martes, 24 de mayo de 2011

LA PAZ

En paz me acostare asi mismo dormiré, porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado. (Salmos 4:8).

¿Has tenido un sueño reparador? No siempre lo logramos, ¿verdad? ¿Cuantas noches interminables has vivido a lo largo de los últimos años? ¿Cuantas horas sin que el sol aparezca y traiga reposo a tus ojos cansados?
Muchas veces se cruzan en nuestro camino noches de silencio. Las preocupaciones, el sufrimiento, la incertidumbre y los sentimientos se agolpan en nuestra mente y nos perturban durante las horas en las que deberíamos estar descansando. Qué bueno sería poder afirmar cada noche, como el salmista: «En paz me acostare».
Quizás te preocupas excesivamente por cosas que no tienen tanta importancia como tú crees, por cosas que no puedes solucionar con tus propias fuerzas. Si es así, presta atención a la segunda parte del versículo de hoy: «Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado». Esa es la única manera de obtener un descanso reparador: poniendo la confianza en Dios.
A continuación comparto contigo unas palabras de sabiduría que te pueden ayudar a establecer prioridades en tu vida.
  • El obstáculo más grande, el miedo.
  • El día más bello, hoy.
  • El mayor error, darse por vencido.
  • El peor defecto, el egoísmo.
  • La mejor distracción, el trabajo.
  • La peor bancarrota, el desánimo.
  • Los mejores maestros, los niños.
  • El sentimiento más vil, la envidia.
  • El regalo más hermoso, el perdón.
  • Lo más maravilloso del mundo, el amor.
  • La felicidad más dulce, la paz.
Hay muchas cosas que pueden perturbar tu paz mental, porque no sabes canalizarlas de manera apropiada. Por eso la confianza en Dios es vital para alcanzar la paz interior. Muchas noches (demasiadas) son las que te roban la paz por causa de una conciencia perturbada por reproches, acusaciones e insatisfacciones. Cuando este ladronzuelo trate de forzar la puerta de tu corazón, «encomienda a Jehová tu camino, confía en el, y el hará» (Sal. 37: 5). Repasa tu proceder y pide la ayuda divina. Entonces, tus sueños serán pasajes inolvidables que moverán el suave engranaje de tu paz interior.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

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