viernes, 8 de julio de 2011

LA RESURRECCIÓN

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25.

Cuando Moody, el gran evangelista estadounidense, fue invitado en cierta oportunidad a predicar en una ceremonia fúnebre, buscó en los cuatro evangelios algún sermón fúnebre de Jesús; pero no encontró alguno. Concluyó, entonces, que Jesús había acabado con todos los entierros a los cuales concurrió.
La muerte huía de su presencia. Por donde el Maestro pasaba, pasaba la vida. En la tumba de Lázaro, ordenó: "Lázaro, ven fuera". La orden fue específica: "Lázaro; solo tú"; porque, si no lo hubiese hecho así, todos los fallecidos habrían resucitado. Tal era el poder de Jesús delante de la muerte.
El versículo de hoy fue tomado de la ocasión en que Jesús llegó a la casa de María y Marta. Ambas hermanas estaban tristes: el hermano mayor había fallecido hacía ya cuatro días; el relato puntualiza que ya olía mal. Desde el punto de vista humano, ya no había más esperanza de resurrección. Hay momentos así todos los días, en las diferentes áreas de la vida. El dolor y la adversidad te golpean de tal manera que pierdes la esperanza; te sientes como una hoja arrancada, que el viento arrastra. Pero, el Señor Jesús estaba allá, y declaró: "Yo soy la resurrección". Sus palabras significaban que nada está perdido en su presencia. La resurrección y la vida no es algo que Jesús ofrece: él es todo eso.
Por lo tanto, si en este momento tienes los sueños destruidos, tus planes hechos pedazos, tu hogar acabado, tu vida profesional en estado cadavérico, todo lo que necesitas es correr a los brazos de la Persona Resurrección. En él, todo renace: renace la esperanza, los sueños y los ideales.
Nada hay que Jesús no pueda hacer de nuevo. La muerte puede pensar que venció; pero, ningún sepulcro será capaz de detener el paso de la vida: las piedras serán removidas, los obstáculos serán desmenuzados. Jesús es Rey victorioso y eterno, y venció a la propia muerte.
Parte hoy, para enfrentar los desafíos del día, con la seguridad de la presencia de Jesús. La propia muerte temblará delante de ti, si estás con Jesús. Porque él dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

jueves, 7 de julio de 2011

UNA ESTATUA DE SAL

Como él se demoraba, los varones los asieron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad (Génesis 19. 16).

En este relato bíblico aparecen tres mujeres cuyos nombres no conocemos, pero de las cuales podemos aprender grandes lecciones para el día de hoy. Lot era sobrino de Abraham y había aprendido de este grandes valores morales, pero desgraciadamente no contaba con una esposa leal a los principios divinos. Aunque la Biblia también registra los errores cometidos por Sara, esposa de Abraham, existe una diferencia abismal entre estas dos mujeres.
Cuando Abraham dio a su sobrino la oportunidad de escoger entre la llanura y las montañas, lo más probable es que las mujeres de ambos también influyeran sobre la decisión. Por lo visto, Sara era una mujer humilde que pensaba más en el bienestar de su esposo que en el suyo propio. Además, las bendiciones espirituales eran de. vital importancia para ella. Sin embargo, la esposa de su sobrino político vio en la llanura una oportunidad de prosperar.
Ambas cosecharon lo que sembraron. La vida de Sara estuvo llena de altibajos gracias a los cuales Dios pudo obrar su propósito en ella. Tras la muerte de esta gran mujer, su esposo e hijo la lloraron. Sin embargo, la historia de la esposa de Lot es completamente distinta. Se identificó tanto con el paganismo que dejó cautivo en él su corazón y los de sus hijas. El dramático final que tuvo esta mujer fue resultado de su deseo de parecerse al mundo. Sus hijas cayeron bajo la condenación del incesto convirtiéndose en las progenituras de naciones enemigas del pueblo de Dios.
Cada día tú vas escribiendo las páginas de tu destino. Dios te ha llamado para algo especial, pero tienes que tomar tus propias decisiones. O te identificas con el mundo, o te consideras peregrina y extranjera, en camino hacia tu verdadera patria. No tienes por qué terminar convertida en estatua de sal. Dios tiene una corona de gloria para ti. ¿Qué decisiones tomarás?
El corazón hace nido donde se aloja la mirada.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

NO LO PRUEBES

¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente. 2 Corintios 6:16.

