, dediquemos tiempo a corregir esas goteras y tengamos presente que: «La casa y las riquezas son herencia de. los padres, pero don de Jehová es la mujer prudente» (Prov. .19: 14).
¿Cómo quieres ser reconocida por los que. te rodean? Ante ti tienes las dos opciones: o como una gotera continua de quejas y mandatos, o como una mujer prudente y discreta. Decide hoy entregarte a Dios y él te dará la sabiduría necesaria.
Señor, ayúdanos a ser una bendición para todos los que me rodean.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

DECISIONES DE IMPORTANCIA

Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos. Proverbios 7:1.

Entre las decisiones que tomas, hay algunas que no tienen gran importancia mientras que otras tienen un peso terrible. Por ejemplo, puedes equivocarte en poner el reloj despertador y llegar tarde al colegio, y lo más grave será que te marquen ausente. Pero, si te equivocas con la profesión que elijas, puedes ser una persona desdichada por tener que trabajar todos los días de tu vida en una labor que no te agrada.
La elección de la persona que vivirá contigo toda la vida tiene una importancia mayúscula. No puede ser tomada a la ligera, no se la debe considerar en un momento de apuro, no se puede hacer sin consultar a Dios. Satanás procurará que te equivoques, que elijas mal, que te enredes en tus errores, porque de esa manera tu hogar pasará a ser uno de los tantos fracasados. Por eso no te alejes de la mano de Dios y de sus mandamientos, y mira qué clase de persona está a tu lado.
Víctor no pudo elegir bien. Aunque había nacido en un hogar adventista, con sus 19 años se había alejado de Dios y de la iglesia. No se había dedicado a estudiar porque su padre le proveía trabajo, y con eso consideraba su futuro asegurado. En el amor, no tenía nada definido, pero se "descuidó" cuando entabló una relación con una joven que no amaba a Jesús. A pesar del disgusto de su familia con esa relación, Víctor la continuó porque no tenía mucho que perder en una relación en la que no amaba a la otra persona. Pero después de unos meses, su novia quedó embarazada, y sintió que se le venía el mundo abajo.
Víctor no estaba preparado para ser padre, tampoco deseaba casarse con una joven que no era adventista, pero asumiendo la responsabilidad que implica la paternidad, se casó para no dejar a un hijo sin padre. Los años pasaron y aunque su esposa ingresó a la iglesia, esa convivencia nunca fue feliz. Celos, peleas, recriminaciones, infidelidades conyugales y dolor fue lo que reinó por años en ese hogar mal formado, aun con la presencia de varios hijos.
Estoy seguro que si alguien le preguntara a Víctor en el presente, ¿te gustaría echar atrás el reloj? Su respuesta sería un SÍ rotundo. Tristemente, no es posible. Hay decisiones que una vez tomadas no se pueden echar atrás, y cuando decidió tener relaciones con esa chica que ni siquiera amaba, no consideró las consecuencias que podrían traerle sus acciones.
Dios te invita en el día de hoy a que atesores sus mandamientos para que te protejan de las consecuencias que te impedirán ser una persona feliz y te cuiden de los errores que podrías llegar a lamentar en el futuro.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuela

¡ADELANTE!

Y Jesús de dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. Lucas 9:62.

¡No te desanimes! Aunque todo te parezca perdido. Hay agua allá, en el fondo; continúa cavando. Muchos han muerto de sed a la orilla del río. Faltaban apenas unos pasos, pero miraron hacia atrás, y sus nombres se hicieron polvo en la carretera de la vida.

Alejandro el Grande agonizaba, un día, de sed en el desierto de Gedro-sia, durante la conquista de Persia. Se vio tentado a abandonar la idea de conquistar el mundo de sus días. Estaba cansado, y sus soldados estaban muriendo uno a uno. Sentía que ya no tenía fuerzas para seguir adelante, y se sentó a la sombra de una roca, esperando el momento final.
Mientras esperaba la muerte, vio a una hormiga que intentaba vencer la dificultad de un montículo, cargando una paja. Cayó una, dos, tres veces. El desanimado jefe de los ejércitos griegos contó 38 veces, hasta que el diminuto animal logró vencer el obstáculo. Entonces, se preguntó a sí mismo, avergonzado: ¿No soy mejor que una hormiga?
En ese instante, en medio del calor infernal, apareció un soldado con un casco lleno de agua fresca, y la ofreció a su rey. Alejandro esperó a que los soldados se percataran del hecho y se acercasen, movidos por la curiosidad.
El poderoso conquistador tomó el casco, derramó el agua lentamente, ante los ojos atónitos de los soldados, y exclamó: "Demasiado para un solo hombre, y demasiado poco para todos". Este hecho levantó el ánimo de la tropa, y fue de allí que partieron para la conquista de Persia. Lo que vino después es registro de la historia...
Por eso, ¡no te desanimes! La vida está hecha de luchas y de dificultades; si no fuese así, tal vez no sería desafiante el hecho de vivir. Al nacer, entraste en la lucha de esta vida; pusiste tu mano sobre el arado. Entonces, sigue adelante, venciendo el calor del mediodía, el frío inclemente de la noche oscura o la helada madrugada de tu propia inexperiencia.
¡Despierta! ¡Es hora de luchar y de vencer! El reino es de los valientes, y los valientes lo conquistan. Mucho más, si estás seguro de que la tuya no es una lucha solitaria: Jesús está a tu lado, dispuesto a inspirarte y sostener tus manos cuando estás cansado.
No salgas hoy de tu casa sin recordar las palabras de Jesús: "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón