martes, 9 de julio de 2013

UN DÍA MÁS

Lugar: México
Palabra de Dios: Sofonías 3:17, DHH

El pastor Landeros cabalgaba detrás del guía que había contratado.  Habían estado viajando juntos durante varios días, visitando aldeas en la montaña para distribuir medicamentos, libros y revistas.
En todos los lugares donde se detenían, el Pastor Landeros compartía el amor de Dios con la gente.
De pronto, el pastor Landeros se sintió impresionado a invitar al guía para que entregara su corazón a Dios. Había tratado antes de hablarle de Dios, pero el hombre no había parecido interesado.
-Me gustaría hablarle de Jesús -dijo el pastor. Pero, no obtuvo respuesta.
El guía ni siquiera se dio vuelta, para mirar hacia atrás. El pastor sabía que había hablado lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara. Quizás era inútil. Todo lo que podía ver era la espalda del hombre. “Voy a seguir hablando, igualmente”, decidió el pastor.
Mientras seguían viaje, el pastor Landeros le habló de Jesús y de su amor, y de cómo había muerto en lugar de nosotros. Siguió hablando, aunque el guía parecía no estar prestando atención. Al dar vuelta en una curva, el pastor alcanzó a ver por un momento la cara del guía. Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Ese día, el guía decidió aceptar a Jesús.
Pero, la historia no termina aquí. El guía confesó que el día anterior había ideado matar al pastor y quedarse con sus cosas. Pero, en lugar de hacerlo, decidió viajar un día más juntos, para no tener que acarrear todo ese equipaje.
Dios obra de maneras asombrosas. “El Señor tu Dios está en medio de ti; ¡él es poderoso, y te salvará!…’’

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

PARA ACABAR CON LA CONTAMINACIÓN, CUIDA TU MENTE

Dios no nos llamó a la impureza sino a la santidad; por tanto, el que rechaza estas instrucciones no rechaza a un hombre sino a Dios, quien les da a ustedes su Espíritu Santo. 1 Tesalonicenses 4:7-8

La preocupación de los gobernantes por la contaminación ambiental en el mundo aumenta a diario. Se han diseñado planes y estrategias para erradicar muchas malsanas prácticas relacionadas con ella. Sin embargo, los intentos, aunque bien intencionados, no han rendido los resultados esperados. Nosotras, las hijas de Dios, sabemos que este es uno de los resultados inevitables del pecado.
Sin embargo, hay un tipo de contaminación que es el arma favorita de Satanás para destruir a los seres humanos: la contaminación de la mente. La mente es la generadora de nuestros pensamientos, y de ellos se desprenden las actitudes que finalmente se trasforman en acciones concretas. Elena de White, al referirse a la importancia de vigilar la mente, escribe: “Como centinelas fieles, han de guardar la ciudadela del alma, y nunca sentir que pueden descuidar su vigilancia ni por un momento” (Mente, carácter y personalidad, tomo 1, cap. 9, p. 84).
Nuestros pensamientos pueden verse contaminados por todo lo que vemos y oímos, e incluso por lo que comemos. En muchos de nuestros hogares hemos consentido la entrada a la contaminación mental al permitir un uso sin control de televisión e Internet. A través del uso irregular de esos medios se puede contemplar toda clase de actos pecaminosos, y lo peor del asunto es que corremos el riesgo de acostumbramos a ello.
Si en tu hogar los avances tecnológicos contaminan los pensamientos y la vida de sus miembros, es necesario que traces un plan de recuperación antes de que sea demasiado tarde. En la Palabra de Dios leemos: “Despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida” (Sant. 1:21).
Mi querida amiga, nosotras las madres, las reinas del hogar, debemos mantener un código de pureza que impida que nuestros hijos y que nosotras mismas caigamos en la contaminación mental mencionada por el apóstol. La autoridad amorosa, el dominio propio y la ayuda divina son las armas más poderosas para erradicar el pecado y la contaminación moral de nuestros hogares.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

CONSAGRACIÓN Y SACRIFICIO – 1

En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad (2 Corintios 8:2).