Una hermana de iglesia me pidió hace un tiempo que visitara a un enfermo para orar por su salud. Al ingresar en su cuarto, conocí a Mario, un hombre que aparentaba tener unos 55 años. Cuando supe que había sufrido un paro cardíaco, confirmé mi presunción acerca de su edad. Pero no pude ocultar mi sorpresa cuando escuché de sus labios que tenía tan solo 39 años. ¿Cómo era posible que su aspecto fuera el de un hombre mucho mayor? Al continuar nuestra conversación, encontré la respuesta. A los catorce años de edad probó por primera vez una droga alucinógena, y a partir de ese momento fue drogadicto durante once años. En esa etapa de su vida conoció a una mujer que luego sería su esposa, y ella lo animó a que se internara en un centro de rehabilitación para abandonar definitivamente su adicción. Después de dos años de internación, lo logró, y hasta consiguió trabajo en ese mismo centro de rehabilitación. Pero las secuelas que las drogas dejaron en todo su ser eran más que evidentes: con 39 años tenía la apariencia física de un hombre mucho mayor; y aunque conservaba los mismos deseos de vivir que cualquier otra persona, sus fuerzas estaban desgastadas y consumidas.
Mientras regresaba a mi hogar, me preguntaba si alguien alguna vez le habría dicho a Mario cuando aún era muy joven: "Cuidado, no lo pruebes". No sin angustia, Elena G. de White escribió: "¡Cuántos jóvenes han malgastado en insensateces y disipación la fuerza que Dios les ha dado! ¡Cuántas historias dolorosas recuerdo de jóvenes que, por entregarse a hábitos viciosos, han llegado a ser mental, moral y físicamente náufragos humanos! Sus organismos están arruinados, y la utilidad de su vida grandemente menoscabada por haberse entregado a placeres ilícitos" (Mensaje para los jóvenes, p. 19).
La triste historia de Mario no tiene por qué repetirse nuevamente. La adolescencia y la juventud son etapas de grandes decisiones, así que procura elegir con sabiduría, guiándote por los principios divinos. No accedas ni siquiera una vez a probar lo que podría dañarte. Dios te dio la libertad para que la uses con inteligencia, para que vivas sano y seas feliz.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

TIEMPO DE GUARDAR

Tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar. Eclesiastés 3:6.

La sorpresiva tormenta los obligó a detener el vehículo por unos momentos; fue lo que pensaron al principio. Esos momentos se transformaron en horas; dieciocho, exactamente. Tiempo suficiente para sentir hambre y sed, cansancio y frío.
No estaban preparados para enfrentar aquel accidente; nadie se prepara para los accidentes. Uno se prepara para enfrentar los momentos duros cuando estos aparecen. Pero, esos muchachos tampoco estaban preparados para eso.
A medida que el tiempo fue avanzando, el hambre comenzó a atormentarlos. Buscaron qué comer en sus maletas, pero no hallaron nada. Entonces, vino a su memoria aquellas galletas que habían echado a la basura en el último puesto de gasolina. En aquel momento, pensaron que no necesitarían de unas simples galletas: acababan de comer y estaban satisfechos.
Desechar cuando es tiempo de guardar puede resultar fatal; mientras viajaban, no era tiempo de desechar. Ellos lo descubrirían en breve; y tendrían bastante tiempo para arrepentirse.
El versículo de hoy habla del tiempo. Hay tiempo de guardar. La juventud es tiempo de guardar; hay un muy largo camino por delante. No es hora de desechar las galletas que pueden faltar mañana.
Frecuentemente, encuentro personas que ya entraron en el otoño de la vida. Con tristeza, se preguntan: "¿Qué hice con mi juventud?" La desperdiciaron; creyeron que nunca iba a acabar y un día cualquiera despertaron a la realidad. La juventud se había ido; la nieve del invierno bañaba la cabeza... y ya era tarde.
Cada día que despunta en el horizonte es la sonrisa de Dios, que te dice: "Hijo, te doy una página en blanco. Escribe hoy una linda historia. Aprovecha las oportunidades. Perdona. No pierdas el tiempo cultivando sentimientos que te envenenan el alma".
¿Qué tienes para "ahorrar" hoy? Economiza agua, energía eléctrica; economiza tiempo... Aprovecha tu juventud a fin de guardar el pan que comerás en tu vejez. Y sal, para afrontar los desafíos de este día, seguro de que estás en los brazos de Jesús. ¡Ah! Y no olvides que todo tiene su tiempo: "Tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

miércoles, 6 de julio de 2011

CUATRO MUJERES – 2ª PARTE

Aquel mismo día entraron en arca Noé, sus hijos Sem, Cam y Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus Hijos (Génesis 7:13)

