jueves, 18 de junio de 2009

UN TRABAJO BIEN HECHO

Entonces sale el hombre a su labor y trabaja hasta la noche. Salmo 104:23

Todo el mundo quiere ser feliz. Pasamos la mayor parte del tiempo buscando gente, comida o actividades que hagan que la vida sea más agradable. Pero quizá nos hayamos olvidado de una importante fuente de felicidad. No hay duda. Dar a Dios el primer lugar en la vida es la base de la felicidad. Pero hay muchas otras cosas que hacen que la vida sea agradable o desagradable. Los investigadores han descubierto que una de las maneras más sencillas de determinar si una persona tendrá una vida feliz es comprobar su actitud ante el trabajo. Eso es a causa de que, junto al sueño, no hay nada de lo que hacemos ocupa tanto tiempo como el trabajo. Si llegas a vivir 75 años, habrás trabajado unas 166,000 horas, que equivalen a 19 años completos. En lugar de sustraerse del trabajo, las personas inteligentes lo consideran como una oportunidad de hacer algo y, quizá, aprender una nueva habilidad. Cada verano, cuando se acababa la escuela, mi mamá hacía una lista de todos los proyectos que mi hermana y yo teníamos que completar cada día antes de que pudiéramos tener tiempo libre. Karen y yo refunfuñábamos y protestábamos y la acusábamos de usarnos como esclavas. Pero mamá no nos hacía caso. Se limitaba a añadir más proyectos. Ahora que ya soy mayor, le agradezco a mamá que nos enseñase a trabajar y nos mantuviese ocupadas haciendo algo útil. Cuando los papas y los maestros te ponen tareas, te hacen un favor. Mientras haces también los pequeños trabajos te preparas para asumir responsabilidades mayores. Demasiadas personas van al trabajo para ganar un sueldo. Ven su empleo como un mal necesario y solo viven para el fin de semana. Si ahora quieres hacer algo para aumentar la probabilidad de ser feliz el resto de tu vida, aprende a disfrutar del trabajo.

Tomado de la Matutina un viaje increíble.

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