domingo, 24 de enero de 2010

TENEMOS UN AMIGO EN JESÚS

No te desampararé, ni te dejaré (Hebreos 13:5).

Cuando mi nieta Ashley tenía 10 años de edad, estaba jugando en el jardín del frente con su perra Lacey, una cocker rubia muy amigable. La estaba vistiendo, y como toque final, le puso una hebilla elástica en una de las patas delanteras. Cuando la llamaron para la cena, desvistió a Lacey rápidamente y entró a la casa.
Pocos días después, noté que Lacey rengueaba. Cuando me acerqué, descubrí que una de sus patas estaba inflamada, tres veces el tamaño que debe tener. Al mirar mejor, descubrí la hebilla elástica que Ashley le había puesto. Se la corté, pero como estaba muy preocupada por la pata, la llevé al veterinario. Después de examinarla y darle un tratamiento, tuvimos que esperar, porque tal vez Lacey perdería la pata.
Ashley se sentía muy mal cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Inmediatamente le escribió una oración a Jesús pidiéndole ayuda: "Querido Jesús, te quiero mucho, y quiero orar por Lacey. ¡Por favor, no permitas que pierda su pata! Algunas veces escucho la voz del pecado, no me gusta hacer eso, así que por favor, Señor, ¿me ayudarías a escuchar tu voz? ¡Entonces la voz del pecado no me dirá que lastime a otras personas o a los animales! Yo amo a los demás y a los animales, pero te amo a ti más que a todos ellos. ¿Me perdonas por haberle puesto la hebilla en la pata a Lacey? Hoy fue un día triste. Jesús, no lo volveré a hacer jamás. Por favor, que la pata de Lacey se cure. Con amor, Ashley Anne Nelson, tu pequeña corderita".
¿No nos hace felices saber que Jesús es comprensivo ante los errores y metidas de pata que cometemos ?
Después que trajimos a Lacey a casa, Ashley volvió a orar: "Jesús, gracias por perdonarme hoy. Gracias porque pudimos traer a Lacey a casa de vuelta. Te pido que continúe mejorando. Con amor, Ashley".
Podemos estar agradecidas que tenemos un Dios grande y misericordioso. Es compasivo en todo momento. Siempre nos perdona. Siempre se preocupa por nosotras, y responde nuestras oraciones. Nos dice "sí", nos dice "no", y algunas veces "espera". No obstante, siempre responde nuestras oraciones.
Querido Señor, gracias por tu amante bondad para con nosotros, y por hacer que Lacey se recupere.
Anne Elaine Nelson
Tomado de Meditaciones Matinales para la mujer
Mi Refugio
Autora: Ardis Dick Stenbkken

¿OLVIDADOS POR DIOS?

El jefe de los coperas no se acordó de José, sino que se olvidó de él
Por completo. Génesis 40:23.

¿puedes imaginar lo que significó para José saberse olvidado de quien representaba su única esperanza? ¿Has pensado en la seguridad de saber que quien está más próximo al poder te deba un gran favor? ¿Puedes imaginar lo que esperó José al día siguiente de la salida del copero de la cárcel? Sin duda se levantó temprano, se arregló y se mantuvo de pie en su prisión, esperaba el momento en el que el copero apareciera acompañado de un guardia real con el edicto de su liberación. Tal vez a la tarde... mañana... mañana...
¿Has enfrentado situaciones en las cuales llegaste al punto de perder la esperanza de la recompensa? ¿De llegar a dudar de la gratitud de quienes han sido beneficiados por tu generosidad? José había sido percibido falsamente por sus hermanos. Había sido vendido como esclavo a causa de su fidelidad. Y había llegado a la cárcel por vivir en armonía con los principios de Dios.
Cuando logró descubrir un resquicio de luz a través de la tormenta, abrigó esperanzas de salir de la prisión. ¿Crees que llegó a pensar que el copero iba a intervenir ante el gobernante más poderoso del mundo para otorgarle la libertad? ¿Con qué crees que se hubiera sentido bien pagado por su amistad con el copero? Si solamente pudiera recibir un salvoconducto de parte del rey y regresar a la casa de su padre. Pero ya había perdido la esperanza. Podría decirse que formaba parte del grupo de los «olvidados». ¿Y Dios? ¿Dónde estaba Dios? ¡Oh sí! ¡Dios! ¿Dónde estaba? Él preparaba el escenario para la siguiente aparición de José. Jesús no se ha olvidado de ti. Cuando se fue dijo que iba a prepararte un lugar para que vivieras junto a él. No te desesperes, puedes vivir si temor.

«Deberían tener el ferviente deseo de ser dóciles en sus manos y de seguir dondequiera que los conduzca. Confíen entonces en él para que realice sus propósitos». MJ 154


Tomado de Meditaciones Matinales para Jóvenes
¡Libérate! Dale una oportunidad al Espíritu Santo
Autor: Ismael Castillo Osuna

¿QUÉ ES EL EVANGELIO?

De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe» (Romanos 1: 17).

En los últimos días se han mencionado las razones de la muerte de Cristo. De este modo podemos entender mejor toda la importancia que este hecho tiene en la vida espiritual del creyente. Podemos afirmar sin lugar a dudas que la muerte de Cristo es el corazón del evangelio.
Pero, ¿qué es el evangelio? La palabra significa «buenas noticias». De acuerdo a como la aplicaron Cristo y los apóstoles, quiere decir «las buenas nuevas de salvación que Cristo trajo al mundo». ¿Por qué fue noticia en tiempos de Jesús y sus discípulos? Porque nunca antes se había presentado de esa manera. El concepto de salvación es una idea típica del Antiguo Testamento, donde Dios aparece constantemente salvando a su pueblo. La idea de Dios como Salvador es bastante común en estos escritos. Pero no se la había entendido con la particularidad con la que Cristo la aplicó. El Mesías llegó a ser el autor de la salvación. Jesús de Nazaret entendió que él era el Mesías, y que la salvación solo se podía obtener a través de él. Si no se aceptaba a Jesús como el Mesías, no había salvación. La salvación se había manifestado en la persona de Jesús. Él era el Salvador.
En esto consistía la proclamación del evangelio. Este era el evangelio. Posteriormente, el concepto de evangelio se amplió para incluir toda la experiencia por la que Cristo pasó para lograr la salvación del ser humano, incluyendo su pasión, muerte y resurrección. Pero es lamentable que como cristianos no podamos discernir con claridad en qué consiste el evangelio realmente. Porque hay quienes piensan que el evangelio es la ley o alguna parte de ella; otros dicen que son las profecías apocalípticas, o algo parecido. Y no faltan quienes creen que es algún tipo de mensaje que tiene que ver con la salud o el estilo de vida. Todo esto es muy bueno y tiene su lugar en la vida cristiana, pero no es el evangelio.

Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C