Cuando se propuso la idea de la evangelización vía satélite, muchos dijeron que era demasiado costosa. En ese tiempo los proyectores de video y el equipo para bajar la señal del satélite eran mucho más costosos que hoy. En los Estados Unidos el coste llegaba a los siete mil dólares por iglesia. Las iglesias pequeñas lo consideraron sumamente alto. Por otra parte, la evangelización vía satélite no había sido probada. Las iglesias tuvieron que hacer un esfuerzo de fe. Fue asombroso ver cuántos centenares de iglesias aceptaron el desafío y compraron el equipo. Descubrieron que con la bendición de Dios y la preparación adecuada la evangelización vía satélite funciona muy bien.
El pastor Robert Folkenberg, expresidente de la Asociación General, con el pastor Wakaba, presidente de la Iglesia Adventista de Sudáfrica, planificó desarrollar la primera campaña de evangelización vía satélite en el continente africano. La campaña se realizaría en Soweto, Sudáfrica. La iglesia local entendió el plan, ¿pero podría asimilarlo el resto del continente? ¿Podrían los creyentes comprar el equipo receptor? La verdad es que no era tan sencillo.
En aquel tiempo, en África, el equipo completo para bajar la señal que consistía en una antena parabólica de dos a tres metros de diámetro, el decodificador o receptor y los cables, costaban aproximadamente quince mil dólares. Si una iglesia compraba también un pequeño proyector de video, el paquete total podría costar veinticinco mil dólares. Para poner esta cantidad en la perspectiva de la economía africana, el sueldo de un obrero podría ser cincuenta dólares al mes. En otras palabras, ¡el equipo para la evangelización vía satélite costaba a la iglesia veinticinco años del salario de un miembro!
¿Puedes imaginar cómo reaccionaría una iglesia del “primer mundo” si el equipo para bajar la señal del satélite costara el equivalente a más de dos décadas del salario de un miembro? ¿Cuántas iglesias de Norteamérica habrían hecho esa clase de inversión? ¡Sin embargo, en África, en Europa Oriental y en la India las iglesias hicieron exactamente eso!
Los misioneros de ultramar quedaron asombrados y muchos lloraron públicamente cuando conocieron ese inmenso sacrificio económico. Lo hicieron porque querían formar parte de ese nuevo medio de evangelización.
Como en el caso de la ofrenda de la viuda (Mar. 12:42), Dios siempre ha tocado el corazón de sus hijos para que hagan este tipo de sacrificios y cumplan la misión que les ha encomendado.
Y tú, ¿también lo harías?

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

LA PROMESA A ISRAEL

En Jehová será justificada y se gloriará toda la descendencia de Israel. Isaías 45:25.

Abraham fue llamado a salir de una familia idólatra, y fue escogido por Dios para preservar su verdad en medio de la corrupción extendida y creciente de aquella época idólatra. El Señor apareció a Abraham y le dijo: “Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto. Y pondré mi pacto entre mí y ti, y te multiplicaré en gran manera” (Gén. 17:1, 2).
El Señor comunicó su voluntad a Abraham y le dio un conocimiento específico de los requisitos de la ley moral y de la salvación que sería lograda por Dios mismo. Abraham fue llamado a un elevado honor: el de ser el padre del pueblo que durante siglos fue el guardián y el preservador de la verdad de Dios para el mundo, del pueblo aquel a través del cual todas las naciones de la tierra serían bendecidas en el advenimiento del Mesías prometido…
Dios le confirió a su siervo fiel un honor y una bendición especiales. Por medio de visiones y a través de los ángeles que caminaban y hablaban con él como entre amigos, fue familiarizado con los propósitos y la voluntad de Dios…
Pero los descendientes de Abraham se apartaron de la adoración del Dios verdadero y transgredieron su Ley. Se mezclaron con las naciones que no tenían conocimiento o temor de Dios en su mente, y gradualmente imitaron sus costumbres y maneras; hasta que la ira de Dios se encendió contra ellos, y les permitió tener sus propios caminos y seguir los designios de sus propios corazones corruptos…
Pero, cuando se humillaron ante Dios y reconocieron sus obras y clamaron fervientemente a él por la liberación del opresivo yugo de los egipcios, sus clamores y sus promesas de obediencia llegaron al cielo. Sus oraciones fueron contestadas de una manera maravillosa, e Israel fue sacado de Egipto, y el pacto hecho con sus padres fue renovado con ellos.
Así fue preservado el conocimiento de la Ley de Dios a través de generaciones sucesivas desde Adán hasta Noé, desde Noé hasta Abraham, y desde Abraham hasta Moisés —Signs of the Times, 22 de abril de 1886.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White