domingo, 12 de enero de 2020

UN NUEVO LOOK

 “Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:24).

La voz original griega de la palabra “vestíos” es endúo, término que indica ‘meterse en un atavío’ y se ha traducido por ‘ponerse ropa o ‘vestirse’. La ropa comunica un sentimiento en el que la lleva: las prendas de trabajo o deporte predisponen a la acción y el atavío elegante invita a un movimiento despacioso y exquisito. Esto afecta no solo a quienes portan el tejido, sino también a los que lo ven desde el exterior. En efecto, la ropa conduce a prejuicios. Por ejemplo, hay estudios que muestran que es más probable sufrir de discriminación por el modo de vestir que por la raza u origen étnico.
En ocasiones la leyenda ha tomado este concepto para añadir propiedades mágicas a la ropa. El escritor ruso León Tolstói (1828-1910) relata el cuento de un zar que enfermó gravemente. Los mejores médicos le aplicaron los remedios más avanzados, pero su salud no mejoró. Desesperado, ofreció la mitad de sus posesiones a quien fuera capaz de curarlo. Muchos acudieron con procedimientos que no convencieron al soberano. Pero un trovador le infundió esperanza: “Señor, la única medicina para vuestros males es vestir la camisa del hombre más feliz que se encuentre”.
Los soldados del zar buscaron por todos los confines, pero ante tanta carencia, dolor y sufrimiento, les resultó difícil identificar a alguien que fuera feliz. Aun quienes tenían de todo se quejaban por algo. Finalmente encontraron a un hombre humilde que vivía en una choza. No tenía mucho, pero contaba con muy buena salud y gozaba del cariño de familiares y amigos. Concluyeron que era el hombre más feliz.
—Traed prestamente la camisa de ese hombre —fue la orden del palacio—. No importa lo que pida por ella.
Pero los emisarios regresaron con las manos vacías.
—¿Dónde está la camisa? —increparon los oficiales.
Apenados, respondieron:
—Aquel hombre no tenía camisa.
El apóstol Pablo usa esta figura de la ropa nueva para describir al hombre nuevo quien, después del nuevo nacimiento, goza de una condición diferente a la anterior. Según Efesios 4, la nueva condición transforma el carácter, desecha la mentira, el enojo y el robo, promueve el trabajo y el altruismo, aparte de favorecer la manera de hablar, que proporciona gracia y edifica a los oyentes. Además, el nuevo hombre no tiene amargura, ira, gritería, maledicencia, ni ninguna clase de malicia.
Prueba hoy a ponerte ropa nueva, ese atuendo espiritual que se traduce en frutos del carácter. Dios te lo ofrece gratuitamente.

DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADULTOS 2020
UN CORAZÓN ALEGRE
Julián Melgosa y Laura Fidanza
Lecturas devocionales para Adultos 2020

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