Ser las esposas de los hombres más locos de su época no debe de haber resultado tarea fácil. Pero, ¿te has parado a pensar alguna vez que estas mujeres también debían de ser baluartes de fe? Dios había hablado con Noé, pero no con su familia, quien podía haber considerado que este hombre, aunque era justo y temeroso de Dios, podía estar equivocado. Quizás había interpretado mal las palabras de Dios o estaba tan preocupado por la maldad reinante que deseaba que Dios hiciera algo.
Durante ciento veinte años, esta familia mantuvo una te firme. ¡Eso es muchísimo tiempo! La Biblia sugiere que toda la familia aunó esfuerzos en la construcción del arca, por tanto estas mujeres también trabajaron en aquel proyecto construido sobre la fe en el Dios que había hablado al patriarca. ¿Te has dejado guiar alguna vez por alguien a quien Dios ha puesto en tu vida para que te conduzca al arca espiritual?
Las tres nueras de Noé podían haber argumentado que eran jóvenes y que tenían mucha vida por delante, que querían vivir con normalidad, como sus amigas, sin ser objeto de burlas y críticas, que aspiraban a ver crecer a sus hijos sin que los ridiculizaran. Después de todo, la idea de un diluvio era completamente descabellada.
Las cuatro mujeres que entraron en el arca lo hicieron porque sintieron el llamamiento divino. Sus nombres no aparecen en ningún registro histórico, pero están en los anales celestiales junto a aquellos que han dedicado sus vidas a Dios sin temer las burlas ni las críticas.
El arca no era un lugar agradable para estar, pero las cuatro permanecieron allí sin generar discordias, intrigas ni sublevaciones. Dios te llama también a ti a llevar el mensaje de salvación. Aceptarlo puede acarrearte burlas, críticas e incluso desprecio, pero finalmente te dará el gozo de ver a aquellos que serán salvados por tu influencia. Hazlo con gozo. No lemas, Dios está contigo.
Si sufres desprecio por hacer la voluntad divina, recibirás la corona de victoria.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera

APARTARSE DEL MAL

No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Proverbios 4:14.

Nelson fue uno de los alumnos que se hizo querer rápidamente. Con un espíritu alegre y jovial, siempre tenía una sonrisa en su rostro. Le gustaban el fútbol, los juegos de computadoras y estar con sus amigos. Su gran problema era el estudio, no porque le faltara inteligencia, sino porque administraba mal su tiempo.
Al final de ese año escolar recibimos una noticia que conmocionó a todo el colegio: Nelson había sido atropellado por un auto. Cuando lo fui a ver al hospital no podía creer lo que veían mis ojos. Con terribles golpes en todo el cuerpo y en la cabeza, yacía postrado en una cama casi sin poder moverse. Familiares, amigos y allegados tratábamos de aliviar en algo su estadía. Conversábamos con él y tratábamos de recordar los mejores momentos vividos. También orábamos para que no quedara ninguna secuela en Nelson.
Días más tarde, la investigación policial descubrió que el accidente había sido provocado por un joven alcoholizado, de 19 años, que le había sacado el auto a su padre sin autorización. En ese estado de ebriedad había atropellado a Nelson, que estaba por cruzar la calle. Al ver lo que había hecho, se dio rápidamente a la fuga.
Esta es otra de las tristes consecuencias que deja el alcohol en algunos que lo consumen. Creen que esta es la manera de divertirse, de pasarla bien, pero sin percatarse pierden el control de sus actos, y sin quererlo arruinan la vida propia y ajena.
Por la gracia de Dios y en respuesta a las oraciones de todos, Nelson se recuperó totalmente de ese accidente. ¿Pero cuántos quedan mutilados, inválidos o simplemente pierden la vida por la irresponsabilidad de quienes acuden al alcohol para divertirse? La Palabra de Dios nos aconseja: "No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos". No caminar con los malos significa apartarse de las malas compañías y de los vicios destructores de la salud.
Hoy, Dios te da la posibilidad de comenzar un nuevo día. Comiénzalo con alegría, y toma la decisión de que jamás le darás el control de tu mente a una bebida o a una droga.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

A SU DEBIDO TIEMPO

Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer... Calatas 4:4,5.

