sábado, 31 de diciembre de 2011

DE LA MANO, SEÑOR

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros, Amen. (Apocalipsis 22:21).

Cada meditación escrita en este libro ha tenido como objetivo fortalecernos mutuamente en la bendita certeza de que tenemos un Dios que ha prometido estar con nosotras todos los días hasta el fin del mundo. Mientras escribía estas páginas, encontraba fortaleza en cada mensaje. Sentía que Dios mismo inspiraba y movía mis dedos sobre el teclado. Al abrir la Biblia para buscar cada versículo pude experimentar que Dios tenía mucho que decirnos.
Puedes haberte identificado con algunas experiencias e incluso tu vida en ocasiones puede haber sido muy similar a la mía. Vivimos vidas semejantes, sujetas a las mismas tentaciones y ataques de parte de Satanás. Nuestras familias son bombardeadas constantemente por un enemigo que no descansa y que se afana por conquistar vidas que han sido dedicadas al Salvador. Pero gracias damos al Señor porque él sigue siendo un capitán invicto, y a su lado su victoria es nuestra.
La gracia redentora de Jesucristo te guíe en este nuevo año, te dé la bendición infinita de caminar asida de la mano todopoderosa de Jesús, y te conceda la felicidad de transitar junto a tu familia por el camino escabroso pero seguro que conduce a la Canaán celestial. No importa por lo que tengas que pasar, recuerda sus palabras: «Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16: 33).
Espero que un día no muy lejano, cuando toda esta pesadilla de dolor, enfermedad, escasez y muerte termine, podamos encontrarnos en las mansiones eternas, para disfrutar una vida imperecedera y feliz al lado de aquel que tiene las manos heridas, porque para él, nosotras, nuestros esposos, nuestros hijos, toda nuestra familia, valimos la pena. Emprende este nuevo año con la confianza en que Jesús estará a tu lado en los momentos felices y en los más oscuros y tormentosos de tu vida. También estará al lado de tus hijos, aun cuando parezcan sucumbir ante los embates del enemigo. Protegerá tu hogar si te aferras cada día DE LA MAÑO DEL SEÑOR.
Dios te bendiga y te conceda un año de victoria.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

POR SIEMPRE CON JESÚS

He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para dar a cada uno según sea su obra. Apocalipsis 22:12.

A lo largo de este año, Dios nos ha permitido analizar diversos aspectos de la vida juvenil, de acuerdo con lo que él enseña en su Palabra. Fue así como, con el propósito de ayudarte a crecer en todas las áreas de tu vida, abordé doce temas diferentes en el transcurso del año.
Y como ocurre en las empresas al final de cada año, es bueno que tú también te analices y hagas un balance para ver cuánto has crecido en este año. Espero que hayas alcanzado el éxito en tu vida estudiantil, y deseo que tu vida sentimental y social también te haya traído una gran alegría.
¿Cómo te has relacionado con tus padres? ¿Tienes una feliz convivencia con ellos? ¿Eres un hijo obediente, o prefieres seguir tu propia voluntad? ¿Y cómo ha sido tu relación con tus hermanos? ¿Les has demostrado que los quieres?
En la primera lectura devocional de este año te planteé un objetivo que nos transmiten las Escrituras: ser como Jesús. ¿Lo lograste con su ayuda? ¿Creciste espiritualmente al librarte de esos rasgos de carácter que la Biblia condena? ¿Dedicaste tiempo a la oración y al estudio de la Palabra, o tuvieron el estudio, el trabajo y la recreación un lugar más importante que tus metas espirituales? ¿Puedes decir con alegría, al finalizar este año, que eres más cristiano que en el mes de enero?
Querido joven, querida señorita: el gran propósito de este libro fue lograr que en tu vida espiritual crezcas tanto, que al pasar tu nombre por el juicio celestial, seas hallado digno de vivir por siempre con Jesús. Recuerda que la Biblia, la iglesia, la oración y la lectura de libros religiosos como este, solo son canales para animarte a valorar el cielo, pero ninguno de ellos será efectivo si tú no decides darle a Cristo tu corazón.
No sé cuánto tiempo nos queda en este mundo, no sé como será tu vida el próximo año y hasta que Jesús regrese; lo que sí sé es que Cristo vendrá "para recompensar a cada uno según sea su obra". Tengo la certeza de que si le entregas tu corazón a Jesús, al fin recibirás la vida eterna, porque aunque este mundo te circunde con el pecado, ¡con Jesús el éxito está asegurado!

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

¡AMANECERÁ!

Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria. Isaías 60:2.

¡Diciembre terminó! ¡Un año más se fue! ¿Te diste cuenta de que, en esta vida, todo se va? Se acaba la ropa, la comida se termina, la juventud se va, se deteriora la vida, en fin... Desaparecen los momentos tristes, las horas felices; todo llega a su término.
El otro día conversé con una persona que me decía: "Este fue el peor año de mi vida: perdí el empleo en julio; mi esposa falleció, consumida por el cáncer en octubre; y ahora, pocos días antes de Navidad, mi única hija, de apenas 16 años, sin haber terminado siquiera el segundo año, me da la noticia de que está embarazada. ¿Qué quieres que haga con mi vida? ¿Cómo quieres que crea que existe un Dios que se preocupa por mí?"
Nada le dije al principio; solo lo escuché. Respeté su dolor, la rebelión de su corazón herido, su desesperación. ¿Qué se le puede decir a una persona que está sufriendo terriblemente? Hay momentos en los cuales la mejor ayuda que puedes prestar a una persona es solo oírla, colocar un brazo en su hombro, dejarla llorar... A veces, pienso que Dios nos dio lágrimas con el objeto de lavar el veneno que está destruyendo las profundidades del alma; el dolor que asfixia; la hiel que ahoga el espíritu. Porque hay momentos en que todo te parece absurdo. Quieres ser feliz y, por más que te esfuerzas, no lo logras; te da la impresión de que la felicidad se te escapa por entre los dedos. Otras veces, te parece tan distante como aquella estrella que observas en el cielo azul: bella, esplendorosa, pero ajena. Sientes que no te pertenece: puedes observarla de lejos, pero es como si no tuvieses derecho a ella.
Y ahora, el año se acabó; se fue. Y ojalá que, en su alocada corrida, se hubiese llevado, también, tu dolor. Pero no; no lo hizo. Se marchó, dejándote el sabor amargo de la derrota, de las cosas con sabor a feo, a horrible, a desgracia. Y aquí estoy yo, queriendo decirte alguna cosa, y sin saber siquiera cómo empezar.
Entonces, vuelve tus ojos al texto de hoy. Porque, aunque yo, como ser humano, no sepa ya qué decirte, Dios con toda seguridad sí lo sabe. Las tinieblas de los problemas pueden envolver tu vida por completo, pero amanecerá. Enero llegó, trayendo la luz de un nuevo año: créelo. No te desanimes: este año que está comenzando será diferente. "Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón