martes, 14 de julio de 2009

POCO A POCO

Porque de las muchas ocupaciones vienen los suene. Eclesiastees 5:3.

Alguna vez has visto a un karateka quebrando una tabla con la cabeza rompiendo un ladrillo con la mano? No es algo que quieras intentar sin u entrenamiento especial y mucha práctica prudente. Unas de las exhibiciones más impresionantes de kárate tuvo lugar en Bradford, Inglaterra. Un grupo de quince karatekas aceptó el desafío de demoler una casa de seis habitaciones usando solo los pies, las manos y la cabeza. La casa, que tenía 150 años, no era fácil de derribar. Era sólida y estaba bien construida, especialmente la vieja chimenea. Pero los hombres la martillearon con las manos, la patearon y llegaron a usarse unos a otros como arietes para derribar las paredes. Poco a poco, pedazo a pedazo, redujeron la casa a un montón de escombros. Después de completar la tarea, los karatekas honraron a su oponente derrotado volviéndose hacia las ruinas y haciendo una reverenda, la moraleja de esta historia es que puedes conseguir casi todo lo que quieras si no abandonas en el intento. Cuando empezaste primero, fue bueno que no te detuvieras a pensar en las 15,000 horas que habrías pasado en el aula cuando te graduases en duodécimo. Si hubieses sabido que te habrían puesto más de 13,000 tareas los siguientes doce años, te habrías convertido en carne de parvulario. Pero al ir a la escuela y hacer unos cuantos deberes cada día avanzas hacia el objetivo de graduarte en el instituto. La mayoría de las personas no consiguen alcanzar sus objetivos. No porque no sean suficientemente inteligentes o tengan bastante talento, sino porque abandonan demasiado temprano. No seas un fracasado. Fija tus objetivos y no abandones en el intento.

Tomado de la Matutina el viaje Increíble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario