miércoles, 6 de julio de 2011

APARTARSE DEL MAL

No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Proverbios 4:14.

Nelson fue uno de los alumnos que se hizo querer rápidamente. Con un espíritu alegre y jovial, siempre tenía una sonrisa en su rostro. Le gustaban el fútbol, los juegos de computadoras y estar con sus amigos. Su gran problema era el estudio, no porque le faltara inteligencia, sino porque administraba mal su tiempo.
Al final de ese año escolar recibimos una noticia que conmocionó a todo el colegio: Nelson había sido atropellado por un auto. Cuando lo fui a ver al hospital no podía creer lo que veían mis ojos. Con terribles golpes en todo el cuerpo y en la cabeza, yacía postrado en una cama casi sin poder moverse. Familiares, amigos y allegados tratábamos de aliviar en algo su estadía. Conversábamos con él y tratábamos de recordar los mejores momentos vividos. También orábamos para que no quedara ninguna secuela en Nelson.
Días más tarde, la investigación policial descubrió que el accidente había sido provocado por un joven alcoholizado, de 19 años, que le había sacado el auto a su padre sin autorización. En ese estado de ebriedad había atropellado a Nelson, que estaba por cruzar la calle. Al ver lo que había hecho, se dio rápidamente a la fuga.
Esta es otra de las tristes consecuencias que deja el alcohol en algunos que lo consumen. Creen que esta es la manera de divertirse, de pasarla bien, pero sin percatarse pierden el control de sus actos, y sin quererlo arruinan la vida propia y ajena.
Por la gracia de Dios y en respuesta a las oraciones de todos, Nelson se recuperó totalmente de ese accidente. ¿Pero cuántos quedan mutilados, inválidos o simplemente pierden la vida por la irresponsabilidad de quienes acuden al alcohol para divertirse? La Palabra de Dios nos aconseja: "No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos". No caminar con los malos significa apartarse de las malas compañías y de los vicios destructores de la salud.
Hoy, Dios te da la posibilidad de comenzar un nuevo día. Comiénzalo con alegría, y toma la decisión de que jamás le darás el control de tu mente a una bebida o a una droga.

Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel

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