Hay un aspecto del texto de hoy que deseo resaltar. El versículo empieza diciendo: "Cuando vino el cumplimiento del tiempo"; ni un minuto después; en el tiempo exacto. Dios es un Dios puntual. El tiempo es un don precioso que él respeta.
El relato de la Creación muestra que Dios organizó su tiempo en días. Para cada día, había una tarea. El primer día, dijo: "sea la luz"; el segundo día, creó la expansión; y así sucesivamente. Creo que Dios no necesita de una agenda escrita, pero sin duda tiene todo organizado. Es un Dios de orden.
Eso no significa que estableció un deber más, para añadir a la montaña de obligaciones que muchos cristianos creen que deben cargar. Nada de lo que Dios hace tiene, como objetivo, hacer de la vida humana un fardo; al contrario, él sabe que una vida sin una programación establecida es una vida condenada al fracaso.
Cuando no existe un orden de prioridades, las cosas suceden por accidente; y por accidente, el éxito solo puede ser fruto de la "suerte". Hay mucha gente que lamenta el hecho de no tener "suerte". Detrás de esas lamentaciones, se esconde la falta de organización y de trabajo.
La puntualidad es parte de una vida organizada. Mi padre acostumbraba decir: "Si alguien marca un compromiso contigo a las dos de la tarde, pídele que mejor sea a las tres, pero tú preséntate a la una". Exageraciones aparte, el consejo de mi padre fue valioso a lo largo de mi vida. La puntualidad no cuesta nada, y trae muchos beneficios.
Pero, el texto de hoy contiene un segundo pensamiento. Llegado el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo, nacido de mujer. Quiere decir, lo hizo humano, carne. Para siempre. Pablo menciona que hoy tenemos, en el cielo, un Intercesor, que es Jesucristo hombre. ¡Qué amor inmensurable! La encarnación de Cristo hablará sin palabras, por toda la eternidad, acerca del valor del ser humano. A pesar de su rebeldía, Dios lo buscó. Jesús dejó su trono, y vino a este mundo de sufrimiento y de dolor con el propósito de buscar lo que se había perdido. Y todo eso, a su debido tiempo.
Por eso hoy, si por algún motivo encuentras en tu camino alguna razón para sentirte solo y sin valor, piensa en el misterio de la encarnación, levanta la cabeza y sigue adelante, rumbo al glorioso destino que Dios estableció para ti.
Y no te olvides: "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer".

Tomado de meditaciones matinales para adultos
Plenitud en Cristo
Por Alejandro Bullón

martes, 5 de julio de 2011

CUATRO MUJERES – 1ª PARTE

Y por causa de las, aguas del diluvio entró Noé en el arca, y con él sus hijos, su mujer las mujeres de sus hijos (Génesis 7:7).

Pocos comentarios he leído o escuchado con respecto a estas cuatro mujeres que entraron en el arca y a través de las cuales Dios preservó la raza humana. Ya que no tenemos datos sobre ellas, intentaré adaptar el suceso bíblico a nuestra era moderna.
Llamaremos a estas mujeres: Sara, Miriam, Lea y Susana. Todas vivían cómodamente en un mundo que no difiere mucho del actual, pues la Biblia asegura que «como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del hombre» (Mat. 24: 38, 39). En los tiempos en que les tocó vivir a estas mujeres «vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón solo era de continuo el mal» (Gen. 6: 5).
En medio cíe aquella corrupción habitaba la familia de «Noé, hombre justo, perfecto entre los hombres de su tiempo; camine» Noé con Dios» (Gen. 6: 9). Sara, su esposa, cuidaba de la vida espiritual de su familia. Noé caminaba con Dios, y aunque los registros bíblicos no hacen referencia a su esposa, ella sin duda era un apoyo espiritual para su esposo e hijos.
¡Qué privilegio entrar en el arca espiritual con nuestra familia! Para ello hemos de dedicar tiempo a velar en medio de tanta corrupción. ¡Qué difícil misión! A veces nos preguntamos: «¿Por qué. Señor, no obtengo los resultados esperados?». Confía en la gracia divina, que te dirá: «Has sido fiel en tu tarea de maestra, consejera y esposa, entra en el gozo de tu Señor».
Pon a tu familia diariamente en las manos del que puede salvar tu embarcación del fiero vendaval y descansarás tranquila, porque Dios hará el resto. El bendecirá tus esfuerzos y te coronará junto a tu familia.

Tomado de meditaciones matutinas para mujeres
De la Mano del Señor
Por Ruth Herrera